Por - Publicado el 06-04-2007

Leo en Expreso:

Detrás de la PUC: más allá de Riva Agüero
Juan Carlos Tafur

creemos que no es posible entender este conflicto si no se pone sobre la mesa el profundo conflicto entre la derecha y la izquierda católica, el más intenso de todos los países de la región y quizás del planeta. Por razones misteriosas, en el Perú surgió la mayor energía que tuvo la corriente vinculada a la Teología de la Liberación, impulsada por la brillantez de Gustavo Gutiérrez. Y junto a ello, también en estas tierras, ha prendido el legado de José María Escrivá, fundador del Opus Dei, al punto de ser acá donde esta orden tuvo su primer cardenal. Asimismo, otro movimiento conservador, como el Sodalitium Christianae Vitae, es, hoy por hoy, un grupo de gran influencia e, inclusive, en plena expansión internacional (es más, si de reclutamiento sacerdotal hablamos, se sabe que los últimos años, la inmensa mayoría de nuevos clérigos pertenece a esta ala, en desmedro de las órdenes tradicionales, más cercanas a la izquierda).

Las trincheras cavadas entre ambos sectores han distorsionado, en cierta medida, el debate. De hecho, no creemos que se trate de una lucha épica entre el oscurantismo versus el reino de la libertad. Las universidades del Opus que conocemos no son claustros medievales y tampoco nos parece absolutamente cierto que nuestra querida alma mater sea hoy en día un reino de la más absoluta pluralidad (¿alguien puede hablar de ella en las facultades de Economía, Sociología, Antropología, Ciencias Políticas o Ciencias de la Comunicación, donde la izquierda es casi un monopolio magisterial?).

Comentario: Hace algunos días el historiador Toni Zapata comentaba:

La Universidad Católica en pugna

De este modo, al cardenal en primer lugar le interesan los recursos económicos, pero tiene una evidente segunda intención. En efecto, quiere terminar de liquidar a la Teología de la Liberación, que por años ha sido muy influyente en la PUCP. Esta corriente ha sido duramente golpeada en los últimos años tanto a nivel nacional como en escala mundial. Algunos de sus más importantes teólogos han sido silenciados por Roma y prohibidos de enseñar y publicar. En el país han perdido prelaturas, como el Sur Andino por ejemplo, que habían manejado durante décadas. Uno de los últimos bastiones de los cristianos de izquierda es la PUCP. Además, ahí se reproducen porque forman nuevas generaciones. Así, la batalla del cardenal es de largo plazo, tiene mucho techo por delante y su fin último es el puntillazo al cristianismo de izquierda.

. Es decir, también ponía como trasfondo al conflicto de la PUCP la presencia de la teología de la liberación (TL) en los claustros universitarios. Estaríamos entonces ante un conflicto ideológico-religioso.

En primer lugar, al poner las cosas así se reconoce que la PUCP es un bastión de un grupo ideológico-político y al parecer se asume que esto debería seguir siendo así. Una universidad no tiene por qué se bastión de nadie. Debe haber pluralidad de ideas. No se trata de que un grupo político se tenga que reproducir en las nuevas generaciones. Que los individuos tenga opciones preferenciales por alguna u otra corriente es normal. Claro, hay un tema de falta de suficiente pluralidad en algunas facultades, mencionadas explícitamente por Tafur (ver el post PUCP: el lado bueno del jaque). Y claro, mientras el cardenal y su gente inciden en estos puntos, los cuestionados guardan silencio, cuando tendrían que responder más activamente y tratar de cambiar estas realidades. Caen en la trampa de ponerlo como un tema de izquierdas y derechas: las derechas atacan y las izquierdas tienen que defenderse. Pues no. No se defiende a la PUCP porque hay núcleos de izquierdas y se quiere que sea un semillero de estas ideas, sino justamente por la pluralidad de esta institución. La pluralidad por el momento es muy estrecha, cosa que la ve hasta un ciego. Sería deseable las mencionadas facultades no sean la excepción a este principio. Como dije antes, cuando el cardenal ataca tiene de dónde agarrarse.

En segundo lugar, sí hay un ataque contra las izquierdas universitarias en la PUCP, pero la caracterización usual de éstas no es de «cristianos de izquierdas», sino de «izquierda caviar». De la teología de la liberación ya se encargó el papa anterior. Era la época de Ernesto Cardenal de ministro sandinista en Nicaragua, quien al arrodillarse ante Juan Pablo II (JP2) recibe un regaño público. Para los años noventas no hay grandes episodios con la teología de la liberación. En el Perú lo que ocurre es que surge un movimiento de oposición que la prensa fujimorista califica como «los cívicos». Este es el antecedente inmediato de lo que después erían «los caviares», un subconjunto de los cívicos, que también incluyen a gente de derechas. El caso de los «cristianos de izquierdas» de la Católica es un subconjunto más pequeño aún de los caviares (por supuesto en la mentalidad de los que usan intensivamente el mote). De hecho, los temas en los que ha incidido el cardenal, como la encuesta sobre la pareja y la visión liberal sobre temas tradicionales (ver Investigación bajo restricciones), no obedece a ninguna visión de los cristianos de izquierda, ni es un tema de la TL.

En suma, el ataque de los cristianos de derechas va contra las izquierdas seculares y no seculares. El cristianismo de izquierdas no es que les preocupe mucho (al menos no en la PUCP, tal vez sí entre religiosos). Si no funciona tomar la PUCP, intuyo que podrían purgar la institución o que al menos podrían conformarse con hacer lo mismo que hizo JP2 con los/as religiosos/as de izquierdas: imponerles una cura de silencio a los/as académicos de izquierdas, algo metidos/as a políticos/as.

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Por - Publicado el 04-04-2007

Una cronología:

Las noticias continúan:

Comentario: Este es el gobierno de las marchas y contramarchas. Nombran a alguien y dan marcha atrás. Hacen algo por un lado y por el otro hacen lo contrario. La política internacional no parece ser la excepción. El tiempo se va agotando y toca definirse:

  • El Perú no pinta ni despinta en el panorama político internacional. No estamos ni en primera línea con los países de políticas de libre mercado, ni tampoco en el eje de Chávez, con los países de políticas populistas. Nuestra gran presencia internacional se reduce a la guerra fría con el vecino del sur (en la que además vamos perdiendo la batalla mediática y somos nosotros los que aparecemos como los intransigentes y agresivos…).
  • El TLC viene en paquete con la lucha contra el narcotráfico. No se puede tener un TLC (ni tampoco una ATPDEA) sin un compromiso con la erradicación del narcotráfico. Sobre el tema hay mucho menos margen para estar meciendo a los EEUU como ha sido el caso hasta ahora. Las definiciones no se pueden seguir postergando por mucho tiempo.
  • García está en jaque permamente con el tema de los derechos humanos. Que no se equivoque. Fujimori y Montesinos cometieron un gran error en confiarse y entrar en negocios por su lado. Ni bien metieron la pata, la presión les subió hasta que les sacaron los vladivideos. García ha podido barrer bajo la alfombra, pero su basura anda por ahí, lista para ser reavivada. Basura vieja a la que se suma la basura nueva. En temas de derechos humanos no es muy diferente a Fujimori. La captura de Hurtado y Rivera debe ser leída como una advertencia, capaz de reponer a García en el camino correcto. No podrá seguir protegiendo por mucho tiempo a su antecesor.
  • Si García está en jaque, Fujimori está por llegar al jaque mate (ahora mismo está ahogado). Se avizora que Fujimori vendrá al Perú sí o sí. Esto significaría un vuelco en el escenario político peruano. Se avizora también que Fujimori será condenado. A García se le complicarán las cosas y las denuncias le acabarán de salpicar: no es sostenible juzgar a Fujimori con García pasando piola. En tal sentido, sus últimas declaraciones son un grito desesperado por hacer buena letra en la lucha contra el narco. Si no la hace, le caerá algún otro golpe.

A quince años del golpe de Fujimori su andamiaje sigue ahí, vivito y coleando. Los discípulos de Belaúnde, Paniagua y Toledo, se lo trajeron abajo pero sólo en parte; no lo destruyeron del todo. Con un García atrapado por su pasado se restaura el sistema creado por Fujimori: su estilo y su gente. Su alianza con el exdictador es ya muy rochosa. Con cada revelación que surge cada día se confirma un pago de favores al exdictador y se incuba una reacción en contra. Si sigue así, García podria verse con un oposición tan fuerte como la que tuvo en su primer gobierno, o como la que tuvo Fujimori antes de su caída.

«Carlito’s Way» de Brian de Palma interpretada por Al Pacino. También traducida como «Atrapado por su pasado».

Un criminal que sale de prisión intenta reconstruir su vida, pero no puede….los viejos reflejos, las viejas juntas, la inercia. Al final acaba mal…
Desde cierto punto de vista, se puede decir que no lo intento lo suficiente o que no podía: la cabra siempre tira al monte…

Actualización: Lo cuenta La República

Washington Post destaca detención de Telmo Hurtado.

Y este es el artículo:

U.S. Holds Suspects In War Crimes

Hurtado was among a group of soldiers to face trial for the massacre in 1986. In 1992, only Hurtado was found guilty, not of murder but of abuse of authority, by a military court-martial before which he took responsibility for the patrol’s action.

Hurtado, a graduate of the U.S. Army School of the Americas, was sentenced to six years in prison, though it remains unclear whether he served any time, according to U.S. and Peruvian court documents and news reports. Even after his conviction, he remained in the Peruvian army and was promoted from lieutenant, first to the rank of captain and then to major.

Hurtado escaped to the United States via Colombia in December 2002, when Peruvian authorities reopened the investigation into the killings, shortly before a Truth and Reconciliation Commission released a report detailing the political violence that claimed an estimated 69,280 victims in Peru between 1980 and 2000.

In Peru, Lorenzo Gomez is among those who celebrated the arrests. His father, Pastor Gomez de la Cruz, was among those killed.

«I remember everything about that day and how they shot my father and other relatives and then burned their bodies,» said Gomez, 65, who lives
in Lima but travels to Accomarca frequently to supervise family farms. «It has been 22 years, but the memory does not fade.»

The case could be a test for President Alan Garcia, who was reelected last year. He had just been inaugurated to his first term in 1985 when the massacre occurred. He fired military commanders, but his political party, APRA, was later accused of covering up attacks on witnesses in this and other human rights cases.

«No one wants there to be a trial, because no one wants to know who really gave the order to kill my town,» said Gomez. «I don’t think President Garcia wants to see Hurtado or Rivera back in Peru, because they might speak the truth.»

Ex mayor EP (r)Telmo Hurtado.

Todavía cantamos..

Actualización: En Perú 21 Augusto Álvarez nos da varias razones para la alianza entre el Apra y el fujimorismo:

¿Arriba Alianza?
Las coincidencias entre el Apra y el fujimorismo.

[1] ya ha demostrado, a inicios de los años noventa, su capacidad de coincidir con el fujimorismo estableciendo nexos a través de ex apristas como Absalón Vásquez y salvando a Alan García en las investigaciones parlamentarias de ese tiempo.

[2] Tampoco se puede descartar que lo que hoy estamos viendo sea parte de un intercambio de favores, asunto en el que salta el rumoreado contacto entre García y Montesinos con el fin de facilitar el retorno al país del ex presidente.

[3] También podría ser que el gobierno se está curando en salud, a través del tendido de puentes con el fujimorismo, para el momento en que Fujimori sea extraditado, lo cual producirá más de una incomodidad al régimen actual.

[4] La otra posibilidad es que la obvia confluencia actual entre el aprismo y el fujimorismo se explique, más allá de las tensiones que han existido entre ambas fuerzas, por la admiración que García parece tener por el estilo de gobernar de Fujimori, lo cual los llevaría a coincidir en objetivos, métodos y operadores.

En este sentido, la apreciación de que la presencia y fuerza creciente de Luis Giampietri en el gobierno sea parte de un intento de la ‘derecha autoritaria’ por ganar terreno en la política, parece un insulto a la inteligencia del presidente García. No es que se le meta en su gobierno, es que él la acoge con entusiasmo, pues el ‘estilacho’ le gusta.

Le faltó mencionar el contraataque externo…

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Por - Publicado el 04-04-2007

Leía ayer en Expreso:

Un desencuentro fatal
Juan Carlos Tafur

No vemos otra manera de salir del atolladero político en el que nos encontramos hace casi cuatro décadas, que no sea la conformación de dos fuerzas políticas claramente identificadas con la derecha y la izquierda.

Mientras ello no ocurra, lo que apreciaremos será una puesta en escena reiterada del APRA en el poder con paréntesis de outsiders que en estos últimos tiempos han terminado recalando a la diestra, pero que en las siguientes elecciones bien podrían dar un giro radical (…)

Según algunos, Velasco aniquiló las posibilidades electorales de la izquierda democrática, como Fujimori parece haberlo hecho con la derecha liberal. Sin embargo, no hay destino absoluto, salvo el que los propios protagonistas de la historia política se quieran asignar.

Lo peor es el grado de hostilidad mutua que se endilgan. De un lado, “caviares pro senderistas”, del otro “reaccionarios autoritarios”. Nada auspicioso el prólogo de este diálogo.

Ni la izquierda democrática está condenada a ser una fuente de burócratas ilustrados ni la derecha liberal, de tecnócratas eficientes. Es más fácil, no hay compromisos a largo plazo y casi no se corren riesgos colectivos, pero si los dos sectores ideológicos mejor preparados para darle al país un sentido de modernidad se acobardan frente al desafío, después que no se lamenten de los resultados.

Y en Perú 21:

5 de abril: quince años sin partidos

El 5 de abril de 1992, la democracia se quedó sin respuesta ante el autogolpe. Su debilidad fue asombrosa. El golpe obtuvo una aprobación masiva de la población y las fuerzas políticas y sociales que defendían la democracia se evidenciaron minoritarias y aisladas.

El fujimorismo significó el triunfo de un tipo de autoritarismo, antiinstitucional (a diferencia del de Augusto Pinochet, por ejemplo), extremadamente pragmático y venal.

Hoy, la política peruana sigue siendo en mucho tributaria de este estilo.

Comentario: Si los insiders no la hacen, pues se abre el camino para los outsiders. Un gran fracaso. No es nada nuevo Si los dos prisioneros (izquierdas y derechas) confiesan, ambos se hunden. Por ahí alguien salta y dice, ¿pero no se supone que ambos tienen que luchar entre sí? Desde las izquierdas se siente la incomodidad: ¿qué pasó con los irreconciliables intereses de clase? Desde las derechas también: no se puede cooperar con los comunistas. Franco y Pinochet lo demostraron, por las malas, y Reagan y Thatcher algo más por las buenas. En su cabeza está la idea que las negociaciones llevarían a situaciones mediocres que no son ni chicha ni limonada. Se cierran así las puertas para cualquier entendimiento.

El asunto es que si yo quiero ganar el partido de un deporte al menos me tengo que poner de acuerdo sobre las reglas de juego. El fútbol tiene sus reglas que todos tienen que acatar. Una vez que las aceptamos, pues que gane el mejor. En el país las reglas se han venido abajo. La «trampitas» han sido ya tan masivas que estamos ante otro deporte: se ha destruído toda institucionalidad para dar lugar a la ley del más fuerte. No es tampoco que «siempre haya sido así». Hubo épocas de izquierdas y derechas, con su trampas, sus favoritismos, pero también con organizaciones y con propuestas. Se ha perdido.

Lo más irónico de todo es que los grupos y personas que se niegan a compartir espacios acaban frecuentemente juntándose igual, pero bajo la batuta del outsider: las izquierdas se dividen (y se dividen por el centro no por los extremos) para luego tener representantes de los dos grupos de ministros en el primer gobierno de Fujimori. Individuos de derechas se atacan entre sí, pero ambos acaban de alguna u otra manera vinculados al gobierno aprista actual (ver La sartén le dice a la olla: trasfondos). ¿Por qué tiene que venir un outsider a crear consenso? ¿Por qué ahí sí atracan? Como diría esa canción de rock peruano:

se atacarán y se calumniarán
y después en un almuerzo estarán.
Compatriotas a triunfar
mi partido lo hará
Rio – Mi Partido Lo Hará

A estos no los compró Montesinos…

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Por - Publicado el 03-04-2007

Leo en Perú 21

La lista de Giampietri
El bochornoso nombramiento y cese de Pandolfi.

Quienes no quieran verlo se están cegando ante lo obvio: acá está en marcha un contubernio lamentable y penoso entre el aprismo y el fujimontesinismo. ¿Por qué Alan García quiere, cada día más, parecerse a Fujimori? ¿Qué compromisos ha asumido?

Leo también:

Comentario: Pues sí. Esto fue comentado en este blog en muchas oportunidades:

Nos quedamos cortos con lo de alianza. Hay más: un contubernio en curso. El paso del tiempo, y no ha pasado mucho, no ha hecho sino consolidar la tendencia a destapar el entendimiento cordial entre el APRA y el fujimontesinismo. Se van mostrando más cartas. Un tema que ocurre en el país es que dadas las reglas de juego «no hay gente». Se trata una élite muy cerrada de insiders que cortan el bacalao, que mandan, que entre ellos se entienden. Una persona que entra a un puesto de poder no se imagina otra forma de hacer las cosas que con su toda su mancha, sino pues no la hace. Es una cadena de gente irremplazable. No hay rotación. La institución tal es la chacra de tal y ese tal tiene que llamar a su gente que a su vez llama a su gente, etc. El resto es poner a «advenedizos», así haya gente capaz. El sistema de favores es una cadena que comienza en la cúpula y se difunde hasta las responsabilidades más bajas en una organización. Si alguien como Giampietri está arriba y no está meramente de florero, sino mandando, con una agenda, pues necesita a su gente. Y su gente es la que hay, la que gobernó antes. No hay otra. Aquí no hay cadáveres políticos. Todos son carcanchas, resucitados que vuelven una y otra vez. Ya pasó el tiempo del pudor, de esconderse en el clóset por el qué dirán. Es ahora o nunca. Sacar lo que se puede afuera, que se vea el detalle. Ya hay condiciones para que lo hagan. Las han ido creando trabajosamente. Es un fujimorismo recargado. Va pasando lo que sería la etapa equivalente al Fujimori antes del 5 de abril. Ahora toca la definición abierta. Hemos visto ya la punta del iceberg y sabemos que hay más. ¿Qué están esperando?

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Por - Publicado el 02-04-2007

Hace algunos días leía:

El Estado y los bárbaros
José I. Távara

“Quiero que todos los cargos de confianza se pongan a disposición, de inmediato”. Es la orden distintiva de un tipo especial de sujetos designados a dirigir un organismo público. Son fáciles de identificar pues lo primero que exigen es automóvil, chofer y celular, así como la contratación de una corte de asesores de dudosa reputación. Ingresan entonces al Estado personas inescrupulosas, sin la más mínima comprensión, formación o interés en las funciones propias del organismo en cuestión. Sólo les interesa controlar y disponer de los recursos y funciones públicas para promover su imagen, traficar influencias o realizar negocios privados.

Hoy leo:

Retornan los bárbaros
Javier Diez Canseco.

Han vuelto, con la experiencia del diablo, que sabe más por viejo. Han vuelto, conscientes de que no basta di-sol-ver. Vuelven decididos a de-mo-ler. Sí, a demoler y destruir lo que se les presente como un obstáculo en el camino. Vuelven con la confianza de quien ha retornado a los círculos del poder, de quienes regresan a los pasillos de los palacios que manejaron por casi once años, a las presidencias de comisiones y a los despachos ministeriales que todavía guardan algo del eco de su paso por ellos. Vuelven como parte de la «santa alianza» que garantiza el manejo del Congreso y la estabilidad del gobierno.

Comentario: Es curioso que a dos personas se les ocurra una figura parecida con una semana de diferencia. Claro que cada uno habla de lo suyo a su manera y en su estilo. Pero uno se pregunta, es que no hay otras figuras que puedan usar?

Inspiradora pelicula?
Es que hay un numero tan limitado de imagenes que las tienen que usar por turnos?

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Por - Publicado el 01-04-2007

Sr. Augusto Álvarez Rodrich,
Director del diario Peru21

El día 31 de Marzo del 2007, en su columna «La opinión del Director» del diario Peru21, usted condena la protesta pacifica que realizaron los estudiantes de la Universidad Católica frente a la casa del Sr. Rafael Rey. El señor Rafael Rey realizo unas declaraciones el domingo pasado, que son como usted dijo, evidentemente intolerantes. Dijo usted también que este tipo de ideas deben combatirse solo con las ideas, y acusa la protesta realizada por los estudiantes PUCP de ser una acción intolerante, que debe ser condenada rígidamente. Al respecto quisiera hacerle una pregunta, y a la vez compartir con usted una reflexión.

El titulo de su columna fue «Casa de tolerancia». Si usted busca la palabra «casa» o «tolerancia» en el diccionario de la real academia española, entre las voces o acepciones de estas palabras figura el mencionado titulo de su columna. El diccionario muestra que la definición de «Casa de tolerancia», no es otra que una forma coloquial de decir «Casa de lenocinio» o más fuertemente, «Casa de putas». Hago esta primera aclaración debido a que contrario a lo que usted escribe en su columna, no todos saben lo que esas palabras significan. Al hacer alusión al riesgo de convertir el Perú en una «Casa de tolerancia» si se siguen permitiendo este tipo de protestas, usted hace inevitablemente un símil entre los 500 alumnos que protestaron aquel día y las mujeres que practican el oficio de la prostitución. Mi pregunta es pues, ¿Porque tan injusta e indigna comparación?

Usted como director de un diario de circulación nacional, cuenta con los medios necesarios y suficientes para emitir su opinión, defender sus ideas, y difundirlas de manera influyente en la sociedad. De forma similar, el señor Rafael Rey cuenta en estos momentos con la investidura de un cargo ministerial, a través del cual emitió en un programa de señal abierta, una opinión de carácter ideológico y abiertamente intolerante, que nada tiene que ver con el cargo publico que ostenta en estos momentos. De forma totalmente contraria, los alumnos de la PUCP son ciudadanos de a pie sin ningún medio ni investidura para expresar sus opiniones, mas allá que el de su propia voz, o la condición de alumnos de la casa de estudios en mención. En ese sentido, la protesta fue una legitima manifestación de la opinión de los estudiantes, que en este caso, ejercieron su derecho a la libertad de expresión, su derecho a opinar, a disentir y no estar de acuerdo con las declaraciones prestadas por un ministro del estado, que mas que ejercer su rol ministerial, ejerció de vocero de los planes y deseos de una prelatura personal de la iglesia católica en el Perú, como es el Opus Dei.

En países como el Perú, la debilidad del sistema político e institucional y en especial, la ausencia practica del estado de derecho, junto con la disfunción del sistema partidario y la consecuente falta de representatividad, son el verdadero origen de las amenazas a la gobernabilidad. Así mismo, es cada vez mayor de consenso en el debate del mundo académico, que la gobernabilidad proviene de la institucionalización de la democracia. Usted como director de un medio de comunicación, debe tener muy en cuenta que una de las partes más importantes de la consolidación de la Democracia, es la construcción de ciudadanía, y ésta, está fundamentada en el pleno conocimiento de los derechos y deberes de los ciudadanos, y la plena capacidad para ejercerlos. Entre esos derechos, se encuentra el derecho de libertad de expresión que usted a diario ejerce y se entiende, como el derecho a opinar, pero también a protestar y a expresar el no estar de acuerdo. No puede usted entonces condenar el contenido de una opinión en contra de la intolerancia, de intolerante. Pero entiendo o quiero entender, que usted condena las formas en que esta se expresó.

Quizás los alumnos se equivocaron de dirección, e irrumpieron injustificablemente la paz de algunos vecinos de San Isidro. Pero su protesta fue una condena a la intolerancia y cumplió el objetivo de llamar la atención de los medios de comunicación para hacer de conocimiento público, su opinión. Condenar este tipo de protestas desde un medio de comunicación, es condenar la libertad de expresión sobre la cual, se ejerce el oficio de periodista. Así mismo, tal condena no hace sino acentuar la indiferencia hacia las causas fundamentales de la falta de gobernabilidad en el Perú, al reprimir los efectos sintomáticos, que de esta afloran. Una cosa fue la protesta de los estudiantes de la Pucp y otra cosa muy diferente, es una horda de violentos disturbios como los que han sido vistos algunas veces en el Perú, y con los cuales usted pretende hacer comparación. La primera es una expresión de la falta de voz y representatividad de los ciudadanos de a pie. La segunda expresa la falta de orden y ejercicio de la ley, y por lo tanto, una situación de desorden a través de la cual el país puede convertirse en una «Casa de Tolerancia».

Condenar con opiniones los síntomas de los problemas, en vez de atacar con ideas las causas fundamentales de dichos problemas, estanca la capacidad de enfrentar los desafíos que tenemos como país. Personas con la posición que usted ostenta, pueden hacer mucho bien o mucho daño en la consecución de tal objetivo. Solo espero sea conciente de dicha condición, y nunca deje de reflexionar sobre los efectos que sus opiniones pueden tener sobre la solución o estancamiento de los problemas de nuestro país. Sin más que decirle, me despido.

Atte.

Carlos del Carpio
DNI 42232724

CC. a Diario Peru21, Puntoedu-Pucp

Actualización: Augusto Alvarez Rodrich, cordialmente me responde:

Estimado Carlos,

Le agradezco su comunicación. Yo sí estoy de acuerdo con expresiones de protesta como plantones o marchas. Lo que no me parece correcto es hacerlo en la residencia de la persona contra la que se hace la protesta. Hubiera sido mejor hacerlo en su oficina o en una manifestación en una plaza.

Saludos cordiales

Augusto Alvarez Rodrich

Gracias por la respuesta señor Álvarez. Viéndolo de esa manera, tiene razón. Hubiera sido mejor realizarlo en un lugar público sin interrumpir la tranquilidad de los vecinos. Ellos no tienen la culpa de vivir (o supuestamente vivir) junto a Rafael Rey. Eso no condena la protesta per se como se leía en su columna, pero definitivamente, deben tomar nota para la proxima. La dejo ahí…

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Por - Publicado el 31-03-2007

Leo

Casa de tolerancia
Las ideas se combaten solo con ideas.
Por Augusto Álvarez

Se debe condenar el plantón de ‘protesta’ hecho ayer por 500 estudiantes de la Pontifica Universidad Católica del Perú en los exteriores de la que pensaron era la vivienda del ministro Rafael Rey debido a sus opiniones en relación con el diferendo entre esta universidad y el cardenal Juan Luis Cipriani, y, en general, sobre el destino de este centro de estudios.

Las ideas se combaten con ideas, no con actos como este que solo transmiten intolerancia, la cual debe ser rechazada con energía. Incluso las que son evidentemente intolerantes, como las de Rey, deben ser enfrentadas en el plano de las ideas.

Comentario: Por lo que se ve en estas imágenes los estudiantes

  • realizaron una protesta pacífica y
  • se limitaron a usar un espacio público

para expresar su rechazo a las pretensiones de Rey y Chipriani. Se trata de difundir sus ideas públicamente, es decir, de combatir ideas con ideas. Demostrar que a la PUCP no sólo la defienden algunas personalidades que pueden ser identificadas y aisladas como «caviares». No. Es la comunidad universitaria, en este caso los estudiantes, los que están defendiendo a la PUCP ¿Dónde está la intolerancia aquí?

Me esperaba que Rey condenara una protesta como esta, no así el director de Perú 21.

Actualización: Por este post OpusDEICISMO* PUCP, El Rey de la Mentira y la Chata Descriteriada en Crepúsculos y Cuadernos me entero de estas declaraciones de Rey:

Rey habla fuerte contra alumnos de la PUCP

El ministro de la Producción Rafael Rey, calificó de «antidemocráticos e intolerantes» a algunos alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), quienes han anunciado que realizarán un plantón de protesta al frente de su domicilio por las declaraciones que brindara a un programa de televisión sobre de la existencia de formación marxista al interior de esta casa de estudios, la cual por promovería la lucha de clases y la violencia.

«Yo no realizo protestas ni plantones delante de las casas de quienes declaran cosas con las que yo no concuerdo», indicó en declaraciones a CPN Radio.

No, pues, él no realiza protestas ni plantones, él tiene otros medios de expresarse, pero ¿y qué? Este señor no tiene por qué ser la medida de las cosas. Un plantón es una protesta democrática en un espacio público. Cualquiera puede ir a la calle a manifestarse en ejercicio de la libertad de expresión.

Era previsible que tratarían de deslegitimar la protesta estudiantil…. No saben lo que es la libertad de expresión. El famoso discurso «I have a dream» lo pronunció Martin Luther King en una protesta en la calle, una manifestación pública.

Aquí los únicos intolerantes son Alvarez y Rey.

Un comentario

Por - Publicado el 31-03-2007

Hace poco a partir de este post La gran escala y los más pobres hubo una discusión en la página de comentarios sobre Wal-Mart.

Leo en el New Yorker:

Selling Wal-Mart

Can the company co-opt liberals?
by Jeffrey Goldberg

También con una versión completa para imprimir.

Tema interesante. No puedo comentarlo mucho por ahora. Lo dejo para después.

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Por - Publicado el 29-03-2007

Leo en Desde el Tercer Piso el Comunicado de los estudiantes de la PUC y no puedo sino saludar y apoyar ardientemente la iniciativa. Es hora ya que haya una reacción más amplia de parte de la comunidad universitaria. La respaldo decididamente.

Advertiré sí de algunos peligros. Considero un error este párrafo:

La pérdida de la postura institucional de nuestra Universidad en temas tan importantes para el país como el respaldo a la Comisión de la Verdad y Reconciliación

No es que las universidades tengan que tener una postura institucional. Dejemos que los individuos que forman la comunidad universitaria expresen sus ideas libremente. Que se viva y que se deje vivir. Si antes el cura Interdonato quería pronunciarse a favor de la pena de muerte, adelante; si el profesor Lerner, quiere presidir la CVR, adelante; si algunos profesores de derecho están del lado de los empleadores y otros del lado de los trabajadores, adelante; si algunos economistas tienen orientación ortodoxa y otros heterodoxa, adelante también; si algunos quieren investigar sobre la pareja y las relaciones extramatrimoniales, adelante y si otros quieren escribir biografías de santos, adelante también. Que se defienda la libertad de pensamiento: basta con la libertad de ideas; no es necesario tener «posturas institucionales» con minorías que no están de acuerdo con éstas y que se tienen que someter a las mayorías. No defendemos a la PUCP por la CVR, sino por la libertad e pensamiento. Quienes (a pesar de algunos reparos) estamos de acuerdo con el trabajo de la CVR, lo haremos por otro lado, sin comprometer a la universidad. Por ahí van mal, pues además el país no está en una verdadera dinámica de postguerra. Lamento decirlo, pero ya me imagino a Rey utilizando la alusión a la CVR para seguir machacando con sus pachotadas. Ojalá que me equivoque. Lo deseo de verdad. Que se le haga el pare a esta sarta de intolerantes bocasucias, a quien Joan Manuel Serrat calificara acertadamente como los macarras de la moral

Y te acosan de por vida
azuzando el miedo,
pescando en el río turbio
del pecado y la virtud,
vendiendo gato por liebre
a costa de un credo
que fabrica platos rotos
que acabas pagando tú.

Sin prisa, pero sin pausa,
esos carcamales
organizan sus cruzadas
contra el hombre libre
más o menos responsable
de todos los males

Si no fueran tan temibles
nos darían risa.
Si no fueran tan dañinos
nos darían lástima.
Porque como los fantasmas,
sin pausa y sin prisa,
no son nada si les quitas
las sábanas.

Adelante, chicos/as. ¡Ahora la fiesta es de ustedes! ¡Sí se puede!

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Por - Publicado el 29-03-2007

Leo el post LA VERSION DE SANTILLANA en Desde el Tercer Piso. Veamos:

  1. Por la boca muere el pez. Los blogs se dedican principalmente al análisis. Un análisis se puede hacer en México, en Lima o en cualquier lugar del mundo. El artículo de Miguel Santillana que no apareció en Correo apareció hace algunos días y tomé nota de éste en una actualización a este post Webb-De Soto: ¿el firme vs el chanta?. En el tema que nos ocupa, el análisis se ha basado en fuentes de un solo tipo: las producidas por el ex-colaborador, sus artículos del sus cartas públicas. Cada uno ha sacado sus propias conclusiones. Algunos han coincidido con el ex-colaborador en que sí hubo censura. Otros, no estamos para nada de acuerdo. Normal, ¿no?
  2. y otros numerales. Han sido comentados ampliamente en este blog y en diversos comentarios. Curiosamente, en todo esto no sale nada de la famosa chamba que el colaborador quemó al director de Correo.

Lamentablemente, en su primer artículo Miguel Santillana hace un comentario homofóbico que de seguro ofendió a De Soto. Tarjeta amarilla. En su segundo artículo, el que no salió, es más suave, pero sigue con los golpes bajos de caracter personal: lo acusa de megalómano. Tarjeta roja. Sobre sus comentarios ad hominem, y en particular homofóbicos, el ex-colaborador no dice nada en su carta (¿dirigida a quién?) a pesar de asegurar haber leído los blogs. La libertad de expresión no protege este tipo de ofensas.

Definitivamente, no se necesita ser un vidente para darse cuenta que no estamos ante un caso de censura. Tampoco estamos ante un caso de «conflicto de intereses» como planteaba José Alejandro Godoy y con quien cordialmente debatimos el tema. En mi opinión, de lo que se puede acusar a Aldo Mariátegui es de doble rasero: poner el estándar de corrección muy restrictivo para algunos (como Miguel Santillana) y dejar-hacer dejar-pasar para otros (como Bedoya Ugarteche o el mismo director de Correo). Incoherencia, inconsistencia, arbitrariedad, por ahí va la cosa. El excolaborador no ha tocado el tema. No ha dicho algo así como «¿por qué se pican por mis ataques a De Soto si Aldo y otros colaboradores hacen comentarios iguales o peores?». Tendría razón en preguntarse algo así, pero con ello no justificaría su pierna en alto. Al menos así la reconocería.

Aquí no hay a quien quejarse, pues no hay acción ilegal de ningún tipo. Es una empresa privada que puede tener la política que quiera. Pero como le ocurre a toda empresa privada, son los consumidores los que acaban por mandar, en este caso, los lectores. Es el tipo de cosas que los lectores deberían reprobar. A veces parece que éstos estuvieran dormidos y que la soberanía del consumidor no se aplicara en nuestro país. Pero no es así. Sí se aplica. Fijémonos en el debate entre el director de Correo y el ex-director, Juan Carlos Tafur, quien acusa a su predecesor porque «malversa una lectoría que él no conquistó para lanzar insultos a granel». Tal vez los lectores sí están castigando a todos estos insultos con su rechazo a este medio…

Algunas moralejas: Ya que estamos en dimes y diretes, trataré de rescatar algunos asuntos de fondo. Así no nos quedamos en las comidillas:

  1. La libertad de expresión no es insultar, agraviar a la gente. Por lo tanto, evitar y combatir a los agravios tampoco es censura.
  2. Tenemos que intentar criticarnos por razones de ideas, no por cuestiones personales. Como en el fútbol, se puede jugar fuerte, pero hay que ir a la bola, no a la pierna.
  3. Tenemos que tener criterios iguales para todos. Si nuestro medio tiene un estilo y un colaborador cree seguirlo, no se puede ahora castigar alcolaborador y que todo siga igual. Es una arbitrariedad que resta credibilidad a un medio. Tarde o temprano los lectores le pasarán factura.

En fin. Tampoco es para tanto. Los colaboradores salen de algunos medios y entran en otros. Hay pues su rotación laboral, como en cualquier profesión. Para bien o para mal, son gajes del oficio …

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