«Prisión del Sr, José Carlos Mariátegui, sindicado de ser uno de los más activos dirigentes del comunismo en Lima.
Complot comunista en Lima». Hacer click en la imagen para ampliarla.
«Titular del diario La crónica, 8 de junio de 1927, sindica a José Carlos Mariátegui como dirigente del comunismo en Lima. Tomado de la Revista Punto de Vista 82, Lima, 1982, pàg. 4.». Tomado del artículo José Carlos Mariátegui y los trabajadores mineros de Morococha , de Víctor Mazzi Huaycucho.
José Carlos Mariátegui, peligroso comunista, de ideas malsanas, de siniestros propósitos, antipatriota, subversivo, azuzador de huelguistas, actuaba de perfecto acuerdo con poderosas organizaciones de la misma índole de Francia, Centro América, Argentina. Así lo retrataba la prensa de la época, con toda la «cafeína a raudales». Muy similar a cómo la prensa pone las cosas en la actualidad, criminalizando a quienes defienden sus derechos y a quienes los apoyan. «Estan contra la inversión», «exageran los daños ambientales», «son parte de un complot de afuera».
Mariátegui y otros peruanos y peruanas fueron encarcelados en 1927 a pedido de la Cerro de Pasco Corporation y de le embajada de los Estados Unidos en Lima (fue el caso de Luis E. Valcárcel y Carlos M. Cox, que acabaron en el Frontón, o Magda Portal que fue deportada).
A Mariátegui lo encarcelarían una vez más, en 1929, acusado de ser parte de un «complot judío», después de la huelga minera en Morococha, también a pedido de la embajada estadounidense. Mariátegui, cercado por la represión, con las salud debilitada, moriría pocos meses después de este último encarcelamiento.
La represión contra Mariátegui fue producto de la presión de Estados Unidos.
Luego, en 1930, también por presión de los Estados Unidos, el gobierno de Sánchez Cerro disuelve la CGTP.
Víctor Mazzi Huaycucho1 en José Carlos Mariátegui y los trabajadores mineros de Morococha nos cuenta sobre la detención de Mariátegui después de la huelga de Morococha:
Culminado el conflicto laboral el embajador norteamericano Alexander Moore y el Gerente General de la Cerro de Pasco Copper Co, Harold Kingsmill, presionan al gobierno de Augusto B. Leguía para que encarcele a diferentes intelectuales y dirigentes sindicales ligados a José Carlos Mariátegui, con la finalidad de cortar la influencia que tenía en los trabajadores mineros. Esto puede leerse en la correspondencia entre Ricardo Martínez y el trabajador minero Héctor A. Herrera:
«Los periódicos nos dan cuenta de las continuas visitas de Kingsmill al Presidente, lo cual es motivo de variados comentarios en la localidad. Unos creen que están ultimando las gestiones para el esperado aumento, y que el Presidente, llevado de su espíritu de protección a los obreros, está presionando al gerente de alguna forma, pero los que apreciamos mejor la realidad creemos, más bien, que Kingsmill está haciendo todo lo posible para no dar un centavo a nadie, y que el Presidente, quiera o no quiera, tendrá que aceptar sus condiciones, y tendrá, asimismo, que apresurarse a rodear de mayores garantías a la propiedad y a las preciosas vidas de los amigos norteamericanos.
Las visitas que realizó Harold Kingsmill al presidente Augusto B. Leguía fueron para ultimar detalles sobre la desarticulación de los líderes sindicales y políticos de Lima, y cortar sus vínculos con los mineros de Morococha. Una gran redada policial se desarrolló el lunes 11 de noviembre de 1929, con la detención de José Carlos Mariátegui y un grupo de intelectuales cercanos a la revista Amauta. El gobierno Leguiísta, a través de su ministro de Gobierno, Benjamín Huamán de los Heros, lanzó la acusación del “Complot comunista” con la intención de desactivar al naciente Partido Socialista, tal como denuncia el mismo José Carlos Mariátegui en una carta dirigida a César A. Miró Quesada:
«Mi casa es designada como el centro de la conspiración. Se me atribuye especial participación en la agitación de los mineros de Morococha, que en reciente huelga, que ha alarmado mucho a la empresa norteamericana, han obtenido el triunfo de varias de sus reivindicaciones, entre otras las de su derecho a sindicalizarse. El gobierno acaba de obligar a los obreros a renunciar al aumento que gestionaban y se teme que nosotros defendamos e incitemos a los obreros a la resistencia.»
César A. Miró Quesada no es otro que César Miró, autor del valse «Todos vuelven». Leer completo el artículo.
Alexander P. Moore, embajador estdounidense en Lima. Pidió la detención de José Carlos Mariátegui y su núcleo intelectual, como de varios trabajadores peruanos. Lo hacía en defensa de los intereses de la empresa minera «Cerro de Pasco Copper Corporation» de J.P. Morgan. Jugó también un importante papel en el tratado con Chile de 1929, por el cual el Perú recuperó a Tacna de su cautiverio.
En esta foto casi se le ve diciendo: «Sí, lo hice, ¿y qué?»
Imagen tomada de aquí.
- Agradezco a Victor Mazzi H. su permiso para referir a su artículo y usar su material gráfico. [↩]
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Comentarios a este artículo
23-02-2011 22:11
GCC; EEUU: "¡Detengan a Mariátegui" http://bit.ly/eaRGEO
24-02-2011 0:42
RT @rensilvio: GCC; EEUU: "¡Detengan a Mariátegui" http://bit.ly/eaRGEO
24-02-2011 2:43
RT @rensilvio: GCC; EEUU: "¡Detengan a Mariátegui" http://bit.ly/eaRGEO
24-02-2011 2:55
GCC; EEUU: "¡Detengan a Mariátegui" http://bit.ly/eaRGEO … tambien con campañas de comunicaciomes!!!. antigua estrategia de la embajada
02-10-2012 0:47
EEUU: “¡Detengan a Mariátegui” » Gran Combo Club http://t.co/D1liE7Kg
12-11-2012 23:06
¡Detengan a Mariátegui!. Un esplendido articulo ahondando en el tema de la revista "Amauta". http://t.co/f5GcxWOa