Por - Publicado el 11-12-2012

[A sesenta años del inicio oficial del proyecto Vicos hay una producción intelectual reciente no sólo mucho más crítica con este proyecto, sino también mucho más explícita en reconocer el papel de este proyecto como parte de la geopolítica estadounidense en la guerra fría. Es el tipo de tema tabú que «todo el mundo sabía», pero que pocos intelectuales se animaron a señalar en tiempo real. Cualquier sospecha o alusión a una intervención política podía ser desmerecida como una acusación infundada, rumores, prejuicios, injusta ante gente tan prestigiosa académicamente. Tal vez sea que muchos de los antropólogos peruanos de los años cuarentas en adelante tuvieron buenas relaciones con los antropólogos estadounidenses que llevaron a la práctica los proyectos antropológicos-geopolíticos en el Perú y no fueron muy cuestionadores de los mismos. O tal vez compartieron sus objetivos. Vaya uno a saber. Recientemente un par de antropólogos estadounidenses, notablemente Eric Ross y Jason Pribilsky,1 ha sido muy explícito en ubicar este proyecto en el contexto de la guerra fría, del interés de los Estados Unidos en que países como el Perú hagan un cambios social «controlado» del dominio terrateniente a la propiedad campesina, sin caer en el modelo colectivista o comunista.]

1. ¿Qué es el proyecto Vicos?
El proyecto Vicos es un experimento de modernización del campo peruano venido desde afuera, que oficialmente duró de 1952 a 1962. La Universidad de Cornell alquila una hacienda localizada en Ancash, de propiedad de la Beneficencia Pública de Huaraz, y se convierte en el «patrón». Entonces procede a cambiar las relaciones entre administradores y trabajadores agrarios. Se elimitan los servicios personales no remunerados, es decir, el pongaje, y las obligaciones de los campesinos de pagar renta en trabajo. Hace más horizontales y menos abusivas las relaciones entre mayorales y campesinos. Mejoran los cultivos de maiz y de papa y los campesinos llegan a tener excedentes que finalmente son destinados a comprar la hacienda de la Beneficiencia, con la oposición de Prado y Beltrán, que ven la propiedad campesina como un mal ejemplo para las haciendas vecinas. Es un proyecto apoyado financieramente por fundaciones estadounidenses como contraposición al desafío comunista de la Guerra Fría. Más aún, el proyecto surge en plena dictadura pro-estadounidense de Odría, quien ve el proyecto como una forma de darse una imagen progresista. Ver aquí la página del proyecto en la Universidad de Cornell.

2. Modernizando el campo peruano desde afuera
A fines de la Segunda Guera Mundial los antropólogos estadounidenses no fueron para nada ajenos a las necesidades de la Guerra Fría. Rapidito tuvieron que alinearse con la necesidad de entender más el mundo campesino e indígena y a pensar en una alternativa no revolucionaria para éste. Los países capitalistas veían en los campesinos un potencial revolucionario, que acabaría por llevar a los países más pobres de Asia, África y América Latina por la vía del comunismo. La pobreza en el área andina, en particular, es «un barril de dinamita potencialmente revolucionaria», según Business Week. Es en ese contexto que surge la «teoría de la modernización», principalmente impulsada por el Center for International Studies (CENIS) del MIT (Ross, abajo). El proyecto Vicos, un experimento de «antropología aplicada» es la principal «historia de éxito» de la aplicación de la «modernización», no sólo para el Perú sino para todo el mundo.

3. La modernización de post-guerra: la solución al «problema del indio»
La revolución mexicana y rusa, los escritos de Haya y Mariátegui, notablemente con Valcárcel más impulsan un indigenismo socialista en el Perú que pone en jaque al poder terrateniente y feudal. Este indigenismo es un peligro para el poder oligárquico gobernante en el Perú en los 30s y 40s. Cualquier medida que azuzara a los siervos en el campo cuenta con el rechazo de los gamonales que necesitaban del trabajo impago de aquellos.

Por estas épocas los Estados Unidos crean el Inter-American Indigenous Institute, un proyecto de la Unión Panamericana financiado por el gobierno estadounidense. Esta organización tiene sus «secciones nacionales» en América Latina, cual esen el Perú el Instituto Indigenista Peruano, organización estatal creada en 1947 por el gobierno de Bustamante. Estas organizaciones tienen como objetivo investigar «el problema del indio» en los países del hemisferio occidental. Era una cuestión de interés nacional e internacional (es decir, estadounidense) (ver Priblinsky 2011). El desafío de Mariátegui en los «Siete Ensayos» y de Valcárcel en «Tempestad en los Andes» hallaba respuesta en el país que los mandó a encarcelar décadas antes (a Mariátegui en una comisaría de Lima y a Valcárcel en el Frontón), ver EEUU: “¡Detengan a Mariátegui”

Runas postrándose ante el patrón (la realidad que supuestamente ya no existía según algunos participantes de la mesa redonda del IEP en que criticaron la obra «Todas las sangres» de José María Arguedas.)

4. «El indio es el problema, el mestizaje es la solución»
La visión dominante en el Perú era la integración de los «indios» a través del mestizaje, la mezcla racial que convierte a los «indios» en «mestizos». Este mestizaje incluye la eliminación de las identidades indígenas mediante un cabeceo armonioso entre la cultura española y pre-colombina. El proyecto Vicos va en esta misma línea: una aculturación inducida por una intevención planificada. El proyecto Vicos pone énfasis en el aprendizaje del castellano y la integración del indígena a la vida social del país a través de la conscripción para hacer el servicio militar y la vinculación con la civilidad circundante.

Esta concepción se advierte claramente en este video de la CBS:

La visión indigenista primigenia expresada por Valcárcel en «Tempestad» rechaza tales ideas y propone un relanzamiento de la raza indígena a través de la liberación de la opresión feudal y de la educación, dentro de una concepción agrarista.


5. La guerra fría de Odría y la Coca Cola de Artola
William Mangin en «Beyond Vicos» sugiere que el interés del gobierno derechista de Odría en un proyecto como el de Vicos podría deberse a que dos de los tres generales de la junta de la sierra provenían de la sierra del Perú: Manuel Odría provenía de Tarma y Armando Artola provenía de Recuay, en Ancash, del mismo valle del Santa como Vicos. Artola estuvo tan interesado en Vicos que lo visitó dos veces. Odría mencionó favorablemente a Vicos en dos de sus mensajes anuales al país. Carlos Monge Medrano, amigo de Holmberg, era co-director del proyecto Vicos, con sede en el «Ministerio de Trabajo y Asuntos Indígenas». En la misma linea Paul L Doughty sugiere que, en un contexto de discursos desarrollistas en las Naciones Unidas y la Unión Panamericana, Odría quería tener algo que mostrar a nivel internacional sobre el carácter progresista de sus políticas domésticas.

Jason Pribilsky, en una línea más crítica, ve que la predisposición del gobierno peruano a aceptar un proyecto como Vicos viene de la cooperación del Perú con los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial. (Por presión de los EEUU, el gobierno de Prado eliminó la presencia de los países del Eje en el transporte aéreo y expropió y redistribuyó las propiedades de los japoneses. A cambio, el gobierno recibió 18 millones de dólares de ayuda de los EEUU, destinados básicamente a intercambios culturales, contratos de negocios y ayuda médica.). Con el golpe de Odría se impulsa la inversión de los Estados Unidos en el Perú, particularmente en la minería, petróleo y la electrificación. Eric B. Ross señala que Vicos fue impulsado por la Universidad de Cornell en cooperación con el Instituto Indigenista Peruano, organización estatal que incluía en su junta directiva a generales del ejército.

El Instituto Indigenista Peruano es presidido por Luis E. Valcárcel, el autor de «Tempestad en los Andes». Con el golpe de Odría Valcárcel es sucedido en el cargo por el biólogo Carlos Monge Medrano, amigo de Allan Holmberg. Es a través de Monge que Holmberg se pone en contacto con el Ministro de Trabajo y Asuntos Indígenas, el General Armando Artola, y con Julio Pereyra (Jefe de Asuntos Indígenas de ese ministerio). Holmberg celebraría la aprobación del gobierno de Odría ante el proyecto Vicos, pero resaltaría que Odría mismo se daría el crédito por el proyecto en un mensaje radial al país. El proyecto Vicos comienza en 1952, en pleno gobierno de Odría.

Carlos Monge Medrano, arriba, y Mario Vásquez. Intelectuales peruanos que co-dirigieron el proyecto Vicos con Allan Holmberg.
Imágenes tomadas de the Saturday Review, aquí.

6. Vicos, because of communism. El Perú en la geopolítica de la Guerra fría
Eric B. Ross establece muy cuidadosamente las conexiones entre la antropología de la modernización y la geopolítica estadounidense en la Guerra Fría. El CENIS del MIT tiene como primer director a Max Millikan, economista, ex director asistente de la CIA. Su principal interés en su labor es «la producción de una alternativa al marxismo». El economista Walter Rostow, parte del CENIS dirigido por Millikan y su cercano colaborador, era muy explícito en señalar que el principal desafío para el Occidente era usar el proceso de modernización para su ventaja geopolítica, a la vez que minimizaba las oportunidades que éste ofrecía al avance del comunismo. Sobre esta colaboración ver aquí algunos documentos desclasificados gracias a la FOIA. Un país en el que se concentran en los cincuentas es India, al que ven en peligro de seguir el camino de China comunista. La Fundación Ford, según Ross entonces cercanamente asociada con las agencias de inteligencia estadounidenses, expande intensamente sus actividades en la India. En 1947 lanzan el proyecto Etawah, de desarrollo comunal, establecido, no por coincidencia, en una zona caracterizada por una sucesión de levantamientos campesinos que dan origen al Partido Comunista de la India (esta zona es particularmente importante en la rebelión de 1857 contra los británicos). A este esfuerzo luego se suman la fundación Rockefeller y la fundación Carnegie.

En 1936 se funda en la Universidad de Cornell el Departamento de Sociología y Antropología con académicos con una clara vocación de trabajo para el gobierno de los Estados Unidos: Lauriston Sharp, quien durante la guerra trabaja para el Departamento de Estado, Division of Southeast Asian Affairs; Alexander Leighton, quien no sólo trabaja para la Office of Strategic Services (OSS), antecesora de la CIA, y la Office of War Information (OWI), sino que es jefe de la Morale Analysis Division de los US Navy Medical Corps, con trabajo en el campo de concentración para japoneses-estadounidenses de la War Relocation Authority (WRA) en Poston, Arizona; Morris Opler quien también trabajó en un campo de concentración de la WRA en Manzanar como para la OWI. Era gente con experiencia en la guerra, que se dispone a continuar sus actividades en la post-guerra. Estos antropólogos, también intervienen en la India, tratando de generalizar en ese país la experiencia pilogo de Etawah. Esta experiencia, con otras similares en Tailandia y en una reservación Navajo en los EEUU constituyen antecedentes del proyecto Vicos.

El Departamento de Sociología y Antropología de Cornell se convierte en un importante socio para las políticas de Washington, con prominentes fundaciones privadas más. James A. Perkins, autoridad de Cornell, que llega a ser rector en 1963, está en excelentes relaciones con éstas, pues había sido vicepresidente de la Corporación Carnegie, director del banco Chase Manhattan de la familia Rockefeller, miembro del patronato de la Corporación RAND, esponsorizada por la Fundación Ford y miembro del patronato del Council of Foreign Relations (además de jefe del Research and Development Board of the Department of Defense, miembro del Gaither Committee, que define la posición del gobierno de Eisenhower sobre la carrera armamentista, jefe de la International Basic Economy Corporation (IBEC) de Nelson Rockefeller, que orienta la inversión de esa familia en América Latina y promueve el uso de semillas e insumos a tono con la «revolución verde»).

Holmberg con vicosino.

Con este impulso institucional es el financiamiento de la Carnegie Corporation que ayuda crucialmente a lanzar el Cornell-Peru Vicos Project. Es Holmberg quien reorienta el interés de Cornell de Asia hacia América Latina. En 1943, el Institute of Social Anthropology (ISA) expresa la necesidad de “mantener a América Latina dentro de la órbita política de los EEUU». Cuando acabó la guerra y el ISA fue disuelto, en 1952, la mayoría de los antropólogos que allí trabajaban pasan a trabajar a la International Cooperation Agency (ICA), que es la antecesora de la USAID. ICA está fuertemente vinculada a los intereses de inteligencia del gobierno de los EEUU. Los antropólogos afiliados a esta institución que trabajan en Bolivia y en el sur del Perú prestan servicios en áreas en que se percibe un serio problema de agitación comunista. Uno de estos antropólogos es Allan Holmberg, estudiante de Yale de George Peter Murdock a fines de los treintas. En Yale Holmberg hizo sus pininos como asistente en los Human Relations Area Files (HRAF) hechos en 1937 como el Cross Cultural Survey of Yale’s Institute of Human Relations, realizado en los años de la guerra en colaboración con el gobierno de los EEUU que usa los HRAF como un medio de proveer inteligencia cultural que ayude a instalar un gobierno militar en las islas del Pacífico durante y al final de la guerra. Holmberg también es alumno del psicólogo John Dollard, cuyo hermano, Charles, resulta ser el presidente de la Carnegie Foundation.

Holmberg trabaja en 1942 para el Departamento de Estado y luego pasa a trabajar para la Rubber Development Corporation de la US Army en el oriente boliviano. Acaba su tesis en Yale en 1945 y luego va al Perú a trabajar como un antropólogo cultural al valle del Virú en un proyecto del Institute of Social Anthropology (ISA) y del Smithsonian Institution. Ese proyecto determina el interés de Holmberg en el Perú. En 1948 deja el ISA y se incorpora a Cornell. En 1948 a través de Morris Opler presenta un proyecto a la Corporación Carnegie para desarrollar un proyecto de cambio tecnológico y cultural en el Callejón de Huaylas, importante por sus recursos naturales, su oferta laboral y su cercanía a la costa. La preferencia de Holmberg por Vicos se debía a que veía a los vicosinos como gente «aborigen» que vive en una sociedad medieval, aislada de la historia.

Vicos: experiencia de «modernización» planteada como ejemplo para zonas campesinas del sur del Perú, con proyección a toda el área indígena andina y hasta guaraní.

7. «Cambio controlado» para evitar el estallido social
Los años cincuenta no son sólo años de guerra fría en Europa y Asia, sino que plantean un nuevo desafío en el área andina: la revolución de 1952 y la reforma agraria de 1953 en Bolivia. Mal ejemplo para el Perú de Odría.

Holmberg se plantea como objetivo explícito que Vicos sirviera como un modelo que fuera difundido por todo el Perú y el mundo. Era un cambio inducido desde afuera por los Estados Unidos, pero con la cooperación de antropólogos locales, de la Universidad de San Marcos, nucleados en el Instituto Indigenista Peruano. La «intervención participante» serviría para mejorar las condiciones de vida en áreas como la salud, educación y agricultura. El estándar de vida mejoraría hasta que los propios vicosinos pudieran participar con todo del mundo moderno. Era la solución al «problema del indio» y serviría de modelo exportable de cambio social dirigido que competiría con el paragidma de desarrollo soviético. El proyecto Vicos contaría con la oposición manifiesta del Partido Comunista en la ciudad de Huaraz, lo cual era tomado por los antropólogos estadounidenses (y sale sugerido en el video de la CBS) como una buena señal pues se reconoce que el éxito de Vicos reduce las posibilidades de fomentar una revolución violenta. (Ross, Piblinsky, ver citas abajo).

En los Estados Unidos para nada le falto diseminación a este proyecto, planteado explícitamente como un modelo contrario al comunista:

Saturday Review, noviembre de 1962:

La revolución soviética en Rusia ha capturado la imaginación de millones al convertir a los pueblos campesinos aislados y empobrecidos en una nación poderosa en menos de un siglo… Es curioso que buscando una oposición a la influencia de tan drástico logro, los geopolíticos de la democracia americana hayan pasado por alto o ignorado la presencia tan cercana de un experimento que ha elevado el espíritu humano en 400 años de tiempo en sólo una década. Hablo de Vicos.

Selecciones del Readers Digest, abril de 1963:

Mientras los soviéticos hablaban de mejorar la vida de los pueblos subdesarrollados…. los vicosinos se liberaron del yugo del feudalismo en una sola década.

8. Entre el gamonalismo y el comunismo: «el gringo»
Los Estados Unidos aparecían así teniendo una alternativa al gamonalismo latinoamericano y al comunismo soviético, en plena dictadura militar de Odría apoyada por la oligarquía, precisamente feudal y terrateniente. Los antropólogos estadounidenses tenían una buena imagen, no sólo entre los campesinos, sino también entre sus contrapartes intelectuales peruanas. Si la revolución mexicana, soviética y china mostraban la viabilidad de un camino revolucionario, los Estados Unidos habían reaccionado relativamente rápido en contraponer una alternativa no revolucionaria, de cambio dirigido.

«El Gringo» personaje de la fiesta del Carmen en Virú, donde también trabajó Allan Holmberg.

9. El «mal ejemplo» de Vicos y la oposición oligárquica
Los terratenientes también ven con recelo la transformación que se realiza en Vicos. Tanta horizontalidad con el indígena no les hace ninguna gracia, pues ven en ella la fuente de su futura caída. Según cuenta William F. Whyte en «Participant Observer», el proyecto Vicos contemplaba que los vicosinos se harían propietarios de la hacienda en 1956. El Instituto Indigenista Peruano y los antropólogos de Cornell le pidieron al gobierno de Prado y Beltrán que cumplan con su compromiso. Henry Dobyns, que representaba a Holmberg en el Perú, le pregunta directamente a Petro Beltrán, primer ministro de Prado:

– ¿Honrará su gobierno su compromiso con el pueblo de Vicos?

Y Beltrán le responde honestamente:

– Desde luego que no. Crearía un precedente terrible.

El gobierno de Prado hablaba elogiosamente y con jactancia del proyecto Vicos, pero no quería que tuviera mayores repercusiones y menos que alentara la creciente presión social por realizar una reforma agraria que reestructure la propiedad de la tierra en el Perú. El gobierno hablaba de «reforma agraria», pero por ella entendía la colonización de la ceja de selva por colonos venidos de la sierra del Perú.

10. Kennedy en Vicos
En 1961 Edward Kennedy, el hermano menor del presidente Kennedy visita Vicos. Les pregunta a los vicosinos qué quieren de los EEUU. Éstos le responden que quieren ayuda para un proyecto de desarrollo rural conducido entonces por Paul Doughty, parte del equipo del proyecto Vicos. Kennedy no sabía mucho del Perú, pero escucha. Quiere saber qué pensaban los indígenas sobre los EEUU, sobre la democracia, sobre el comunismo. Habla con ellos a través de un traductor.

Kennedy sostiene un encuentro personal con Prado y allí le pide que honre la promesa del gobierno que Vicos pase a ser propiedad de los campesinos. En 1962 en las oficinas del Ministerior de Trabajo se firma el contrato que les otorga la propiedad a los vicosinos, que acaba comprando la haciendo a un precio elevado. Tanta visibilidad de Vicos había encarecido la tierra. La Beneficencia de Huaraz pide 4 millones de soles, pero el gobierno interviene y logra que el precio se reduzca a 2 millones. Los vicosinos pagan medio millón en efectivo, tienen que epagar otro medio millón en los siguientes tres años y el millón restante en veinte años. Un arreglo que contenta a los vicosinos, pero que demuestra que incluso este tipo de transición, una suerte de «reforma agraria», es posible solamente con la voluntad política del gobierno de transferir la propiedad de la tierra a los campesinos indígenas.


Ted Keneddy en Vicos. Entonces no tenía ningún cargo político, pero era el hermano del presidente.
En 1966 el senador por New York Robert F. Kennedy daría un discurso en el congreso de los EEUU condenando el dominio terrateniente en el Perú.
Ver 1966: Robert F. Kennedy en el Perú

11. Cuerpos de paz
La era Kennedy en los sesentas tiene desafíos diferentes a la era Einsenhower en los cincuentas. El ejemplo para el Perú ya no es la revolución boliviana, sino la más radical revolución cubana. Después de fracasar la invasión estadounidense en Bahía de Cochinos, EEUU prefiere recurrir a formas de intervención más sutiles en la región. Vicos pasa de ser un experimento a ser un modelo replicable. Kennedy crea los Cuerpos de Paz y el Perú es uno de los grandes receptores de este personal. Vicos se convierte en un centro de entrenamiento para los Cuerpos de Paz. Estos voluntarios estadounidenses son entrenados en Vicos para que realicen otros proyectos en el Perú y en otros países.


Allan Holmberg, Aída Milla y J. Mayone Stycos. Por acción de Aída Milla la comunidad de Vicos expulsa a los Cuerpos de Paz. Las versiones escritas al respecto (incluyendo informes oficiales coautorados por Holmberg) son de autores estadounidenses y todas acusan a Milla de maledicencias contra los voluntarios, todas con un cierto tufillo machista.

12. Cambio en los campesinos, cambio en los intelectuales
En 1964 los propios vicosinos expulsan de Vicos a los Cuerpos de Paz. El antropólogo Richard W. Patch, que más que investigación parece que hace reglajes, en Vicos and the Peace Corps: A failure in intercultural communications (necesita suscripción) sostiene que la expulsión ocurre por acción de Aida Milla, esposa de Mario Vásquez, uno de los antropólogo peruanos encargado del proyecto Vicos, de conocida militancia aprista. Es ella la que, según Patch, en base a prejuicios y al rechazo a los «gringos» tergiversa un intento de los voluntarios por ayudar a los vicosinos a adquirir un hotel en la vecina localidad de Chancos. Este voluntario habría puesto su propio dinero para que los vicosinos compren el hotel de Chancos, pero esto habría sido malinterpretado por Aída Milla quien, vestida con ropas típica vicosina aunque sin serlo ni hablar quechua, habría sembrado maledicencias sobre las intenciones de los Cuerpos de Paz, en ausencia de su marido. La versión de esta fuente y de otras fuentes estadounidenses son las más disponibles, a diferencia de la versión de los antropólogos peruanos (a la que no he podido acceder).

Sea como sea, la expulsión de los Cuerpos de Paz en tan modélico proyecto marca un cierto cambio de temperamento entre los intelectuales peruanos hacia los proyectos de los estadounidenses. Había menos aceptación de la que había en la década anterior. El proyeccto guerrafriista de los antropólogos estadounidenses no sólo había inducido el cambio en los campesinos indígenas, sino tabién en sus colegas peruanos, para nada insensibles a la realidad opresiva del campo peruano.

Al final, el antropólogo Mario Vásquez formaría parte del equipo del Ministerio de Agricultura que durante el velasquismo realizaría la reforma agraria.

13. Un contrapunto entre Allan Holmberg y Hugo Blanco
En los sesentas los tiempos había cambiado y el campo peruano viviría grandes movilizaciones campesinas exigiendo su derecho a la tierra.

Enrique Mayer escribe un capítulo de «Vicos and Beyond» en el que hace un esbozo de un contrapunto entre Allan Holmberg y Hugo Blanco. El primero se convierte en un patrón, el segundo se convierte en un arrendire. Si Allan Holmberg hace su «intervención participante» jugando el rol de terrateniente y tratando de realizar un cambio controlado, Hugo Blanco también hace una suerte de «intervención participante» haciendo huelgas y boycots contra los terratenientes. Allan Holmberg se había formado en Yale, Hugo Blanco en La Plata. Allan Holmberg regresaría a Cornell, Hugo Blanco acabaría en El Frontón.

14. Cambio agrario con Vicos o sin Vicos
El antropólogo William P. Mitchell sostiene que las premisas de aislamiento de los vicosinos, asumidas por Holmberg, no eran correctas. Por lo tanto, la fuerza liberadora del proyecto Vicos no era tan grande como sus impulsores se habían imaginado, «la primera reforma agraria que impulsó el desarrollo indigena en el Perú». Los cambios que se viven en Vicos se viven también por todo el Perú.(Hablando en lenguaje de la econometría experimental se podría decir que el impacto de Vicos era tal vez grande si se hacía una comparación «antes» y «después», pero si a Vicos como grupo «tratado» se le añadía a todo el Perú como «grupo de control», el impacto era mucho menor.) Mitchell un cuadro que se puede traducir así:

Utopía imaginada y realizada:Cambios sociales
En Vicos En todo el Perú
Escuelas + +
Estudiantes + +
Hablar catellano + +
Alfabetización + +
Agricultura + +
Comercio + +
Trabajo no agrario + +
Servicios de salud + +
Migración + +
Migración de retorno + +
Propiedad de la tierra + +

Mitchell es más duro aún:

En los sesentas el Proyecto Vicos ayudó a que los antropólogos se sintieran bien, convenciéndolos de que tenían el poder de crear un mundo mejor. Yo quisiera que tengamos ese poder, pero los cambios extendidos por todos los Andes peruanos sin ninguna intervención antropológica nos deberían enseñar a ser más humildes sobre el poder de la antropología para cambiar el mundo.

A esto se suma, dice Mitchell, la consideración hecha por Ross del proyecto Vicos como pieza de la guerra fría en el Perú. En suma, pocos beneficios reales y mucha intervención geopolítica.

La casa del Proyecto Vicos que pasa a ser la sede de la Comunidad Campesina de Vicos.

15. Vicos y su similitud con la reforma agraria velasquista
El antropólogo Enrique Mayer ensaya la tesis que la reforma agraria velasquista en buena cuenta sigue el modelo de Vicos. Algunos de los rasgos de Vicos fueron:
– las obligaciones colectivas continúan,
– la tierra no se distribuye,
– las ganancias revierten a la comunidad,
– el poder fue «democratizado»,
– se instituyó programas de modernización,
– se entrenó a antropólogos.

Mayer sostiene que la reforma agraria velasquista en las unidades reformadas siguió los mismos patrones de gobierno y administración de Vicos. La unidad adjudicataria era una cooperativa, sin propiedad individual. Ningún beneficiado por la reforma agraria recbió ningún pedazo de tierra, pero sí el privilegio de ser un socio de la cooperativa. Mayer asume en parte la crítica que la reforma agraria no significó ningún gran cambio para la gente loca, excepto el patrón. Las ganancias de la cooperativa se distribuían en la forma de servicios comunales. Mayer afirma que a la cooperativa de Vicos bajo la dirección de los asesores del Proyecto Perú-Cornell les va bien por varios años, a diferencia de las cooperativas post-reforma agraria, bajo la poco iluminada asesoría del SINAMOS, que les va mal. Al igual que en Vicos, el estado mantien hasta el último momento la prerrogativa de otorgar la propiedad de la tierra a la comunidad hasta que ésta pague su deuda agraria. En 1979 bajo exigencia de las izquierdas argumentando la explotación pasada del campesinado indígena, en particular de Hugo Blanco, la deuda agraria es condonada. Los vicosinos siguen pagando hasta 1970, en que por el terremoto de Ancash todas las deudas de la zona son canceladas. Mayer menciona que hasta hoy los vicosinos están orgullosos de no haber participado de la reforma agraria.

16. Vicos rechaza a Sendero
Sendero Luminoso llega a Vicos en los ochentas y fuerzan una asamblea en que le piden apoyo a la comunidad. Los comuneros después tienen otra asamblea en que deciden no apoyar a Sendero Luminoso. Cuando una columna de Sendero vuelve a la zona los vicosinos capturan a los senderistas, los azotan y les advierten de no venir más a Vicos. Luego, según algunas versiones, los habrían entregado a la policía. En la plaza de Vicos hay una piedra que indica el lugar dónde los senderistas fueron amarrados y azotados. En el vecino pueblo de Marcará los senderistas matan a Tomás Ramírez, director del PNIPA.

17. Epílogo: no uno, sino muchos Vicos
Las lecciones de Vicos no son sólo para el Perú, sino para todo el mundo. Al respecto tenemos el post de Barry R. Bainton Vicos – Mythical or Pragamatic Theory of Controlled Change que nos comenta en su calidad de estudioso del Proyecto Vicos y voluntario de los Cuerpos de Paz que la estrategia no militar de Vicos se ha continuado aplicando en países como Vietnam y más recientemente en las intervenciones estadounienses en el Medio Oriente en problemas de formación nacional, estabilización política y reconciliación. Hoy mismo hay un debate sobre el rol de la antropología en «Human Terrain Analysis», el último intento de desarrollar una teoría de «cambio controlado». Cita el artículo de Time Should Anthropologists Help Contain the Taliban?. La pregunta para él como antropólogo es «¿estamos ante algo en que yo me quisiera involucrar? y «¿hay algo en que en realidad podamos contribuir?»:

The question anthropologists must answer for themselves and as a profession, «Is this something we want to be involved in; and Is there anything that we really have to contribute?»

Y ya en el Perú, pues queda claro que Vicos fue un hito en la intervención de los Estados Unidos en el país. Este proyecto fue el antecedente de varios otros proyectos que se desarrollan en el campo peruano, pasando por las intervenciones antisubversivas de los 60s, 80s y 90s, las esterilizaciones de USAID de los 90s, hasta llegar a la erradicación de cultivos del presente.

Campesinos preparando el pesticida (DDT). Mario Vásquez y vicosino fumigando los campos con DDT.

La realidad de las haciendas: runas haciéndole venias al patrón.

La modernidad traída por las fundaciones, gobierno y antropólogos estadounidenses: fumigando personas con DDT.

ArguedasVicos

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A.1948: Allan Holmberg, profesor de la Universidad de Cornell y director del Cornell-Peru Project, en Vicos, rodeado de sus estudiantes de la Universidad de San Marcos.
El acuclillado de la izquierda es José María Arguedas.

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  1. Ver:

    Ver también:

    Finalmente, Rodrigo Montoya hace una evaluación crítica del pensamiento antropológico en el Perú en Colonialismo y antropología en el Perú. Ajusta cuentas con el pensamiento antropológico culturalista estadounidense que es el que da origen a la antropología peruana. Lo califica de proimperialista y limitado:

    Las tipologías que resultan que resultan sobre el país se expresan en términos raciales-culturales indios, cholos, mestizos, criollos y la explicación de lo que ocurre en el fondo de la matriz estructural del Perú está ausente. ¿Podemos seguir haciendo esta Antropología? Evidentemente, NO.

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Enlaces a este artículo

  1. 1960s: los Cuerpos de Paz en el Peru » Gran Combo Club
    16-08-2013 - 11:50
  2. 1950s-1960s: Richard Patch y el reglaje antropológico » Gran Combo Club
    02-12-2013 - 21:10
  3. 1960s: el financiamiento del Pentágono y el IEP » Gran Combo Club
    16-12-2013 - 10:35
  4. 1940s-1990s: el Perú según los diplomáticos de los EEUU 1 » Gran Combo Club
    23-11-2014 - 12:25
  5. 1965. Arguedas: “¡No! Yo he mostrado lo que he vivido” » Gran Combo Club
    25-01-2015 - 15:16

Comentarios a este artículo

  1. Gran Combo Club dijo:

    GCC: 1950s-1960s, Vicos: la intervención antropológica http://t.co/hj8y9dlN

  2. Julio Gómez dijo:

    GCC: 1950s-1960s, Vicos: la intervención antropológica http://t.co/hj8y9dlN

  3. AveCrítica.com dijo:

    GranComboClub – 1950s-1960s, Vicos: la intervención antropológica http://t.co/5ivFIDiY

  4. Roy dijo:

    Gracias por el buen post Silvio. Vivo en Nueva Zelandia y admiro mucho empresas como Fonterra (3ra en el mundo en lacteos) y Kiwibank (el banco mas eficiente y barato aqui) ninguna es privada y mas aun la 1ra es una cooperativa de propiedad de todos los dairy farmers aqui.
    Tu articulo me hace pensar otra vez que la propiedad es solo condicion necesaria, no suficente para el desarrollo. Que al final la condicion suficiente lo dan las personas, el ethos del pais. No por nada NZ esta siempre en el top 3 en cuanto a honestidad en el mundo.
    saludos

    Roy

  5. juan manquid dijo:

    soy estudiante de UNAP ANTROPOLOGIA cual esel autro de este tema.