Por - Publicado el 26-02-2007

Siguiendo lo de ¿Alianza apro-fujimorista?: Comentario a Martín Tanaka, veo que Martín ha ofrecido algunas respuestas en

¿Alianza apro-fujimorista?

Empiezo por una metáfora. En la revista Somos de hoy, Mario Ghibellini recurre al argumento retórico de «si camina como pato, come como pato… es un pato», para «fundamentar» la idea de la alianza. Falso: puede ser un cisne, un ganso, una oca, todos ellos caminan, comen, graznan parecido… y no son patos. Es de lo más tonto decir «parece, ergo, es». Totalmente anticientífico, pues. Los que queremos hacer análisis serio, debemos decir «parece, pero para demostrarlo, tengo que presentar evidencia sólida, verificable, falseable». Disculpen, hace tiempo quería decir algo sobre ese dicho tan tonto.

A ver, en general, me parece que la evidencia da, a lo más, para decir que se están dando coincidencias entre el APRA y el fujimorismo que podrían dar lugar, primero, a una acción coordinada en cuestiones específicas (en este momento hay cierta evidencia para afirmar eso), y que, más adelante, podría darse una alianza en firme. Hasta allí nomás.

Se ha recordado la historia larga de pactos en el APRA. Me parece que ellos ilustran bien mi argumento. Con Prado y Odría el APRA se comprometió a no hacer oposición, pactando con «enemigos», a cambio de la legalización del partido. En 1978, con el PPC, el APRA se comprometió a apoyar fórmulas liberales a cambio de la presidencia de Haya. Todo pacto implica un intercambio, en el cual los actores hacen cosas que normalmente no harían; hacen un sacrificio, para ganar algo. Ahora, con los fujimoristas, no se ve nada de eso, el APRA no sacrifica nada, los fujimoristas tampoco. Coinciden naturalmente. (…)

También veo algunas opiniones aparecidas en la prensa. De acuerdo con Martín:

Dos tácticas del fujimorismo frente al aprismo
Mirko Lauer

los puntos que toca son convincentes: el Apra no necesita realmente los 13 votos fujimoristas, las iniciativas que parecían pactos no se han materializado, es muy difícil que el gobierno peruano pueda influir en el tema de la extradición de Alberto Fujimori, cada sector tiene sus propios motivos para detestar a las ONG.

La idea de fondo de Tanaka es que hay una coincidencia «natural», mas no sustantiva. Aunque el autor no lo dice, viene implícito que en esa medida esta coincidencia no tiene el futuro asegurado. Es probable que la prisión de Fujimori en Lima introduzca tensiones serias en lo que ahora es una marcha paralela, no se sabe bien hacia dónde.

En desacuerdo con Martín:

Apristas y fujimoristas: ¿coqueteos inocentes?
Nelson Manrique

La procuraduría encargada de la extradición de Fujimori fue desmantelada y se encomendó su dirección a un jurista que declaró que conocía el caso por los periódicos. A esto hay que añadir el apoyo del Apra en el Congreso a María Luisa Cuculiza para la mesa directiva, a Rolando Souza -hasta ese momento abogado defensor de Alberto Fujimori- para la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores, y a Keiko Sofía Fujimori para la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Chile. ¿Solo coincidencias?

Comentario: Me centraré en los argumentos de Martín:

  1. Creo que sigue i) ignorando las evidencias, y sobre todo ii) sin ver las implicaciones de estas evidencias. Si el APRA paraliza la extradicción de Fujimori, es una coincidencia con el fujimorismo. Es el propio interés del APRA en no extraditarlo. Lo mismo con todas las otras evidencias. No es que haya una alianza. Al fujimorismo le caerían gratis las jugadas del APRA. Las evidencias se irán acopiando y se nos dirá «sigue siendo un cisne, ganso, oca».
  2. Creo que el recuerdo de la historia de pactos y alianzas del APRA está un poco distorsionado. El APRA fue más allá de negociar la legalización de su partido. Bloqueó cualquier iniciativa de Belaúnde en su primer gobierno. Tampoco es que negoció «fórmulas liberales» a cambio de la presidencia de Haya. El APRA ya había cambiado. Ya no era el partido de los 30s. Se había derechizado. No tuvo que renunciar a nada y los «enemigos» ya no eran para nada enemigos. Tal vez aquí también se podría decir que hubo una «coincidencia natural».
  3. Todo el desacuerdo parece venir de la definición de Martín de alianza. Veamos: «Todo pacto implica un intercambio, en el cual los actores hacen cosas que normalmente no harían; hacen un sacrificio, para ganar algo». Muy bien. Según esto, lo que no cae en el «sacrificio» pues es una «coincidencia». Entonces no hubo alianza entre Reagan y Thatcher durante la guerra de las Malvinas: ambos compartían un interés. Galtieri tenía interés en que Reagan lo apoye, pero Reagan no tenía ningún interés en apoyar a Galtieri. No hubo alianza (no es un pato, es un cisne, ganso, oca). Sólo «marcha paralela». Lo mismo entre Roosevelt y Churchill en la segunda guerra mundial: intereses comunes, no sacrificaban nada, no había intercambio. No hubo alianza (tampoco es pato). «Coincidencia natural» no más. En cambio entre Roosevelt y Stalin sí que hubo alianza: ahí sí que no compartían intereses comunes y sí que hubo intercambio. En suma, para que haya alianza la cosa tiene que tener su morbo. Las evidencias pueden apuntar a una alianza, pero éstas no alcanzarán sino a puras coincidencias si no se le pone su morbito más…. Pues no es así. Inglaterra y Estados Unidos mantienen lo que llaman una «relación privilegiada». El hecho de compartir intereses comunes refuerza no debilita y hace mera coincidencia su alianza a prueba de gobiernos cambiantes. Restringir el significado de lo que es una alianza a un caso particular, la «alianza espúrea» es una definición que no se sostiene.
  4. Tal vez lo que falte para establecer los hechos sólidos que reclama Martín sería algo así como un vladivideo donde se vea a los personajes en cuestión en componendas. Y ya puestos, se podría poner el listón alto también para otras cosas como la existencia y vinculación al APRA del grupo paramilitar llamado Comando Rodrigo Franco. Hasta que no haya evidencias sólidas, lo dejamos todo en el terreno de la especulación. Pues, no. Mi actitud es de estar atento a cómo los hechos se van acumulando hasta que el sinceramiento de las partes se hace tan obvio que más allá de cualquier duda razonable se tenga que aceptar que hay mucho más que una mera coincidencia…

Hasta ahí.

Actualización: Prosigue el cordial debate con la respuesta de Martín Respuestas sobre la alianza apro-fujimorista…. Cada uno más terco que el otro. Así somos pues. Veamos

Hay alianzas entre sectores contrar
ios; también entre «aliados naturales». En el segundo caso, también se tienen que cumplir los requisitos de la definición. Para seguir con el ejemplo de Silvio, hubo alianza entre Roosevelt y Stalin, y entre Roosevelt y Churchill. En el segundo caso, el punto de partida es una alianza «liberal» natural. Pero al establecer la alianza, tuvo que haber transacción y compromiso. Ejemplos: ¿por dónde empezar la reconquista de Europa? ¿Por Francia o por Italia? ¿Quién encabeza las tropas? Si Eisenhower encabeza el mando aliado, ¿qué papel se le asigna a Montgomery, para que no aparezca subordinado? Etc., etc. La alianza obligó a compromisos, a sacrificios, a negociaciones (me acuerdo de los conflictos entre Patton y Montgomery, por ejemplo).

Notemos el cambio de énfasis. Antes

Hablar de alianza supone compromisos para hacer o dejar de hacer cosas que uno no haría naturalmente, a cambio de algo. Lo contrario a la existencia de la alianza sería la existencia de coincidencias, no en el sentido de que ocurran acuerdos aleatorios, sino de que cada uno defiende por propia convicción las mismas posturas, sin que haya una transacción de por medio.

Por eso ofrecí el ejemplo de Roosevelt y Churchill donde al estar juntos «no dejan de hacer lo que harían naturalmente» y existen «coincidencias, no en el sentido de que ocurran acuerdos aleatorios, sino de que cada uno defiende por propia convicción las mismas posturas, sin que haya una transacción de por medio». En cambio juntarse con Stalin es otra cosa, pues con él no hay convicciones comunes. Es un contraejemplo para la definición inicial de Martín. Que haya «coincidencias naturales» no invalida que estemos ante una alianza.

En su segundo post Martín la pone más brava: hace más rígida la definición. Ya no es un tema de principios o de objetivos de los agentes, sino de táctica a jugar. Hemos pasado del nivel de la comunidad de convicciones al nivel de la implementación de éstas a nivel operativo, táctico, microscópico, al de las transacciones puntuales. Ya está claro que pateamos al mismo arco. El tema ya no ese, sino qué jugadores pone cada uno, quién es el capitán y si jugamos 4-3-3 ó 4-2-4.

Curiosamente las evidencias que se han ofrecido son de este tipo de hechos: ¿Mantilla recibió dinero de Montesinos por su cuenta y riesgo o actúo como parte de un aparato político? ¿Valle Riestra fue primer ministro de Fujimori por su cuenta y riesgo o formando parte de un partido político? ¿Rafael Rey y Giampietri son ministro y vicepresidente a título personal o como parte de un sector político comprometido con el fujimorismo? (¿Y si ponen a Keiko? ¿Ahí sí estamos repentinamente ante una alianza o tampoco?). Estamos ante una coexistencia muy involucrada y de perfil muy alto entre estos dos sectores como para limitar nuestro diagnóstico a la coincidencia. Obviamente que cada uno de estos hechos implica una transacción: no se recibe dinero de Montesinos, ni se nombra a un premier, vicepresidente o ministro como coincidencia.

En política no hay «meras coincidencias». Incluso según la definición más restringida también hay alianza apro-fujimorista: hay coincidencia de objetivos (que ya establecimos que pueden darse bajo una alianza) y hay transacciones, puestas de acuerdo, cubileteos (que ya establecimos como hechos).

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Por - Publicado el 25-02-2007

Hace unos días leía en La República:

El 50% del presupuesto de programas sociales llega a los peruanos más pobres
Fondo de Inclusión Social destinaría el 90% • Propuesta de la Universidad del Pacífico recomienda crear 8 gerencias sectoriales para mejorar la atención de los beneficiarios.

Por María Elena Castillo.

Gran parte del dinero destinado a los pobres se gasta en acciones administrativas y operativas. El investigador de la Universidad del Pacífico Enrique Vásquez Huamán reveló que apenas el 50% de los 2,600 millones de soles que actualmente se destinan a los 49 programas sociales que propone fusionar a través del Fondo de Inclusión Social (FIS) llega realmente a los beneficiarios.

El informe señala que, por ejemplo, en el programa del Vaso de Leche, que actualmente llega a 442 mil 948 personas que tienen entre 7 y 13 años o son mayores de 65, con el FIS se lograría atender en el 2011 a 2 millones 960 mil 365.

Otro indicador es el acceso al agua y desagüe de peruanos que viven en extrema pobreza. Actualmente alrededor de 2 millones 700 mil cuenta con uno u otro servicio, pero con el FIS los beneficiarios superarían los 5 millones 200 mil personas.

Ayer leía este artículo de opinión Estatización de los pobres y privatización de la riqueza de Alberto Adrianzén donde se refería a dos declaracines de Vásquez y Franco:

«La única forma de reducir la pobreza es haciendo eficaz el dinero que el Estado invierte en los sectores sociales, lo que ahora no ocurre» (La República 20/2/07/).

«Ciertamente, ocuparse del alivio de la pobreza es una responsabilidad del Estado, el cual deberá mejorar la gestión social para lograr un verdadero alivio a la pobreza» (pág. 15).

El autor, más que referirse a las propuestas concretas que hacen los autores, se concentra en estas dos frases de los autores, sobre las que tiene dos puntos. Punto 1:

Y si bien es cierto, dicha propuesta resulta atractiva, ya que es difícil rechazar la idea de que la pobreza se combate haciendo más eficiente el gasto social, cabe hacerse un par de preguntas. ¿Por qué «ciertamente», como dicen ambos autores, el Estado aparece como el único responsable en el alivio a la pobreza? La pregunta es razonable, más aún cuando se sabe que la pobreza es producto de un conjunto de relaciones sociales, económicas, culturales, políticas, etc. Uno puede ser pobre por la geografía y el clima (piénsese en algunas zonas del país y del África), pero también porque unos pocos se llevan la riqueza que produce una sociedad. En este contexto la pobreza, además de carencias visibles, es una relación social y de dominación. Hay pobres, por lo general, porque hay ricos.

Detrás de la teoría de Vásquez y de Franco uno podría encontrar la siguiente metáfora: las ganancias son privadas, pero las «pérdidas sociales» que genera un determinado sistema y modelo, como son la pobreza, la desigualdad y la exclusión, hay que «socializarlas», por eso «ciertamente» el Estado las tiene que asumir. Hay algo más: la idea de Estado que ambos autores tienen es muy simple ya que este aparece como una suma de «organismos responsables de poner en marcha» medidas (pág. 16) y no como un «artefacto» cultural y político que es propiedad de todos. Por eso, la lucha contra la pobreza debe ser «tercerizada», ya que la política es un estorbo. Los ciudadanos no hacen política, solo «vigilan» lo que hace el Estado.

Y punto 2 (en realidad, no muy diferente del punto 1):

La otra pregunta es, ¿en qué se diferencian las políticas sociales de los programas de asistencia y si las políticas sociales deben tener un carácter universal? Me temo que ambos autores no pueden establecer una diferencia porque no consideran que las políticas sociales, que son un derecho ciudadano (me refiero a la educación, a la salud, entre otros rubros), tengan un carácter universal. Las consecuencias son, por un lado, la «focalización» del gasto social, como principal herramienta y no como un complemento de las políticas sociales universales –más aún en un país donde la pobreza es masiva–, y por el otro, la transformación del Estado o, mejor dicho, del espacio público, en el gueto de los pobres. Dicho en términos simples: los pobres tienen la caridad del Estado, los ricos el mercado y el mundo privado. Estamos, pues, frente a la estatización de los pobres.

No se puede negar, sin duda, la importancia de los programas de asistencia focalizados; sin embargo, como dice Javier Iguíñiz, si quisiéramos disminuir las cifras de la pobreza (económica), la política económica sería responsable de una reducción de las decenas, las políticas sociales universales de las unidades y los programas de emergencia de los decimales. Y eso es lo que no entienden Vásquez, Franco, el presidente García y la ministra Zavala, puesto que para ellos, el problema es cómo bajar los costos económicos de una política social que es una suerte de ambulancia que recoge a los heridos que deja atrás un sistema y un modelo que empobrecen y generan desigualdad. En realidad, los programas sociales (de asistencia) no son otra cosa que el costo que se paga por vivir en una sociedad injusta, pobre y desigual.

Es el triunfo nuevamente del Consenso de Washington, pero sobre todo el de unos pocos que se creen intocables por el Estado porque para ellos el Estado no es un espacio de convivencia social sino solamente de negocios. Una porción más de su mundo privado.

Comentario: Veamos:

  1. Definitivamente, el propósito de Vásquez y Franco es mejorar la eficiencia del gasto social y tienen propuestas concretas para ello. Esa es la esencia de su estudio (mal puedo hablar de los detalles concretos, porque no lo he leído. Desde donde resido no puedo adquirirlo, al menos no tan rápidamente). Pensemos lo que pensemos, condicionando a que hay un gasto social, los ciudadanos esperamos que éste sea eficiente: que se cumplan más fines con medios dados, o que se se cumpla fines dados con menos medios. Punto. No se trata de generalidades sino de propuestas concretas que tanto escasean en el país. Mucha gente se la pasa hablando de su «ismo» favorito, pero no mueve ficha para solucionar problemas. Creo que la discusión debería centrarse en los aspectos técnicos de su propuesta: si están calculando bien las proyecciones que hacen sobre mayor cobertura de beneficiarios, si son factibles los camb
    ios que proponen, etc. A ver si alguien propone otro estudio mejor. Gasto social hay en todos los programas económicos que uno pueda ver. Sean decimales o centenas, todos queremos eficiencia. A partir de ello que cada uno proponga sus concepción favorita sobre cuál debe ser la política económica o qué rol debe tener el estado. Esto es importante, sí, pero no es la esencia del aporte de Vásquez y Franco. No tenían por qué reescribir «El contrato social» de Rousseau como parte de su estudio.
  2. Me imagino que si esta misma propuesta, con los mismos números, con las mismas medidas concretas, la hubieran realizado autores más claramente asociados con las izquierdas, el autor de la columna de opinión no habría escrito lo que ha escrito. Se ha basado en dos frases, accesorias al tema central del estudio, las que ha elevado al rango de teoría (¡»la teoría de Vásquez y Franco»!) , ha atribuído a los autores cosas que no han dicho («las ganancias son privadas») y finalmente, los ha asimilado nada menos que al «consenso de Washington». Me imagino que si lo hubiera escrito alguien con quien simpatiza ideológicamente, incluso si esta persona hubiera pronunciado las dos frases, sí nos habría resaltado que sólo el 50% del gasto social llega a los más pobres y nos habría ilustrado sobre lo injusta que es esta situación. Es la impresión que me da el autor. Parece que no puede o no quiere coincidir o rescatar algo bueno hecho por quien no piensa como él. Prima lo político sobre cualquier otra cosa.
  3. Vayamos al punto central. El estado tiene un rol redistributivo. Hay un sistema de impuestos y transferencias. Cobra impuestos según la capacidad contributiva (más a los que tienen más ingresos y activos, y menos a los que menos tienen) y transfiere según los ingresos (más a los que menos ganan y tienen, y menos a los que más ganan y tienen). El valor del coeficiente Gini después de impuestos tiene que ser menor que el valor antes de impuestos. Se reduce así la desigualdad. No es que las ganancias son privadas, pues quienen reciben ganancias pagan impuestos como cualquier ciudadano. Quiene reciben salarios también los pagan. De hecho, en el Perú dada la informalidad que hay tienen que pagar más de lo que pagarían en otros países. La recaudación así obtenida contribuye a financiar el gasto público en infraestructura, en bienes provistos públicamente, en la defensa nacional y también en transferencias a los más pobres. Se transfere a los más pobres como mecanismo de seguridad. Nadie está inmune a la situación de pobreza. Como colectividad aceptamos dar transferencias netas y recibir transferencias netas según nuestro nivel de ingreso (no es que el estado sólo sea una suma de organismos, pues). Una persona pobre recibe así un apoyo para que pueda salir adelante y valerse por sí mismo en el futuro. Este mecanismo no sólo reduce la desigualdad sino que reduce el impacto de las diversas eventualidades sobre los ingresos de una persona. Claro, estoy describiendo una situación ideal, el principio por el cual se hacen estas transferencias. No estamos pues ante la «estatización de los pobres». El estado se ocupa de los pobres y de los ricos, y de las clases medias que pagan sus impuestos. No es tampoco que esta sea la única manera de reducir la pobreza. Entiendo la primera frase de los autores simplemente como que un gasto público eficiente tendrá un impacto en la reducción de la pobreza. Un gasto público ineficiente no lo tendrá. Punto. La pobreza puede reducirse por muchas razones, pero controlando por todas ellas, de lo que se trata es de saber si el gasto público tiene un efecto sobre aquella.
  4. ¿A qué se debe la pobreza? Según el autor del artículo de opinión a la dominación: «hay pobres porque hay ricos». Lo pondré en los términos simples en que los pone el autor. Pues en el Perú no es que haya muchos ricos ni que sean muy ricos, pero sí hay muchos y muy pobres. En realidad, cuanto más rica es una economía, hay más ricos y menos pobres. Marx pensaba lo contrario, que el crecimiento económico llevaría a que haya pocos ricos y muy ricos y muchos pobres y muy pobres. No fue así. ¿Qué pasó? ¿Un golpe en la polla? Estamos ante una teoría de la explotación, pero si algo sabemos es que los más pobres del Perú viven en zonas rurales donde no son precisamente explotados por las relaciones de producción capitalistas (para hablar en jerga marxista). Muchos son campesinos que a lo más tienen unos surquitos de tierra por aquí y por allá. En las ciudades muchos son trabajadores de alta rotación laboral, haciendo un trabajito aquí y otro allá y residiendo en asentamientos humanos. De lo que se trata es de apoyarlos con servicios de salud, educación, infraestructura vital. Los supuestos grandes cambios estructurales que sí resolverían los problemas de la pobreza ya se hicieron. Reforma agraria de koljós (CAP) y sovjós (SAIS) ya se hizo, comunidad industrial ya se hizo, estatizaciones de empresas extranjeras también, economía planificada también, alianzas internacionales con bloques alternativos al mundo capitalista también. También hemos visto políticas populistas de pan popular, empleo temporal, créditos agrarios baratos, controles de precios, etc. y encendidos discursos contra los ricos, en los ochentas. Que no se descubra la pólvora otra vez, sobre todo si no funciona.
  5. Se plantea a la política económica como responsable principal de reducir la pobreza. La política actual empobrecería y generaría más desigualdad. Bueno, es difícil comentar esto si el autor no señala lo que le parece criticable en la política actual y cuál sí sería una política económica que redujera la pobreza y la desigualdad. He buscado la fuente de la referencia al profesor Javier Iguiñiz, y aunque no la he encontrado, sí he encontrado cosas relacionadas sobre las que tengo algunos comentarios que pondré en otro post.
  6. Sobre el consenso de Washington, algo he dicho en El regreso del dependentismo (II)

Hasta aquí.

Actualización: En Reformar el Estado donde No existe Pedro Francke nos explica:

Con la anunciada fusión de decenas de organismos públicos descentralizados, el actual gobierno inicia su propia versión de la reforma del estado. Valga la oportunidad para insistir en cuál es el principal problema del estado peruano: su virtual inexistencia, o delgadez extrema, en miles de poblados rurales a lo largo y ancho del país.

Para millones de peruanos el estado no existe, o casi no existe, que no es lo mismo pero es igual, porque no hay un centro de salud cerca para atenderse de una emergencia médica. Porque si hay un colegio primario, un solo profesor enseña en un aula a niños de primero a sexto grado sin estar preparado para ello y logrando muy pocos aprendizajes efectivos. Porque no hay colegio secundario ni hay ninguna forma alternativa de lograr educación secundaria. Porque si alguno de esos jóvenes logra estudiar la secundaria, no tiene ningún apoyo para ir a la universidad, debiendo agenciarse por su cuenta el alojamiento y el sostenimiento personal, así sea un genio. Porque no hay nadie que esté promoviendo la mejora tecnológica y comercial de la producción agropecuaria o artesanal de la que estas familias viven. Porque en su pueblo la policía no existe y las comunidades deben proteger su seguri
dad por su cuenta con rondas ciudadanas. Porque la justicia es lejana, tiene códigos ajenos a la gente y se imparte en un lenguaje que muchos de estos peruanos desconoce.

Pues sí, la idea queda clara. Inversión pública en capital humano (salud, educación), seguridad personal y jurídica (policía, justicia), bienes públicos (infraestructura). Por ahí va la cosa.

Un comentario

Por - Publicado el 24-02-2007

Leo en RPP:

Cardenal Cipriani pide poner fin a abusos del Poder Judicial

Manifestó que ya está bien que determinados grupos alimentados por una ideología sigan maltratando a ciudadanos comunes y corrientes.

Finalmente saludó y rindió homenaje al vicepresidente Luis Giampietri quien-dijo-es permanentemente acosado por el Poder Judicial. Asimismo, al ex ministro del Interior Fernando Dianderas quien afronta proceso por supuesto enriquecimiento ilícito.

No, señor. Los procesos judiciales deben seguir su curso. Nada de «poner fin» a nada. Por este tipo de presiones es que la justicia peruana fracasa y los agraviados tienen que buscarla afuera, en cortes internacionales. Espero que el poder judicial y la ciudadanía no le haga caso a este señor. Uno esperaría que un sacerdote se manifestara contra el enriquecimiento ilícito y el asesinato de sus semejantes, desde un punto de vista religioso. No es así. Es un político más que abusa de su puesto para poner en práctica su agenda política. Pero da igual, el poder judicial no tiene por qué archivar las denuncias porque este señor lo diga. Menos mal.

No es la primera vez que el clérigo hace este tipo de declaraciones. Ya tiene varias perlas:

«Tenemos varios programas de ayuda social y espiritual con los sectores más pobres. Hemos donado 520 carpetas para las escuelas más pobres, se ha construido 420 letrinas en los asentamientos humanos que rodean Ayacucho, a quienes ayudamos diariamente con tres toneladas de alimentos. He salido al frente de los pobres y de los que han masacrado en esta ciudad. Y durante ese trajín no he visto a los de la Coordinadora de Derechos Humanos, esa cojudez…».
Juan Luis Cipriani

Sí, se dijo mucho sobre esta ambigua frase, (que la cojudez no son los derechos humanos sino la coordinadora). Ya, pero a mí me parece lo suficientemente impresentable la declaración así como está. Lo que sale de la boca de este señor es de campeonato… (A pesar de que la frase supuestamente sólo alude a la coordinadora, el cardenal pediría perdón a la población a través de un servicio religioso por su actitud despreciativa hacia los derechos humanos…).

Este señor no se involucra en hacer estas declaraciones por pura simpatía con sus protegidos, sino que tiene al parecer algo más. No es pura palabrita soez. Podemos leerlo en La conexión Cipriani – La Cantuta, aquí, o Cipriani es citado por caso «La Cantuta». Muy «acosado» el cardenal. No suena nada bien….

A todo esto, está muy interesante la información de la página Cardinal Rating, que ilustra al público sobre la trayectoria de todos cardenales en el mundo.

Pero más allá de sus declaraciones sensacionalistas, está su alineamiento con la dictadura de Fujimori y Montesinos. Mario Vargas Llosa le dedicaría estas líneas en Cobardía e Hipocresía:

Juan Luis Cipriani no pasará a la historia por su vuelo intelectual, del que, a juzgar por sus sermones, está un tanto desprovisto, ni por su tacto, del que adolece por completo, sino por haber sido el primer religioso del Opus Dei en obtener el capelo cardenalicio, y por su complicidad con la dictadura de Montesinos y Fujimori, a la que apoyó de una manera que sonroja a buen número de católicos peruanos, que fueron sus víctimas y la combatieron.

Bueno, ¿y qué quiere el cardenal con todas estas campañitas políticas? ¿Quiere que también «se deje de acosar» por ejemplo a Fujimori? Algo así será. Está muy claro por quién es su opción preferencial….

El Emperador Palpatine.
De senador ambicioso a tirano de toda la galaxia. No daba puntada sin hilo y al final poquito a poquito se los almorzó a todos…
Algo me lo ha recordado…

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Por - Publicado el 24-02-2007

Ya desde el post MEMORIA DEL SUBDESARROLLO en relación a Mitos que matan, me quedó dando vueltas la idea. En ese post José Alejandro Godoy incluye a Silvio Rodríguez como parte de los mitos de la dictadura castrista. Y tiene razón. En realidad es un pinche propagandista de Castro. Lo es. Claro que lo es. No hay ninguna duda al respecto. Es la banalidad del mal. La romantización de la violencia y la dictadura.

Afortunadamente, en esta ocasión el concierto de Silvio Rodríguez en Lima ha producido más debate (ver los Blogs peruanos al respecto) que hace veinte años, cuando lo trajo Alan García para el SICLA (Semana de la Integración Cultural Latinoamericana). ¿Alguien se acuerda? ¿Como no se podía conseguir entrada porque los apristas, recién debutando en el gobierno, regalaban entradas a su gente?

Definitivamente, no es que sea un gran poeta tampoco. Maritza Espinoza en ¿Unicornio azul? ¡Bah! nos los despanzurra y nos lo expone como recontrahuachafo. Sí, pues, también.

Sin embargo, a pesar de toda mi distancia con la dictadura castrista y de que encuentro pésimas algunas de las canciones, debo decir que hay muchas de Silvio Rodríguez que me gustan. Qué se le va a hacer. El propagandista es inspirado, pues. Las musas lo visitan y besan. Tiene ángel. Es como que a una persona de ideas democráticas le gusten las canciones de Cat Stevens, a pesar de su militancia musulmana radical, los poemas de Neruda a Stalin, la arquitectura fascista italiana… Lo pongo en esa categoría, ni más ni menos…

Y debo reconocer que no sólo es la música, sino algunas letras, como esta:

Canción en harapos

Que fácil es agitar un pañuelo a la tropa solar
del manifiesto marxista y la historia del hambre
que fácil es suspirar ante el gesto del hombre
que cumple un deber
y regalarle ropitas a la pobrecita
hija del chofer
que fácil de enmascarar sale la oportunidad.

Que fácil es engañar al que no sabe leer
cuántos colores, cuántas facetas tiene el pequeño burgués.

Que fácil es trascender con fama de original
pero se sabe que entre los ciegos el tuerto suele mandar
que fácil de apuntalar sale la vieja moral
que se disfraza de barricada
de los que nunca tuvieron nada
qué bien prepara su mascara el pequeño burgués.

Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel
viva el que huela a callejuela
a palabrota y taller.

Desde una mesa repleta cualquiera decide aplaudir
la caravana en harapos de todos los pobres
desde un mantel importado y un vino añejado
se lucha muy bien
desde una mesa gigante y un auto elegante
se sufre también
en un amable festín se suele ver combatir.

Si fácil es abusar más fácil es condenar
y hacer papeles para la historia para que te haga un lugar.

Que fácil es protestar por la bomba que cayó
a mil kilómetros del ropero y del refrigerador
que fácil es escribir algo que invite a la acción
contra tiranos, contra asesinos
contra la cruz o el poder divino
siempre al alcance de la vidriera y el comedor.

Viva el harapo señor
y la mesa sin mantel
viva el que huela a callejuela
a palabrota y taller.

Es como si Silvio Rodríguez se cantara esta canción a sí mismo, pero claro: es parte de la propaganda. Donde algunos leen «que tales estos caviares. Así cualquiera es de izquierdas»; otros, los más jóvenes y más termocéfalos leerán «yo no seré así. Yo sí empuñaré mi metralleta y me iré al monte», mismo Quijote con sus libros de caballería. La incitación es muy clara… Mientras tanto él sigue siendo un famoso y necio que siempre anda viajando… En fin, tratemos de pasarla bien con los libros de caballería y con las canciones de Silvio Rodríguez. Nada más…

– Papi, papi. ¿Silvio Rodríguez también es un caviar?
– Si, mi hijito. Ese es la esencia del caviarismo.

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Por - Publicado el 24-02-2007

Hace algunos días nos enterábamos de otra «operación mudanza» de Fujimori:

Fujimori se mudó de residencia en Las Condes a un apartamento

Ahora Alberto Fujimori viviría en el edificio número 2929 de la calle La Luz, en la zona de Las Condes, lugar de residencia de la presidenta Michelle Bachelet y donde el alquiler promedio es de mil dólares mensuales.

Este señor se muda mucho, ¿por qué? ¿Qué trama?

Leemos hoy en La República:

Iglesia Católica: Fujimori debe afrontar a la justicia
• Monseñor Cabrejos demanda a Fujimori no huir y responder los procesos que se le siguen por corrupción y violación de DDHH.

Monseñor Cabrejos sostuvo que «si hay algo por juzgar es mejor que Fujimori lo aclare y no que se fugue, lo mejor es que el proceso de extradición siga su curso para llegar a una sentencia favorable o no, pero que concluya«.

El religioso indicó que si Fujimori fuga o si busca refugio en la embajada de Japón, país del que también tiene nacionalidad, quedará una sensación de injusticia y malestar entre todos dos ciudadanos peruanos.

De otro lado, el subsecretario de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto Van Klaveren, informó que se han tomado «las medidas necesarias» para evitar que el ex presidente Alberto Fujimori se escape del vecino país, en caso la Corte Suprema ordene su extradición al Perú por 12 supuestos actos de corrupción.

Una de las pocas voces que pide la extradicción de Fujimori. En el Perú no se nota que se esté por la extradicción con gran fuerza. El partido de gobierno no está por la labor, ni los otros partidos. La verdad sea dicha. Prima la politiquería sobre el principio.

Hace dos semanas la procuraduría peruana presentaría el pedido de extradicción a Fujimori:

Presentan informe final sobre el pedido de extradición de Fujimori
07 febrero 07
Diez cargos de corrupción y dos de violación a los derechos humanos.

Se estima que el juez Álvarez emitirá su fallo entre marzo y abril, pero la decisión definitiva podría prolongarse, según calculan las autoridades judiciales peruanas, hasta septiembre, ya que cualquiera de las dos partes puede apelar la sentencia ante la Segunda Sala Penal de la Corte Suprema de Chile, que emitirá el fallo definitivo.

Fujimori ha basado su defensa en el argumento de que él desconocía todos los hechos delictivos que ocurrieron en su gobierno y ha pretendido cargarle toda la culpa a su ex brazo derecho, Vladimiro Montesinos.

Los dos casos de derechos humanos son La Cantuta y Barrios Altos. No se incluye lo del Castro Castro, como equivocadamente señala alguna prensa. El estado peruano tiene a Fujimori pedido, sí, pero no por Castro Castro. Fujimori tiene una acusación en el Perú por esto, pero ésta no forma parte del expediente de extradicción. ¿Por qué el gobierno no ha incluído esta denuncia dentro del expediente? Es potestad del gobierno peruano incluir este caso y no lo ha hecho. ¿Por qué? En vez de perseguir a Fujimori por esta matanza, se han dedicado a perseguir a Toledo. ¿Por qué?

En este contexto, se prepara la defensa de Fujimori

Peru’s Fujimori confident of refuting allegations

SANTIAGO – The defense team for Peru’s disgraced former president Alberto Fujimori will submit reports to a Chilean judge next week which they say prove he should not be extradited to his country to face human rights charges.

A source for the defense told Reuters Wednesday the report could be filed as early as Tuesday next week.

Peru wants Fujimori to be extradited to face human rights charges in Lima, including alleged massacres to crush Peru’s Shining Path rebels during the 1990s.

“The report is advancing … it will be a strong report, refuting the evidence of the state, adding some facts and putting others into the context of Chilean law,” the source said.

Bueno, pues veremos a qué se refieren con este informe fuerte, en qué se basarán para sustentarlo y si, finalmente, los jueces chilenos lo aceptan. Entre tanto, leemos este editorial aparecido en el Chicago Tribune.

Peru struggles with history

The Inter-American Court found that Fujimori conceived and authorized a raid on a prison filled with political dissidents and students, 90 percent of whom had not been given a trial. The court found that this was not a military action against a Shining Path stronghold; this was Fujimori eliminating dissenting voices.

The court’s push for compensation hasn’t been well-received by people in Peru, who see it as the illegitimate demand of an outside body telling Peruvians how to deal with their history.

Peru, for its part, has made some efforts to reconcile the ugly period of terrorism and government repression. The country established a Truth Commission, which has stated the need for a formal apology and reparations for victims of government atrocities. The Truth Commission’s calls for reparations and reconciliation are similar to the Inter-American Court’s demands. But neither body’s recommendations are likely to be carried out: To do so would be political suicide for Peru’s leaders, given public loathing for the Shining Path.

The international court and Peru’s commission have shed light on government excesses; in all likelihood, some innocents died along with guerrilla insurgents at Miguel Castro Castro and in the broader war against the Shining Path. The best step Peru could take would be to put Fujimori on trial – that would end speculation that Garcia might waver on extradition to avoid creating a political breach in his coalition, which includes some defenders of Fujimori.

Put him on trial. But don’t expect Peru to be writing any checks in apology for its war against the Shining Path.

Que se juzgue a Fujimori (así se responde a lo aparecido en El Mercurio, «especulaciones» – Ya, si son especulaciones, ¿por qué hay que responder a ellas? Su importancia tendrán, ¿no?). Sin embargo, se dice a la vez que no se espere que el Perú extienda indemnizaciones por los «excesos del gobierno» (terminología muy usual dentro del Perú, pero inusual fuera, para referirse a matanzas). Se piensa que las reparaciones, ni las de la CVR ni las de la CIDH, se van a dar porque ser

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Por - Publicado el 23-02-2007

Leyendo el post de Daniel Salas Harry Potter y el capitalismo avanzado me entran saudades de superhéroes como estos:

El hombre par con la voz de la Chilindrina

Para la gente más joven que no vivió los dibujos animados de los tíos recomiendo estos posts: Quién es el Hombre Par?, El Hombre Par? y Perman. Este personaje llegó al Perú al parecer por una razón de costos, relativamente más bajos para los dibujos animados japoneses que los americanos. Aparte del Japón (paa-man), este personaje fue conocido en Brasil (Super dínamo), Italia (heroe bambino), México (hombre par), y Perú (tal vez desde México haya llegado a otros países de habla castellana)

Cada superhéroe tiene su particularidad. «El Santo» (de la lucha libre, eh. No Roger Moore ni Val Kilmer) tiene la particularidad, nada desdeñable por cierto, que es el único que sí existe. Todos los otros son de ficción, como señalara Umberto Eco. Superman era un hombre común y corriente en su planeta, pero en la tierra tenía superpoderes, como bien recordó Tarantino en «Kill Bill». Su verdadera identidad es la de Superman, Clark Kent es su cobertura. No es al revés como alguna gente cree. En fin, creo que muchos de estos superhéroes, como mucho del cine y la ficción, nos introducen a realidades ideales, fantásticas, donde se aplican las bienaventuranzas y se hace justicia: un magnate inmobiliario no puede desalojar a la gente más pobre de su recién adquirida propiedad como en «Milagro en Milan» (y su versión americana «Batteries not included»). Quien es lorna en la vida real ve una rendijita de esperanza. Que la ficción lo lleve a la acción, y a cuál, ya es otra cosa. El Quijote no se conformó con leer e intepretar la realidad. Agarró su bacín, se lo puso en la cabeza, y se fue a transformarla. Eso que hay que transformar la realidad y no sólo interpretarla, vino después, siglos después de Cervantes.

El hombre par era un héroe incluyente, democrático, accesible para las masas. No necesitabas nacer con poderes como Superman, ni que te pique una araña radioactiva como al Hombre Araña. Era un personaje muy al alcance de los niños. Bastaba con que tengas tu capa (para volar), tu casco (para tener fuerza) y tu símbolo en el pecho (para intercomunicarte y respirar bajo el agua). Los poderes están bien; el tema es el acceso a ellos. Además, tenía un muñeco que tomaba la forma de quien lo apretaba: crucial para no atrasarse en la escuela (sino, ¿cómo?). El hombre par no era ningún Besserwisser o sabelotodo como Harry Potter o Bill Gates. Era un chico común y corriente, como otros hombres o mujeres par. Eso sí, tenía un gran sentido de la responsabilidad. Nada de generación X ni Y. El pobre robot sólo le hacía las tareas mientras él estaba de misión. Nada de plusvalía. Era un mundo muy simple y ameno, previo a las computadoras personales. Tal vez su heredero de hoy podría ser Shin Chan, sin poderes aunque mucho más complicado como personaje…

(Hoy en día igual hay intentos por crear personajes adecuados a la «realidad nacional» – remanencia del post anterior. Uno de ellos, surgido finales del fujimorato, es el Capitán Sudamérica, el subcampeón de la justicia, un vendedor ambulante de Gamarra que en las noches se transforma en superhéroe y sale a hacer justicia. El final de este personaje es que acaba recibiendo coima de Montesinos… Para variar…).

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Por - Publicado el 22-02-2007

Me voy enterando del debate a través de estos post:

El play de honor lo dio este artículo:

Oda a la fotocopia
Por Rocío Silva Santisteban
….

la fotocopia anillada de un ejemplar completo se ha vuelto la manera imprescindible de poder estudiar, conocer, investigar, ergo, remontar lo que algunos sociólogos denominan «la colonialidad del saber».

En efecto, el saber ha pertenecido a las élites y ha sido organizado desde los grandes centros de poder.

….

Además la fotocopia no funciona igual que la piratería: se sacan fotocopias por la necesidad de conocer lo que el libro dice; se reproducen copias piratas por satisfacer el lucro de sus productores y al ahorro que hace el lector de unas cuantas –o muchas– monedas dejando de pagar al editor, primero, y al autor, en último lugar.

En el sistema actual de copyright el autor no es el gran beneficiado. Y, además, ¿el deseo del autor se encuentra, me pregunto yo, en la ganancia por el copyright o en el prestigio por el libro? Hay autores que viven de sus derechos: en el Perú deben ser menos de una docena. La otra gran mayoría viven de las actividades adyacentes que el prestigio de sus firmas les otorga: de sus artículos, de conferencias, de investigaciones o de premios. Un autor de sociología o de derecho, ¿prefiere ganar por sus libros o que sus ideas se divulguen ampliamente a través de fotocopias usadas y ajadas que se transmiten de mano en mano? Y por último, ¿acaso el conocimiento es plausible de un derecho de propiedad?, ¿hasta qué punto se puede controlar la libertad de conocer y de saber? La fotocopia es una reivindicación imprescindible en un mundo académico injusto.

La respuesta de Carlos Contreras aparecida en los dos blogs mencionados anteriormente:

Si en el Perú los libros académicos no se fotocopiasen impunemente, como hoy sucede, sus tirajes serían mayores, sus precios serían más bajos, los estudiantes podrían estudiar en volúmenes conservables por más tiempo, conociendo quién es el autor y cómo se titula la obra; y, lo más importante, se escribirían más libros, porque los editores podrían contratar su hechura a los autores, con alguna seguridad de poder recuperar la inversión mediante la venta.

¿No se han percatado de que en el Perú no es escriben, casi, libros de texto universitario? ¿Que nuestros estudiantes tienen que educarse con libros de texto escritos para otras realidades? ¿Qué en nuestro medio las editoriales privadas de libros académicos han desaparecido y para publicar sólo queda depender de algún mecenazgo sin fines de lucro, como en los tiempos del Antiguo Régimen? Eso sí que es colonialidad del saber.

El comentario de Roberto Bustamente a Carlos Contreras:

En primer lugar, el lugar de enfoque: ¿acceso a la información o derechos sobre la obra? ¿el usuario o el autor?

Allí me parece que quienes han avanzado bastante es la gente que se ha organizado alrededor de Creative Commons y que proponen ante el copyright, el copyleft. Un punto medio entre la posición extrema de Rocío Silva y la defensa del derecho total sobre la obra, en la que el autor finalmente decide si el libro, la canción, el disco, la imagen, pueden ser reproducidos de acuerdo al fin que le de el usuario: si el usuario quiere lucrar o si no, si es para fin educativo o si no.

Es lo que he podido juntar sobre este debate.

Comentario: Este es un tema que siempre me ha fascinado. Veamos.

  1. No creamos que es un problema sólo del Perú. Ediciones pirata circulan por todos lados, pero tampoco creamos que por hacer un par de fotocopias ya se está violando los derechos de autor. Cada lugar tiene su ley, y en algunos lugares se puede fotocopiar capítulos de libros con fines educativos, sin violar ninguna ley. Ver por ejemplo aquí, en Georgia Tech. y en general aquí, the copyright site. El tema no está en prohibir las fotocopias, sino que se remunere a los/as autores/as cuando se las haga. Vas a un negocio de fotocopias y si fotocopias una obra protegida por derechos de autor se le carga una cantidad que va al autor. Si fotocopias un documento hecho por ti, no pagas esta cantidad. El tema es la evasión de parte de los fotocopiadores y el monitoreo de parte de una autoridad que proteja los derechos de los/as autores/as. Un tema siempre complicado. Con este cobro no se le restringe sustancialmente el acceso a la educación a las mayorías. Es como cobrar IGV. Por más fotocopia que sea, retendrá y pagará pues sus impuestos, ¿no? Pues también se le puede añadir el pago de derechos de autor.
  2. Por supuesto que la industria fotocopiadora tiene como afán el lucro. No son asociaciones sin fines de lucro. Pero aquí el tema es, ¿por qué estas empresas pueden entrar el mercado de producción de libros? Una explicación es que son informales y no pagan impuestos. Podría ser. Otra, relacionada, es que no pagan derechos de autor, pero éstos no representan una proporción sustancial del precio final del producto. Igual, también podría ser. ¿Y qué tal si es porque tienen costos de producción menores? Tal vez producir un libro fotocopiado es más barato que producirlo en imprenta. Las diferencias de calidad son sustanciales, pero estamos ante un público de bajos ingresos orientado al precio antes que a la calidad. Ya. Son bienes diferentes. ¿Y? Eso sólo quiere decir que hay mercados segmentados. Entonces la pregunta es ¿y por qué las casas editoriales no se portan con un producto dirigido a ese mercado y se llevan las ganancias ellas? En EEUU El Código da Vinci primero salió como libraco con pasta dura, después como libraco de pasta blanda y finalmente como libro de bolsillo a precio webo. No tendría sentido fotocopiar esa última edición. El mercado se fue descremando hasta que el pueblo se pudo comprar su libro de intriga. Bueno, ¿por qué las casas editoriales no se mueven un poco más y atienden al mercado misio, es decir, al de las grandes mayorías en el Perú? Esta pregunta no es diferente a una pregunta que hice hace veinte años a unos estudiantes de arquitectura de la UNI (cuando andaba yo metido en temas de economía urbana), ¿por qué Monterrey, Oechsle y Scala Gigante (para que vayan sacando línea cuál fue mi época) no ponen sucursales en los pueblos jóvenes? Las respuestas de estos estudiantes fue que la gente tiene cultura de comprar en el mercadillo con su casera, que una señora con polleras jamás iba a ir empujando su carrito de la compra como una señora burguesa, que los precios son más bajos en las paraditas (algunos respondieron «noo, el azúcar es mucho más barata en Monterrey. Tú no sabes porque no vas de compras…
    «), etc. Pues bien, veinte años después los pueblos jóvenes ya no son tan jóvenes y sí que hay supermercados con carritos y grandes discotecas. Tons, ¿podría darse algo así en el mercado de libros? Tal vez pensemos que la gente pobre prefiere su fotocopia anillada nomás. Una suerte de «cultura fotocopia», como antes se habló de la «cultura combi». Yo no lo creo. Dale un buen libro al mismo precio y ya verás lo que prefieren.
  3. No es cierto que los autores sólo quieran difundir su obra y no quieran comer sus frejoles. Se habrán resignado a que no les paguen mucho, pero ¿a quién no le gusta que le paguen? Aquí se plantea a la «cultura fotocopia» no sólo como cosa del lector, sino del autor mismo. Tampoco tampoco, pues. Una vez más, dale a elegir entre que le paguen y que no le paguen y ya verás lo que prefiere.
  4. Veamos ahora lo de Carlos Contreras. Creo que lo tiene al revés. Siguiendo con el ejemplo de la paradita. Es como si los supermercados dijeran que no pueden competir con las paraditas y por eso venden poco y cobran caro. Sin embargo, cuando los mercados entraron a las zonas de nuevas clases medias no les fue mal. Además, esas paraditas se hicieron Polvos Azules, Polvos Rosados, etc. Fueron reubicadas, acumularon, progresaron y muchas se formalizaron. Muy bien, en el caso de la producción de libros pirata, ¿podría ocurrir algo así?¿Le interesa de verdad a la industria del libro el segmento de más bajos ingresos o no? A la vez que es motivo de queja, pareciera al final la industria del libro atiende al segmento de relativamente más altos ingresos.
  5. Los libros de texto universitario. En economía he visto algunos libros escritos por colegas peruanos y no eran precisamente baratos. Eran libros para sus estudiantes de una universidad privada. La edición no parecía que estaba pensada para otros estudiantes, de universidades públicas, de menores recursos. Posiblemente, alguien piratee esos libros. Se les puede preguntar, ¿por qué no hicieron una edición más barata? Supongamos que prohiben las fotocopias o el pirateo de estos libros. Dado el tiraje, el precio de estos libros lejos de bajar, aumentará.
  6. «nuestros estudiantes tienen que educarse con libros de texto escritos para otras realidades«. Aquí el tema es que el mercado del libro en otros países es gigante y aquí es pequeño, pero para nada es malo importar libros. Si hay un desarrollo tecnológico en otro país, pues lo incorporamos. El problema sería no tener acceso al conocimiento de frontera.
    (Esto me recuerda a la broma de Bryce sobre prohibir la transmisión de partidos internacionales para que el público peruano se conformara con el fútbol nacional).

    Creo que es un poco estirado atribuir el supuesto problema de usar libros «escritos para otras realidades» a las fotocopias. A todo esto, ilustrando mi punto anterior, nunca he visto a los «Siete Ensayos» en versión pirata. ¿Será porque esa sí es una edición popular? ¿La librería Minerva sí la vio y otras no? Creo que el pirateo y fotocopiado afecta más a la producción que viene de «otras realidades» que a la producción basada en la «realidad nacional».

    Hablemos ahora un poco más sobre el tema de la «realidad nacional». Por mi época, Folke Kafka escribió un libro de microeconomía con harto ejemplo de la realidad peruana. No sé si todavía se usa este libro. En el departamento de economía de la PUCP de esa época se dijo que no era el camino a seguir. Tal vez esperaban un libro con alguna otra teoría microeconómica. El libro de Kafka era la misma teoría micro que en cualquier otro libro, pero con ejemplos y motivaciones pertinentes a la realidad peruana. Además, en la PUCP se decía que tenía varios gazapos, erratas e imprecisiones. Recientemente la PUCP ha publicado dos textos de macreconomía de Félix Jiménez y de Waldo Mendoza. Sin duda son esfuerzos saludables, como el de Kafka, pero tampoco estamos ante otra macroeconomía, más peruana, digamos. Tal vez sí ante una macro más keynesiana, pero eso no es equivalente «a una macro más peruana», si algo así puede existir. Volviendo al tema de las fotocopias, realidad nacional o no nacional, creo que es un problema para las empresas libreras de proponerse llegar a los segmentos más pobres.

  7. Finalmente, comentando lo de Roberto Bustamante, como lo he explicado no veo una oposición tan aguda entre lectores y autores. Hasta los piratas y fotocopiadores y anilladores podrían pagar derechos de autor. Si de no pagar derechos de autor vinieran sus precios bajos, pues la calidad del libro sería la misma que la del original. Mi arma humeante son los costos de producción altos en la empresa librera y su orientación al segmento medio-alto. Las buenas noticias de todo esto son que hay un sector medio-bajo que podría ser atendido rentablemente por la industria del libro.

Hasta ahí.

Actualización: Leo un comentario de Carlos Contreras en este post Más sobre las fotocopias y la industria editorial donde comenta que la producción en offset es más barata que en fotocopia. Bien. El principal costo que se ahorra el pirata es la corrección, adecuación, diagramación, traducción, etc. Todos estos son costos fijos, que se reducen dentro del costo unitario a medida que se produce más. Si hay una demanda tan poderosa por libros como para requerir tantos libros fotocopiados o anillados, pues la escala de producción del original debería aumentar, reduciendo los costos fijos y devolviendo competitividad a la industria del libro. El ejemplo de Carlos es bueno, si duplican el tiraje, pues no les ganan. ¿Por qué no lo hacen? El libro suele ser un bien elástico, en que un precio bajo incentiva fuertemente a una mayor compra. Tal vez los piratas e informales están viendo algo que los formales no ven. Están completando el mercado atendiendo al segmento bajo. Sí, los autores quieren su librito bien tiza, ta bien, pero una vez que presentaron el libro y se acabó el efecto inicial, los siguientes ejemplares pueden ser más baratos, como si se piratearan a sí mismos.

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Por - Publicado el 21-02-2007

Leo en Perú 21 (pase de taquito de Daniel Salas):

Evalúan incremento en precio de ingreso a Machu Picchu para extranjeros
La tarifa de ingreso al santuario para turistas extranjeros podría oscilar entre 80 y 100 dólares, indicó el presidente regional Hugo González. El precio actual del boleto es de 20 dólares y aseguró que es insuficiente.

En declaraciones a la agencia Andina, el presidente regional del Cusco, Hugo Gonzáles señaló que si los turistas extranjeros llegan a pagar hasta 500 dólares por hospedaje y transporte hasta el santuario inca, eso demuestra que pueden costear un boleto turístico más caro.

El incremento del precio, subrayó, es para que la ciudad de Machu Picchu y el Cusco tengan más recursos, pues «hasta ahora, los ingresos son más para el empresariado que para el pueblo cusqueño».

Las posibles nuevas tarifas no afectarán al turista nacional, ya que el precio de los boletos para ellos estaría en el rango de los 10 dólares, mientras que los cusqueños, previa presentación de su DNI, pagarían un monto simbólico aún por determinar.

QUIERE CANON TURÍSTICO. González Sayán también adelantó que se está planteando la creación de un canon turístico que sirva para reducir el analfabetismo en los niños que, aseguró, alcanza al 52%. «Queremos que el empresariado gane, pero también queremos que nuestro pueblo gane. Por ello la necesidad de incrementar el boleto turístico y de tener un canon», afirmó.

Comentario: Veamos:

  1. Estamos ante un esquema de discriminación (de precios) basada en el origen de la persona. La cosa sería así: extranjeros, 100 dólares; nacionales, 10 dólares; cusqueños, simbólico. Esto no ocurre en otras maravillas del mundo. Para ir a Chichén Itzá, la torre Eiffel o el Museo de Arte Moderno de Nueva York, cobran igual a todos. Los turistas que llegan al Perú se sienten esquilmados por todos lados, pues por todo lado les están cobrando de más. No es gente que no sepa de precios en otros países. Saben muy bien lo que cuesta cada cosa y que les están sobrecargando (sí, eso ocurre también en otros lados, pero parece que rompemos récords). Muchos no volverán. Al cortoplacista no le importa, pues ya le sacó todo lo que pudo. Falta leer la fábula de la gallina de los huevos de oro….
  2. ¿Por qué se discrimina? Pues para maximizar ganancias. Supuestamente el turista extranjero tiene una demanda más alta que el peruano y el peruano no cusqueño más alta que el peruano cusqueño. Obviamente, esto no necesariamente es así: origen no equivale a nivel de ingreso. Incluso entre los nacionales hay mucho descontento por esta discriminación.
  3. ¿Y se está cumpliendo el objetivo de ganancias máximas? Bueno, eso depende e la elasticidad precio de la demanda por Machu Picchu. Las autoridades tienen en la cabeza que el recurso turístico tiene una elasticidad de demanda muy baja, como si se tratara de un bien de primera necesidad para los turistas (Bueno, siempre hay algunos «enyucados» que ya que vinieron, pues no se van a ir sin ir a Machu Picchu). Entonces le quintuplican el precio y la cantidad no se reduce mucho, por lo que aumenta el volumen de ingresos por la tarifa de entrada. ¿Lo han estudiado? Pareciera (bueno fuera) las autoridades lo tienen bien pensado, porque argumentan con mucha seguridad…
  4. Llama la atención el razonamiento de las autoridades: si pueden pagar 500 dólares por alojamiento y transporte a Machu Picchu, también pueden pagar 100 dólares por estar en Machu Picchu por unas horas. El transporte más caro a Machu Picchu cuesta 500 dólares, el siguiente cuesta 100 dólares y el siguiente 65 dólares (ver aquí). A Machu Picchu sólo se llega en tren, que ya tiene discriminación de precios, pues hay otro tren que es sólo para los locales, que obviamente no van a pagar ninguno de estos precios. Los nacionales no residentes, sí que tiene problemas, por ejemplo, un grupo de escolares en viaje de promoción. Una vez que pongan la tarifa de entrada en 100 dólares, dirán «si pagan 100 dólares por la entrada, también pueden pagar más por otros servicios». Si otros les cobran, yo también les cobro. Así no es la cosa. Por los 100 dólares que quieren cobrar uno se van en autobús de lujo de Cancún a Chichén Itzá, entrada incluída. ¿Los turistas tienen mucho dinero? Pues ese dinero que supuestamente se han ahorrado en la entrada va a comprar artesanías, a restaurantes, a espectáculos. Se genera toda una economía privada donde los residentes también reciben algo del turismo. No es que todo va al estado.
  5. El aumento de estos precios es básicamente por un pretendido aumento de impuestos, que iría a reducir el analfabetismo. A ver, ¿los ingresos del turismo en las arcas públicas están contribuyendo a reducir el analfabetismo ahora? ¿Cuánto? ¿Será que tienen un plan y necesitan más dinero para aplicarlo? No nos hemos enterado. Es un largo camino de la recolección de impuestos a los gastos. No suena muy creíble el argumento de las autoridades.
  6. «Quienes ganan son los empresarios y no el pueblo cusqueño». El recurso está en concesión a particulares que deben estar pagando algo a las autoridades. Que gane o no gane el pueblo cusqueño ya depende de las autoridades y su sabiduría en gastar y solucionar problemas. Ahora bien, con un aumento de precios de 20 a 100 dólares, ¿dejarán de ganar los empresarios? ¿Qué análisis tienen al respecto?
  7. Finalmente, algo que frecuentemente se olvida cuando se analiza el efecto de los impuestos, y es algo básico, es la pérdida de eficiencia social. Con los impuestos hay montos de dinero que cambian de manos, de los compradores y vendedores al estado, pero también hay montos que se pierden y no se los queda nadie: ni los empresarios, ni los turistas, ni el pueblo cusqueño, ni nadie.

Paradójicamente, en estos momentos el estado peruano tiene recursos para invertir, lo que faltan son buenos proyectos. Que la autoridad cusqueña se dedique a hacer proyectos para bajar el analfabetismo y tendrá dinero. ¿Para qué quiere más? En un país de alta corrupción como el Perú, el enfoque del presidente regional no suena bien. Suena, en el mejor de los casos, a demagógico, y poco estudiado. Que haga como algunos colegas suyos. Que invierta en hacer buenos planes, con buenos técnicos, y verá cómo en un plazo prudencial el analfabetismo cusqueño comienza a reducirse, con el reconocimiento de los cusqueños y peruanos en general por su buena gestión. Desde aquí le deseo los mejores resultados en esta empresa.

Actualización: Reacciones en la Argentina:Machu Picchu: preparen la billetera

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Por - Publicado el 21-02-2007

Leo en el blog de Actualidad Económica sobre la política de devoluciones de las tiendas comerciales:

Las grandes tiendas comerciales y la regulación
José Oscátegui

El amigo del autor compra una parrilla, cambia de opinión sobre su compra y decide devolverla a la tienda y que le devuelvan el dinero. En la tienda le dicen:

1) que la devolución de su dinero no podía ser hecha en la tienda de Plaza San Miguel donde hizo la compra, sino en la de San Isidro.

2) que la devolución podía ser hecha, con seguridad, solo después de 30 días.

El autor comenta:

Esta es en mi opinión, una sutil imposición de compra por parte de estas tiendas, la idea es que ese dinero no salga de la tienda y tenga que ser gastado en otro producto vendido en la misma.

La consecuencia de esto puede ser que el costo de reclamar el sobrante sea mayor que su valor, por lo que no se reclama. La pregunta es, entonces, ¿tienen estas tiendas la obligación legal de devolver ese dinero? ¿Corresponde regular esto a INDECOPI? ¿A la SBS?

Comentario: Esto me recuerda un caso que siempre me llamó la atención: en la PUCP si te matriculabas en un curso y te retirabas inmediatamente, igual lo pagabas. (¿Sigue siendo así?). En la UP, en cambio, había un esquema: si te retirabas en un plazo te reembolsaban un x%, en un plazo mayor, un y%.

Es un tema de defensa del consumidor. ¿Debería haber un ente público que regule este tipo de aspectos de la transacción vendedor (universidad)-cliente (alumno)? Yo creo que no.

En el caso del post ni la SBS (?) ni el INDECOPI (cuya función es garantizar las prácticas competitivas). Creo que son los propios afectados, los consumidores, a los que les toca hacer algo para cambiar estas situaciones.

El tema no es la regulación, sino el poder judicial. Poner una demanda judicial a las tiendas abusivas es eternizarse en forma peor que los vericuetos que da la tienda para que uno recupere su dinero. Si el poder judicial funcionara mejor, una demanda colectiva y ejemplar los pondría en su sitio. Los abogados se pelearían por llevar un caso como este. Creo que por ahí va la cosa.

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Por - Publicado el 20-02-2007

Hoy en Perú 21 se cuenta en una breve nota que la congresista Luciana León clausuró la conferencia “’Retos de la Educación Científica y el Creacionismo”.

Veamos. El creacionismo no tiene nada que ver con la educación científica. En Estados Unidos hay una fuerte corriente seudo científica y ultra conservadora llamada “intelligent design”. Un excelente documental que explica esta tontería es “A Flock of Dodos” de Randy Olson. Ver más información aquí y aquí.

Tal como lo interpreto, el ataque contra la ciencia ocurre en un país muy rico al que le sobra todo, incluyendo conocimiento. Los norteamericanos ultraconservadores puede darse el lujo de tirar a la basura mucho de lo que su país posee cuando se trata de darle prioridad a sus intereses políticos, disfrazándolos en este caso de debate científico. Y es que están acostumbrados a eso: la basura en Estados Unidos debe ser la más aprovechable del mundo. El Perú es un país pobre y no está para tales desperdicios. Por el contrario, nos hace falta más ciencia. Y es lo que la gente reclama: más educación. Necedades como las promovidas por la congresista León nos pueden costar muy caro.

En este blog, Silvio y yo insistimos en la importancia de la investigación y el desarrollo. Yo, particularmente, me he pronunciado por dejar a la ciencia y a la religión en sus respectivos lugares. La mezcla de una cosa con otra puede ser mortífera.

Por supuesto, la congresista Luciana León nos ha dado una muestra más de la mediocridad y miopía de la clase política peruana, que se presta a darle vitrina a cualquier agenda. No me sorprende. Debemos tener uno de los parlamentos menos educados del continente.

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