Por - Publicado el 11-03-2009

Ante todo, quisiera apoyar la marcha de mañana contra la impunidad. Como no estoy allá y no puedo asistir, lo que haré será poner en forma amplia en el siguiente espacio todos los posts que apoyen la manifestación1 :

Zumbayllu
Ave Crítica
Bajada a bases
TV Bruto
Desde el Tercer Piso
Menos Canas
Ombloguismo

Mi reflexión sobre el juicio va por la actitud del gobierno japonés. ¿En serio ocurrirá que el gobierno, mejor dicho, el estado japonés deje que condenen a Fujimori?

La historia oficial es la siguiente. Las relaciones entre el Perú y el Japón se deterioraron a partir de la protección del país asiático al ex-mandatario peruano. En cambio ahora, a partir de la salida de Fujimori del Japón, su viaje a Chile, su posterior extradicción al Perú y su enjuiciamiento con todas las de la ley, las relaciones mejoraron y van viento en popa. El Perú y Japón han «desfujimorizado» sus relaciones diplomáticas y económicas y avanzan hacia firmar un TLC en un par de años. Verlo:

Perú y Japón iniciarían en marzo conversaciones preliminares para TLC, 24 horas libre
Perú y Japón realizarían en marzo entrante conversaciones preliminares con miras a iniciar negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC), anunció hoy el canciller José Antonio García Belaunde, quien no descartó que dicho proceso pueda terminarse en el curso del presente año.

Canciller asegura que nadie le ´habló de Fujimori´ durante visita a Japón, RPP.

Nakasone ve a Perú como uno de los socios más importantes en el Pacífico, RPP

El ministro japonés de Exteriores, Hirofumi Nakasone, informó que su país donará 941.619 dólares para la construcción de un centro de rehabilitación en Lima.

Las relaciones entre Perú y Japón se enfriaron en los últimos años como consecuencia de las divergencias por la huida a Tokio del ex mandatario peruano Alberto Fujimori.

Sin embargo, tras el inicio del juicio a Fujimori en Perú hace más de un año, el actual gobernante Alan García pidió iniciar las negociaciones para un TLC al primer ministro nipón, Taro Aso.

La agenda económica y diplomática entre el Perú y Japón estuvo totalmente afectada por lo que el Perú hacía con su ex-presidente. Con el inicio del juicio a Fujimori las relaciones se recuperaron, y, por lo visto, cuando está por terminar este juicio, Japón anuncia donativos, un tratado de libre comercio, una «opción preferencial» por el Perú en la cuenca del Pacífico, recualificación de los peruanos en el Japón ante la crisis económica, etc. ¿Se trata de una mera coincidencia? ¿Tanto se ha avanzado en la «desfujimorización» de las relaciones económicas y diplomáticas como para que lo que ocurra con Fujimori sea irrelevante en éstas? Por mi parte, lo dudo.

Dos fuentes de noticias internacionales, una americana, La Voz de América, aquí, y otra china, Xinhua, aquí, han sido mucho más lentas en esta «desfujimorización», como que la Voz de América da la noticia del acercamiento diplomático Perú-Japón con una foto de Fujimori.

Desde un punto de vista histórico e internacional el Perú estaría por «encarcelar al japonés» (evocando un pasado de represión contra los niseis peruanos durante la segunda guerra mundial por presión de los Estados Unidos), cuando García ha sido reelegido, saliendo antes libre de polvo y paja de acusaciones similares a las de Fujimori (violaciones de derechos humanos y corrupción), y Belaúnde quedó como un gran «patricio» (nada de violaciones de derechos humanos ni de corrupción).

Belaúnde tuvo el claro apoyo de los Estados Unidos, país que lo recibió y apoyó durante sus dos gobiernos y después del golpe de Velasco. Alan García tuvo el claro apoyo de Colombia (país al cual solicitó la nacionalidad – y del cual posiblemente sea ciudadano- ver El colombiano Alan GarcíaEl colombiano Alan García 2) y Francia, donde residió con mucho boato, gracias al apoyo de François Mitterand.

Entonces, no faltará quien se pregunte en el Japón, ¿por qué el Japón no puede apoyar a su súbdito y protegido, que rescató con vida a todos sus rehenes, hasta lograr el mismo trato que tuvieron los súbditos y protegidos de otros países? (Ver Los colegas japoneses sobre Fujimori y Rescatando al último samurai).

Bien podría ocurrir que el tan bien televisado juicio a Fujimori sea lo máximo que se haya logrado en el país. De ahí a que el poder judicial que declaró prescritas las acusaciones contra Alan García declare «culpable» a Fujimori, está más difícil. No sería coherente. Sería «mucho pedir». En todo caso, esperando equivocarme, ver para creer.

P.S. La estrategia fujimorista, por su lado, es clara. A nivel internacional sale que el veredicto sería politizado: Fujimori lawyer warns of politicized Peru verdict, Reuters. Una manifestación con su contramanifestación más; una versión «mini» de lo que pasó con «la marcha de los cuatro suyos», o la contramanifestación de «el ojo que llora».  Tal vez algún titular tipo «Disturbios en Lima por juicio a Fujimori» no les vendría nada mal.

  1. Si no pongo más enlaces, es exclusivamente porque ignoro de otros posts que apoyen la marcha, cosa remediable mediante un comentario. []
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Comentarios a este artículo

  1. Daniel Salas dijo:

    Silvio: Aunque comparto el entusiasmo ante la posibilidad que Alberto Fujimori sea condenado (también coincido en que hay que dejar de llamarlo «el japonés»), tengo algunos reparos a estas manifestaciones. Creo que primero el Poder Judicial se debe pronunciar, pues es a esa institución a la que le corresponde, sin presiones, determinar la culpabilidad y la pena. Ni la impunidad ni el olvido. ¿Cuándo le tocará a Alan García?

  2. Mario dijo:

    Antes que el Perú, fue el Estado chileno el primero en privar de la libertad a Fujimori, el primero en procesar su caso y el primero en, a efectos prácticos, «condenarlo» al dar luz verde a su extradición. Y todo ello sin que las relaciones chileno-japonesas se hayan visto afectadas. Como tampoco ahora lo vienen siendo las relaciones peruano-japonesas a lo largo del juicio.

    Quizás pues el reo ya no sea tan políticamente relevante en Japón como para afectar su política exterior. Quizás más de un japonés pensante se haya dado cuenta que Fujimori cambia de nacionalidad según las circunstancias y tan fiel súbdito del emperador no era. Quizás ya ha pasado suficiente tiempo desde el rescate de la Embajada en Lima como para apagar una comprensible algarabía nipona inicial, al punto que ni siquiera fue votado masivamente en las elecciones para la Dieta.

    Todo parece indicar para mi que Fujimori está políticamente mucho más vigente acá en el Perú que en la tierra de sus ancestros, y poco o nada haría el gobierno japonés ante la eventualidad de una condena. Condena que responde a un proceso sin objeciones, ya no en uno, sino en dos países importantes del pacífico sur.

    Mi especulación personal es que habrá una condena relativamente leve, de una quincena de años, que descontado el tiempo que ya lleva apresado y los beneficios penitenciarios le pueden permitir salir en un lustro. También creo que antes de que transcurra este lapso se le indultará por razones de salud o cualquier otra excusa, en el marco de las negociaciones que los fujimoristas sostendrán para su participación en las elecciones del 2011. La amoralidad del Apra se presta a las mil maravillas para este tipo de juegos que resulta también en una solución muy «a la peruana», ni chicha ni limonada y siempre ganándose alguito.