– El crecimiento no es monotónico
No es que el Perú iba a crecer y crecer todo el tiempo. Hay ciclos económicos. Ya puede el gobierno hacer propagada política, «El Perú avanza», y decir que la crisis internacional no golpeará al Perú. Desde luego que golpeará y toca entenderlo, antes que negarlo. Todos los países entienden que es un año malo, no importa cómo lo miren. Se trata de un periodo de caída. No importa que el cómico Julio Zavala le cantara a García en la Teletón deseándole que la crisis no golpee al Perú.
– La crisis no es evitable
Al igual que hace veinte años, cuando García se negó a hacer los ajustes y corrigió a mano las medidas económicas, ahora García actúa como si la crisis fuera evitable. No lo es. Ahora tenemos una economía abierta que está más expuesta al deterioro externo. El gobierno puede anunciar un plan anticrisis, cosa que ni los países más ricos han anunciado (allá les llaman «planes de estímulo»), pero ningún plan gubernamental evita la crisis. Si se crece, por decir, al 4% y la crisis amenaza bajar la cifra al 2%, el gobierno con su intervención no va a recuperar el crecimiento otra vez a 4%. Podrá estimular en algo la economía para llegar a 2.5% (por decir algo, pues para estos números tendrían que estimarse con más evidencia y por métodos formales), pero no es responsable hablar de bllindajes voluntaristas o esperar maravillas de la intervención gubernamental. Ni las más grandes economías se plantean contrarrestar la crisis hasta evitarla.
– Echarle la culpa a los empresarios
Aquí es donde se ve otro reflejo en acción de parte de García: yo les di ganancias a los empresarios, ahora que inviertan. Ese fue el discurso de la estatización de la banca. La inversión, basada en la ganancia, no es contracíclica, pero sí podría serlo el gasto fiscal.
– Colchón social
En una situación de crisis, con más razón que con los «planes de ajuste» tipo el fuji-shock, lo que se requiere es fortalecer el colchón social para los menos beneficiados, para los más pobres, para quienes las vacas no fueron tan gordas. Con un plan de ajuste la contracción es inevitable, y viene por la decisión política de finalmente tomar medidas contra una economía en deterioro (hiperinflación, déficit fiscal); con una crisis internacional la contracción doméstica también es inevitable. Viene de afuera, pero viene. Entonces, toca guarecer a la población peruana más vulnerable. La estrategia tiene que tener un componente defensivo y ser contracícilica para los más pobres, no para los más ricos, que están mejor preparados para afrontar los malos tiempos. La Main Street peruana es muy pobre y no se le está prestando suficiente atención.
– Ya se intentó y no funcionó
Si es que alguna duda tenemos sobre la severidad de la crisis y su ineluctabilidad, notemos que ya se intentó revertirla mediante un plan de gasto público en la construcción, anunciado ya hace muchos meses, que tuvo un gran sabor prebendario. La CONFIEP lo pidió y se lo dieron, ver Populismo contracíclico. A cuatro meses del anuncio, la economía se sigue desacelerando.
– ¿Y el libre mercado?
Fritz Du Bois hace un par de días en Que el bache no se convierta en un hueco:
Desde la quiebra de Lehman, hace seis meses, algunos repiten hasta el hartazgo que la cosa está bien y seremos el país que más crezca en la región. El problema está en que, cuando empezaron hablar, el crecimiento iba a ser más de 6%, pero ya estamos en 3% y bajando. No entiendo qué está esperando el Gobierno para hacer algo.
Una vez más señalaré el curioso «liberalismo» que trasuntan estas líneas. Que el libre mercado nos lleve a crecer menos no es una señal para inmediatamente pedir que el gobierno «haga algo». No. Si los precios transables caen, esa es una señal de mercado ante la cual nuestra oferta se adaptará. Si es un shock temporal, se asimilará y se suavizará en algo; si es un shock permanente, la economía peruana recompondrá su estructura productiva. El estado podrá tal vez acolchonar la transición, pero no la evitará, si a eso es a lo que vamos, que tampoco parece.
– Más peligroso es el pánico
García estuvo por buen tiempo presentando al crecimiento económico como mérito propio, cuando se trató de una viada que se traía de antes. Ahora que hay crisis, después de haber reclamado el crédito por el manejo económico, no le va a ser fácil presentarla como algo externo. Pero cuidado, más peligroso para el país es la desesperación de Alan García que la crisis en sí. Las intervenciones públicas, pudiendo ser positivas y contracíclicas, a veces son contraproducentes y más bien magnifican el impacto de los shocks externos.
– Lógica Dancourt
El colega Óscar Dancourt en la PUCP solía criticar los «paquetazos» o programas de ajuste aplicados en los ochentas, de una forma muy retórica, por cierto. El paquetazo no funciona, decía. Aplican uno y no funciona, entonces dicen que no funcionó porque no fue lo suficientemente fuerte. Con esa justificación aplican otro, y tampoco funciona, entonces vuelven a decir que no funcionó porque no fue lo suficientemente fuerte. Y así sucesivamente. La verdad es que no funcionan, decía. Bueno, efectivamente, los paquetazos comenzaron con Morales Bermúdez y desde entonces fueron in crescendo hasta que finalmente Fujimori dio el mega-paquetazo, que tiene al aura de haber funcionado. En realidad el razonamiento que subyace al argumento de Dancourt es falaz, aunque efectista en un debate en vivo. Despierta sonrisas, pero no se involucra en un análisis a fondo sobre el funcionamiento de la economía. Sin embargo, igual he haré un homenaje. El paquete anticrisis no funciona. Aplicaron uno en diciembre de 2008 y no funcionó. Dicen que no funcionó porque no fue suficientemente fuerte y ahora piden más intervención gubernamental con un paquete anticrisis aún mayor. Lo aplicarán y tampoco funcionará; luego dirán que no funcionó porque no fue suficientemente fuerte.
La diferencia con los programas de ajuste es que éstos se hacían cuando el gobierno no tenía fondos y estaba estrangulado por un gran déficit fiscal. Por el lado fiscal se podían hacer sin límite alguno. En cambio los programas de gasto público se acaban cuando se acaben los recursos acumulados.
Gen 41:19 Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea traza; tan extenuadas,
que no he visto otras semejantes en toda la tierra de Egipto en fealdad:
20 Y las vacas flacas y feas devoraban á las siete primeras vacas gruesas:
Imágenes y textos tomados de aquí.
El «casto» José fue el primero en alertar al gobernante sobre la necesidad de un colchón social para afrontar la época de vacas flacas, aquí.
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Comentarios a este artículo
22-04-2009 16:45
Excelente post. Aquí en Chile algunas cosas de esas se están haciendo, principalmente en el ámbito social y en la creación de puestos de trabajo de emergencia. Esperemos que aquí el Sur y allá en el Norte las cosas no vayan tan mal. Por lo pronto el FMI declaró que será Perú el país que saldrá más rápido de la crisis en América Latina con un 4% de crecimiento, superior al de Chile que apenas alcanzará el 3%
Saludos desde Stgo de Chile!!!
23-04-2009 11:10
Solo felicitarte por el buen post. Ahora estoy contra el tiempo.
Saludos,
Rodrigo