– Derecha antiderechista
Un fuerte artículo «antiderechista» se ha escrito Carlos Espá: La derecha torcida. Un duro golpe a Lourdes Flores, identificada directamente como las derechas. ¿Es que de verdad hay gente de derechas que deja su espacio del todo para sumarse sin más al APRA? Recuerdan a quienes pensaron que el fujimorismo sería eterno. Cómo se equivocaron.
– Tragedia y comedia
En realidad, la historia aquí se repite. La misma actitud de quienes le dieron la espalda a Vargas Llosa para subirse al carro de Fujimori hoy se ve en quienes le dan la espalda a Flores para subirse al carro de García. No sólo se suben al carro, sino que fustigan a quienes no lo hicieron. Alucinante.
– Derecha de oposición
Una visión diferente la vemos en esta entrevista a Juan Carlos Tafur. Claramente en la oposición y criticando a la derecha precisamente por lo contrario a lo que critica Espá, por subirse al carro de gobierno. Bueno, Tafur también le dio la espalda a Lourdes Flores en plena campaña electoral…
– Dos tácticas
Ocurre que un sector de este espectro político ya ha renunciado a tener un espacio propio. Les basta con que un candidato tipo Fujimori o García prometan una cosa y a la hora del gobierno haga otra; entonces se suben al carro del presidente electo. Otro sector sí intenta construir su propio espacio. No queda claro qué sector es el más tradicional. Van por ahí…
– Terreno abandonado
En todo caso, queda claro que la oposición al gobierno de García no viene de parte de las derechas o centros (¿existen?). El desgaste de García está siendo capitalizado por las izquierdas, por ahora…
– ¿Otro Fujimori-García?
García no tuvo problemas con salir a las calles a protestar contra el neoliberalismo y presentarse como un candidato de centro-izquierda en contra de «la candidata de los ricos» y «el salto al vacío». Así capitalizó el desgaste de Toledo y ganó, para luego hacer lo contrario. (Si Flores fue «la candidata de los ricos», no sorprende que ahora acusen a García de ser «el presidente de los ricos». Él contribuyó a introducir ese lenguaje.). ¿Puede volver ocurrir algo así? ¿Alguien capitaliza un sentimiento orientado a la izquierda para hacer lo contrario y luego no rinde cuentas? ¿Cuál es el límite para hacer esta jugada? ¿O simplemente no hay límites?