Por - Publicado el 15-12-2007

Por Miguel Madariaga

Perú 21 informó esta semana que en el curso de dos años 13 médicos residentes (médicos que estan hacienda una especialidad) enfermaron de tuberculosis en el Hospital Nacional Cayetano Heredia (1). Dos de los afectados tuvieron tuberculosis multidrogo-resistente, una forma de la enfermedad que es potencialmente letal y que require tratamiento con medicamentos tóxicos por lo menos por 18 meses. La noticia es una muestra del estado catastrófico del control de infecciones en el Perú.

La transmisión de tuberculosis a trabajadores de salud en el Perú, no es algo nuevo. Recuerdo que cuando yo era residente (también en un hospital nacional) en 1996, mis dos compañeros se enfermaron. Al final la epidemia se extendió a 44 trabajadores de salud. Este episodio fue investigado por el Servicio de Inteligencia Epidemiológica de Estados Unidos (2) (una rama del Centro para el Control de las Enfermedades, un equivalente del Ministerio de Salud). Pero de esto han pasado ya diez años y sin embargo la situación no ha mejorado.

La tuberculosis es una enfermedad que se transmite por aerosoles, pequeñas gotitas de saliva que los enfermos expelen cuando hablan o tosen y que quedan flotando en el ambiente por periodos prolongados de tiempo. En paises desarrollados cuando un paciente tiene la sospecha de tuberculosis, de inmediato es puesto en un cuarto especial de aislamiento. Es un cuarto de presión negativa, donde el aire del exterior entra a la habitación y solo sale cuando es expelido por una chimenea al exterior (donde se dispersa). Ademas todas las personas que entran al cuarto del paciente requieren el uso de una máscara especial que es impermeable a los aerosoles (un respirador). Aunque sería ilusorio pensar que todos los establecimientos de salud cuenten con cuartos de presion negativa y respiradores, los hospitales nacionales donde hay un enorme flujo de pacientes deberian todos ellos tener estos cuartos especiales, sobre todo en las salas de emergencia. Lo triste es que uno de los hospitales publicos más utilizados de Lima (que no es Cayetano Heredia) tiene cuartos de presión negativa listos para ser usados en la sala de emergencia, pero la burocracia hospitalaria no permite que funcionen.

El Perú es el país de Latinoamerica con más casos de tuberculosis y muchos descubrimientos positivos para la erradicación de esta enfermedad han sido hechos aquí. Solo para mencionar dos: el tratamiento ambulatorio de tuberculosis multidrogo-resistente (que antes tenía que hacerse en el hospital) (3) y un método nuevo que permite el diagnóstico de tuberculosis resistente en días (en veces de semanas o meses) (4). Estos avances han sido logrados gracias al empeño y esfuerzo de personas o grupos específicos. Un satisfactorio control hospitalario de la tuberculosis en cambio depende de la voluntad política del Ministerio de Salud y del cumplimiento de las normas de higiene por todos los medicos de un hospital. Ambas cosas parecen por ahora ausentes en el Perú.

1. http://www.peru21.com/p21impreso/Html/2007-12-13/imp2ciudad0825078.html

2. Alonso-Echanove J, et al. Occupational transmission of Mycobacterium tuberculosis to health care workers in a university hospital in Lima, Peru. Clin Infect Dis. 2001 Sep 1;33(5):589-96.

3. Mitnick C, et al. Community-based therapy for multidrug-resistant tuberculosis in Lima, Peru. N Engl J Med. 2003 Jan 9;348(2):119-28.

4. Moore DA et al. Microscopic-observation drug-susceptibility assay for the diagnosis of TB. N Engl J Med. 2006 Oct 12;355(15):1539-50.

Miguel G. Madariaga, MD. es Assistant Professor of Medicine, en Internal Medicine – Infectious Diseases, en University of Nebraska Medical Center.

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Comentarios a este artículo

  1. Armando Godoy Palomino dijo:

    En primer lugar mis saludos a Miguel, san fernandino, ex médico del Almenara (Obrero), casi ayacuchano. La realidad es así (nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio); se puede hablar de crecimiento macroeconómico, cifras estables de la economía; sin embargo somos el furgón de cola en América en lo referente a enfermedades que denotan pobreza y muestran que todo sigue siendo utópico, porque sin economía, educación y salud adecuadas no habrá bienestar. Quién no conoce a un colega médico que haya enfermado de tuberculosis, o que un compañero de estudios lo haya sufrido; peor aún con la multidrogorresistencia; a este ritmo y sin las medidas esbozadas por Miguel y sin decisión política comentaremos: quién no tiene un colega con tuberculosis multidrogorresistente.
    Atte,
    Armando Godoy Palomino
    Cardiólogo INCOR EsSalud
    Profesor UNMSM