Por - Publicado el 02-08-2007

El fin de semana pasado estuve presente en las actividades por el día de la independencia peruana en Paterson, NJ. Fue delicioso probar otra vez comida peruana, presenciar los bailes típicos de la sierra, selva y costa en el desfile, y ser testigo del corazón que le pusieron los bailarines en el desfile, quienes a pesar de la intensa lluvia, nunca dejaron de mostrar entusiasmo y ponerle ganas al espectáculo, sí que le pusieron ganas.

Sin embargo, la pregunta “y así también se comportan los peruanos en el mismo Perú?” por parte de un compañero de estudios con el que asistí me dejo un sinsabor. No faltó gente que no respetara la cola para entrar a uno de los restaurantes, valiéndose de todo medio posible para lograr su objetivo, desde argollas hasta aparentar que no vieron la cola. Tampoco faltó espectáculo de gente ebria en las calles, botellas de cerveza y basura en el piso a pesar que habían tachos cercanos y vacíos, todo esto, sorprendentemente, con policía rondando por los alrededores. Como leí en un anterior post sobre la cultura peruana, “el que puede, puede”, eso es lo que se vio.

El tema es que a pesar de que la elección de Macchupichu como una de las 7 maravillas incentiva el turismo al país, ver ese comportamiento quita las ganas a cualquiera. Definitivamente el comportamiento de la gente dice del país. Y esos comentarios se divulgan. Cada impresión que tengan los extranjeros del país que piensan visitar, es un punto a favor o en contra de la intencion de viajar a conocer el país. No dudo de que ese comportamiento no sea representativo de los peruanos, según lo que converse con gente en la cola del restaurante, la mayoría proviene de un sector particular del Perú, es cierto que tuvieron agallas para venirse muchos sin hablar una palabra en ingles, pero también es cierto que estar en una mejor situación no les ha cambiado la forma de cómo lograr sus objetivos, atropellando al del costado. Y eso no contribuye.

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