Por - Publicado el 08-06-2007

Continúa el sueño del shock propio:

Un shock parlamentario Sinesio López Jiménez

Es necesario un shock parlamentario que lo despierte del letargo y que anuncie a la opinión pública su firme voluntad de autorreformarse.

El shock parlamentario tiene que ir más allá de pequeños cambios administrativos y financieros para comprender al Congreso como institución y como organización que es capaz de renovar, actualizar y hacer eficaces y transparentes sus clásicas funciones de representación, de debate público, de legislación y de fiscalización y que se erige, de ese modo, en un real y efectivo contrapeso del Poder Ejecutivo, del mercado y de los poderes fácticos que agobian actualmente a los ciudadanos.

Dado el desprestigio del parlamento y la amenaza de golpe, el autor propone que el congreso tome la iniciativa y dé un shock…sólo que no dice en qué consistiría tal «shock«, salvo cumplir con las funciones que no está cumpliendo…

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