Por - Publicado el 23-03-2007

(Comentarios a partir de una plática con un colega especializado en teoría de juegos)

¿Qué pasa con una sociedad que no castiga los delitos? Pues que da un mal ejemplo a sus miembros. Se da el mensaje «el crimen compensa», lo que constituye un claro incentivo para que otros delincan, que actúa fulminantemente sobre toda la sociedad. Es un mecanismo rapidísimo. Al estilo de Quico la gente dice «ah, pues, si él puede, yo también puedo». Ni bien alguien se zampa en una cola, todos se zampan y el orden se acaba. Es decir, si una sociedad se pone perdonavidas y decide que sus delincuentes no paguen por los delitos cometidos, en realidad está decidiendo que todos los integrantes de la sociedad paguen por ellos. Siempre se aprende. Si no aprende el delicuente que el crimen no paga, lo aprenderá toda la sociedad de la manera dura («learning the hard way«) por el consecuente desorden, ineficiencia y empobrecimiento generalizados.

Esto se aplica en el Perú en los casos de nuestros ex-presidentes como Alan García, de delitos prescritos, y de Alberto Fujimori, con un caso de extradicción en curso.

Actualización: Y también se aplica a tantos ejemplos que todos conocemos o vamos descubriendo….

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