Por - Publicado el 01-05-2006

Leo en Perú 21:

Ayer en el programa de Bayli PPK reveló (al menos yo no lo sabía) que había un acta firmada entre Perú y Venezuela para que Chávez guarde silencio. El presidente de Venezuela no pudo con su genio y el acta quedó como papel mojado…

El populismo no funciona sin el control del estado de los recursos naturales. También se ha visto que el populismo cae desde dentro del país, presa de sus propias contradicciones.
¿Seguirá Humala por este camino? Una vez más se hace el experimento de la nacionalización. ¿Tal vez esta vez funcione? Las afectadas: Repsol-YPF argentino-española, Petrobras brasileña, British Gas y British Petroleum británicas, y Total francesa, todas de gobiernos amigos. El impacto de esta medida en Wall Street no es tan fuerte: Bolivia no tiene bonos, sólo deuda. El tema no ha hecho más que comenzar….

Leo en Caretas:

García ya no aparece como tan malo para el electorado en comparación con Humala.

En Correo leo este artículo de Mario Saldaña:

  • Si gana Humala, que el MEF prepague la deuda
    Aunque suene desproporcionado y exagerado, y ante el conjunto de incertidumbres y riesgos que supone un eventual gobierno de Ollanta Humala, el actual ministro de Economía, Fernando Zavala, podría pasar a la historia como un verdadero patriota haciendo un uso responsable de las finanzas del país si luego de conocido un triunfo de UPP en la segunda vuelta hiciera un prepago de un importante porcentaje de la deuda externa peruana.

¿Y si gana García ahí sí que le dejamos los recursos? ¿A ese sí le dejamos el país a su disposición? ¿Con ese no hay roche? Se nota que Mario, de mi código en la PUCP, lo dice con la mejor de las intenciones. Sin embargo, un país serio no puede andar con jugarretas de este tipo, pues. Me recuerda a la escena de Zorba, el griego, en que los moradores del pueblo saquean la casa de la difunta Bubulina antes de que llegue el estado a quedarse con sus bienes. Lo mejor es una transición ordenada. Tal vez haya un trasfondo en todo esto: el recuerdo de los recursos con los que contó García al llegar al gobierno en 1985. Esto permitió que Alva Castro se luciera con políticas de expansión de demanda y se quitara una vez que vino la necesidad del ajuste cuando los recursos se agotaron. Quien jugó un papel importante en que García contara con recursos fue Richard Webb, quien los cuidó muy bien durante Belaúnde. Fue a García a quien le tocó contar con esos recursos que bien le hubieran podido ayudar a Alva Orlandini y su campaña. En fin. Yo diría, caballero nomás: haz el bien sin mirar a quién. No hagamos cosas raras que nos perpetúen en la condición de país bananero.

Leo en La Primera a Pedro Francke:

  • Redistribucion inteligente: ¿algun candidato?
    (…)
    Hay por ello imperativos éticos para que la sociedad actúe corrigiendo injusticias, y lo hace principalmente mediante el rol redistribuidor del Estado.
    (…)
    ¿Cree usted que alguno de los candidatos presidenciales que han pasado a la segunda vuelta sería efectivamente redistribuidor? ¿Cree que alguno lo haría de manera inteligente? Éstas son preguntas fundamentales para tomar la decisión de a quien otorgar nuestro voto.

Pedro, como siempre, muy agudo en sus comentarios. El estado (¿por qué lo escriben con mayúscula?) tiene, efectivamente, un rol de redistribución. Es lo que se suele hacer a través de los impuestos y transferencias. Esperamos que la distribución del ingreso después de impuestos y transferencias sea menos desigual que antes de las mismas. De acuerdo con Francke. El tema es que en un país informal el mecanismo impositivo no deja como para financiar transferencias que dén los resultado deseados. Ahí viene la deuda, ahí vienen las privatizaciones, ahí vienen los múltiples impuestos indirectos, en especial el de la gasolina. En tal sentido podría decir que el gran tema de la redistribución no es dónde invertir (partamos de la base que asignar gasto a salud, educación, ingresos, es una inversión), que las necesidades y posibilidades son infinitas, sino el financiamiento de esta inversión, hasta dónde podemos y cómo lo hacemos. Obviamente, que queremos eficiencia en los gastos que hagamos (=dado un nivel de gasto, obtener el mejor resultado posible) , por más pequeños que estos sean: llegar a quien se tiene que llegar y que estos gastos produzcan cambios tangibles. En suma el tema de la redistribución pasa por los temas del financiamiento y de la dirección y eficiencia en el gasto.

Mis respuestas a las dos preguntas de Francke son: no y no. Me he leído el plan de los dos clasificados y no la veo. Veo mucho discurso sobre «sectores estratégicos», pero no veo cómo una persona pobre se beneficia con que el estado intervenga en estos sectores. Tal vez alguna empleocracia presente y futura sí se beneficie, pero no muchos más. La esperanza de que con control del estado se desvíen los excedentes de los recursos naturales hacia los gastos sociales tienen el problema que hay demasiadas intermediaciones y filtraciones en el camino.

En el caso de García veo una lista de promesas, no muy conexas entre sí, todas ellas que suenan muy bien, pero que no hablan mucho de financiamiento ni de eficiencia del gasto. Sí, hay un plan de corto plazo consistente en recortar gastos calificados como inútiles o no prioritarios para financiar gastos que sí son prioritarios. No es la primera vez que se habla de estos recortes. A la primera señal de resistencia legal y callejera por parte de los perjudicados por estos recortes nos acabamos por convencer de que no son propuestas viables y de que nos hicieron el avión….

Finalmente, quisiera ver qué equipo de gobierno tienen los candidatos. Necesito ver a los que dirigirán al país de verdad, no a quienes vienen robando cámara durante las elecciones.

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