Por - Publicado el 25-12-2009

La columna del director del diario Correo del 24 de diciembre es especialmente significativa. Ayer, Silvio Rendón la comentó aquí. Yo quiero agregar algunas reflexiones a partir de un concepto que he estado llamando “imaginación moral”.

En primer lugar, aclaro que desconozco si tal término existe en los estudios sobre desarrollo moral, un asunto en el que no soy especialista. Yo lo he venido usando –con bastante libertad, debo admitir—  para referirme a la capacidad de una persona de, por un lado, proyectar el efecto de sus acciones sobre los demás y, por otro, imaginar los sentimientos ajenos.  Es una variación de la “imaginación sociológica” de la que hablaba Wright Mills.

Imaginar, por supuesto, no es lo mismo que sentir. Yo no puedo sentir la alegría o el sufrimiento de otro pero puedo hacer conmensurable mi propia experiencia con la experiencia ajena. Por lo mismo, no me puedes pedir que comparta tu alegría o tu desgracia pero sí puedes esperar que la comprenda. Asimismo, yo no experimento todos los efectos de mis acciones pero hasta cierto punto puedo proyectarlos y evaluar si causarán más daño que bien.

Una de las razones por las que cada vez me resulta más difícil sentir asco o desprecio por los demás, incluso por aquellos que han perpetrado horrendas atrocidades, se debe a que he llegado a la convicción de que una tarea verdaderamente revolucionaria y que cambiaría el mundo definitivamente es extender la imaginación moral hacia el entendimiento antes que la condena.

Lo interesante de la columna de Aldo Mariátegui es la profunda desconexión que evidencia entre el sufrimiento propio y el ajeno. Aldo Mariátegui considera que cabe recordar cómo el gobierno socialista de Velasco le aguaba la Navidad al impedir la importación de juguetes que otros –los que tenían la fortuna de tener padres con mucho más dinero— sí podían tener.  Advirtamos que el director de Correo no es totalmente ignorante de lo que le sucedía a otros. Veamos este pasaje de su texto:

Sonará frívolo y engreído (ya me imagino cómo reaccionarán Lévano y Wiener) que un niño burgués se queje de esto en un país con tantas carencias -que eran mucho peores en esa época, donde los pobres limeños usualmente comían Nicovita, un alimento para aves-, pero cada uno habla desde cómo le fue en esa feria, y sí pues, me jode mucho (y miro con sana envidia a los niños actuales) no haber tenido más juguetes que algunos pocos y lógicamente algo estropeados que heredé de mis hermanos mayores, sólo porque a algún estúpido cachaco se le ocurrió que «no era prioritario gastar divisas en éstos», como si la economía funcionase como un cuartel.

Lo interesante es que Mariátegui considere necesario expresar aquello que “le jode mucho” pero que no se plantee el derecho de otros a lo mismo. Para Mariátegui, no haber tenido ciertos juguetes cuando él era niño es un motivo más de justa ira y condena a un gobierno que considera oprobioso. Pero cuando se trata de niños que han visto asesinados a sus padres o de madres que han sufrido la desaparición de sus hijos la evaluación moral cambia radicalmente. Como me comentaba un amigo, ahora sabemos que Aldo Mariátegui no es un enemigo de la memoria. Es, en realidad, amigo de una memoria selectiva: aquella que comprende el sufrimiento de él y de otros como él.

Yo también tengo recuerdos del gobierno reformista de Velasco (*) y de la “segunda fase” de Morales Bermúdez. No recuerdo que me haya faltado un juguete que otro sí tenía –tal vez porque no tenía amigos ricos— pero sí recuerdo a cientos de niños que he visto sufriendo de varias maneras en la época en que mi padre ejercía la pediatría en casa. Gracias a este contacto, nunca sentí resentimiento por lo que no tenía. Sí, en cambio, sentía una gran tristeza por lo que otros no tenían o por las experiencias de dolor que atravesaban. Cuando pienso en mi infancia me traslado inevitablemente a la melancolía no debida a ningún sufrimiento personal pero sí al que veía a diario en los rostros de otros. Hablo de niños maltratados con heridas y quemaduras, desnutridos al punto de que su pelo quedaba descolorido, de madres desesperadas y que no podían pagar las consultas ni las medicinas, en general, de diversas víctimas de la pobreza y la ignorancia.

Mi propio resentimiento o mi propia carencia debería ser un mecanismo para entender los resentimientos y las carencias de los otros. Si yo siento dolor, debería imaginar cómo es el dolor de los demás. Si no soy capaz de olvidar que no pude tener el juguete que otros pocos sí tenían, debería comprender cómo otros, con mucha más razón, no son capaces de olvidar el asalto de sus casas, la matanza de sus familiares, la violación y, a la larga, la marginación y el destierro.

Yo no tengo ningún problema en que se abra un museo en memoria de los juguetes que Aldo Mariátegui no tuvo. Pero no entiendo entonces por qué no puede haber un museo en memoria de otras pérdidas que, sin duda, son mucho más graves. Si no podemos conectar una emoción con la otra, es porque sencillamente nuestra imaginación moral es de una estrechez asombrosa.

Sí hay una solución al resentimiento. No consiste en negar el resentimiento de los otros sino de reivindicarlo. No consiste en odiar al que se me opone sino en comprenderlo. Mi sugerencia es que Aldo Mariátegui y todos los que se sientan como él compren varios juguetes –digamos cuando menos unos diez, lo que no es mucho dada la expansión económica que Mariátegui celebra—y que, en nombre del niño que ellos fueron, se los regalen a los niños que ahora son.

 (*) Lo que más detesta mi memoria del general Velasco no son las prohibiciones a las importaciones sino sus larguísimos y tediosos discursos. Debido a ello, tal vez yo me haya vuelto un fanático de la parquedad y un enemigo de la habladuría y la demagogia.

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Enlaces a este artículo

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    25-12-2009 - 19:18

Comentarios a este artículo

  1. Susana dijo:

    Luego comento el post. Solo queria darte esta referencia: Jhonson, M. (1993) Moral imagination. Implications of cognitive science for ethics. Chicago: The University of Chicago Press. Y creo que ahy otros que tocan este tema.

  2. Silvio Rendon dijo:

    GCC: Los juguetes de Aldo Mariátegui http://bit.ly/7S7Thf

  3. Silvio Rendon dijo:

    "Yo no tengo ningún problema en que se abra un museo en memoria de los juguetes que Aldo Mariátegui no tuvo." http://bit.ly/7S7Thf

  4. Javier A. Fernandez dijo:

    Los juguetes de Aldo Mariátegui http://bit.ly/85BQXt

  5. Bruno Ysla Heredia dijo:

    Recién me doy cuenta de la parte donde AM dice que mira con sana envidia a los niños actuales. No sé a qué juguetes se refiere si los que venden en las megatiendas, al menos las que yo he visto, son malísimos en su mayoría. Los que se ven mejor constituídos son los sempiternos muñecos de ese desconocido personaje llamado Max Steel (¿A quién le ha ganado este personaje para estar siempre en la sección de juguetes? JA) y uno que otro juguete de temporada que es la golondrina que hace el verano. Por ejemplo, el de los últimos meses ha sido un muñeco de Megatrón, el transformer lider de los decepticons, que está al asfixiante precio de 250 soles o más. Se lo compraría a mi sobrinito para cuando sea más grande pero si lo hiciera no podría regalarle nada a nadie más. Fuera de eso, nada o juguetes que de un manotazo se rompen. La mayoría de juguetes relacionados con los merchandising de películas o series últimas dan pena, siempre hablo desde lo que se ve en las megatiendas limeñas, sea Star Wars o los héroes de la Marvel. No hay punto de comparación con los juguetes que se vendían en Lima en la década de 1980 antes de que el primer gobierno aprista terminara de mandarlo todo a la m… Esos sí eran juguetes: Los de la primera colección de Star Wars, los de He-Man, los de los Thundercats, kits diversos como los de Playmobil y muchísimos más. Y estábamos con la muy criticada Constitución de 1979 en ese entonces. ¿Qué pasó ahí? Después nunca he visto juguetes tan buenos cómo los de aquella época, salvo los que se hacen para coleccionistas y la ocasional y solitaria golondrina que hace el verano.

    saludos

  6. berti braun dijo:

    RT @rensilvio: "Yo no tengo ningún problema en que se abra un museo en memoria djuguetes que Aldo Mariátegui no tuvo." http://bit.ly/7S7Thf

  7. Susana dijo:

    Daniel, de lo que tu estás hablando, creo, es de la simpatía, entendida como los psicólogos de la moral la entienden: la capacidad de comprender los estados emocionales de la otra persona (por ejemplo, el sufrimiento), aunque uno mismo no los viva directamente, en base a la capacidad de reconocer puntos de encuentro con cualquier otro ser humano por el simple hecho de serlo. Esto requiere por supuesto, haberse descentrado, e identificarse con los otros en su condición de personas. Creo que o nada de esto se da en AM, o se da de manera muy primitiva y precaria. Has dado en el clavo con este post.

  8. Mario dijo:

    De acuerdo en parte. La visión «nefasta» del velascato en Aldo Mariátegui, la ejemplifica mediante la única carencia posible de un niño clasemediero de aquella época: la ausencia de algún juguete de lujo (léase importado) bajo su árbol navideño. Es decir, a falta de latifundio, medio de comunicación o dictadura empresarial que extrañar, un niño extrañaba juguetes «made in USA».

    En realidad compartiendo la misma generación y la misma situación económica (creo) que el director de Correo, yo mismo pasé varias navidades donde esperaba como 100 y recibí como 10. Pero no creo que haya niño en el mundo que no haya visto con envidia el juguete de otro; disintiendo de lo que señala Daniel Salas, esto me parece de lo más natural. Más aún, al revisar mi comportamiento infantil y ahora criando hijos propios, detecto un egoísmo innato en el ser humano que alcanza su cenit precisamente en la niñez (tan notoria como una franqueza descarada, graciosa en el niño y prohibida en el adulto).

    Hasta ahí llegan pues las coincidencias o comprensión que puedo tener del artículo de Mariátegui.

    La envidia por lo ajeno es un sentimiento que se va atemperando con el paso de los años, con una buena educación social o mediante la sola vida en comunidad y no se vuelve nunca a exteriorizar como en la primera infancia. El egoísmo del niño va cediendo paso a la solidaridad y empatía con el prójimo: se va adquiriendo una conciencia social. En mi mundo infantil poseer tal objeto que otros niños tenían era una preocupación importante. Hoy no sólo no me importa en absoluto qué auto de lujo manejen mis amigos, sino que me preocupa más vivir en un país donde en cada semáforo miles de autos de lujo son rodeados de saltimbanquis y niños mendigos, sin que sus propietarios noten que algo anda muy mal por acá.

    Si bien puedo entender perfectamente al Mariátegui «niño», es el Mariátegui adulto el que me sorprende pues ha conservado casi intacto el egoísmo infantil y no oculta tampoco su desprecio y un odio majadero por quienes lo contradicen.

    Evidentemente ningún niño de 5 años podía formularse este asombroso salto inductivo del micro al macro, donde la ausencia de algún juguete no se debía a la mala economía familiar, sino a una política cepalista de importaciones. Esto es cosecha del adulto, no del niño. Pero sucede que el artículo de Correo no pretende una simple descripción simple de un pasado con carencias, sino que es una curiosa simbiosis entre frustraciones infantiles más o menos comunes y la necesidad práctica de demonizar hoy y en el futuro inmediato, al velazcato y a su epígono humalista.

    Lo rescatable de la entrada y del caso para mí, no es tanto hacer un análisis moral o psicológico del Aldo Mariátegui adulto, sino el comprobar como el egoísmo del Aldo Mariátegui niño es totalmente funcional con la codicia y la falta de solidaridad que signan al neoliberalismo peruano.

  9. Durán dijo:

    Estos niños deben ser unos Wiener o unos Lévanos para Aldito y le debe importar un carajo lo que esos probables terrucos pudieran sentir.

  10. gonzalo gamio dijo:

    Estimado Daniel:

    Excelente post. El cultivo de la imaginación moral puede ser útil para el proyecto de una memoria amplia desarrollada desde la cultura de los DDHH. Habrás visto que para muchos analistas el añejo concepto de determinismo de clase puede convertirse en un elemento que bloquee la construcción de ese proyecto. Se trata de un debate teórico serio que es preciso asumir. En todo caso, coincido contigo.

    Saludos,
    Gonzalo.

  11. Constantino dijo:

    Del “selfish” de los ‘arroz con pollo’ al ridículo de la “chiquita”:

    Los traumas sociales de Mario Vargas Llosa que salen a relucir en sus novelas autobiográficas, infancia, juventud y adultez, pintan de maravilla el alienado «sueño clasemediero» de buena parte de nuestro país: El «éxito» en la vida para los frustrados “pitucos”, está ligado al apellido extranjero, pomposo o compuesto; ahora nos enteramos que también a los juguetes importados; al colegio privado excluyente sin cholos, al pelo castaño, color de piel, barrio decente, provincia costera, al ‘dejo’ o modo de hablar, amistades adineradas o el tío importante, etc, etc…

    No sólo a través de la leche materna, como dice nuestro famoso ‘escribidor’, miles de «Maritos» fueron adoctrinados para abrirse paso en la vida a codazos y empujones; estirando ínfulas, torciendo pescuezo, hombro y vanidad; abrazando causas e intereses ajenos que luego traicionaron; respingando la percalita dominguera, brillando el Bata-Rímac para jironear por residencias, alamedas y palacios; marginando a indios o familiares que huelan a pobre, a pueblo, a padres guachimanes o «gerentes» de bancos inexistentes, o a la madre maquiladora a sueldo mínimo en el Primer Mundo; aterrizando a las justas en la Diagonal a tomar un ‘expresso’ y «chocar» con el pasaje del colectivo para luego caminar toda la avenida Arequipa hasta la Casona, decididamente siendo ‘otro’.

    No entiendo como se puede ser «exhaustivo» analista de perretas y disfuerzos del mermelero de Correo y al mismo tiempo «detestar» de Velasco sus larguísimos y “aburridos” discursos. Decirlo por inercia cuatro décadas después de su caída, justo cuando la civilización, la juventud, la materia gris de la tierra, la intelectualidad internacional hace suya doctrinas «terceristas», no resulta muy acertado: Ni capitalismo ni comunismo, humanismo, defensa del ecosistema: “No a las explosiones francesas en el atolón de Muroroa” con rompimiento de relaciones diplomáticas con el alucinante Paris de los “arroz con pollo”; justicia social, “legalización” de millones de compatriotas analfabetos y siervos..! Reforma del capitalismo salvaje, reforma agraria y de la empresa; no alineamiento a centros de dominación; dignidad para que los peruanos pudiéramos viajar a donde nos ronque las ganas sin mendigar permiso colonial a Washington; hierro a fondo con el Tercer Mundo y los Países pobres y en fin toda la cantaleta que el cachaco peruano levantó en los 60’s – 70’s y que hoy cobran cuerpo y son dignamente reconocidos por la materia gris del Primer Mundo no merece el calificativo de «tedioso». En todo caso llámelo “complicado”, hipérbole, utópico, fantasioso, antojadizo, jorobador, cojudez, hueveo, pero el intento emancipador de aquellos años no tiene nada de “aburrido”.

    La bella y la bestia

    Cecilia Valenzuela, 31 años después del derrocamiento del general Velasco ad-portas de las elecciones de 2006 tuvo la «genial» idea de hacer un survey sobre la popularidad del malogrado militar. En realidad el amo de Frecuencia Latina a través de locutora buscaba despotricar del candidato Ollanta Humala y, de «carambola», exhibir el resultado “adverso” (repudio) en las encuestas del extinto ex mandatario para descalificar al candidato nacionalista.

    La señora Valenzuela, con un talante idiota, sonriente dijo por las pantallas del televisor que «solamente» el 34 por ciento de peruanos aprobaban las reformas hechas por Velasco hace más de treinta años atrás, contra un magro 22 por ciento que alcanzaba su nuevo patrón, Alan García. Lo que la empleada de Baruch Ivcher no dijo fue que el gobierno de Velasco venía y viene siendo víctima de una brutal campaña de ensañamiento y calumnias desde que fuera derrocado (1975); campaña mediática infame llevada a cabo por los remanente de la oligarquía destronada (y “pitucos” voluntarios donde se incluyen la “chiquita” y el characato) que contó con la anuencia y respaldo del “felón” general Francisco Morales Bermúdez, como acertadamente siendo presidente del Perú lo llamó el gran historiador Jorge Basadre.

    La rabieta de la “chiquita”. La dejaron plantada en traje de novia

    La grita navideña del director de Correo tiene todas las características de la frustración. Una suerte de desilusionada Cenicienta que no alcanzó a bailar con el guapo príncipe ni tampoco le dieron chance de lucirse en lentejuelas. El «pinchismo» limeño que la corrupción desenfrenada de los años 80’s desató en el país, Aldito, piña, no pudo ejercerlo cuando su egoísmo brutal fue herido. Le dieron una “chiquita” y después nadie escuchó su perreta porque dizque en la Lima de aquellos años a los ‘pitucos’ “arroz con pollo” no les paraban bolas y los mandaban a inflar burros.

  12. Andrea Naranjo dijo:

    No entiendo lo malo de tener una clase media, sea provinciana / capitalina, ya sea en el sentido weberiano (en ese caso Mariátegui detestaría al parecer, haber sido parte de la clase media profesional/técnica y añoraría haber sido parte de la pequeña burguesía? en todo caso en ambas se debía trabajar), o en el sentido marxista (aquella porción de la población dueña de los medios de producción, explotados por ella misma). Lo malo es que haya representantes de la misma que muestren tal resentimiento social y que hagan evidente que la ausencia de clase media en nuestro país se debe a esa porción de habitantes que preferían en vez de trabajar o profesionalizarse, seguir viviendo del «indio barato» o intermediarios , importadores.
    Imposible lamentarse del fracaso de la industria nacional, más fácil es lamentarse de la ausencia de importaciones…

    Por otro lado excelente artículo, el concepto de imaginación moral puede ser aplicado no solo en Derechos Humanos sino a estudios como los de Reproducción/ consumo de productos llamados «piratas» ( se pueden replantear muchas cosas), corrupción…
    Feliz año

  13. ROSI dijo:

    Muchos firuletes, estimados intelectuales, pero lo cierto es que aldo m. refleja el impacto de una dictadura en la mente infantil. Un cachaco resentido social, que golpea a una democracia (hello?) para gobernar con apoyo incondicional de muchos izquierdistas (y la libertad, adónde la dejaron?), no es el paraíso que digamos. Alguien que tiene la «maravillosa» idea de ordenar se elimine a Papa Noel por decreto y se le reemplace por «Taita Noel», con evidente manipulación política, no merece ni sin segundo de simpatía (hello, Constantino). Explícale a millones de niños que creían en papa noel, por qué los periodistas y analistas políticos de la época de vleasco, proferían improperios contra la imagen del bonachón viejito que hacía las delicias de los niños? de ahí a Goebbels, medio paso…pero ahora se pretende santificar a un militar que derrocó una democracia legítimamnet elegida. Ya no se acuerdan los sesudos comentaristas del despliegue faraónico de las casas de los milicos en la éxclusiva «cachaquería» del estanque??? que en sus sarnosas y bajo-seuldo vias se podían imaginar??? No mojen que no hay quin planche. Y no tiene nada de anormal que ahora, comparando ésa época triste y gris en que no habían importaciones «imperialistas», se envidie a los niños de hoy que les faltan manos para poder acceder a juguetes increíbles….Si quieren maletear a aldo m. por su radicalismo político verbal, tiene ntodo el derecho. Pero a menos que hayan sido hijitos de militar velasquista, que tenía de todo, sí pies: fue una época bien fea y gris y castradora para muchísimos niños y expresarlo es un derecho, amenos que ustedes emulen también a esos dictadores mentales que eran la comparsa del nefast velasco, cuyas metidas de pata demagógicas aún siguen perjudicando a millones de peruanos, a TODOS por igual.Más democracia no les vendría mal.

  14. NATIVO peruano dijo:

    ALdo,mandales a la mierda a todos esos que te critican,son solos unos adoradores de la línea estilo Chávez.

  15. NATIVO peruano dijo:

    ALdo,mandales a la mierda a todos esos que te critican,son solos unos adoradores de la línea estilo Chávez.

    Basta ya que lo comparen con su abuelo José Carlos Mariátegui,por qué es nieto de ese comunista decadente, qué,él tiene que ser otro comunista rabioso y obsecionado con una política claramente demostrada que ha sido un lastre ,y una caca en la tierra.Maldita la hora cuando crearon esa porquería llamada comunismo,cojudos los que siguen creyendo en cojudeses.

    Aldo ,sigue con tu periodico o diario el CORREO,diario que leo todos los días.

    Solo cuando me voy a la ciudad de Tacna,por meses-me voy por trabajo y asuntos familiares-dejo de leer,por que allá solo se lee el correo local,con un director que escribe unos editoriales o columnas más aburridas.

    A los enemigos de Aldo,no se deben de asustar,por que las columnas de Aldo no se imprimen en los diarios de provincia.

  16. NATIVO peruano dijo:

    A,me olvidaba,cuando estoy en Tacna,leo todas tus columnas,encontradas en la página web del CORREO.No me pierdo ninguna,viajo 40 minutos ,desde mi fundo agrario,35 kilometros al sur de Tacna,sólo los domingos,entro a una cabina,y no paro de leer hasta terminar la última fila de tus columnas ,Aldito,brother,me pongo al día leendo,lo que me perdí de la semana.

    También leo a mí «tío»,Andrés Bedoya Ugarteche,ese es mi «tío»,Bedoya,se pasa de la raya.

    Las columnas de Bedoya saca chispa,carajo,pero él no ha cometido un delito para que lo odien tanto.Sólo lo único que ha hecho,es desahuevarnos,desnudar a la mentira e imponer a la verdad,buena Aldo Y Bedoya,ustedes son mis estrellas de navegante por donde ir seguro,conocer la verdad,es lo más importante.

  17. Angel dijo:

    Aldo es la verguenza o antitresis de su abuelo mariategui,profunda decepcion para el fundador del socialismo peruano tener un nieto fascista

  18. Jorge dijo:

    Estimados lectores , haganle un favor al peru y distibuyan de manera masiva este link : http://www.facebook.com/?ref=home#!/pages/JUNTEMOS-900000-PERSONAS-QUE-ODIEN-A-LA-BUENA-MIERDA-DE-ALDO-MARIATEGUI/120590731293028?v=wall

    Es para enviarle un mensaje(indirecto) al Sr Aldo Mariategui , y expresarle pues , nuestro total rechazo a su constante crítica poco constructiva y a los insultos que viene dirigiendo hacia la Sra Villarán ( ya terminada la campaña electoral por cierto , obviamente se picó debido a la victoria de FS).

    Somos absolutamente demócratas, por ello , nuestra finalidad no es la de censurar a este «periodista», simplemente hacemos sentir nuestra voz de protesta ) hacia este acto que se viene cometiendo.

    Se que no es la manera mas decente de hacerlo, y es por ello que paradójcamente , este anuncio reciba tambien un fuerte repúdio. Este grupo yo no le creé , solo me uní a el y ,por ende , me sientocomprometido con su mensaje ( entre otros por cierto , ya que hay mas de 1 motivo por el cual hago esto ).

    En fin, solo recordarles hacer clic en el link mencionada luego pulsar el comando «Me gusta» , y asi , te estaras uniendo a esta protesta civil , sin fines de lucro ni nada por el estilo .Hasta pronto

  19. Andrea dijo:

    Hola,

    Siempre después de leer artículos, me gusta leer los comentarios y las diferentes reacciones. Es muy interesante, pues cada uno toma el artículo de diferente manera.
    Yo, en mi modesto pensar, he llegado a una conclusión, no le veo el lado estrecho moral a este comentario en particular de Aldo Mariátegui. He aquí el por qué: claro, al decir esto, está dando a entender claro yo sufro y los demás que sufren no pues.
    Pienso y estoy convencida, de que cada grupo sea social o económico, tiene sus propias necesidades (unas más básicas que otrs) y no por eso deben ser desmerecidas o sentirse culpables aquellos que aspiran (yo se que puede sonar bien frío) a algo más que un plato de comida, precisamente porque digamos la vida le dio la suerte de nacer con estos privilegios; entonces, uno busca más y compara. Es algo humano.
    Quizá, loq ue deba hacer, es bajar un pcoo esa defensiva tan implacable que con la mezcla de un lenguaje directo del hígado, pues hace levantar a sus opositores.

  20. Eduardo Gonzalez dijo:

    @jgodoym @uterope El resentido es Aldo Mariategui http://tinyurl.com/3d3jzms

  21. Kadeal dijo:

    Analisis de #alditus y los juguetes que no tuvo… http://grancomboclub.com/2009/12/los-juguetes-de-aldo-mariategui.html

  22. salvador kahatt dijo:

    RT @elfjcgc: El nacimiento de un autentico #resentidosocial http://bit.ly/keIcup

  23. aiapaec dijo:

    El lorna de Alditus ya sacó uno de sus mejores post, pero acá está comentado y citado: Navidades con Velasco http://t.co/li2y2rSj

  24. -Liam dijo:

    Lol

    ÉL solo usa esa anécdota para mostrar una de las cosas que implicaba vivir en ese gobierno tan taaaan alucinante.

    No es bueno irse para otro lado y meter otras cosas xpara criticarlo porque es escapar del tema voluntariamente.

    Aldo está criticando uno de los tantos procedimientos inútiles de Velasco aplicándolo a la vida de un niño. Hay 9.0000000000000000 de razones más para desacreaditar TOTALMENTE A VELASCO, El agro etc…