Por - Publicado el 04-12-2014

Por Jorge Rendón Vásquez

La escalada contra los trabajadores continúa.

Esta vez, el gobierno de Ollanta Humala ha decidido despojar a los trabajadores de un 20% de sus derechos, creando un “bono laboral” que no sería parte de la remuneración y, en consecuencia, no sería base para el cálculo de la compensación por tiempo de servicios, para las dos gratificaciones anuales, para el sueldo vacacional, para las indemnizaciones por despido arbitrario, ni para las cotizaciones de salud y de pensiones.

En otros términos, a los trabajadores se les reducirán sus derechos sociales, calculados sobre la remuneración, en un 20%. A la seguridad social (prestaciones de salud y pensiones) se la privará también del 20% de sus ingresos.

La contrapartida de esta sustracción será, por supuesto, engrosar las ganancias de los empresarios en un 20%.

El proyecto de ley por el cual se pretende practicar este despojo ha sido elaborado por el Ministro de Economía, a pedido de los empresarios se infiere, y firmado por el Presidente de la República y por la Primera Ministra, luego de ser aprobado en Consejo de Ministros. El Ministro de Trabajo, Otárola, obedeció sin chistar la orden de firmar.

¿Cómo se hará el despojo?

El proyecto de ley añade un inciso al artículo 19º del Decreto Legislativo 650 (Texto Único Ordenado por el D.S. 001-97-TR) por el cual no se considerarán remuneraciones computables para la compensación por tiempo de servicios “El bono otorgado en forma eventual y variable por una empresa, sujeto a un plan de evaluación por desempeño, que será revisado anualmente, conforme a la política de cada empresa. El monto máximo que se puede otorgar mediante este mecanismo es del 20% de la remuneración anual del trabajador.”

Este nuevo inciso no afectará sólo la compensación por tiempo de servicios. Reducirá los demás derechos sociales que tienen por base la remuneración, puesto que, según el art. 7º del Decreto Legislativo 728 (Texto Único Ordenado por el D.S. 003-97-TR): “No constituyen remuneración para ningún efecto legal los conceptos previstos en los artículos 19º y 20º del Texto Único Ordenado por el Decreto Legislativo Nº 650.”

¿Tiene base constitucional esta modificación in peius para los trabajadores?

No la tiene. Al contrario:

1) Según el art. 62º de la Constitución, “Los términos contractuales no pueden ser modificados por leyes u otras disposiciones de cualquier clase.”

2) Según el art. 23º, “Ninguna relación laboral puede limitar el ejercicio de los derechos constitucionales”.

3) Según el art. 26º, “los derechos reconocidos por la Constitución y la ley” tienen “carácter irrenunciable”.

Por lo tanto, los contratos de trabajo de los trabajadores actualmente en servicio no pueden ser modificados por leyes, decretos u otras disposiciones. Tampoco los empleadores podrían modificar por sí tales contratos. Los términos contractuales se establecen por acuerdo de partes. Y de darse el caso de una aceptación del trabajador de modificaciones de la relación o contrato laboral contra la Constitución y la ley, esa aceptación sería nula.

Por definición doctrinaria la remuneración es la contraprestación que recibe el trabajador por la fuerza de trabajo que suministra para la ejecución de la labor. Es una suma que debe serle pagada en dinero, que es de su libre disposición. El empleador no puede pagarle toda la remuneración o parte de ella en bienes ni en créditos, bonos u otros documentos que no pueda gastar inmediatamente o que lo obliguen a consumir determinados bienes o servicios. La remuneración puede ser pagada a tiempo o a rendimiento (trabajo a destajo o a comisión). En ambos casos, se considera remuneración todos los pagos que el trabajador reciba, adicionales a la remuneración básica: remuneración por horas extraordinarias, bonificaciones, gratificaciones, etc. La suma de la remuneración básica y estos complementos remunerativos es la base de los demás derechos sociales: CTS, vacaciones, gratificaciones, indemnizaciones, cotizaciones para la seguridad social, etc.

Las bonificaciones por rendimiento, puntualidad u otros conceptos destinados a incentivar la producción no son una novedad. Se les practica hace mucho tiempo. Pero esos pagos no pierden su calidad de remuneración. El empleador, al pactarlos o pagarlos unilateralmente, debe saber que sobre ellos se han de calcular también los demás derechos laborales y de seguridad social. Si la bonificación es del 30%, por ejemplo, su costo total es 30% más el porcentaje adicional por derechos sociales. Si tal porcentaje le parece alto se debe quedar en un porcentaje básico menor, al que se añadirán los derechos sociales, para llegar en total a la suma que le convenga pagar.

Esto es muy fácil de entender. Y así se hace siempre.

Pero, en el caso del “bono laboral”, la intención es otra. Lo que el gobierno quiere, a pedido de los empresarios, es reducir la remuneración hasta en un 20%, y pasar este porcentaje a una suma pelada que no se tomará en cuenta para los derechos sociales ni para la seguridad social.

En el segundo semestre de 2002 ingresó a la mesa de partes del Congreso de la República un proyecto de ley para el pago de una parte de la remuneración en bonos alimentarios. Yo era entonces asesor de la Comisión de Trabajo del Congreso. Detrás de este proyecto andaba una empresa interesada en emitir los bonos para ser gastados en supermercados y restaurantes como si fueran dinero, y cobrar una comisión por un negocio sin riesgo. Me opuse, fundamentando mi opinión en la libre disponibilidad de la remuneración y su pago en dinero, y, de hecho, se encarpetó el proyecto. Luego de terminar mi contrato como asesor a fines de diciembre de ese año, los interesados en el proyecto reiniciaron su ofensiva y lograron que se aprobara la Ley 28051, el 8/7/2003, una de cuyas disposiciones es declarar que las prestaciones alimentarias, que pueden llegar al 20% de la remuneración, no son base para el pago de los derechos laborales y de seguridad social.

Con el proyecto de ley de los “bonos laborales”, presentado por el gobierno de Ollanta Humala, equivalentes al 20% de la remuneración, se llegaría al 40% de la remuneración sin derechos sociales.

Además de la precarización de la legislación general de trabajo y de seguridad social, llevada a cabo por el gobierno de Fujimori en la década del noventa, se ha minimizado los derechos sociales por la vía de la legislación de las micro y pequeñas empresas. Durante el gobierno de Toledo se dio la Ley 28051 (3/6/2003), con una vigencia de cinco años, por la cual a los trabajadores de la microempresas (de 1 a 10 trabajadores) se les privó de la sobretasa por trabajo nocturno (35%), se les redujo a 15 días las vacaciones y a 10 días por año la indemnización por despido arbitrario. El 3/7/2006, cuando ese gobierno terminaba, se dio la Ley 28851 por la cual se prorrogó a 10 años la vigencia del régimen diminuto indicado.

Durante el gobierno de Alan García se fue mucho más allá. Por el Decreto Legislativo 1086, del 27/6/2008, se amplió de 50 a 100 el número de trabajadores de las pequeñas empresas y sus ventas anuales hasta un máximo de 1700 unidades impositivas tributarias (un 30% más del total de trabajadores dependientes); 2) se extendió el régimen laboral de las microempresas a las pequeñas empresas; y 3) se hizo permanente a este régimen.

La cosa no quedó allí. El gobierno de Ollanta Humala pidió y obtuvo que el régimen laboral de las microempresas se extendiese a todas las empresas que tuviesen ventas por un valor de 1700 UIT, o sea hasta 6’300,000, soles con prescindencia del número de trabajadores (Ley 30056 del 1/7/2013).

Y ahora Ollanta Humala arremete con el proyecto del “bono laboral”.

Si los trabajadores en actual servicio resisten el despojo que se prepara, amparándose en las normas constitucionales citadas, los empleadores se las impondrán a los nuevos trabajadores.

La llamada “paz social” se aleja, en consecuencia.

Nada le importa al gobierno la suerte de ESSALUD, cuyos ingresos no alcanzan a cubrir el costo de los servicios que debe suministrar. Con una reducción de las cotizaciones por el “bono laboral” su situación se agravará necesariamente.

Tres reflexiones finales:

1) Ollanta Humala y los congresistas que lo acompañaron como candidatos salieron por los votos de los trabajadores, agredidos ahora por ellos. ¿Volverán a darles su voto?

2) Los dirigentes de las centrales sindicales no están a la altura de sus deberes. Siguen creyendo ilusamente que una Ley General del Trabajo será la tabla de salvación de los trabajadores. Parecen no quedar darse cuenta, de que una Ley General del Trabajo se limitará a reproducir las leyes dadas contra los trabajadores, por la composición mayoritariamente antilaboral del Congreso de la República.

3) ¿Saben los epígonos de los grupos de la llamada “izquierda” que en nuestro país hay trabajadores y que la mayor parte de ellos prestan servicios para los empresarios que ganan con su trabajo? Como es posible que no lo sepan, seguirán muertos políticamente.

(5/5/2014)

Un comentario

Por - Publicado el 30-11-2014

La derecha en el Perú no tiene más ideas. Hace años que se le agotaron. Sus voceros encumbrados en los medios de comunicación sólo se dedican a repetir y a voltear los mismos lugares comunes de siempre. Y lo hacen muy mal. Algunos de ellos, como Alfredo Bullard, han inaugurado una nueva escuela de pensamiento económico: la cloaconomía. Es la versión económica del pensamiento político fujimontesinista más oligárquico, excluyente, camorrista y autoritario. «Mucha educación no es sinónimo de mejor situación», aquí, «los sindicatos son cárteles; se les debe aplicar todo el peso de la ley», «la justicia social es envidia», ver aquí. Desde luego no es el único que suelta barrabasada y media. Esta en buena compañía. Aquí van tres combitos con declaraciones de campeonato.

1. «En medio de una desaceleración económica, hay que reducir el gasto público»
Si Federico Salazar Bustamante fuera ministro de economía, o le hicieran caso a sus contraproducentes e ignorantes recomendaciones, la economía peruana en vez de reactivarse se hundiría aún más.

Ahora propone que en medio de una desaceleración el gobierno reduzca el gasto. No manya de política contracíclica (lo que no es tan difícil de entender: hasta Aldo M lo entiende). Lo que propone, una contracción del gasto público, llevaría a acentuar la desaceleración.

Este señor no ha estudiado nada ni está donde está porque hubiera pasado selección alguna (y aún así, sin título profesional, da clases de nivel universitario en la San Ignacio, San Martín de Porres y hasta en la Católica). Es un ejemplo de antimeritocracia, de mediocridad hereditaria, de cómo el privilegio escamotea a tanta gente que de hecho es más capaz que él. Simplemente, si no fuera hijo de Arturo Salazar Larraín, del Opus Dei y chupe del terrateniente Pedro Beltrán, dueño de La Prensa (a la que Salazar L. quebró irresponsablemente al poco tiempo de morir Beltrán), no estaríamos leyendo sus barrabasadas ni viéndole la cara en la tele.

«El gobierno cree que aumentando el gasto público podrá crear un efecto reactivador. Se equivoca.

Si mi economía decrece, no debo gastar más. Lo mismo se aplica al gobierno. El presupuesto del 2015 dice lo contrario: a más crisis, más gasto.

(…)
La única vía razonable es el sacrificio. Debo dejar de gastar en unas cosas para aumentar el gasto en lo que resulta imprescindible.»
La batea tiene hueco, por Federico Salazar

Verlo en Facebook.

2. «Los sindicatos son cárteles; se les debe aplicar todo el peso de la ley»
El fujiconverso Bullard escribe un artículo titulado con una falsa pregunta con respuesta cantada desde el comienzo. Acaso así busque recuperar el filo reaccionario, perdido recientemente ante sus pares por practicar una mediocre e inverosímil crítica a su matriz fujimorista.

En especial el mercado laboral para nada se ajusta a la inexistente idealización de la competencia perfecta. Si los trabajadores no se unen y se limitan a actuar como individuos, acaban trabajando 14 horas, sin salud, jubilación u otros beneficios, con condiciones de trabajo inhumanas, como se ha visto repetidamente en la historia de todos los países. Por supuesto que se trata de individuos que se coluden para subir un precio: ese precio es el salario. Pero también para lograr mejores condiciones de trabajo, jornada de trabajo digna y condiciones de trabajo humanas. La huelga es un medio legal e históricamente reconocido que los trabajadores tienen para defender sus intereses. No es un medio criminalizado como asegura este asesor de patrones.

La generalización que hace a los sindicatos de construcción civil, tratándolos como si todos fueran mafias, es provocadora e ignorante, además de ser hecha en pésimo momento, cuando las mafias en ese sector acaban de asesinar a otro sindicalista que les plantó cara. Está claro que el papel que le dan los Miró Quesada a este señorito aguanta todas sus sandeces. Así vemos, una vez más, que la clase oligarca nunca tiene suficiente en su opresión a las clases trabajadoras.

Un tema de fondo en todo esto, es la invasión de funciones de facto de parte de INDECOPI, donde este niñato fue un alto funcionario, en temas que deberían ser competencia de un tergivesado Ministerio de Trabajo que desde el fujimorismo se ocupa de beneficiar a los patrones, como «ministerio de promoción del empleo». Con el neoliberalismo implantado desaparece el derecho del trabajo, que no es otra cosa que el derecho de los trabajadores.

Conceptos como los que evacúa Bullard en este artículo provenientes del modo de pensamiento neoliberal apuntan a perennizar el poder oligárquico supérstite en el Perú. Lo único que hacen con ello es aumentar las ganas y la determinación para desmontar totalmente ese poder. Que después no se quejen.

«En esta línea hay un tipo de cártel al que la ley le perdona la vida. Un grupo de competidores ha sido autorizado a hacer ‘boycotts’, concertar precios, dividir mercados, entre otras conductas ilegales para todos los demás. Ese grupo son los trabajadores y el cártel se llama sindicato.»

«En tiempos donde hay sindicatos como los de construcción que no son solo cárteles sino verdaderas bandas criminales de delincuentes y extorsionadores, es saludable que se llame a las cosas por su nombre (es decir que se llame cártel a un cártel) y se le aplique todo el peso de la ley.»
¿Sindicatos o cárteles?, por Alfredo Bullard

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3. Al elevar el impuesto a los dividendos, se incrementan los costos a las empresas»
Evidentes falsedades pro-empresariales: un impuesto a las ganancias NO aumenta los costos, simplemente reduce las ganancias. Los costos siguen iguales.

«Al elevar el impuesto a los dividendos, se incrementan los costos a las empresas, agrega el gremio.»
Cámara de Comercio de Lima: Nuevo paquete no incentiva a invertir

Y desde luego en esta nota no dicen que han reducido el impuesto a la renta a las empresas (lo que tampoco afecta a los costos). No tienen suficiente incentivo con eso. Sólo se ha cambiado un esquema impositivo, apuntando a precisción a las ganancias antes que a los costos o ingresos de las empresas.

Verlo en Facebook.

FedericoSalazarAlfredo-bullard-fotjorgewedemeyerinterior

Análisis y conceptos tramposos: Federico Salazar, Alfredo Bullard y Jorge Von Wedemeyer de la Cámara de Comercio de Lima.
Imágenes tomadas de aquí, aquí y aquí.

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Por - Publicado el 23-11-2014

La Association for Diplomatic Studies and Training ha llevado a cabo un interesante proyecto sobre «historia oral en asuntos externos», Foreign Affairs Oral History Project, consistente en entrevistar a diversos diplomáticos de carrera estadounidenses, ver aquí. Estas entrevistas están disponibles en línea, clasificadas según persona y según país. Se recortan todos los pasajes de la entrevista referidos a un país. El periodo es desde los 1940s hasta los 1990s. Es un proyecto que cuenta con el auspicio de la Universidad de Georgetown, bien posicionada en temas de política exterior estadounidense.

Desde luego que lo que más nos interesa en este espacio es el Peru reader, las declaraciones de los diplomáticos sobre el Perú, que puede verse aquí. Es un material al que el lector o la lectora interesada le puede sacar mucho partido y suena a una referencia obligada para los investigadores que trabajan las relaciones con los EEUU.

En el presente post nos limitaremos a entresacar algunos pasajes de este texto que no tienen desperdicio, pues ilustran cómo funcionaba el Perú pre y post-velasquista al igual que la intervención de los EEUU en el Perú. Es muy llamativa la pluralidad de visiones sobre el Perú y, en realidad, sobre la propia política de su país.Algunos funcionarios son francos en criticar a otros funcionarios y hasta las políticas de algunos de sus gobiernos; otros son más defensivos de todo. Algunos comparten la paranoia macartista de la época; otros son críticos con ella y actúan en concordancia, pasando por alto las directivas oficiales. Algunos funcionarios son críticos con el Perú feudal; otros, los menos, lo justifican. Igualmente, algunos son muy críticos con los gobiernos y actitudes elitistas prevalecientes en el Perú, mientras otros las comparten y justifican. Algunos, como veremos en la segunda parte, no dejan títere con cabeza, en particular, le dan duro a Frank Ortiz, por sólo pensar en su carrera de funcionario y por clasista-racista contra los propios funcionarios estadounidenses de origen latino, como él.

wellestime

Sumner Welles en la portada del Time.

1. 1940s «Le ordeno que pare inmediatamente la guerra entre el Perú y el Ecuador»
«Y cuando entré a mi oficina, el teléfono estaba sonando, y Sumner Welles estaba al teléfono. Y dijo, «John, ¿has escuchado las noticias?»
«Sí, señor».
«Bien, ¡para esa guerra! y me colgó el teléfono. [Risas] Y eso fue lo que hice por dos años, fue parar esa guerra.

Pregunta: Usted es un oficial relativamente junior en el Departamento de Estado de los EEUU, y hay una guerra entre el Perú y el Ecuador. Y se le ordena parar la guerra. Le pregunto, ¿cómo hace uno en este caso?
Respuesta: Bueno, me tomaría toda la noche contarle. Es un asunto de hacer que los peruanos la paren. Y comprarse a los ecuatorianos. Arreglar concesiones para ellos. Es en realidad un problema muy complicado.»
JOHN F. MELBY, Peru/Ecuador Desk Officer, Washington, DC (1941-1943)

2. 1940s: El chantaje de Prado: el Perú apoya a los EEUU en la guerra contra Alemania a cambio de que los EEUU apoyen al Perú ante Ecuador.
«Parte del acuerdo era que el Perú quería la mitad del territorio ecuatoriano, la parte amazónica. Esto fue lo que Welles tuvo que tratar en la conferencia de río en 1942, presionar al presidente del Ecuador a que acepte esto, dar la mitad de su territorio. Porque Perú tenía el apoyo de Brasil, Argentina y Chile. Y el chantaje que Manuel Prado [y Ugarteche], el presidente del Perú, nos imponía era que si no forzábamos al presidente del Ecuador a aceptar esos términos, Prado haría que el Perú no se sume a nosotros en el esfuerzo de guerra. Y Prado haría que Brasil y Argentina tampoco se sumaran. Entonces a Welles sólo le quedó apartar al presidente del Ecuador en Río y decirle, «mira, éstos son los términos. Tú tienes que hacerlo. Esta es tu contribución a hacer la guerra contra Alemania»

Y el presidente le dijo, «Sr. Welles, ¿sabe usted que me está pidiendo que cometa un suicidio político?».

Y el Sr. Welles le dijo, «Lo sé. Y aún así se lo estoy pidiendo».

El presidente accedió, «De acuerdo. Lo hare». Y así fue que el Perú consiguió la parte adicional de la Amazonía ecuatoriana. Y pensaron que había petróleo allí, y lo había, como se vio. Pero aún así, el Ecuador tiene algún petróleo ahora también. Y Ecuador ha vivido de ese petróleo».
JOHN F. MELBY, Peru/Ecuador Desk Officer, Washington, DC (1941-1943)

[Queda claro que los EEUU coincidían con la tesis ecuatoriana, pero apoyaron al Perú sólo por la presión de Prado. Por cierto, los EEUU también chantajearon al Perú como a todos los países de América Latina: una condición para ser admitidos en las Naciones Unidas era que le hayan declarado la guerra a Alemania y al Japón. El gobierno de Prado resistió a las presiones contra los intereses alemanes en contraste con cómo accedió a la deportación de miles de peruanos-japoneses que fueron recluídos en campos de concentración en los EEUU, a cambio de 18 millones de dólares de la época.]

3. 1940s: Estación de investigación en Tingo María: «ya no nos interesa, la dejamos y que el Perú nos la pague»
«Así acabé en el Perú, pero después tuvimos problemas con la Rubber Development Corporation, que había comprado dos plantaciones en el valle del Huallaga. Eso es allende los Andes, en el otro lado, y también pusimos una estación de investigación para caucho y cinchona durante la guerra, llamada Tingo María.
Pero Tingo Maria no tenía director en aquel tiempo, entonces yo me convertí en una suerte de director de Tingo Maria, tratando de organizar lo que deberíamos hacer en una estación de investigación para caucho y cinchona, que el Departmento de Agricultura ya no quería y de la cual se quería deshacer. Y la Rubber Development Corporation tenía dos plantaciones de caucho que ya no quería. Y el gobierno peruano no quería pagar nada por ellas, y alguien en Washington dijo que tenían que pagar por ella, así que tuvimos interminables problemas»
CLARENCE A. BOONSTRA, Oficial de Agricultura, Lima (1947-1948)

Al respecto ver aquí y aquí.

Imagen tomada de video sobre el proyecto Vicos, ver más aquí.

4. 1940s: los campesinos de rodillas ante un Gildemester de botas militares y látigo en mano
«Teníamos algunas grandes oficinas y misiones militares allí abajo, trabajando con los militares peruanos. También estábamos preocupados, pero no tan preocupados como estaríamos ahora, con las diferencias de ingreso. Para ilustrarlo, en algún momento mi esposa y yo estábamos viajando en el norte del Perú. Habíamos sido invitados a pasar la noche en una muy grande plantación de azúcar, que era propiedad de la extremadamente rica familia Gildemeister. Se encargaba de ella un joven de la familia. No sé si era un hijo, sobrino o nieto. Era un bien logrado violinista, de muy buen parecer, alto. Él nos mostró su propiedad, y los campesinos venían y se arrodillaban en su delante. Él vestía botas militares y llevaba un gran látigo…nunca lo vimos azotando a la gente, sino azotando al suelo, cerca de la gente Era un tipo de cosa no muy agradable de presenciar. Así, había esos extremos.

También estábamos interesados en preservar los intereses mineros de los EEUU. Los EEUU tenían grandes inversiones en la Cerro de Pasco que eran a veces motivo de problemas entre el gobierno peruano y la gente.
También pescábamos en la costa, pero eso fue mucho antes de que comenzara la pelea por las 200 millas».
ROBERT W. ZIMMERMANN. Oficial político / consular (Political/ Consular Officer).Lima (1947-1950)

WELSCH 001La Casa Welsch, una connotada empresa nazi en Lima. Los EEUU presionaron al Perú para que la eliminaran, pero el gobierno de Prado se negó. «No hay excusa decente para este flagrante apoyo oficial a una de las mas obstinadas empresas pro-nazis en este país», informaría el embajador de los EEUU en el Perú al Departamento de Estado. Tal actitud no fue óbice para que esa misma embajada le comprara platería a la susodicha obstinada empresa pro-nazi.
Imagen tomada de aquí.

5. 1940s: La embajada le compra platería a la Casa Welsch, el centro de operaciones nazi en la costa occidental de América Latina
» Una de las cosas que hicimos que fue un ejemplo de la locura burocrática fue que después de la Segunda Guerra Mundial teníamos un gran número de pesos peruanos disponibles en el Departamento del Tesoro. Alguien tuvo la gran idea de usar ese dinero para proveer a de utensilios de plata sterling a nuestras embajadas en el mundo. El Perú hacía un excelente trabajo en utensilios de plata y a un precio bajo. Era una buena noción. El Departamento [de Estado] bajó a un agregado arquitectural a manejar esta operación. Sometió el asunto a subasta por todos los fabricantes peruanos de plata sterling. Una de las compañías más conocidas de plata en el Perú era la Casa Welsch. Corría una broma en la embajada que la Casa Welsch estaba en la lista nera dos semanas antes de que tuviéreamos una lista negra. La Casa Welsch era el centro de todas las operaciones nazzis en la costa oeeste de América Latina. Era muy conocida por eso. Descubro un día antes de que las ofertas sean contratadas que Casa Welsch salió con el precio más bajo. Obviamente que iban a venir con el precio más bajo, si iban a tener su nombre de la cubiertería de plata de todas las embajadas de los EEUU en el mundo. Eso de seguro qu ese encargaría de la reputación negativa que tuvieron porque estuvieron en la lista negra durante la Segunda Guerra Mundial.

Hablé con el embajador sobre este problema. No lo podía creer, saltó hasta el techo, llamó al Departamento de Estado y gritó.
No pasó nada. Si vas a alguna embajada de los EEUU y te sirven con esa fina platería, volteala y verás Casa Welsch. Lo que hicimos fue una cosa desagradable, pero la hicimos.»
STANLEY I. GRAND, Agregado de Prensa, USIS, Lima (1948-1951)

6. 1940s: «En el Perú no era necesario gastar dinero para lograr cobertura favorable a los EEUU. En otros países sí, y lo hacíamos «
«(…)Estuve muy cercano a la familia dueña de El Comercio, el periódico líder allí. En realidad me convertí parte de la familia Miró Quesada porque uno de mis hijos nació en el Perú y uno de los Miró Quesada acabó de padrino de mi hijo. Perú es una sociedad cerrada. Es casi una sociedad tribal, o lo era entonces.
(…)
Pregunta: Obviamente Usted tenía esta conexión cercana con El Comercio, pero ¿qué tal con otros periódicos? He escuchado frecuentemente en muchos países que la publicidad está para ser comprada. ¿Tuvo Usted que dar quid pro quos o incluso pagar o algo para lograr que se publiquen cosas estadounidenses de valor para nosotros en otros periódicos?
Respuesta: No necesité hacer eso. Había dos periódicos principales, El Comercio y La Prensa. La Prensa era de un hombre llamado Pedro Beltran. El Departmento adoraba a Pedro Beltran porque había estado en Harvard, hablaba bien el inglés, y decía todas las cosas correctas. Su periódico era dirigido por un antiguo miembro del Partido Comunista que había públicamente dejado el partido.
(…)
En el caso del Perú no necesitamos gastar dinero para lograr la cobertura que queríamos. En otros casos, en otros países donde estuve, sí tuvimos que hacerlo, y así lo hicimos»
STANLEY I. GRAND, Agregado de Prensa, USIS, Lima (1948-1951)

7. 1940s: La embajada al Departamento de Estado: «La Prensa de Beltrán difunde propaganda comunista»
«A mí no me gustaba Pedro particularmente, pero eso no importaba realmente. Trabajamos con su periódico hasta que me molesté y fui a ver al embajador y le dije, «El periódico de Pedro Beltran está difundiendo propaganda comunista». El embajador dijo, «No puede ser». Yo dije, «Bueno, yo pienso que lo es». Por un mes seleccioné de La Prensa y El Comercio titulares e imágenes de noticias prominentes.
Al final de ese mes estuve en condiciones de ir al embajador y decirle, «Si Usted lee La Prensa, verá la inclinación comunista en cada noticia prominente, y aquí está la prueba de ello». Lo enviamos al Department [de Estado], pero nadie pareció interesado».
STANLEY I. GRAND, Agregado de Prensa, USIS, Lima (1948-1951)

8. 1950s: «Los indios, esa gente verdaderamente incivilizada, tan bien cuidada por los dueños de las plantaciones»
«El régimen de Odría tenía sus usuales trapos sucios. A pesar de que no había muchísimas, había siempre muertes en el Perú debido a esa atemorizadora diferencia y falta de comprensión entre esta gente que era verdaderamente incivilizada, los indios de los Andes, que bajaría y participaría en lo que por muchos años fue un arreglo satisfcatorio. Ellos bajaban y trabajaban en las plantaciones, principalmente de algodón y azúcar, y ganaban suficiente dinero en unas pocas semanas antes de que se enfermaran por estar en zonas demasiado bajas. Ellos eran mirados y cuidados; los dueños de las plantaciones velaban por eso. Ganaban suficiente dinero para volver y pasar el resto del año. Era lo que se llamaba en ese entonces el pulmón peruano».
LAUREN B. ASKEW, Agregado Comercial Asistente, Lima (1948-1954)

9. 1960s: «Formamos sindicatos con el APRA»
«Ahí estaba yo con un programa de la Alianza para el Progreso, para trabajar con ellos [los apristas]. Lo que hicimos fue introducir un vasto programa de educaci’on laboral. formamos sindicatos. La estrucgtura sindical estaba allí, porque el Perú tiene una rica historia en estas cosas, pero nosotros reforzamos a los sindicatos. Fortalecimos la negociación colectiva en el país y trajimos técnicas modernas al sistema de relaciones laborales. Ayudamos a los sindicatos, de manera que ellos mismos se convirtieron en una fuerza motora en presionar por elecciones, que luego llevaron a Belaúnde al poder. En todo esto yo trabajaba con la CTP y su dirigencia, primero con Arturo Sabroso, y luego con Julio Cruzado».
JESSE A. FRIEDMAN, Representante de AIFLD, Lima (1960-1963)

10. 1960s: «Los académicos peruanos tienen problemas pensando en pequeño o haciendo en grande»
«Pregunta: Mucho hablar, sin acción.
Respuesta: Aprendí tempranamente que los académicos peruanos tienen problemas pensando en pequeño o haciendo en grande».
ROBERT L. CHATTEN, Oficial para Asuntos Estudiantiles, USIS, Lima (1961-1964)

11. 1960s: «La Molina, la criatura de un gran contrato de USAID»
«Es útil anotar en este punto que el controversial presidente peruano Fujimori salió de La Molina, la Universidad Nacional Agraria que fue en buena cuenta la criatura de un gran contrato de USAID con la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Fujimori, como rector de La Molina rector, vino de lo que en términos peruanos era un ambiente educativo muy progresista, de tipo estadounidense».
ROBERT L. CHATTEN, Oficial para Asuntos Estudiantiles, USIS, Lima (1961-1964)

12. 1960s: Aviso clasificado. «Hacienda en venta, tantas hectáreas, tantas cabezas de ganado y tantos indios»
«- Pregunta: ¿Cómo era la situación del Perú en esa época?
– Respuesta: Feudal la describiría. Había una estructura oligárquica en que el poder político, econoómico, social y cultural estaba totalmente concentrado en un único grupo. Yo recuerdo haber visto cuando llegué allá avisos en los periódicos diciendo «Hacienda en venta, en algún lugar de las montañas, con tantas hectáreas, tantas cabezas de ganado y tantos indios». Todo eso venía con la hacienda. Los indios no eran en realidad siervos, pero eran tratados de esa manera. Eran libres de irse, pero eso habría significado dejar a sus comunidades, lo que era impensable en ese tiempo. Recién por entonces comenzaba a ser pensable.»
DAVID LAZAR, Abogado, USAID. Lima (1962-1964)

SandroMariateguiSandro Mariátegui.
Imagen tomada de aquí.
13. 1960s: No hay beca para el comunista Sandro Mariátegui
«[James Loeb] era un publicista en el negocio de la prensa y muy fuertemente compormetido con los apristas. En realidad, cuando éstos perdieron las elecciones y fueron esplazados, Loeb tuvo que salir del país porque los militares peruanos lo identificaron como muy cercano a los apristas. Entonces hicimos un gran esfuerzo de salir y desarrollar vínculos con la gente nueva y emergente de Accion Popular.
Nominé a varias personas para becas a lideres (leader grant). Una de ellas tenía el famoso apellido de Mariátegui. Y como debe Usted saber o no, José Carlos Mariátegui es uno de los nombres más famosos en la política peruana. Tanto los apristas como los comunistas lo reclaman como su fundador. Sus «Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana» son un trabajo fundamental aquí. Su hijo, Sandro Mariátegui, un muy cercano asesor de Belaunde, era visto por algunos en la embajada como un comunista. Era una de las personas que yo recomendé para una beca a líderes. Cuando su nombre apareció ante la Sección Consular, me dijeron que no había forma en que ellos podrían mandar a esta persona a los EEUU. Decían que era un comunista. Les dije, «¿qué prueba tienen de que este hombre es un comunista?» Inmediatamente me soltaron el hecho de que había hablado en varias manifestaciones comunistas. Rápidamente señalé que esas manifestaciones eran, en efecto, manifestaciones de homenaje a su padre, José Carlos Mariátegui, y que era perfectamente normal para un hijo, en una ocasaión en que se honra a su padre, pararse y decir algunas palabras en honors de su padre. Eventualmente, se resolvió en favor de su viaje en una beca a líderes, y fue el primer ministro de economía en el primer gobierno de Belaúnde. Hubo algunas batallas burocráticas por, no sólo Mariátegui, sino por varios otros que propusimos como líderes becarios porque eran vistos como peligrosos izquierdistas en el esquema político peruano en este tiempo.»
CURTIS C. CUTTER, Political Officer, Lima (1962-1965)

14. 1960s: «La tan progresista CIA en el Perú»
«Pregunta: ¿Cómo se sintió sobre el rol de la CIA en ese momento en el Perú?
Respuesta: Usted sabe, la gente que estaba ahí, que yo conocí, en la Agencia — y no sé cuánto podemos…
Pregunta: Bueno, esto es INCLASIFICADO, pero…
Respuesta: Bueno, la gente que conocí era muy profesional y probablemente comprendían cuáles eran las causas fundamentales del desorden político en el Perú, tanto como nosotros. Mientras que su principal misión allí era vigilar a la izquierda más radical y militarizada, había un claro entendimiento de su parte que el cambio social y económico era necesario. Los elementos de la sociedad que estaban dispuestos a hacer esto por un camino democrático serían animadas, aún cuando fueran bastante radciales en su enfoque. Mientras estén dispuestos a quedarse en los marcos constitucionales, eran personas a ser consideradas seriamente. Esto no siempre era el caso en América Latina. Creo que la Agencia había tenido una reputación que se ganó por apoyar elmentos que eran muy reaccionarios»
CURTIS C. CUTTER, Oficial Político, Lima (1962-1965)

15. 1960s: Robert Kennedy pone como obligatorio el «curso de contrainsurgencia» para los funcionarios de los EEUU en el extranjero
Despues de asistir al curso de contrainsurgencia mandado por Bobby Kennedy en el Instituto de Servicio Exterior, llegué a Lima a comienzos de octubre, 1963.
(…)
(esa fue una extraña intervención del Fiscal General, pero así fue). La razón era que la Alienza para el Progreso estimulaba un cambio social acelerado y aliviaba la opresión bajo las cuales las masas eran mantenidas. En su lugar las expectativas podían superar rápidamente cualquier posible satisfacción a través del un progreso económico que las acompañe; así éstas podían ser presas fáciles para manipuladores extremistas y marxistas inspirados en Castro. Hay que recordar que Castro apuntaba alto en esos días y qu eera considerado como una real amenaza subversiva. Por esa preocupaciones se desarrolló la idea de ofrmar en el Perú una fuerza de constrainsurgencia especialmente entrenada que pudiera manetner contactos beneficiosos con las masas indígenas a través de proyectos de acción civil, financiados en parte por ayuda de los EEUU y programas militares de «accion civil».
ERNEST V. SIRACUSA, Deputy Chief of Mission, Lima (1963-1969)

16. 1960s: Por vuelo gilero Sinchis de Mazamari estrellan costosa aeronave proporcionada por los EEUU
«Cuando propusimos por primera ez el programa hubo competencia en el Perú por quién lo controlaría. Los EEUU, atentos al potencial intervencionismo de los militares y deseando darle una imagen diferente al programa, favorecieron ponerlo en la Guardia Civil que estaba más cercana al pueblo. Como los militares no los tendrían, al final se decidió dearrollar esa fuerza con la menos conocida Guardia Republicana, esencialmente un cuerpo de frontera y aduana.
Una vez se dedició esto, se hizo rápido progreso en la sede trans-andina de Mazamari y el entrenamiento comenzó hecho principalmente por expertos boinas verdes tipo de la CIA. Se adoptó el nombre «Sinchis» para el cuerpo y se hicieron de conocimiento público cuando sorpresivamente marcharon como unidad en el desfile del 28 de julio, día nacionak, portando sus boinas estilo australiano. Creo que esto fue en 1967, pero ellos no estuvieron listos para actuar contra la guerrilla que ya había ocurrido como se temía, y el ejército tuvo que ocuparse.1
(…)
pilatusPilatus Porer. Imagen tomada de aquí.

Una año después de la inauguración formal de estos comandos, el embajador Jones voló a Mazamari a presenciar la primera ceramonia de graduación, completada con escenificaciones de incursiones, saltos en paracaídas, etc. y volvió diciendo que se eran muy impresionantes, capaces y bien entrenados, como en realidad lo eran. Pero algo inevitable iba a ocurir. Al día siguiente nos enteramos que después de la cermonia, el comandante y varios de sus oficiales volaron al pueblo vecino para celebrar y putear(whoring around). Para este propósito usaron una sofisticada aeronave STOL que les proveímos, un Pilatus Porter. Una vez acabada la celebración decidieron impresionar a los lugareños volando bajo, posiblemente también para impresionar a las mujeres dispuestas (obliging females) y pavimentar el camino para visitas futuras. Casi predeciblemente, sin embargo, volaron hacia el asta de la bandera local y se estrellaron con total destrucción de la costosa aeronave y muerte de todos a bordo. Entonces, tuvimos que ir de vuelta a la pizarra de diseño (back to the drawing boards).»
ERNEST V. SIRACUSA, Deputy Chief of Mission, Lima (1963-1969)

17. 1960s: Bedoya presidente en 1969, con el apoyo del Apra.
«La gran tragedia fue que los militares intervinieron en un momento en que le Perú había pasado por una esperanzadora experiencia de democracia de cinco años y se estaba preparando para elecciones al año siguiente, que en nuestra opinión eran muy atractivas, pues candidatos bien preparados habrían sido electos. Un ex alcalde de Lima, Luis Bedoya Reyes, era un abogado, un demócrata-cristiano y un político calificado. Él habría sido largamente elegido presidente con el apoyo del fuerte APRA, cuyo líder, Haya de la Torre, nunca habría sido aceptado por los militares. Pero Bedoya tenía una relación con ese partido que funcionaba y ese gobierno habría gobernado bien, continuando la tradición democrática establecida por Belaunde.»
ERNEST V. SIRACUSA, Deputy Chief of Mission, Lima (1963-1969)

siracusaErnest Siracusa, fue expulsado del Perú por Velasco con Frank Ortiz más, ver aquí. El asunto llegó a lo personal. Sin embargo, coincidentemente con lo que declaró Siracusa, Nixon mismo barajó la carta del desprestigio personal contra Velasco, presentándolo como un Don Juan que había tenido un hijo con una amante, una ex Miss Perú, ver aquí.
Imagen tomada de aquí.

18. 1960s: Las maledicencias de Siracusa contra Velasco
«Velasco mismo, siempre un bebedor y un Don Juan, perdió una pierna en sus años mayores. Hay un rumor no confirmado que dice que le disparó su hartada esposa, quien aparentemente lo habría sorprendido in flagrante.
ERNEST V. SIRACUSA, Deputy Chief of Mission, Lima (1963-1969)

19. 1960s: Operación de protección a los belaundistas después del golpe de Velasco
«varios de los miembros del gobierno de Belaúnde estaban escapando del país y viniendo a los EEUU. Entonces yo estaba a cargo de una operación de alojamiento de refugio con inmigración por la puerta trasera a la vez que trataba con el presente gobierno.
Algunas de las personas que dejaron Perú eran gente extraordinaria. Un tipo llamado Pedro Pablo Kuczynski, que ahora es co-presidente del First Boston International, era uno de los tipos del Banco Central que salió por esos años. Ahora es reconocido probablemente como la autoridad líder en deuda externa en el hemisferio. Ese es el calibre de persona que estaba escapando en ese tiempo».
WILLIAM P. STEDMAN, JR., Oficial Económico y Deputy Mission Director, USAID, Lima (1966-1968)

20. 1960s: «La CTP era muy pobre y recibía bien el apoyo organizativo»
«había muchos ataques de la prensa por los comunistas alegando que la CTP se había convertido n no otra cosa que un títere manipulado por los estadounidenses. La verdad era que la CTP y casi todos sus sindicatos, con quizá la excepción del Sindicato de Trabajadores Azucareros y el Sindicato de Trabajadores Empleados, simplemente eran pobres y aceptaban a bien cualquier apoyo financiero y la oportunidad de tener gente que supiera sobre organización sindical y montar organizaciones que venga y les impartiera seminarios».
JOHN T. DOHERTY, Labor Attaché, Lima (1967-1969)

21. 1960s-1970s: El clasismo-racismo limeño
«la actitud de clase que caracterizaba al Perú, la maldición de Lima, en realidad una herencia de sus días de ser un virreinato con un clasismo extremo, que parece racismo, pero que en realidad de clasismo-racismo, porque las clases bajas usualmente son de piel más oscura, lo que automáticamente le confiere ser de una clase más alta a una persona de piel más clara»
GEORGE A. MCFARLAND, Oficial Político, Lima, Peru (1968-1973)

22. 1970s: Los acomodados también buscando visa para un sueño
«Hubo una revolución socialista en curso en el Perú en esa época. El presidente era un dictador militar llamado Juan Francisco Velasco Alvarado, que aspiraba aun rol de lider en el Movimiento No-Alineado. La gente con propiedad, normalmente, buenos casos para darles visado, estaba intentando irse, junto con las usuales hordas de migrantes económicos. Era difícil distinguir los solicitantes de visados de no inmigrante bona fide de los no bona fide. El estándar era que tenías que estar convencido en tu mente que no estaban intentando inmigrar. Muchos de los que tenían recursos y tenían aparentes razones prima facie reasons para volver al Perú, en realidad estaban intentado reubicarse en los EEUU. Era fácil identificar a los inmigrantes económicos. Ellos eran esos tipos de áreas pobres de Lima, como el Rímac, diciendo que querían visitar Disney World. Les preguntabas si estaban casados. Decían, «Sí, y tengo dos hijos, pero ellos no quieren ir». Esos eran los ccasos fáciles. Lo difícil era saber sobre los relativamente acomodados (well-to-do).
Recuerdo, cuando Bill Devlin fue el cónsul, le dije, “No sé cómo hacer esto excepto adivinando”. Me dijo, “Eso es todo lo que puedes hacer. Francamente, puedes tomar un paquete de solicitudes y pasar por ellos a ciegas dándole visado a uno de cada tres, y probablemente con eso aciertas tan bien como mediante el proceso de entrevista”. Era como el mono que lanza dardos a los cuadros de acciones acertando tan bien como los brokers.»
DAVID N GREENLEE, Rotation Officer, Lima (1974-1976)

23. 1970s: Un funcionario consular ayuda a que Mario Vargas Llosa viaje a los EEUU
«Uno de los casos más interesantes fue con el novelista Mario Vargas Llosa. Era un socialista autoproclamado que estaba listado en el libro “look-out” como no elegible para un visado sin una aprobación de Washington. El agregado cultural, Frances Coughlin, me preguntó si yo podía ayudar. Lo hice. Le di el visado. No sé si estrictamente seguí el procedimiento, como escuché luego que otros funcionarios consulares lo habían rechazado. Ese era sinsentido de la era de la Guerra Fría. Frances después me invitó a una recepción en honor de Vargas Llosa y me identificó como la persona qu ele había dado el visado. No hice lo correcto, sino me excedí en mi autoridad. Tampoco por última vez.»
DAVID N GREENLEE, Rotation Officer, Lima (1974-1976)

MoralesKissinger1976eneroKissinger con Morales Bermúdez en Lima, en enero de 1976. Imagen tomada de la revista Equis.

24. 1970s: Militares deslumbrados por Kissinger
«Tuvimos también la visita de Henry Kissinger cuando era Secretario de Estado. Trabajé mucho en eso, en el nivel de planificación básica, con el ministro de exteriores peruano. Me imaginé que con todo el ruido de ambiente (background noise) sobre los imperialistas de los EEUU — “Ustedes no nos gustan, somos no alineados, mira lo que le hicieron a Vietnam, etc.— podría ser una visita accidentada. En realidad, el Perú llegó incluso a botar a los Cuerpos de Paz. Pero cuando se enteraron que Kissinger venía en realidad, los peruanos estaban complacidos. Hubo grandes titulares en la prensa. Y pensé, bueno, me he perdido de lago aquí. Estaba escuchando mucho a esa cháchara y no al pedido de una conexión real con los EEUU a un alto nivel. Y vi respeto real a Kissinger como una persona que podía movers cosas, impactar en el mundo. Él ejemplificaba el poder de los EEUU.»
DAVID N GREENLEE, Rotation Officer, Lima (1974-1976)

25. 1970s: Chile: «Si los peruanos recuperan Arica, no hay mucho que podamos hacer para impedirlo»
«Los chilenos veían el asunto y decían – recuerdo hablar con gente del ministerio de exteriores – «La idea que seamos atacaod por Perú es loca, pero al mismo tiempo, como han señalado nuestros militares, si somos atacados por Perú, no hay mucho qque podamos hacer allá arriba». Eso era arriba en el desierto de allá arriba. «No tenemos equipo para manejar a modernos tanques de batalla. No tenemos fighters para combatir a los jets rusos». Y estaban desesperadamente buscando equipo militar. Nosotros no les íbamos a vender; no podíamos. Ellos se acercaron a los países europeos, por supuesto, y no consiguieron ninguna ayuda. Estaban realmente preocupados sobre qué iban a hacer para defenderse si los peruanos decidían venir abajo, por ejemplo, y capturar la ciudad de Arica, que habrían podido hacer fácilmente. Era un punto de negociación. Al final no pasó nada, pero hubo preocupación genuina y legítima. Entonces nos ocupamos de ese tipo de cosas, hablamos con los peruanos y con los otros»
ROBERT S. STEVEN, Chile Desk Officer, Washington, DC (1977-1979)

  1. En esta versión, que fue el ejército el que se ocupó de la guerrilla de 1965, y no ningún cuerpo formado por los EEUU, coinciden declaraciones de Velasco. []
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Por - Publicado el 01-11-2014

Mientras en el continente proliferan gobiernos de izquierda, el Perú no da señales de llegar a quebrar el poder oligárquico reinstaurado por el fujimorismo. La oligarquía (y el megapoder transnacional) gobierna con relativa comodidad confiada en que las mayorías sociales no logran organizarse en una alternativa política que le dispute el poder. Es una oligarquía de raigambre abascalienta que todavía se soba el tujes desde las bicentenarias patadas bolivarianas y sanmartinianas hasta el más reciente arañazo velasquista. Por lo demás, está dispuesta a aniquilar sumariamente cualquier chispita que crea que le pueda incendiar la chacra. La historia se repite, y desde luego esta vez como comedia. Una vez más, el Perú llegaría tarde a la revolución continental, si llega.

En momentos como éste viene bien imaginarse cómo sería la luz al final del túnel: que se voltee tanta supuesta estabilidad oligárquica. El rebelde limeño-tacneño Francisco Antonio de Zela murió en una mazmorra en Panamá el mismo día en que San Martín proclamara la independencia del Perú en Lima. No se enteró del resultado al cual contribuyó con su sacrificio. Los revolucionarios argentinos que no llegaron a Tacna en refuerzo de un fracasado Zela, finalmente llegaron a la misma Lima, ver 1811: la rebelión sin refuerzos. Acaso la frustración que pueda haber sentido Zela, o tantos peruanos cuyos sueños acabaron en alguna anónima fosa común, es la que se sienta en ambientes contestatarios peruanos en el presente, desconcertados por la supuesta fortaleza del poder oligárquico.

Curiosamente, una situación similar, revolución continental y férreo poder oligárquico en el propio país, fue alguna vez analizada por dos jóvenes expatriados alemanes, admirados sobre cómo las ideas de la revolución francesa, despojadas de su contenido revolucionario, eran admitidas por el poder dominante en una políticamente atrasada Alemania. Y más aún, mientras Francia avanzaba en hacer una revolución antifeudal real, en Alemania el avance era sólo filosófico, en las cabezas de la gente, mas no en la realidad. Los franceses que luchaban contra la feudalidad en su país eran perseguidos, mientras los alemanes eran profesores universitarios cooptados por el estado monárquico prusiano. La gran reflexión de estos dos jóvenes, en varios de sus textos de comienzos de los 1840s, es cómo de un movimiento de ideas puede nacer un movimiento revolucionario real.

“Los franceses, en lucha franca con toda la ciencia oficial, con la Iglesia, e incluso no pocas veces con el Estado; sus obras, impresas al otro lado de la frontera, en Holanda o en Inglaterra, y además, los autores, con harta frecuencia, dando con sus huesos en la Bastilla. En cambio los alemanes, profesores en cuyas manos ponía el Estado la educación de la juventud; sus obras, libros de texto consagrados; y el sistema que coronaba todo el proceso de desarrollo, el sistema de Hegel, ¡elevado incluso, en cierto grado, al rango de filosofía oficial del Estado monárquico prusiano!”
F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana.

Y sí, en las exitosas izquierdas continentales no predominan las alambicadas construcciones de los intelectuales de la izquierda peruana, varios de ellos ex-dirigentes de partidos políticos de otrora alguna importancia. En el Perú la izquierda política es esencialmente intelectual, de cátedra, orgánica a las financieras de las transnacionales o de gobiernos aliados de la oligarquía doméstica. Mientras varios de los líderes más prominentes de la izquierda continental sufrieron su repasada en las Bastillas de sus países, varios de los líderes más prominentes de la izquierda peruana son “profesores en cuyas manos ponía el Estado la educación de la juventud”, además de parroquianos del búnker de calle Encalada en Lima.

En un horizonte tan cooptado, ¿es posible un cambio? Más aún, ¿es posible que en estos profesores esté el germen de la caída de la oligarquía en el Perú?

“¿Era posible que detrás de estos profesores, detrás de sus palabras pedantescamente oscuras, detrás de sus tiradas largas y aburridas, se escondiese la revolución? Pues, ¿no eran precisamente los hombres a quienes entonces se consideraba como los representantes de la revolución, los liberales, los enemigos más encarnizados de esta filosofía que embrollaba las cabezas?”
F. Engels, Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana.

En varios textos,1 estos dos jóvenes alemanes anticipan primero y explican después cómo se produce el derrumbe de la ideología oficial del estado alemán y éste acaba siendo el preludio de la revolución, como soñaba el enfervorizado poeta «Quique» Heine (aquel que se burlaba de los guardias fronterizos alemanes que inútilmente le rebuscaban la maleta, sin advertir que el verdadero contrabando de la Francia revolucionaria lo traía en la mente. Como cuando alguien vuelve al Perú después de visitar algún país donde gobierna la izquierda. Aquí.).

«En Francia, basta con que alguien sea algo para que quiera serlo todo. En Alemania, nadie puede ser nada si no quiere verse en el caso de renunciar a todo. En Francia, la emancipación parcial es el fundamento de la emancipación universal. En Alemania, la emancipación universal es la conditio sine qua non de toda emancipación parcial. En Francia, es la realidad de la liberación gradual, en Alemania su imposibilidad, la que tiene que engendrar la libertad total.
Carlos Marx: En torno a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel

Se dibuja una Francia minimalista, pero capaz de hacer cambios reales, frente a una Alemania maximalista pero incapaz de los mismos. Es como decir que en otros lugares hacen cambios reales imperfectos, mientras que en el Perú se piensa en cambios ideales, pero no se los llega a ejecutar. Los cambios vistos en el continente, nomás en Bolivia o en Chile, son una imposibilidad en el Perú debido a una izquierda atrapada entre el maximalismo anti-reformista y el seguidismo al statu quo.

Pero también este maximalismo tiene un aspecto rescatable, y se deja entrever una «posibilidad positiva»:

«¿Dónde reside, pues, la posibilidad positiva de la emancipación alemana?

Respuesta: en la formación de una clase con cadenas radicales, de una clase de la sociedad burguesa que no es una clase de la sociedad burguesa; de un estado que es la disolución de todos los estados; de una esfera que posee un carácter universal por sus sufrimientos universales y que no reclama para sí ningún derecho especial, porque no se comete contra ella ningún desafuero especial, sino el desafuero puro y simple; que no puede apelar ya a un título histórico, sino simplemente al título humano; que no se halla en ninguna índole de contraposición unilateral con las consecuencias, sino en una contraposición omnilateral con las premisas del Estado alemán; de una esfera, por último, que no puede emanciparse sin emanciparse de todas las demás esferas de la sociedad y, al mismo tiempo. emanciparlas a todas ellas; que es, en una palabra, la pérdida total del hombre y que, por tanto, sólo puede ganarse a sí misma mediante la recuperación total del hombre. Esta disolución de la sociedad como una clase especial es el proletariado.

OK, Alemania no es históricamente tan revolucionaria como Francia, pero así como en el fútbol Brasil es Brasil, en ideología Alemania es Alemania. Hay esperanza, si esta sociedad ha formado una clase con «cadenas radicales» que niegue a la sociedad burguesa y que no pueda liberarse a sí misma exclusivamente. Entonces todo lo elaborado a nivel ideológico acabará por contribuir al cambio, pues se encarnará en un sujeto social con capacidad de derrumbar el statu quo.

Así como la filosofía encuentra en el proletariado sus armas materiales el proletariado encuentra en la filosofía sus armas espirituales, y tan pronto como el rayo del pensamiento muerda a fondo en este candoroso suelo popular, se llevará a cabo la emancipación de los alemanes como hombres.

Y más, este proletario se levanta con SU pueblo:

El proletario se halla asistido; entonces, con respecto al mundo que nace, de la misma razón que asiste al rey alemán con respecto al mundo existente, cuando llama al pueblo su pueblo, como al caballo su caballo.

Marx concluye este artículo de 1844 con esta frase:

Cuando se cumplan todas las condiciones interiores, el canto del gallo galo anunciará el día de la resurrección de Alemania.

Este es tal vez el texto más nacionalista de Marx. Lejos de la unión de los proletarios de todos los países, por la que abogaría cuatro años después en el Manifiesto, en lo que está pensando es en la resurrección nacional de Alemania, anunciada por el canto del gallo francés. Como decir que la resurrección nacional peruana será anunciada por una cueca chilena bailada por Condorito.2

Y en el Manifiesto, los dos jóvenes le dedican un acápite a los profesores alemanes:

De este modo, la literatura socialista y comunista francesa perdía toda su virilidad. Y como, en manos de los alemanes, no expresaba ya la lucha de una clase contra otra clase, el profesor germano se hacía la ilusión de haber superado el “parcialismo francés”; a falta de verdaderas necesidades pregonaba la de la verdad, y a falta de los intereses del proletariado mantenía los intereses del ser humano, del hombre en general, de ese hombre que no reconoce clases, que ha dejado de vivir en la realidad para transportarse al cielo vaporoso de la fantasía filosófica.

No, no era en estos profesores germanos donde estaba el germen de la caída del dominio feudal en Alemania, sino en el proletariado. Más bien a esos doctorcitos arguedianos tocaba meterles combo y exponer sus debilidades.3

Y los jóvenes expatriados tendrían razón: finalmente el movimiento real llegó. Como anticiparon, la revolución ideológica fue el preludio del derrumbamiento político, como en Francia, en la revolución de 1789, en Alemania, en la revolución de 1848.

Como es conocido, más lueguito, después de los años 1840s estos dos jóvenes evolucionarían y dejarían de limitarse a su Alemania querida para pensar con mayor perspectiva. Hasta aquí con ellos.

Volvamos ahora al entrampado Perú, con su imposibilidad emancipatoria. La gran esperanza peruana siempre ha estado no en los profesores héroes intelectuales de la izquierda, productores de, en palabras de Engels, «bazofia ecléctica», sino en la multitud de la ciudad y el campo, oprimida históricamente desde antes de la existencia del proletariado marxiano. Hay clases con «cadenas radicales» de sobra. Aquí el problema es repensar la política desde las clases sociales, pues es ahí donde está el gran desencuentro en el Perú: las armas espirituales están muy lejanas a las armas materiales.

El paralelo del Perú con la Alemania filosófica y maximalista, de avance en la mente sin avance social, esbozada por Marx y Engels no es nada descabellado. Si miramos bien, a pesar de la falta de éxitos comparables a los de la izquierda continental, en la mente del pueblo peruano laten dos hitos emblemáticos continentales: Túpac Amaru II, que encabezó la mayor rebelión continental, lamentablemente derrotado, y José Carlos Mariátegui, que encabezó un movimiento de ideas socialistas, lamentablemente derrotado ideológicamente por el neoliberalismo de los últimos treinta años. El sustrato dejado por ambas figuras sigue muy latente en el Perú, particularmente en sus clases oprimidas, a lo que se suma la realidad presente de opresión provocadora y masiva. La oligarquía con todo su poder histórico no ha podido estirpar ninguno de los dos legados, como antes no pudo estirpar las creencias prehispánicas, reducidas a «idolatrías». Si en filosofía Alemania es Alemania, en rebelión emancipatoria el Perú es el Perú. En cada peruano coexiste la realidad de la situación de opresión con la latencia de la rebeldía. La oligarquía sabe que no puede dormir tranquila con usar a un Pumacahua para derrotar a un Túpac Amaru, pues ese Pumacahua puede ser el siguiente rebelde, que así sea derrotado será seguido por otro.

Día a día la oligarquía en el Perú estira la pita más y más: anuncios de voraces privatizaciones, inacabables recortes de derechos laborales, muertes de peruanos y peruanas impunes, esterilizaciones forzadas de peruanas y peruanos impunes, desacato de promesas electorales, absoluto gobierno de clase de la oligarquía, prebendas para las grandes transnacionales, impuestos impagos por las megaempresas, control del gobierno por embajadas extranjeras, compra y venta de pensionistas como si fueran esclavos, demolición y persecución a dirigentes populares, poder clerical omnímodo y más cosas.

¿Cómo se acumula tanta injusticia en la mente de los peruanos y las peruanas?

Pues fermentando un profundo sentimiento, bien expresado4 hace más de dos siglos por Micaela Bastidas Puyucahua:

«Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto».

**************************************************************************************

  1. El manifiesto comunista, La Ideología Alemana, En torno a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel. []
  2. Lenin rechazaría que en Marx existiera nacionalismo alguno, pero sí reconocería la importancia de Alemania, en particular en que la revolución socialista en Alemania ayudaría a consolidar la revolución en Rusia. []
  3. Nótese el paralelo entre cómo los profesores germanos atacaban el «parcialismo francés» y cómo los profesores peruanos atacan a los gobiernos de izquierda del continente. Como si tuvieran algo mejor que ofrecer. []
  4. Frase interpretada popularmente como que no podía aguantar la dominación realista, interpretación que sigo aquí.

    En realidad esta frase fue escrita en reproche a Túpac Amaru por no tomar el Cusco y perder tiempo dejando que los realistas se prevengan: «Yo ya no tengo paciencia para aguantar todo esto, pues yo misma soy capaz de entregarme a los enemigos para que me quiten la vida, porque veo el poco anhelo con que ves este asunto tan grave que corroe con detrimento la vida de todos».
    Y bueno, la no toma del Cusco por Túpac Amaru fue como la no toma del Banco de Francia por la Comuna de París, un error que forma parte del aprendizaje histórico. []

Un comentario

Por - Publicado el 15-09-2014

Hemos llegado a una situación en que las ONGs tienen mucho mayor peso político que las organizaciones populares.

Por ejemplo, más peso político tiene el IDL que la CGTP.1

Esto no ocurría en los ochentas en que todavía había un movimiento popular organizado y con cierta representación y las ONGs no estaban tan bien financiadas como lo están ahora.

¿Cómo se llegó a esta situación?

El asunto se remonta a la influencia que tuvo en los ochentas la ONG de Hernando de Soto, el «Instituto Libertad y Democracia» (ILD), caballo de Troya del pensamiento neoliberal en el Perú. Esta ONG recibió un cuantioso financiamiento del gobierno de los EEUU, a través de USAID, más de 15 millones de dólares en 12 años. Fue una ONG con una gran influencia en el gobierno de García como luego en el gobierno de Fujimori. La lección que sacó de esto USAID fue que a través de ONGs como el ILD se podía influir en la política interna de los países en que actuaba. Los EEUU no tenían por qué limitarse a proyectos de ayuda técnica sectorial. Podían ir más allá en influir en un país a través de ONGs. Sin embargo, el ILD tenía problemas para institucionalizarse y liderar a otras ONGs en esta política en el Perú, debido al personalismo de Hernando de Soto, que evitaba una consolidación institucional de su organización, como su interés personal, acaso económico acaso por ganar prestigio mundial, de dedicarse a sus consultorías en diversos países del mundo. Los Estados Unidos le seguirían mostrando su cariño, a través de millonarios financiamientos tanto en el Perú como en el mundo, pero tendrían claro que el ILD no sería la ONG líder que necesitaban en el Perú.

En el presente post exponemos críticamente la evaluación final al «proyecto de reforma institucional del sector privado» de USAID, es decir la evaluación que hizo al trabajo del ILD en el Perú. Ver el documento original aquí. Proponemos la hipótesis que la falta de interés de Hernando de Soto por liderar a otras ONGs, más su evidente imagen de alineación con el fujimorismo, acabó por generar una demanda de ONGs alternativas al ILD de parte de USAID. Estas otras ONGs no le hicieron ascos al financiamiento de USAID, particularmente copioso a finales de los noventas y focalizado en apoyar la caída de Fujimori. Había, pues una oferta de ONGs como una demanda estadounidense de las mismas.

La generación de esta oferta vendría por la aceptación de sectores de izquierda con presencia en varias ONGs de algunos de los planteamientos neoliberales, lanzados tempranamente por el ILD. Esta aceptación habría sido reforzada por el ejemplo del ILD con su millonario financiamiento (ante ONGs que en esos años estaban huérfanas de financiamiento), más la postura opositora a Fujimori por el gobierno de los EEUU, que hizo potable la recepción de su dinero por sectores izquierdistas. Esta disposición de diversas ONGs se notaría mucho en el apoyo a la caída de Fujimori de la OTI-USAID (ver aquí el informe final de USAID, co-autorado por la actual «primera dama» Nadine Heredia, y aquí el comentario que oportunamente hicimos) y luego, en la primera década del siglo XXI, en el total apoyo a Toledo, y posteriormente en la actitud ambivalente de oposición-colaboración con García y Humala. Si De Soto con su ONG no se apuntaban a liderar a las ONGs para socavar al fujimorismo, habría otras que sí lo harían.

En tal sentido, el documento que comentamos es importante, pues aporta esbozos de principios que luego al parecer se convertirían en verdaderos ejes de la política de los EEUU en el Perú. De una sugerente «lección» de una evaluación puntual en que se decía que se podía influir en la política de un gobierno a través de ONGs se pasó a una política sistemática, con ministros formados en las canteras de proyectos de USAID, con funcionarios públicos y de ONGs coordinando políticas internas en la embajada de los EEUU, como no se había conocido antes en el Perú. La salita del SIN fue desplazada por el búnker de la embajada. Y, efectivamente, estas ONGs se fortalecerían, en contraste con un movimiento popular políticamente debilitado por la demolición neoliberal fujimorista, continuada por los gobiernos subsiguientes en la que participarían entusiastamente estas ONGs (y hasta lo reprimirían como ocurrió con los operadores políticos encumbrados a ministros del interior toledistas). Definitivamente, se trató de un éxito rotundo para la política de los EEUU en el Perú.

El documento de USAID referido comienza con la siguiente cita de Victor Hugo: «Más poderosa que ejércitos en marcha es una idea cuyo tiempo ha llegado.» («More powerful than marching armies is an idea whose time has come.») Y, efectivamente, fue una intervención mucho más poderosa que la que habrían hecho con ejércitos en marcha.

1. Financiamiento de los EEUU no reportado en «El Otro Sendero»
Uno lee «El Otro Sendero» de Hernando de Soto (y otros autores) y no encuentra ninguna referencia al cuantioso financiamiento recibido por el autor de parte del gobierno de los Estados Unidos. La transparencia no es lo suyo. Afortundamente, las fuentes estadounidenses aportan alguna información al respecto. La verdad es que el ILD recibió del gobierno de los EEUU más de 15 millones de dólares de financiamiento en 12 años. Probablemente ninguna otra ONG en el Perú haya recibido una cantidad comprable de dinero. Y además se trató de un compromiso del gobierno de los EEUU de largo plazo con esta ONG. Se trató del proyecto del Private Sector Institutional Reform Project (PSIR) o Proyecto de reforma institucional del sector privado. No era un proyecto ordinario de USAID de desarrollo general o de apoyo técnico sectorial, que es lo que USAID tiene como líneas de acción. Más aún, se trató de un proyecto no solcitidao por USAID, sino por el ILD.2

2. Parte de los objetivos estratégicos de los EEUU en el mundo en desarrollo

«La mejor forma de evaluar las actividades del ILD es considerar la contribución del proyecto no sólo a la reforma del sector privado en el Perú, sino a los objetivos estratégicos y a los asuntos que conciernen al gobierno de los Estados Unidos en Suramérica y en el mundo en desarrollo», afirma la evaluación de USAID al ILD.

3. «El ILD no es sostenible sin el apoyo de USAID, el Banco Mundial y otras agencias»
La evaluación de USAID señala como principal impacto positivo

«una reorientación y un repensar la política de desarrollo de parte de los hacedores de política en los más altos niveles del Perú»

y como lo negativo menciona

El fracaso de institucionalizar al ILD. Hay todavía un vínculo inevitable entre la persona de Hernando de Soto y el instituto.

Y también se expresa preocupación por la falta de sostenibilidad del ILD. Sus impactos positivos (léase el viraje en la forma de pensar la estrategia de desarrollo y la orientación neoliberal) sobrevivirán no importa lo que le pase al ILD. Sin embargo, algo que queda muy claro es que

«El ILD no puede ser sostenido sin un apoyo donante continuado de USAID, el Banco Mundial, u otras agencias bilaterales o multilaterales»

Textualmente: «ILD cannot be sustained without continued donor support from USAID, the World Bank, or other bi-lateral or multi-lateral agencies.

Ocurre que en informes anteriores (ver posts al respecto) USAID le había exigido al ILD diversificar sus fuentes de ingreso, recurriendo preferentemente al sector empresarial peruano. Por supuesto que la lógica detrás de tal exigencia estaba en ahorrarle dólares al contribuyente estadounidense y que los propios empresarios peruanos, beneficiados directos de las políticas impulsadas por el ILD y USAID, pagaran por algo que les beneficiaba. Pues bien, en este informe se dejaba claro que esa vía era imposible: tenían que seguir apoyando financieramente al ILD.

4. «USAID puede invertir en ONGs para promover la economía de libre mercado»
El informe prosigue con mucha claridad:

1. La democracia y la economía de libre mercado puede ser incentivada y promovida por una organización no gubernamental privada.
2. USAID puede invertir en ONGs para tener un impacto en toda la política económica nacional, no sólo en un sector técnico.

En idioma original
«1. Democracy and a free market economy can be encouraged and promoted by a private non-governmental organization.
2. USAID can invest in NGOs to have an impact on overall national economic policy, not just in a technical sector.»

Y más aún, lo miembros del equipo de USAID coinciden en que el ILD cumpió y superó los objetivos del proyecto original. Y no sólo eso, sino que el ILD produjo muchas consecuencias no intencionales que traerán beneficios «al gobierno de los EEUU, al Perú y otras naciones en desarrollo en el mundo».

Palabras muy explícitas que evidencian a las ONGs como forma de intervención política de un país en otro país. El Perú, con su debilidad institucional, ofrecía condiciones muy favorables para esta intervención.

5. USAID: el ILD debe ser el líder de la democratización
La evaluación también propone que el ILD incremente su visibilidad en el Perú y en el mudno asumiento más activamente su rol liderazgo no gubernamental. Algo que no le funcionó al ILD fue su programa de democratización. En 1994 eL ILD hizo una campaña de recolección de firmas para hacer cambios constitucionales, como que haya elecciones por distritos electorales como en los EEUU. El informe de USAID (de 1995) le critica al ILD haber desaparecido después de su fracasada campaña de 1994 y no haber mantenido visible el tema de la democratización en el Perú.

El progreso que se hizo y el momentum conseguido en los primeros meses se ha disipado. No hay nadie hablando a favor de la democratización en la actualidad. El ILD tiene que reafirmar su liderazgo en esta área.
Recomendación: Recomendamos fuertemente un continuo apoyo de USAID para el ILD condicionado a que el ILD muestre esfuerzos por mantener el tema de la democratización en la agenda política en el Perú independientemente de su acceso al poder político. El ILD está en una posición única para actuar como un líder en la promoción de una renovada sociedad civil en el Perú.

USAID desde luego que estaba al tanto la falta de democracia en el Perú gobernado por Fujimori como de la proximidad de Hernando de Soto al fujimorismo. Sin embargo, predominaba la esperanza en el futuro que existía entonces en el Perú, según USAID.

«Es muy temprano para decir si el ILD ha tenido un éxito completo. Las reformas administrativas y las mejoras democráticas pueden ser borradas por un golpe militar. Pero lo que no puede ser borrado es la esperanza en el futuro que hoy existe en el Perú. Como hemos aprendido en Europa del Este y en la antigua Unión Soviética, cuando hay una elección disponible el pueblo elegirá libertad sore control y propiedad privada sobre colectivismo. Este el el impacto duradero del ILD, y fue USAID la que tuvo la visión para entender el impacto potencial del equipo del ILD».

El fujimorismo como los regímenes autoritarios (según Levitsky «autoritarios competitivos») de los países post-soviéticos habían devuelto la esperanza a sus pueblos que, según USAID, eventualmente eligirían libremente la libertad y la propiedad privada. Se nota el aprecio de USAID por las reformas económicas fujimoristas, como que las impulsó decidida y abiertamente. Sin embargo, también se aprecia que los tiempos estaban cambiando y había llegado la necesidad de un cambio. Era la hora de la democratización y USAID esperaba que el ILD liderara este proceso.

Al respecto la recomendación de USAID al ILD era clara:

Recomendación: que USAID siga apoyando al ILD. Sin embargo, es hora de que el instituto documente el progreso hasta ahora y qu evuelva a ser un jugador mayor en la sociedad civil peruana. El ILD es visto por otros «think tanks» y ONGs como un líder, le guste o no. El año pasado el ILD ha fracasado en su rol de líder. El apoyo que va a recibir de USAID debe incluir provisiones para más investigación, más publicaciones y más visibilidad, para promover el programa del ILD y la agenda de promoción de la democracia del gobierno de los EEUU. La campaña reduciría la dependencia del ILD en el acceso político a las reformas democráticas. También le permitiría al ILD reestablecer su rol como una ONG líder en una sociedad civil peruana renovada. No queremos sugerir que las ganancias del ILD se perderían sin esta campaña; no pensamos que algo así pasaría. Pero sí pensamos que se perdería una gran oportunidad para consolidar las ganancias de los últimos seis años si el ILD no actúa rápidamente para reestablecer su presencia en la sociedad peruana. La democracia será completamente restaurda en el Perú sólo si las instituciones como el ILD están dispuestas a luchar (stand up) y ser contadas. El ILD lo ha hecho en el pasado y lo puede hacer ahora también.

6. Desenlace: el ILD no lideró ninguna democratización
De Soto no sólo no lidero la democratización que quería el gobierno de los EEUU, sino que apoyó sistemáticamente a Fujimori. Más aún, en elecciones de 2011 apoyó a Keiko Fujiomri. El gobierno de los Estados Unidos no entró en vainas. Si bien De Soto era su amigo, resulta que los países no tienen amigos; tienen intereses.

Si De Soto no quería alinearse con la agenda estadounidense en liderar la democratización en el Perú, pues habría otras personas que también dirigían ONGs que sí estarían dispuestas a hacer la chamba. De Soto tenía la reputación de cobrar carito, en comparación con otras ONGs en el Perú, que usualmente tenían que hacer malabares para estirar su exiguo presupuesto. Si en los ochentas en el contexto de crisis económica diversas ONGs de orientación izquierdista habían recurrido a financieras de orientación socialdemócrata, principalmente las fundaciones alemanas, como la Friedrich Ebert, en los noventas se abrirían las puertas para un extendido financiamiento estadounidense. No sólo eso, varios (ex) izquierdistas con un supuesto sano interés por las ideas llamadas liberales habían sido atraídos al ILD por el rol de vanguardia de De Soto, y no menos por el millonario financiamiento. Por ejemplo, José María Salcedo, otrora director del Diario de Marka y de DESCO, se asimilaría al ILD, y desde entonces se derechizaría totalmente, como que hasta ahora sigue en primera línea en las filas fujimoristas. El efecto demostración de De Soto no se limitaba a atraer a (ex)izquierdistas de ONGs a sus filas, sino también a que éstos asumieran su discurso (como Fernando Villarán con un discurso que idealizaba a la pequeña empresa, cuando éstas eran exterminadas por la hiperinflación alanista, u otros que practicaban otras transmutaciones supuestamente izquierdistas de las ideas de De Soto: «capitalismo popular», «caballos de Troya de los invasores», etc.) y que imitaran su búsqueda de financiamiento en fuentes estadounidenses. De mediados de los noventas data el proyecto Reprosalud de USAID con el Movimiento Manuela Ramos y la ONG Alternativa, que resultó formar parte de la campaña fujimorista de esterilizaciones forzadas.

A mediados y fines de los noventas, la democratización, que no era otra cosa que la caída de Fujimori con la continuación de las políticas neoliberales, ya estaba en agenda a través de otras ONGs, para las cuales había nuevas líneas de financiamiento. La OTI, la Oficina de Iniciativas de Transición, de USAID financió ampliamente a diversas ONGs, muy activas contra Fujimori. Una historia que ya comentamos en posts anteriores.

En cualquier caso, a pesar de su sólida alineacion con Fujimori y que no fuera parte de lo que los Estados Unidos llamaban «democratización» en el Perú, De Soto fue muy influyente en ciertos sectores de izquierdas de ONG. En cierto sentido, y paradójicamente, se lo puede considerar el padre del caviarismo en el Perú, pues contribuyó con su ideología, su ejemplo de financiamiento y su modus operandi a una derechización de sectores que alguna vez fueron radicales, que asumieron con todo la agenda neoliberal y estadounidense en el país. Por supuesto, esto que no lo hizo solito, pues contó con un millonario apoyo del gobierno de los Estados Unidos, sobre el cual De Soto sigue siendo muy discreto, al menos en el Perú.


Caretas 30 de diciembre de 1991: Hernando de Soto con el embajador estadounidense Anthony Quainton en plácida siesta en avión. Ambos promotores del Convenio Antidrogas entre el Perú de Fujimori y los Estados Unidos de Bush senior. Vendieron la idea que se dejaría de considerar a los productores como narcotraficantes. Esa fue la primera etapa de un programa de erradicación de la coca. Décadas después ya vemos que desde las agencias de Estados Unidos se criminaliza al productor, al campesino cocalero. Ver Combitos campañas de concientización pública y Combitos piratas de barco anclado.
Imagen ya mostrada en este post.

50-1-cKeikoFujiomriDe Soto
Hernando de Soto con Alberto Fujimori.
Hernando de Soto con Keiko Fujimori.
Estaba difícil que este señor fuera a ser el «líder de la democratización» en el Perú.
Evidentemente, el gobierno de los Estados Unidos fue conciente de esta realidad y recanalizó el financiamiento a otras ONGs, que se opusieron tenazmente a Fujimori hasta que lograron tumbárselo. La OTI, la Oficina de Iniciativas de Transición, movió ampliamente la billetera hacia otras organizaciones generadas en la segunda mitad de la década del noventa.

  1. En ¿Quiénes son «la sociedad civil» en el Perú? comentaba sobre cómo las organizaciones de la sociedad civil para la mesa de diálogo de la OEA en el 2000 eran básicamente ONGs, financiadas principalmente por USAID. []
  2. Ver 1984: la NED, USAID y Hernando de Soto y en 1987: USAID le jala las orejas al ILD para más detalles sobre este financiamiento. []
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Por - Publicado el 05-09-2014

Nuevamente estamos ante una gran reflexión deductiva, totalmente conjetural, sin evidencia fáctica, del ILD.

La lógica deductiva del autor es la siguiente.

I. Su conocido de relativamente altos ingresos gasta 5% de sus ingresos en salud.
II. La salud es un «bien superior» (a mayores ingresos, mayor proporción del gasto en salud).
III. Una persona de bajos ingresos gastará menos de 5% en salud.

Por lo tanto, la actual retención de 9% para ESSALUD es un sobrecosto.

Recio.

Veamos.

Para alguien que gane 1400 Una retención de 9% implica 126 soles mensuales. ¡Carisisísimo!

Para esa misma persona, una retención de 5% implica 70 soles mensuales. Esto todavia es carísimo, pues alguien que gane poco debería gastar una proporción menor en salud que la que gasta su afortunado conocido.

Pero bueno, ¿qué seguro privado cuesta menos de 70 soles al mes?

Y más aún, ¿quién puede mantenerse saludable gastando sólo 70 soles al mes o no gastando nada en salud, como desliza el autor?

Pero hay más:

1. Un seguro privado no tiene un precio fijado como porcentaje de lo que gana un trabajador. Alguien «con un nivel de ingresos seguramente mayor que el promedio» pagará un bajo porcentaje de su ingreso por ese seguro. Alguien que gane por debajeo del promedio seguramente tendrá que pagar un mayor porcentaje de su ingreso por ese mismo seguro. Al autor no le da para decir, ni siquiera en su mismo ejemplo, que el seguro de salud público es muy caro.

2. Alguien tal vez decida no comprar un seguro privado o público, pero no es que simplemente «sus prioridades son otras». Nadie puede vivir sin salud, una necesidad básica. No es que la salud queda desatendida como si alguien no se comprara un aparato de televisión. No es que «La gente de menores recursos no solamente está dispuesta a pagar menos, sino inclusive a prescindir de un seguro.» Igual tiene que pagar por la salud. ¿Dónde se ha demostrado que pagar del propio bolsillo sea más barato que pagar un seguro? Al menos el autor no lo ha hecho.

3. El seguro de salud formalmente lo paga el trabajador, no el empleador. (En realidad, el empleador paga una parte de este costo, según la inclinación de las curvas de oferta y demanda de trabajo. Cuanto más elástica sea la oferta laboral un porcentaje mayor de este costo lo paga el trabajador.) Pero no por eso es un sobrecosto. Este dinero constituye un fondo que regresa al trabajador financiando sus servicios de salud, cuando lo necesita, evitando que tenga que desembolsar de golpe una cantidad prohibitiva. No queda claro que el trabajador salga perjudicado por este seguro, salvo que se demuestre que sea más barato un financiamiento de la salud para el trabajador sin esta retención. El autor no lo ha demostrado. Menos aún ha demostrado que esta retención produzca más desempleo e informalidad como apresurada y propagandísticamente concluye.

*****************
Iván Alonso, aquí:

“¿Cómo sabemos que es más? Porque un profesional independiente que conocemos, con un nivel de ingresos seguramente mayor que el promedio, puede comprar un seguro privado por menos del 5% de los suyos. Como el seguro de salud es lo que los economistas llaman un bien superior, cuanto más gana la gente, más está dispuesta a pagar por uno, proporcionalmente hablando. La gente de menores recursos no solamente está dispuesta a pagar menos, sino inclusive a prescindir de un seguro. Por eso inferimos que para casi la generalidad de trabajadores dependientes, un seguro de salud que cuesta el 9% de sus ingresos sencillamente es muy caro.»

“Pero si pudiera decidir libremente, no gastaría 126 soles mensuales en un seguro de salud. Sus prioridades son otras. El sueldo que antes le parecía aceptable ya no lo es, porque el seguro que se ve obligado a tomar no compensa, para él, la plata que le descuentan.
Podría pedirle a su empleador que le aumente el sueldo para recuperar una parte, al menos, del ingreso líquido que ha perdido. Pero el empleador podría negarse porque le terminaría costando más de lo que produce. La consecuencia es que muchos trabajadores resultan siendo inempleables en el mercado formal porque no producen lo suficiente como para cubrir sus expectativas de ingresos más el costo de un seguro que no desean, pero que la ley los obliga a tomar. El aporte al seguro de salud es, en efecto, un sobrecosto. Genera desempleo y genera informalidad.”

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Por - Publicado el 05-09-2014

Por Silvio Rendon

En este editorial de El Comercio se sostiene lo siguiente:

“las empresas tienen que enfrentar las gravosas regulaciones de seguridad y salud en el trabajo, que imponen obligaciones innecesarias y sumamente costosas (según la Sociedad Nacional de Industrias, por ejemplo, para cumplir con estas últimas exigencias una pequeña empresa de diez trabajadores debe destinar anualmente S/.31.000).”

Según El Comercio una empresa de 10 trabajadores enfrenta terribles “sobrecostos”. A continuación asegura:

“El Estado, de hecho, se ha dado cuenta de esto, pues ha creado un régimen especial para las microempresas y pequeñas empresas en el que no existen todas estas onerosas obligaciones laborales, pero absurdamente insiste en mantener el régimen ‘general’ para el resto de empresas. Lo irónico es que lo general se ha vuelto la excepción, pues existen más empresas dentro del régimen especial que dentro del otro.”

Ahora resulta que hay un régimen de excepción para las microempresas y pequeñas empresas en que “no existen todas estas onerosas obligaciones laborales”.

¿En qué quedamos?

El Comercio se contradice: comienza hablando de onerosas obligaciones laborales para una pequeña empresa de 10 trabajadores para líneas delante acabar diciendo que estas obligaciones no existen para las empresas de este tamaño.

En realidad, lo que ocurre es que El Comercio una vez más recurre al viejo truco de usar a las pequeñas empresas para pedir prebendas para las grandes empresas. Es el viejo truco de la oligarquía, de De Soto Vargas Llosa en los 80s: usar a los pequeños empresarios para lograr ventajas para los grandes. Veamos:

“Si el Estado ya acepta que existan empresas sujetas a menos obligaciones laborales, ¿por qué no dar un paso en dirección a la mayor competitividad y formalidad y volver a dicho régimen especial la norma para todo el mundo? Más aun cuando la existencia de dos sistemas se convierte en un obstáculo para que las microempresas y pequeñas empresas crezcan: como al aumentar de tamaño tienen que empezar a asumir las costosísimas regulaciones laborales del régimen general, muchas empresas no pueden seguir creciendo o deciden hacerlo en la informalidad.”

Quieren que el régimen especial para las pequeñas empresas se vuelva la norma “para todo el mundo”, es decir, incluyendo a las grandes empresas. Quieren recortar los derechos laborales aún más de lo que ya los recortó Fujimori en los 90. Se supone que el régimen especial es un incentivo para que las pequeñas y microempresas arranquen, pero no es algo que va a estar ahí para siempre. Llega un momento de madurez en que el incentivo se retira.

El Comercio, como buen representante de la oligarquía más reaccionaria, recurre a trucos argumentativos ya gastados en el Perú. Usan a los pequeños empresarios para abogar a favor de los grandes. Vienen a decir que al trabajador le conviene no tener ninguna protección laboral, en realidad beneficiando a los empresarios. Usan el buen desempeño de los colegios “Fe y Alegría” para abogar por la privatización de la educación y que se masifiquen las escuelas-negocio. Se las ingenian para presentar los intereses de los grandes grupos de poder como si fueran los intereses de todos los ciudadanos, particularmente de los más pobres.

Afortunadamente, sus cantaletas son un cuchillo loncco que ya no corta como antes.

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Por - Publicado el 31-08-2014

Por Silvio Rendon.

¿Qué hacer cuando un método no se puede aplicar a una realidad? La opción más sensata suele ser simplemente dejar claro que el método no es aplicable. No escasea, empero, la actitud de forzar la cosa e intentar aplicar lo inaplicable.

Es lo que ocurrió en el Perú con la CVR. Los datos disponibles sólo permitían hacer una estimación para las víctimas del Estado peruano y en algunos estratos geográficos para las víctimas de Sendero Luminoso y de otros perpetradores. La razon era que para realizar una estimación era necesario que los listas de víctimas de diferentes fuentes presentaran intersecciones. Esto en muchos casos no ocurría para Sendero y otros perpetradores, en que resultaba que la CVR era la única fuente de información.

En la CVR eran concientes de la inaplicabilidad del método de “sistemas múltiples” o de “captura-recaptura” para estos dos últimos grupos de víctimas, como lo vimos en este post Las cifras de la CVR en sus documentos internos. Por ello se propusieron inicialmente hacer “simulaciones en base a escenarios hipotéticos”. Sin embargo, al final bajo la batuta del consultor Patrick Ball igual forzaron la aplicación de un método que era inaplicable.

Lo curioso de todo esto es que no sólo los documentos internos revelan que en la CVR peruana eran concientes de que no se podía hacer estimaciones con sólo una fuente de información. También en la CVR de Guatemala, la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), donde el Sr. Patrick Ball también participó de consultor, él mismo dejó claro que no se podía estimar las víctimas no observadas contando con sólo una fuente de información.

1. Guatemala: «no se puede estimar»
En la CEH de Guatemala, al igual que la CVR del Perú, hubo tres fuentes de listas de víctimas: la misma CEH, el Centro Internacional para Investigaciones en Derechos Humanos (CIIDH) y el Proyecto Interdiocesano de Recuperación de la Memoria Histórica (REMHI) de la Oficina de Derehos Humanos del Arzobispado de Guatemala. En el Perú fueron la CVR, la Defensoría del Pueblo y las ONGs de derechos humanos.

En el anexo estadístico de la CEH de Guatemala, aquí en castellan y aquí en inglés, encontramos el siguiente cuadro:

Guatemala1

En la región IV, San Martín Jilotepeque, sólo hubo una «cobertura adecuada» de las víctimas de parte de la CEH, por lo que Ball determinó que «no se puede estimar n_000», el número no observado de víctimas. En inglés, las palabas que Ball usó fueron «Unable to estimate n000».

En el siguiente cuadro, se reportan los números usados en las extrapolaciones y los resultados de las mismas.

Guatemala1a

Se aprecia que para la región IV se reporta un número estimado de víctimas no observadas de cero. No se estima nada. El número de víctimas totales estimado para esa región es el mismo que el número de víctimas observado. Al respecto, Ball hace la siguiente reflexión1:

Guatemala2

A ojo de buen cubero, Ball reafirma claramente que una estimación para la región IV no es posible. Basándose en las estimaciones realizadas para otras regiones, se manda a sugerir el número no observado de víctimas para esta región. Como en otras regiones el número de víctimas no observadas es el doble del número de las víctimas observadas, esto también ocurriría en la región IV.

Esta forma de proceder sentó un precedente que no se siguió en las estimaciones hechas en el Perú.

2. Perú: aplicando lo inaplicable
En la introducción del anexo metodológico del informe final de la CVR se dice

Este análisis aplicó un procedimiento estadístico utilizado en investigaciones similares para estimar el número de muertes causadas por la violencia política en los conflictos de Guatemala (1960-1996) y Kosovo (marzo-junio 1999).

Esta afirmación no es precisa, pues en el Perú el equipo de Patrick Ball en realidad aplicó un procedimiento estadístico que no se animó a aplicar antes, particularmente en Guatemala.

En el Perú no sólo había una región en que no se podía estimar n_000. De 58 estratos geográficos, para Sendero Luminoso sólo en 10 se podía hacer una estimación por el método de «captura-recaptura». En los 48 restantes esta estimación no era posible. La razón, al igual que en la región IV en Guatemala, era la falta de «cobertura adecuada» de parte de las fuentes de información. Más aún, en 20 de los 58 estratos la CVR era la única fuente de información para las víctimas de Sendero Luminoso.

De haber procedido igual que en Guatemala, Ball y su equipo habrian tenido que hacer en el Perú lo que hicieron en los dos cuadros reproducidos aquí: reportar el número observado de víctimas de Sendero Luminoso para las regiones en que la estimación no era posible, es decir, en 48 de 58 estratos geográficos. Y proceder de forma similar con las víctimas de «otros perpetradores».

Su opción, como sabemos, fue otra. Mezclaron los datos de Sendero Luminoso y otros perpetradores con los datos del Estado, que seguían patrones de intersección de fuentes muy diferentes. Con ello las cifras estimadas para Sendero Luminoso y otros perpetradores se expandieron sobre las cifras observadas por un factor mucho mayor que el factor en que se expandieron las cifras del Estado. Mientras las cifras del Estado se expanden por 2.1, las de Sendero Luminoso se expanden por 3.5 y las de «Otros perpetradores» por 4.8. Las expansiones más grandes ocurren así para los datos con menor cobertura adecuada.

Con ello se acabó por reportar un número grande de víctimas totales a la vez que se revirtió la composición de las mismas con Sendero Luminoso acabando por ser el principal perpetrador. Un resultado anunciado por los comisionados ANTES de completar la recolección de datos y comenzar el trabajo de estimación, como vimos en este post: La CVR: crónica de una cifra anunciada 2.

En suma, los criterios que Ball tuvo para la CVR del Perú en su trabajo estadístico no son consistentes con los aplicados en la CEH de Guatemala en casos en que sólo hay una fuente de datos con cobertura adecuada sobre tres fuentes existentes. En Guatemala fue muy enfático en afirmar que «no se puede estimar» («unable to estimate»), mientras que en el Perú sí se mandó a estimar lo que dijo que no se podía estimar.

  1. Esto también lo dice en su idioma: «In Table 7 we noted that there is not sufficient data to estimate n000 in Region IV. Given the experience of other regions, in which the ratio between Nk and n000 varies between 0.5 and 2, with a mode and mean close to 0.5, it is likely that the value of n000 for Region IV is approximately 2,500. In other regions Nk is composed of data from more than two projects. However, in Region IV information was collected only by the CEH. Thus, it is possible that the ratio between Nk and n000 for Region IV could be 0.25 or less, increasing the estimate by a factor of two or more. There are no other methods available to reduce the lack of certainty about this number, and therefore it is not included in the final estimate.» []
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Por - Publicado el 14-08-2014

Por Jorge Rendón Vásquez*

Supongamos que desde una ciudad situada al otro lado de la frontera un grupo armado comenzase a disparar cohetes balísticos hacia las ciudades de nuestro país, o también que desde una flota de mercantes apostada frente al Callao, o frente a Buenos Aires, Montevideo o Caracas se lanzara andanadas de cohetes contra estas ciudades. En ambos casos, este hecho sería un casus belli, es decir una causa suficiente para una declaración de guerra contra el país de los atacantes y, por lo menos, para detener la agresión por medios equivalentes o mayores. Sería una grave parcialidad que los mandatarios de los demás países latinoamericanos censurasen al Perú o a otros países que fueron obligados a defenderse, criticándolos por las víctimas civiles que su réplica hubiera ocasionado en los territorios o naves de los agresores, sobre todo si esas víctimas fueron obligadas a permanecer junto a los mecanismos de lanzamiento de los cohetes.

Una situación semejante a la descrita sucede en la frontera entre Israel y Gaza. El grupo armado Hamas, calificado de organización terrorista, en posesión del gobierno de Gaza, viene disparando sus mortíferos cohetes contra los centros poblados de Israel. Los envía desde los barrios populares, pese a disponer en su país de grandes extensiones despobladas. De no ser por el sistema defensivo Cúpula de Hierro, que destruye la mayor parte de esos cohetes en el aire, y porque el resto cae en sitios sin población o en la misma Gaza, la mortandad de civiles israelíes sería espantosa. Para neutralizar esos ataques Israel tuvo que desplegar sus fuerzas armadas en Gaza, anunciando previamente por volantes dejados caer desde el aire los sitios sobre los que dispararía. En el camino, se encontraron con una red de túneles construidos por Hamas para introducirse en el territorio israelí, algunos grandes galerías de bloques de concreto armado, y otros, usados como arsenales tan colmados que deben de haber despertado la envidia del Pentágono. El operativo militar de Israel ha causado, obviamente, víctimas civiles.

La campaña promovida en cadena contra Israel por algunos intelectuales, por los presidentes de la República de varios países latinoamericanos, por ciertos medios de prensa y por determinados grupos de izquierda presenta dos caracteres: a) el silencio sobre los continuos lanzamientos de cohetes por Hamas contra Israel y sobre los túneles que esta organización ha construido; y b) la condena sin atenuantes a Israel por las víctimas civiles en Gaza.

Se diría que para esos críticos de Israel, los cohetes de Hamas son alegres fuegos artificiales, celebratorios quizás de alguna festividad islámica; que los túneles son madrigueras excavadas por alguna familia de pequeños y atareados topos, y que los civiles afectados, incluidos los niños, fueron alcanzados en calles y casas alejadas de las rampas móviles de lanzamiento de cohetes, que para ellos, por lo demás, no existen. El mensaje encubierto de su condena es que el Estado de Israel carece del derecho de defenderse y que las agresiones de los palestinos extremistas están plenamente justificadas. ¿Por qué? Aunque no lo digan –se infiere de su razonamiento–, porque, para ellos, los habitantes de Israel son judíos, y los judíos deben ser, en el límite, exterminados. Se debe suponer que les satisface que luego de la Segunda Guerra Mundial esta fatídica misión haya sido asumida en el Cercano Oriente por árabes fanatizados, sin perjuicio de los ataques a las sinagogas y escuelas judías en varias capitales europeas perpetrados por grupos creyentes en el nazismo y en el Islam.

¿De que raíces parte este antijudaísmo que contamina a la izquierda de inspiración marxista o seudo marxista y se vierte, como densa tinta, sobre otros grupos populistas o de tendencias autocalificadas de izquierda, coloreándolos con diversos matices de la misma gama?

El socialismo del siglo XIX y de las primeras décadas del siglo XX, incluidas las corrientes bolchevique y comunista, no fue antijudío. No podía serlo. Muchos de sus ideólogos y militantes, comenzando por Carlos Marx, eran judíos. Fueron hombres y mujeres para quienes el socialismo, liberando a la clase obrera de la explotación y a la sociedad de las injusticias, podía liberar también a los judíos de la exclusión y las persecuciones, y contribuyeron a crear e impulsar un formidable movimiento de reivindicación social.

El nazismo, como la expresión más brutal e intolerante del capitalismo, hizo de la aniquilación de judíos, comunistas y socialistas su razón de ser.

En los partidos comunistas el antijudaísmo fue asumido por José Stalin y su grupo como un procedimiento para librarse de los militantes judíos que pensaban de modo diferente al suyo en el Partido Comunista. En los procesos de 1936, instaurados contra los opositores a Stalin, cerca de la mitad de los condenados a muerte o a largas penas de prisión fueron judíos. Trotsky, ex comisario de la Guerra luego de la Revolución de 1917 y brillante ideólogo del Partido Bolchevique no podía salvarse aunque estuviera fuera de la Unión Soviética. Stalin lo hizo asesinar en México, en 1940. Era judío. Allí no pararon las cosas. A los demás judíos no comunistas se les destinó la pequeña ciudad de Birobidzhán, ubicada en los confines de Siberia, como un lugar de confinamiento nacional, proyecto que no pudo prosperar por la resistencia de muchos judíos.

La Segunda Guerra Mundial obligó a Stalin y su grupo a cambiar su parecer con los judíos. Los necesitaban, y ellos peleaban denodadamente contra el nazismo. Además, ya se conocía su exterminio masivo en los campos de concentración. Es presumible que a sugerencia del Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, Stalin tuviera que declarar en la Conferencia de Yalta, de febrero de 1945, que los judíos debían tener una patria en Palestina (Cfm. Dominique Lapierre y Larry Collins, ¡Oh Jerusalem!, crónica de la creación del Estado de Israel). Esta declaración le fue transmitida en seguida a Ben Gurión, jefe de la Agencia Judía de Palestina, la embrionaria organización del futuro Estado israelí. Stalin tenía, además, otro motivo: el territorio de Palestina estaba ocupado desde 1917 por Gran Bretaña, y era de hecho una de sus colonias, y para la Unión Soviética y su Partido Comunista la descolonización en el mundo debía seguir a la guerra.

La decisión de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947, por la cual se acordó la creación de un Estado israelí y otro árabe en Palestina, contó con el voto favorable de la Unión Soviética. El Estado de Israel fue proclamado por Ben Gurión el 14 de abril de 1948, al vencerse el plazo para la evacuación de las autoridades y tropas de la Gran Bretaña, y, al día siguiente, Egipto, Siria, Jordania y su temible Legión Árabe, entrenada y comandada por oficiales ingleses, y el Gran Mufti de Jerusalén, un antiguo protegido de Hítler, al mando de un ejército armado hasta los dientes, atacaron en concierto al naciente Estado israelí. Pero, éste ganó esa desigual guerra.

Unos años después, la actitud de Stalin, del Partido Comunista y de la Unión Soviética, cambió radicalmente. Se parcializaron con los gobiernos de los países árabes y los grupos islámicos fanatizados, los proveyeron de armamento e instructores y con ellos se empeñaron en la destrucción del joven Estado israelí y la expulsión de los judíos del Cercano Oriente. Esta actitud era parte de su estrategia contra Estados Unidos en la Guerra Fría. Por consiguiente, su propaganda contra el Estado de Israel, a través de los partidos comunistas, fluyó caudalosa e inacabable. El fanatismo islámico quedó oculto por una escenografía de imágenes casi idílicas, y hasta se le justificó mientras se satanizaba a los israelíes.

Pero el Estado de Israel no fue destruido con las campañas bélicas de los países árabes vecinos: Egipto, Jordania, Siria y el Líbano, con la conformidad de la Unión Soviética, ni sus habitantes fueron arrojados al mar. Israel, un pequeño país que luchó con la voluntad y el heroísmo de sus antepasados los macabeos, ganó las subsiguientes guerras de 1956, 1967 y 1973, y, gracias al esfuerzo de sus pobladores, judíos nacidos en su territorio y llegados de todas partes del mundo, se convirtió en una sociedad cada vez más moderna y poseedora de uno de los ingresos per cápita más alto del mundo.

José Stalin murió en 1953, pero su política contra Israel y los judíos sigue instalada como una fijación en la conciencia de los militantes de los partidos comunistas y de otros grupos de izquierda. Para ellos, hagan lo que hagan los fanatizados islamistas es bueno y, correlativamente, hagan lo que hagan los israelíes es malo.

Esta implantación irracional contra los judíos sería casi imposible si no creciera en un terreno fertilizado por dos milenios de antijudaísmo. En el fondo del alma de una parte cada vez menor de los no judíos en el mundo occidental sigue latiendo el odio absurdo desencadenante de los pogromos y otras matanzas de judíos y anda suelto el espectro de la Inquisición que procesaba y quemaba a los judíos acusados de practicar su religión. En los países eslavos los pogromos, alentados por los popes, los señores de la tierra y las autoridades reales, se efectuaban aún hasta los primeros años del siglo XX. El nazismo fue la expresión más violenta, horrorosa y masiva de este antijudaísmo. Y ni Stalin ni sus herederos ideológicos pudieron purgarse de él.

En el año 334 a.C., el joven Alejandro, hijo del rey Filipo de Macedonia y ex alumno de Aristóteles, a la cabeza de un ejército relativamente pequeño, pero bien disciplinado, inició la conquista del Asia Menor y Egipto y llegó a los límites con la legendaria India. No es éste el ejemplo de Israel. Para los judíos, el territorio del antiguo reino de Israel, del que sus antepasados fueron expulsados de manera intermitente desde 1250 a.C. y dispersados por el mundo por el Imperio Romano en el año 70, nunca dejó de ser suyo, como un derecho histórico. Y a él ha vuelto una parte de sus descendientes, convirtiendo en un hecho real la invocación de fe y esperanza que los judíos se hacían desde entonces en sus celebraciones: “Nos vemos el año próximo en Jerusalén”.

(14/8/2014)
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*Profesor Emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima.

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Por - Publicado el 23-07-2014

Por Jorge Rendón Vásquez

La gestión de un Presidente de la República no es un asunto privado, inherente sólo a él. Es una conducta de interés público y, por lo tanto, susceptible de investigación por el Congreso de la República, en representación de la ciudadanía.

De conformidad con este precepto de la democracia y en aplicación del art. 97º de la Constitución del Estado, el Congreso creó una Comisión para investigar ciertos hechos del ex Presidente Alan García Pérez durante su gestión de 2006 a 2011. Esta Comisión lo citó el 8 de junio de 2012 y el 8 de marzo de 2013.

La segunda citación le indicó que se requería recoger su manifestación sobre los siguientes hechos en los que él había participado (casos de flagrante corrupción para muchos):

— Su presunta participación, intervención, aquiescencia u omisión intencional en el Caso Bussiness Track, específicamente respecto de las supuestas presiones políticas que se habrían producido en torno del caso.

— El manejo de la Empresa SEDAPAL y el caso del Sistema Integral de Administración Comercial – SIAC.

— Su presunta participación, intervención, aquiescencia u omisión intencional en la emisión de decretos de urgencia y decretos supremos referidos a programas y/o proyectos de agua y saneamiento, SEDAPAL, Agua para todos.

— Sus antecedentes empresariales, así como sus bienes, rentas y patrimonio.

— Las presuntas irregularidades en la concesión de indultos y conmutaciones de penas.

— La presunta responsabilidad de funcionarios subordinados a él en la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Vivienda, SEDAPAL, FONAFE, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Justicia, o vinculados con la Comisión de Gracias Presidenciales en el proceso de indulto a José Enrique Crousillat u otras personas.

Se le dijo, además, que se le convocaba “en condición de investigado” y que “su declaración resulta indispensable para esclarecer la situación en los casos investigados, así como para identificar o descartar la existencia de presuntas irregularidades.”

Alan García Pérez asistió a esa reunión y respondió con generalidades, añadiendo que “antes del inicio de la sesión presentó un escrito en el que denunció la afectación de su derecho.” Luego decidió escabullirse de la investigación.

Buscó un abogado y a comienzos de junio de 2013, interpuso una especiosa demanda de amparo ante el 5º Juzgado Constitucional de Lima contra la Comisión Investigadora del Congreso, solicitando básicamente la nulidad de la investigación iniciada en relación a él por violación del derecho al debido proceso, consistente en no haberle comunicado previa y detalladamente los hechos que se le imputan.

El 19 de setiembre de 2013, el juez constitucional, Hugo Rodolfo Velásquez Zavaleta, expidió sentencia declarando fundada la demanda “al haberse acreditado la violación a su derecho al debido proceso. Por tanto: SE DECLARA NULO lo actuado por la Comisión Investigadora Multipartidaria encargada de investigar la gestión de Alan Gabriel García Pérez como Presidente de la República”.

Las partes apelaron de esta sentencia.

La Primera Sala Civil de la Corte Superior de Lima resolvió el 27 de diciembre de 2013 declarando “Nulo lo actuado por la Comisión investigadora Multipartidaria […] a partir de la citación del 08 de marzo de 2013, lo que implica la nulidad de los actos posteriores o sucesivos, referidos exclusivamente al demandante […] la Comisión podrá continuar válidamente el procedimiento, siempre que el demandante, al momento de considerársele investigado sea comunicado con el mayor detalle posible de los hechos imputados y de la presunta infracción cometida; asimismo que se le permita el acceso a los medios probatorios que sustentan las imputaciones a efecto que pueda ejercer su derecho de defensa …” Firman esta sentencia los vocales Jesús Soller Rodríguez, César Solís Macedo y Gunther Gonzales Barrón.

Este asunto ha continuado con un pedido de nulidad de la sentencia de primera instancia, de la Comisión Investigadora.

En las dos sentencias citadas la única fundamentación basada en la Constitución es la alusión a una violación de la garantía del debido proceso, en contravención —se dice— del art. 139º de la Constitución y del art. 8º-2-b de la Convención Americana de Derechos Humanos.

El art. 139º-3 de la Constitución dispone: “Son principios y derechos de la función jurisdiccional: 3. La observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional.” El art. 8º-2-b de la indicada Convención Americana dice “Garantías judiciales: Comunicación previa y detallada al inculpado de la acusación formulada.”

En rigor, ambas normas son inaplicables en este caso: 1) porque Alan García no está sometido a un órgano jurisdiccional; y 2) porque no es inculpado ni se le está acusando de infracción de la Constitución o de la comisión de algún delito. Los jueces no explican por qué se debería extender esas disposiciones a la función investigadora del Congreso de la República. Tampoco se han tomado el trabajo de analizar el art. 97º de la Constitución, que expresa: “El Congreso puede iniciar investigaciones sobre cualquier asunto de interés público. Es obligatorio comparecer, por requerimiento, ante las comisiones encargadas de tales investigaciones, bajo los mismos apremios que se observan en el procedimiento judicial.”

No hay un número limitado de estas comparecencias. Pueden ser tantas como sean necesarias para los fines de la investigación. El Reglamento del Congreso sólo dispone, a este efecto, que “Quienes comparezcan ante las Comisiones de Investigación tienen el derecho de ser informados con anticipación sobre el asunto que motiva su concurrencia.” (art. 88º-d). En las sentencias dictadas, en este caso, los jueces se han permitido impartirle normas al Congreso sobre estos comparendos, bajo pena de nulidad, al ordenarle que el “investigado sea comunicado con el mayor detalle posible de los hechos imputados y de la presunta infracción cometida”. Si este curioso punto de vista fuese extendido a la investigación de los delitos en general por la policía, ésta tendría que comunicar minuciosamente sus pasos a los delincuentes y, si omitiese hacerlo, la investigación sería nula y los delitos se legalizarían.

El debido proceso es la conformidad de los actos procesales con las normas pertinentes. En principio, su campo es jurisdiccional o judicial. En la vía administrativa no hay proceso; hay procedimiento, no interviene un juez y no conduce a una sentencia, sino a una resolución.

¿Cómo aludir, entonces, al debido proceso en una investigación parlamentaria que no es judicial, ni acusatoria?

El procedimiento investigatorio parlamentario tiene por objeto:

1.- Determinar si se ha infringido la legalidad con uno o varios hechos de interés público;

2.- Identificar a los autores de los hechos ilegales;

La investigación puede comenzar por la aparición o descubrimiento de ciertos indicios de anormalidad legal en hechos determinados.

Esa anormalidad se demuestra: a) con el acopio de pruebas relativas al hecho investigado; y b) por el procedimiento lógico de comparación del hecho con la norma que lo enmarca o a la cual tiene que sujetarse para ser válido.

Las pruebas pueden ser las señaladas para los procesos civil y penal: documentos públicos y privados; testimonios; declaración de la parte investigada; peritajes, inspección; y los sucedáneos de los medios probatorios: indicios y presunciones

La persona, que se supone es autora del hecho investigado, puede ser citada por la comisión investigadora o no serlo. Si se le cita es para formularle preguntas sobre los hechos materia de la investigación, que ella puede responder o no. Sus declaraciones pueden ser o no pruebas del hecho investigado. En esta fase, como la persona citada no está siendo acusada, su derecho a la defensa se limita a no ser sometida a apremios ilegales (torturas, amenazas, vejámenes).

La comparecencia o ausencia de la persona investigada o sus declaraciones, no inhiben la obtención de otras pruebas. El debido procedimiento investigatorio no se desvirtúa por ella.

Si la investigación concluyera que Alan García Pérez infringió la Constitución o cometió delitos en el ejercicio de sus funciones hasta cinco años después de haber cesado como Presidente de la República, se pasaría recién a la fase acusatoria, de conformidad con el art. 99º de la Constitución. Y, entonces, se convertiría en acusado y se le aplicaría el art. 100º de este cuerpo normativo que dispone: “El acusado tiene derecho, en este trámite, a la defensa por sí mismo y con asistencia de abogado ante la Comisión Permanente y ante el Pleno del Congreso.”

Los hechos por los cuales Alan García Pérez es investigado por el Congreso se han plasmado, casi todos, en documentos que merecen fe. Son sus hechos, que conoce bien. No han sido extraídos de un sombrero por un mago en un teatro para serle exhibidos sorpresivamente. Una persona de bien, regida por principios morales, ante la sola alusión de haber incurrido en actos incorrectos, daría la cara, incluso si no se lo pidiesen. Los delincuentes, en cambio, suelen buscar cómo evadirse de la investigación y de la justicia. La acción de amparo de Alan García Pérez tiene como fin impedir que el Congreso continúe investigándolo. Y cuatro jueces han cooperado con él para tratar de sustraerlo ilícitamente a la investigación, dictándole al Congreso exigencias extrañas al texto expreso de los artículos citados de la Constitución y del Reglamento del Congreso, con el efecto de invalidar una función constitucional de éste.

En el Título Preliminar del Código Procesal Constitucional se prescribe: “Son fines de los procesos constitucionales garantizar la primacía de la Constitución y la vigencia efectiva de los derechos constitucionales.” (art. II), primacía de la Constitución y de los derechos constitucionales, en primer lugar, en relación a la sociedad, norma que han eludido los cuatro magistrados del Poder Judicial comprometidos en este caso.

(23/7/2014)

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