Por - Publicado el 25-03-2012

[En este post quisiera básicamente revisitar el debate que hubo en Buenos Aires a fines de los veintes del siglo pasado entre comunistas peruanos y extranjeros. El asunto parece haber sido ya cerrado en los ochentas en «La Agonía de Mariátegui» de Alberto Flores Galindo. Sin embargo, el asunto ha seguido siendo motivo de estudio, en particular por la publicación en los noventas de algunos documentos del archivo de la Internacional Comunista.]

1. Pueblos originarios
En el Perú hay un resurgimiento de la identidad indígena: quechua, aymara, awajún, asháninka, y varias otras. Se pensaba que tal identidad era cosa sólo de Ecuador y Bolivia, pero ya la tenemos muy claramente entre nosotros. En los ochentas las izquierdas no estaban por estas identidades; su planteamiento era otro: «construir la nación peruana» que sea síntesis de «todas las sangres». Una identidad indígena no estaba en la agenda. No se la tomaba en serio o se la miraba con rechazo. Al fin y al cabo tales identidades habían sido alguna vez parte del planteamiento oficial de la Internacional Comunista para América Latina. Eran vistas como una imposición de afuera, resultado del desconocimiento de la realidad nacional, tal vez vigentes para Ecuador o Bolivia, pero inaplicables al Perú.

En realidad, la identidad indígena siempre estuvo ahí, negada, invisibilizada, postergada y sobre todo temida. Tanto izquierdas como derechas la evitaban, hasta que la propia dinámica social, el surgimiento y consolidación de líderes y organizaciones indígenas, ha llevado a aceptar su existencia y vitalidad.

Martes, 24 de mayo de 2011. Aymaras toman plaza de armas de Puno y bloquean vías de ingreso

Lunes, 20 de Junio 2011 | 11:05 pm. Puno: Dirigentes quechuas anuncian radicalizar huelga en Azángaro

ago 20th, 2011. Nativos quechua lamistas realizaron marcha de protesta

Jueves, 01 de diciembre de 2011. Awajunes harán marcha si PJ no absuelve a su líder

(Y a lo que se ve en manifestaciones políticas y sociales se podría añadir lo que se ve en manifestaciones culturales.)

Claro, no falta aún en el discurso oficial quienes quieren ver a estas identidades como un resultado externo: de ONGs de afuera, infiltración chavista, e incluso el comunismo internacional.1 Se necesitan explicaciones mejores, pues estas no resultan muy convincentes (lo cual excede el motivo del presente post – aunque en el camino haré algunas especulaciones al respecto.). Pero para eso primero habría que aceptar el hecho a explicar, cosa que no acaba de ocurrir. No se lo acepta.

En el caso de las izquierdas, la aceptación es más política-coyuntural (y en muchos casos, directamente oportunista) que doctrinaria. Y es que hay toda una historia de encuentro y desencuentro entre estas izquierdas y los pueblos originarios.

2. Izquierdas originarias
Es instructivo leer el trabajo del estadounidense ecuatorianista Marc Becker2 Mariátegui, the Comintern, and the Indigenous Question in Latin America y su traducción al castellano (con algunas diferencias) como Mariátegui y el problema de las razas en América Latina. (Acaso estos temas han sido retomados a nivel académico más a partir de lo que ocurre en Ecuador, Bolivia e incluso Chile, antes que el Perú.). Becker usa documentos desclasificados de la Internacional Comunista publicados en los años noventas, posteriores a la muerte de Flores Galindo, ver aquí. Los términos de la cuestión, evidentemente bajo la influencia del resurgimiento de la identidad indígena, se plantean en forma contraria a cómo se planteaban usualmente en los ochentas en el Perú: no sería la Internacional la equivocada, sino Mariátegui:

Muchas veces, los indigenistas veían a los indígenas incapaces de lograr su propia liberación, y por eso ésta se dejaba a los intelectuales urbanos, criollos y mestizos que paternalistamente trataban a los indígenas como objetos en vez de los autores de este proceso. ¿La autonomía no era acaso algo que la gente indígena consideraría agradable y, de hecho, desearía? ¿Es Mariátegui culpable de cometer pecados semejantes en la ignorancia de los problemas indígenas para promover su propia agenda política?

La Internacional adoptó la propuesta de una república indígena en Sudamérica a partir de «la cuestión negra» en Estados Unidos como en Sudáfrica. Estos planteamientos tenían como origen el planteamiento de Lenin sobre el derecho de las naciones a la autodeterminación, aquí. Estos planteamientos serían criticados duramente por otra prominente marxista, Rosa Luxemburgo, aquí.

Mariátegui había sido detenido en 1927 por supuestamente haber organizado un complot comunista, como vemos en EEUU: “¡Detengan a Mariátegui”. Becker señala

De hecho, tal vez era la acusación del involucramiento de Mariátegui en una conspiración comunista lo que atrajo la atención de Codovilla y, por extensión, de la Internacional Comunista. (…) Durante este periodo, Mariátegui se movía claramente hacia la esfera de influencia de la organización internacional comunista. Medio año antes de la conferencia de Buenos Aires, la agencia informativa soviética TASS le había pedido que escribiera un ensayo sobre el Perú.

(Este ensayo fue incluido en la edición popular de «los 7 Ensayos» bajo el nombre «sumaria revisión histórica del problema del indio«. Allí se afirma que fue «escrito para la agencia Tass de Nueva York», que en realidad era soviética.)
La Internacional Comunista comienza a fijarse en América Latina. Su Sexto Congreso en 1928 celebrado en Moscú es el que «descubre» a América Latina. Al año siguiente, la conferencia de Buenos Aires de 1929 «descubre» al indígena. El comunista suizo Jules Humbert-Droz en contacto con Vittorio Codovilla es enviado a Buenos Aires

Según Mothes, fue Humbert-Droz quien intervino e insistió para que incluyera Codovilla una discusión de la raza en América Latina en las discusiones de Montevideo y Buenos Aires.’ Sin la intervención extranjera, los líderes del Comintern probablemente no habrían discutido la cuestión del papel de la gente indígena en el movimiento revolucionario. Además, es iluminador que el Comintern tuviese que contar con un partido peruano con el cual tenía contacto mínimo para hacer una presentación sobre este asunto. Un choque entre las perspectivas europeas e indígenas de la lucha revolucionaria en América Latina era casi inevitable.

Bajo este impulso es que Codovilla se contacta con Mariátegui, lo invita a la conferencia comunista y le pide que redacte un documento sobre la cuestión de las razas en América Latina. Este documento se llamaría «El problema de las razas en América Latina» y forma parte de «Ideología y Política». Alberto Flores Galindo en La agonía de Mariátegui se refiere a este trabajo sin haber sabido que fue un documento escrito a pedido de Codovilla.

Efectivamente, el choque en Buenos Aires fue muy fuerte, un apanado a la delegación peruana. Sin embargo, el suizo Humbert-Droz al parecer evitó que la cosa llegue a una ruptura y defendió a los peruanos, sosteniendo la insuficiencia de la autodeterminación para resolver los problemas raciales de América Latina; el problema era más complejo. Era la cuestión de la tierra, pero también la cuestion racial, lingüística, étnica. Fue este suizo (y dada la pluralidad lingüística y étnica existente en Suiza el origen de Humbert-Droz no es irrelevante) quien sugirió que la Internacional publicara el debate con tesis divergentes, en vez de un único documento con algo cerrado. La idea era continuar el debate y sobre todo el estudio de estos temas. Es gracias a esa decisión que el debate se pudo retomar, particularmente en el Perú, décadas después. El debate iba más allá de la confrontación entre un «marxismo abierto» contra un «marxismo dogmático», como fue presentado estereotipadamente en los ochentas.

Las tesis de Mariátegui sobre la cuestión indígena son muy conocidas en nuestro medio. La cuestion indígena era la cuestión de la tierra. La propiedad de la tierra tenía que cambiar. Los terratenientes debían ser expropiados sin compensación alguna. Según Mariátegui la lucha del indígena era de caracter de clase, no de raza, no étnica, no nacional:

la constitución de la raza India en un estado autónomo, no conduciría en el momento actual a la dictadura del proletariado indio ni mucho menos a la formación de un estado indio sin clase, como alguien ha pretendido afirmar, sino a la constitución de un Estado indio burgués con todas las contradicciones internas y externas de los Estados burgueses.
Solo el movimiento revolucionario clasista de las masas indígenas explotadas podrá permitirles dar un sentido real a la liberación de su raza, de la explotación, favoreciendo las posibilidades de su auto-determinación política.

Si la Internacional había asumido las tesis de Lenin sobre la autodeterminación de los pueblos, Mariátegui estaba más cerca de las tesis unitaristas de Rosa Luxemburgo.

Al respecto un delegado de la Juventud Comunista Internacional, «el camarada Peters» replicó que la formación de una nación requería de un cierto nivel de desarrollo capitalista, al cual no había llegado el Perú, por lo cual no era aún una nación unitaria. Por lo tanto, podria surgir una nación quechua o aymara en el área sudamericana. El médico peruano Hugo Pesce, «el camarada Saco», sostuvo que tal planteamiento, la autodeterminación indígena y el separatismo, sería equivocado porque alienaría a los campesinos mestizos y los obreros urbanos de la lucha.

El «camarada Peters» fue más allá y le dijo algo muy fuerte a la delegación peruana, que ha sido menos resaltado por los investigadores sobre estos temas:

¿Cuáles pueden ser las objeciones a la consigna de la auto-determinación de los pueblos, en esos casos?

Tomemos, por ejemplo, la «objeción» que ha hecho el camarada Saco – en una conversación personal -, ha manifestado que lanzar esa palabra de orden, es desarrollar el chauvinismo entre los indígenas, facilitando que éstos en sus revueltas, asesinen a todos los blancos, inclusive a los obreros. Que los indios en sus levantamientos masacren a los blancos, es exacto, es indudable, también, que masacren a los trabajadores blancos, porque el odio que siente el indígena por el blanco consquistador, lo amplía al odio contra todos los blancos sin ninguna distinción. Para combatir esto, el Partido proletario del Perú, puede hacerlo solamente estableciendo que los trabajadores blancos defiendan las reivindicaciones de los indígenas, tales, por ejemplo, como la reconquista de la tierra y el derecho para los indios de vivir de acuerdo a sus tradiciones, es decir, el derecho de auto-determinación. Y si se plantea la cuestión de esta manera, se verá que la consigna de los pueblos a disponer de ellos mismos, no solamente no desarrolla el «chauvinismo» de los indígenas y «facilita» la masacre de los trabajadores blancos, sino que, en concreto, es el solo camino hacia la solidaridad entre los indígenas y los trabajadores blancos, es la sola posibilidad de disminuir la lucha entre esos trabajadores y los indigenas insurreccionados. Y al contrario, crear las condiciones para la lucha en común contra los explotadores peruanos y extranjeros. (…) En el fondo, la objeción del camarada Saco, refleja incoscientemente, el espíritu chauvinista de los «blancos» del Perú, que no aceptan la idea de un Perú sin indios.

Este delegado, presumiblemente europeo, veía una delegación comunista peruana conformada no por indígenas, sino por blancos, sensibles a las reinvicaciones indígenas, pero que no acababan de empatizar con ellos. Los delegados no sólo extranjeros sino europeos, no tenían temor a las insurrecciones indígenas como sí los delegados peruanos. Vieron en las tesis «peruanas» la expresión del espíritu de los blancos y, al parecer, vieron a los mismos delegados peruanos como blancos.3 Es muy posible que los delegados europeos hubieran querido ver a indígenas formando parte de la delegación peruana, que hablen directamente sobre su problemática. Finalmente, esta delegación era más limeña que peruana. En el Cusco hubo una activa célula comunista que se afilió directamente a la Internacional Comunista (Ver «Así nació el Cuzco rojo» de Julio G. Gutiérrez , libro de 1986, ver también aquí, en que el autor sostiene que el Partido Comunista no nació en Lima, sino en el Cusco.). Los comunistas cusqueños, más cercanos a la idea de una «tempestad en los Andes» y sin temor a las insurrecciones indígenas, aceptaron sin problemas las tesis de la Internacional Comunista, y las diseminaron en su área de influencia. En 1931, el Partico Comunista dirigido por Eudocio Ravines lanzaría como candidato a la presidencia al quechua Eduardo Quispe Quispe, de Santiago de Pupuja, Azángaro, aquí y aquí. Las mayorías indígenas no votaban por ser en su mayoría analfabetas. Fue un gesto simbólico en una contienda que sólo fue entre Haya de la Torre y Sánchez Cerro, pero que evidenció que alguien se tomaba en serio a los indígenas y los veía otra vez asumiendo la conducción de su país, ver alguito aquí.

3. Encuentros y desencuentros
Mucho ha cambiado desde los años veinte hasta la actualidad: ahora los indígenas votan, tienen más gente educada, están mucho mejor organizados y hablan con voz propia. Es más, la crisis de las izquierdas como opción política parece haberlos beneficiado, pues se ha eliminado a algunos «intermediarios» entre ellos y el poder (¿Cuántos representantes indígenas hubo en el congreso en el mejor momento de las izquierdas, la Izquierda Unida de los ochentas?). Sin embargo, no acaba de haber una representación política indígena que tenga la fuerza que a nivel social tienen los indígenas. Faltan más intelectuales, más técnicos, más profesionales indígenas. Y tantas cosas más. Se ha avanzado, pero queda mucho más por avanzar.

Queda aquí por ahora.


Vittorio Codovilla, dirigente comunista argentino. Fue duro con las tesis peruanas, de Mariátegui, en la conferencia comunista de Buenos Aires. Sin embargo, fue él quien solicitó a Mariátegui la elaboración de un documento sobre «el problema de las razas en América Latina».
Julius Humbert-Droz, dirigente suizo de la Internacional Comunista, puso en la agenda comunista la problemática indígena en la región latinoamericana y El Caribe. Terció en el debate entre la delegación peruana y la línea oficial de la Internacional. Al parecer gracias a él es que las actas de la conferencia comunista de Buenos Aires incluyeron el debate entre ambas posiciones.
Imágenes tomadas de aquí y aquí.

José Carlos Mariátegui, sus vínculos con la Internacional Comunista habrían sido algo más fuertes de lo que se afirmaba en los ochentas.
Hugo Pesce, médico comunista, impulsor de la investigación sobre la lepra en el Perú. Asistió a la conferencia de Buenos Aires y discutió ardientemente sobre la «cuestión indígena». En los años cincuenta fue anfitrión de dos jóvenes argentinos, Ernesto Guevera y Alberto Granados, que visitaron los leprosorios a su cargo.
Imágenes tomadas de aquí y aquí.

Ernesto «Che» Guevara leyendo «Los Siete ensayos» de José Carlos Mariátegui. Hugo Pesce, «el camarada Saco», delegado peruano ante la Internacional Comunista en Buenos Aires, le pasaría el libro. Guevara se convertiría en un revolucionario y moriría asesinado en Bolivia, tratando de levantar al campesinado indígena de ese país y generar un estallido revolucionario continental mediante la guerra de guerrillas.
Imagen de la dramatización en la película «Diarios de Motocicleta». El actor es el mexicano Gaél García Bernal.

<------- Carta de Vittorio Codovilla a José Carlos Mariátegui (fragmento) En los noventas se comenzaron a publicar diversos materiales procedentes de los archivos de gente alguna vez vinculada a la Tercera Internacional. Entre ellos figuraban documentos del archivo de Julius Humbert-Droz, en particular la correspondencia sobre la "cuestión peruana": cartas de Vittorio Codovilla a José Carlos Mariátegui y a Roberto Martínez de la Torre y a otros comunistas peruanos. Así, se demostraba que los vínculos de Mariátegui con la Tercera Internacional no eran nada tangenciales, sino más sólidos de los que se afirmaba en los ochentas. Imagen tomada de documentos desclasificados de la Internacional Comunista: "José Carlos Mariátegui und die Komintern. Dokumentation aus dem KI-Archiv Moskau (Vorgestellt von Jürgen Mothes, Leipzig)", ver aquí.

Seguramente Alberto Flores Galindo no vería con mucha simpatía que su obra aparezca con una contracarátula en que sale la figura de Stalin. El gobierno venezolano de Hugo Chávez y el ALBA son muy seguidores de José Carlos Mariátegui, a quien le editan las obras (ver aquí Ideologia y Política), como de Flores Galindo. No se hacen problemas por el claro antiestalinismo de Flores Galindo ni por su planteamiento de una polémica entre Mariátegui y la Comintern. Al parecer, en la visión de «fusión» de los partidarios del «socialismo del siglo XXI» muchas cosas pueden encontrar cabida y hacerse compatibles. (Compré este curioso libro en el pabellón venezolano en la feria del libro de Jesús María del año pasado.).


La identidad indígena goza de buena salud en el Perú. Siempre estuvo ahí.
Imagen tomada de aquí.

  1. El grupo ultraderechista «Tradición y Acción» que según la revistas Caretas, aquí, estaría orientado por el ex-canciller de Fujimori Francisco Tudela se expresó así pocos días después de el «baguazo» en un aviso pagado publicado en Correo:

    En América Latina, tal estrategia incluye el aprovechamiento de comunidades autóctonas como masa de maniobra para el viejo plan anárquico de desmantelar los Estados nacionales. Ya en 1928 el VI Congreso de la Internacional Comunista instruía a sus partidos afiliados en Latinoamérica a elaborar “medidas especiales relativas a la autodeterminación de los indios”, de las cuales resultaron propuestas para crear las “repúblicas de Quechuas y Aymaras” en el Perú, la “república de Arauco” en Chile, y otras similares.
    El Perú en la mira de la neo-revolución seudo-indígena

    Aldo Mariátegui tampoco dejó pasar el asunto:

    -Me asombra que una gran parte de la izquierda esté apoyando la causa aimara. No se podrían reclamar «mariateguistas» en todo caso, pues precisamente JCM se opuso –a través de su enviado Hugo Pesce- en la conferencia de las izquierdas latinoamericanas a la constitución de sendas «Repúblicas Quechua y Aimara» que los demás comunistas latinoamericanos propugnaban, pues estos querían copiar el modelo de repúblicas étnicas que constituían la entonces URSS (Ucrania, Georgia, Uzbequistán, etc..). El Perú no es ni siquiera un estado federal como para estar pensando encima en regresivos bantustanes tribales, como la Sudáfrica racista (curiosamente, Evo Morales ha imitado al ex-Premier sudafricano Verwoerd en eso).
    Aldo Mariátegui: «Cainitas». 22/06/2011

    Un curioso rescate del pensamiento de su abuelo. []

  2. A quien agradezco por compartir conmigo los trabajos de Julius Mothes y los documentos de la Internacional Comunista. []
  3. A. Y afortunadamente Mariátegui no incluyó en su ponencia sobre las razas frases como «El negro trajo su sensualidad, su superstición, su primitivismo.» o «Los aportes del negro y del chino se dejan sentir, en este mestizaje, en un sentido casi siempre negativo o desorbitado.» que aparecen en el ensayo sobre literatura de los 7 ensayos, en que recurre a citas de Pareto, y que comenté en Izquierdas racistas, porque ahí sí el apanado de Buenos Aires no hubiera sido sólo de los funcionarios comunistas europeos y de Codovilla, sino de los otros países asistentes, particularmente los brasileños, muy sensibles a la «cuestión negra». []
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Por - Publicado el 19-03-2012

Una histórica caricatura de Juan Acevedo sobre «Mario Vaca Rosa». Data de 1980 y fue publicada en «El Diario de Marka». El primer libro de El Cuy se publicó en junio de 1981, por Ital-Perú.1

El escritor se acababa de pasar a las derechas después de una trayectoria claramente izquierdista: apoyo a la insurgencia del MIR y el ELN y apoyo a Velasco Alvarado y sus reformas.

Juan Acevedo censura estas dos tiras, las suprime, de las reediciones de El Cuy. En este post explica sus razones.

¿Hizo bien Acevedo en practicar la autocensura?

Acevedo dice, después de verificar que Vargas Llosa no apoyó a Pinochet o a Videla, que sería brutal «atentar contra la verdad» y sugerir lo contrario. Como si las caricaturas no fueran una ficción que cae dentro de la vargasiana «verdad de las mentiras». ¿Vargas Llosa censuraría algún párrafo de sus novelas por tener algún dato fáctico equivocado? Uno se podría imaginar al propio Vargas Llosa2 argumentando que Videchet era un personaje de ficción, y que Acevedo simplemente sugería que Vaca Rosa era un derechista, un retrógrado. Acevedo hubiera podio reírse del detalle y republicar sin roche sus dos tiras siguiendo al propio Vargas Llosa que se burló de su tía Julia por quejarse de las imprecisiones de su novela.

Y más aún, la ironía del joven Acevedo no ha perdido vigencia. Si el Cuy hubiera ido a pedir una firmita a Vaca Rosa para condenar algo parecido al «baguazo» y a las recientes muertes en Madre de Dios, fácil es imaginárselo volteando y gritando: «¡Humalan, mira lo que trae este tipo!».

En el Perú ocurre que en algunos círculos (ex) izquierdistas Vargas Llosa tiene un aura progresista, en particular desde su oposición a Fujimori. Pero si uno se fija bien, desde que Acevedo lo calificó de «retrógrado» en 1980 no es Vargas Llosa quien ha cambiado tanto, sino los (ex) izquierdistas, que han perdido mucho filo contestatario. Que no se toque a Vargas Llosa, «su opinión y acción han sido decisivas en varios momentos para la democracia que tenemos en el Perú y que hemos de seguir haciendo», dice el Acevedo maduro.

Es una suerte de «excepcionalismo peruano», pues fuera del Perú no dudan en calificar a Vargas Llosa de neoconservador y no se dejan apabullar por los pergaminos del escritor. Por ejemplo, Ignacio Ramonet de Le Monde Diplomatique lo califica de «Neocon con un Nobel», aquí. Ver también De cena con los neoconservadores.

Y claro, a Vargas Llosa se lo ve apoyando sistemáticamente a las derechas en América Latina y en el mundo, a personajes como José María Aznar, Álvaro Uribe, Carlos Montaner, Vicente Fox, José Piñera, Ricardo López Murphy. Todos tipos conocidos. Conocidos por retrógrados. Que el Cuy ni se acerque a pedirle firmas contra ellos.

A.

¡José María, mira lo que trae este tipo», aquí:

¡Uribe, mira lo que trae este tipo», aquí:

¡Piñera, mira lo que trae este tipo», (en «Ya te vimos Piñerochet»):

  1. Este post amplía un tema ya visto en este post Facebook. []
  2. Este es, desde luego, un Vargas Llosa ficticio, pues, como vimos aquí, el Vargas Llosa «realmente existente» en estas cosas tiene un doble rasero: las licencias literarias propias son más aceptables que las ajenas. []
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Por - Publicado el 19-03-2012
  • Conflictos al alza: Madre de Dios y Cajamarca.
  • Los poderes fácticos presionan por una segunda definición de Humala.
  • Guerra de desgaste entre el gobierno y el movimiento social.
  • Nadine Heredia cabeza visible de la represión en Madre de Dios.
  • ¿Qué tal darle a los tenedores de bonos de la reforma agraria el mismo trato que a los afrodescendientes? «Reconocimiento histórico» pero ni un centavo de compensación.
  • Núcleo duro de Humala, núcleo familiar.
  • Los poderes fácticos no se conforman con las concesiones de Humala: quieren más. Que no les toquen leyes laborales, que no les pongan límites a la propiedad de la tierra, que no les toquen el CAS, que les paguen por los bonos de la reforma agraria.
  • Clima ultraconservador. Censura a exposición de arte, acusada de apología terrorista. Clima represivo y de falta de libertad.

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Por - Publicado el 17-03-2012

1. «Las intervenciones de los Estados Unidos son parte de la vida»
Debió ocurrir a comienzos de 1990, en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). Un invitado estadounidense llamado Lawrence Harrison daba la charla «el subdesarrollo está en la mente». El ponente se explayó sobre el fracaso del comunismo, el triunfo del capitalismo y la preeminencia de los factores culturales en la explicación del desarrollo y del subdesarrollo de los países. El imperialismo y la dependencia, en particular de los Estados Unidos, como explicación al subdesarrollo habían sido derrotados. Siguiendo a Carlos Rangel, criticó el prejuicio latinoamericano alimentado por el uruguayo José Enrique Rodó de considerar a los Estados Unidos como un precario «Calibán» frente a un excelso «Ariel» latinoamericano. Sin embargo, para los países de América Latina, de no muy emprendedora cultura hispánica, había esperanza: la España de Felipe González, pro-occidental y pro-OTAN, lo demostraba. En América Latina podría haber una acción política que intentara reorientar valores culturales que finalmente nos lleven al desarrollo.

Mientras Harrison hablaba se notaba la tensión en el ambiente. Los asistentes se miraban, el sociólogo Romeo Grompone miraba al suelo, la socióloga Cecilia Blondet hacía señas con las manos pidiendo calma; no recuerdo si el antropólogo Julio Cotler estuvo ahí, pero si estuvo, definitivamente no dijo nada. Y si alguien estaba muy serio y visiblemente enfadado era el antropólogo estadounidense Orin Starn (ver aquí un trabajo suyo). Cuando Harrison acabó de hablar, Starn no dejó que nadie tomara la palabra antes que él e intervino. Al hacerlo le temblaban los labios. «Me dio mucha rabia», nos comentaría después de la charla. Starn, muy en contra él de la política exterior de los Estados Unidos, criticó que se propusiera como paradigma el capitalismo y sugirió que el modelo sueco de estado de bienestar u otro podía ser una alternativa. Harrison le respondió muy cordialmente, en un tono de «mire, jovencito», que el modelo sueco era también capitalista, y le reiteró que no había alternativa.

Luego Blondet le dio la palabra al sociólogo Óscar Castillo (ver aquí un trabajo suyo) quien mencionó las intervenciones de Estados Unidos en América Latina (reciencito nomás, en 1989, había ocurrido la invasión de Panamá) y el apoyo de los Estados Unidos a Gran Bretaña en la guerra de las Malvinas en 1982. Ahí a Harrison se le acabó la cordialidad y acusó a Castillo de estar guiado por prejuicios retardatarios: «Usted no entiende que los Estados Unidos en la guerra entre Gran Bretaña y la Argentina actuaron según la ley», le espetó coléricamente. Los Estados Unidos no podían alinearse con la actitud machista y prepotente de los militares argentinos. Y sobre las intervenciones, «pues yo participé en la intervención en Centroamérica como funcionario de la embajada. Las intervenciones son parte de la vida», afirmó como suspirando. «Si creen que somos «calibanes», intenten con otros, a ver si son mejores». Los asistentes se miraron como diciendo «con razón» (Harrison, por cierto, había asistido al IEP con un macizo acompañante que se mantuvo en silencio durante toda su charla).1 Notaron mucho el contraste entre el trato de Harrison, pedagógico y paternalista, a Starn con el que le brindó a Castillo. Algunos asistentes de investigación nos acercamos a Castillo a la salida, «buena intervención, Óscar, pero qué mala respuesta la que te dio». «¡Calla cholo de mierda!», imitó el mismo Castillo a Harrison. Fue precisamente esa la actitud que todos vimos en la respuesta de Harrison a Castillo.

Y bueno, al menos en el IEP hubo quien le hizo el pare. Harrison también se presentó en DESCO, pero allí al parecer quedaron complacidos y hasta convencidos por este ideólogo.

2. ¿»Es la cultura, estúpido»?
Mientras Bill Clinton derrotaba a George H.W. Bush en 1992 con el casi grito de campaña «Es la economía, estúpido», aquí, Harrison centraba su análisis en la cultura.

A su paso por Lima de entonces Harrison estaba promocionando su libro «Underdevelopment is a State of Mind: The Latin America Case» aparecido en 1988, aquí, que sería el primero de una serie de libros que escribiría sobre la preeminencia de los factores culturales en la explicación del desarrollo, incluyendo un par con Samuel Huntington, el autor de «El choque de civilizaciones».

«Marx was wrong, Weber war right» (Marx estaba equivocado, Weber tenía razón) sentencia Harrison en otro libro: «¿Quiénes prosperan?». Los valores provenientes del calvinismo son más efectivos en motivar espíritu emprendedor que los que provienen del catolicismo. En base a esta idea toma del argentino Mariano Grondona una tipología de valores y actitudes que llevan al progreso o al estancamiento, que puede ser vista en parte aquí, gracias a León Trahtenberg. Con esto Harrison desarrolla un programa de investigación que plasma en varios libros, algunos editados, con artículos de varios autores y otros propios. Su planteamiento va muy bien incluso con la macroeconomía del desarrollo, pues se junta información sobre el trasfondo cultural y las actitudes hacia el cambio en diversos países (Jeffrey Sachs y Guido Tabellini algún rol le asignaron a variables culturales en el desarrollo, el mismo Harrison los cita la respecto, aquí, en un artículo-resumen de sus ideas publicado por la Fundación Cato.). Son variables muy fáciles de correlacionar con variables de crecimiento económico en datos de corte transversal o de panel de países. Los planteamientos son definitivamente sugerentes, pero no parece que le acaban de funcionar.

Si compara a Costa Rica con Nicaragua, lo único que parece funcionarle como explicación para que el PIB per cápita tico sea mayor que el nica es que en Costa Rica hay una mayoría, 80%, de blancos, mientras que en Nicaragua hay una mayoría, 69%, de mestizos. Y claro, su conclusión es

Costa Rica y Nicaragua son diferentes porque los costarricences son diferentes a los nicaragüenses.

Con una explicación como esta, ¿cuánto hemos avanzado en nuestra comprensión de las causas del desarrollo? Varios gobiernos de América Latina y el Caribe, guiados por este tipo de idea, promovieron una política de inmigración europea con el objeto de generar un mayor desarrollo. No se esta diciendo nada no sólo que no se haya dicho, sino que no se haya hecho ya.

Si Haití y República Dominicana son diferentes es por las raíces africanas de los haitianos, si Haití y Barbados son diferentes es porque en Barbados estuvieron los británicos, si Argentina y Australia son diferentes es por la cultura británica australiana, similar a la de los Estados Unidos y el Canadá.2

3. Moynihanismo-leninismo
Pero, puestas las cosas así, ¿se puede hacer algo para que una «cultura fatalista» se convierta en una «cultura emprendedora»? Sí. Para eso Harrison recurre a esta ingeniosa frase:

«La verdad conservadora fundamental es que lo que determina el éxito de una sociedad es la cultura, y no la política. La verdad progresista fundamental es que la política puede cambiar una cultura y salvarla de sí misma».
Daniel Patrick Moynihan3

La política puede generar cambios en valores y en actitudes que finalmente lleven a un cambio cultural. Más de una vez en el marxismo se ha dicho que mientras Marx centraba su análisis en tendencias económicas impersonales y objetivas, Lenin centraba su análisis y su acción en la organización partidaria, aún cuando Rusia no era un país de capitalismo maduro y por lo tanto según Marx no estaba listo para una revolución socialista. La acción humana podría sobreponerse sobre la inercia económica. Moynihan, y Harrison con él, aparece así como una suerte de «Lenin» de los «culturalistas»: si las culturas «no están listas» para el desarrollo, la acción política las puede salvar y sobreponerse a la inercia cultural.

4. Reformas también culturales
Estas cosas se decian en los noventas, años de «reformas estructurales» en diversas partes del mundo y en particular en América Latina. Así también ocurrió en eel Perú, como ya vimos en 1990s: USAID y CONFIEP impulsan las reformas de Fujimori, 1991: repentino Apoyo a Fujimori. Los grandes empresarios y los Estados Unidos impulsaron estas reformas, por las cuales vinieron abogando ya desde los años ochentas, 1984: la NED, USAID y Hernando de Soto.

De esa época son «La utopía arcaica» de Mario Vargas Llosa (que comenté en este post), el «Manual del perfecto idiota latinoamericano» y «Fabricantes de miseria», de Álvaro Vargas Llosa, Carlos Montaner y Plinio Apuleyo Mendoza, trabajos todos comentados positivamente por Harrison.4 De esa época son los discursos «motivacionales» del mexicano Miguel Angel Cornejo (sobre el «si piensas que estás vencido» ver aquí) y la prensa, las telenovelas y los grupos de rock monitoreados por Montesinos. (Ver aquí algo sobre la «tradición autoritaria» peruana). Definitivamente, los años noventas en el Perú, la época de Fujimori, representaron un profundo cambio en la forma de pensar de los peruanos y peruanas.

5. Dos décadas después: cultura sálvame
El prólogo de Harrison a la edición de 2000 de «el subdesarrollo es un estado mental» (que por cierto es un concepto que proviene del peruano Augusto Salazar Bondy, pero referido a la emancipación mental que va de la mano con la emancipación social)5 sería un «himno de la alegría» a «la nueva corriente intelectual» de Vargas Llosa (Álvaro), Montaner y Mendoza, a las reformas de Menem, elogiadas por Mariano Grondona (quien por cierto apoyó diversos golpes de estado en la Argentina, a López Rega, quien dirigía el escuadrón de la muerte llamado la triple A (Alianza Anticomunista Argentina); apoyó también a Videla, asesorando a altos cargos de su gobierno, y desde luego a Menem.).

Sin embargo, a comienzos de los 2000 en América del Sur revienta la crisis económica y se vienen abajo los gobiernos de derechas, mientras que a fines de los 2000 revienta la crisis económica en América del Norte y se viene abajo el gobierno del derechista Bush. El modelo «culturalmente correcto», de desregulación y privatizaciones, resulta ser cuestionado en las urnas. El cambio más estrepitoso ocurre precisamente en la Argentina, país que había seguido puntillosamente las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y que había sido tan alabado por Harrison.

En el mundo retumba el «choque de civilizaciones», con el atentado de 2001 en Nueva York y Washington D.C., las guerras de Afganistán e Iraq. Los Estados Unidos llevan a cabo una invasión a Iraq con pruebas insuficientes de una supuesta amenaza nuclear y por encima de las Naciones Unidas. Vuelven los golpes de estado a América Latina: Venezuela, Haití, Bolivia, Honduras, Ecuador, todos impulsados por los Estados Unidos. El triunfalismo capitalista de hace veinte años queda atrás. Wall Street es ocupada y desalojada violentamente. Ya no es la cultura la que tiene que ser «salvada de sí misma» por la política. Son los bancos estadounidenses los que son salvados con el dinero público. Son los países periféricos europeos los que son salvados por otros países. Ahora que las papas queman, ¿dónde está la ética protestante y el «estado mental»?

6. La gran marcha de la cultura
Las actitudes emprendedoras no surgieron de un mundo de gente atomízada, cada quien en su parcela de tierra trabajando independientemente, en que a los «emprendedores» les iba bien y a los «fatalistas» les iba mal. Las comunidades católicas y protestantes en la Alemania de Weber o los «hombrecitos» y «mujercitas» de Nueva Inglaterra de mediados del siglo XIX son un producto histórico surgido de un largo proceso de individualización y liberación del opresivo pensamiento feudal y religioso. Harto pensador, artista, reformador, hereje, campesino se fajó por una sociedad más libre, socavando uno a uno la sociedad feudal europea, fundamentalista (como se diría ahora) y fatalista. (Ver Post Scriptum abajo).

¿Qué «espíritu emprendedor» podía tener un campesino que tenía que soportar que el señor feudal viole a sus hijas? Es comprensible que su mente abrigue sentimientos de resignación e impotencia, con harta indignación. ¿Qué «aceptación de riesgo» podía asumir un campesino agobiado por impuestos reales y por diezmos de la iglesia que veía cómo quemaban a Jan Hus o a Giordano Bruno por su audacia contestataria? La sublevación contra tal orden, la lucha contra la explotación, la injusticia y el abuso iban de la mano con la innovación, el pensamiento libre, el espíritu emprendedor, la aceptación del riesgo, la búsqueda de un estado de derecho. No había contraposición entre ambos aspectos.

7. Emprendedores oprimidos
La Europa de la libertad religiosa y secularizada, como los Estados Unidos sin la esclavitud de la plantación se ganaron a pulso, con la lucha de mucha gente que amaba la libertad y quería un mundo más igualitario. Gente que era guiada por un pensamiento revolucionario que en las versiones políticas conservadoras actuales queda mutilado y reinterpretado según la necesidades de la guerra fría y su resaca.6 Harrison y otros en su esfuerzo por negar la opresión, el feudalismo, la dominación como fuente de atraso, las desligan completamente de los valores que señalan como retardatarios. Una vez más: ¿qué «espíritu emprendedor» podía tener un campesino peruano, un yanacón, que tenía que soportar que el gamonal viole a sus hijas? Suena a que esta persona desarrollará una resignación y una indignación muy similares a las de su contraparte europea que pasaba por lo mismo. Es difícil pensar que el terror que sintieron quienes presenciaron la ejecución de Túpac Amaru en el Cusco o las de los judíos quemados por la Inquisición en la Plaza de Armas de Lima haya sido muy diferente que el que sintieron los checos e italianos que presenciaron cómo Jan Hus y Giordano Bruno, respectivamente, quedaban desmenuzados en la hoguera, quemados también por las autoridades católicas.

8. El imperialismo está en la mente
Pero claro, hacerse estas preguntas o ponerse a pensar en estas cosas en el contexto actual y subdesarrollado puede llevar a cuestionar un orden injusto, y finalmente a los Estados Unidos como potencia que intervino e interviene en América Latina. Mejor contraponer la opresión a la fatalidad. Si en general es «Marx estaba equivocado y Weber tenía razón», en América Latina es «Eduardo Galeano estaba equivocado y Carlos Rangel tenía razón». Como «el imperialismo es un mito» (según Gonzalo Portocarrero, ver algo aquí), vayamos a ver la cultura, el «estado mental», sin saber muy bien de dónde surgió históricamente ese «estado mental» y cómo se relaciona con la opresión. Una contraposición de aspectos que significa un gran retroceso respecto de pensadores peruanos, como Augusto Salazar Bondy, a quien Lawrence Harrison tomó como inspiración para su formulación.7

9. Emprendedores con guión
Uno se pone a pensar que un Washington o un Lincoln de América Latina serían vistos como unos terrucos. Si alguien quiere cambiar órdenes injustos y aprender del ejemplo histórico de los Estados Unidos antes que de los discursos de sus lobbistas de las ideas, resulta que es uno el retardatario y el bananero. El niño bueno es el que acepta sin chistar el rol dominante de una potencia extranjera en su propio país y simplemente se asimila; el niño malo es el que lo rechaza. Llegado a este punto uno se pregunta si el mensaje que da gente como Harrison no es precisamente el contrario al que tanto pregonan, un mensaje de fatalidad y resignación a que un país sea simplemente incapaz de gobernarse a sí mismo sin las USAIDs y NEDs que intervengan, un mensaje de rechazo a toda innovación que no sea la que se apruebe por algún burócrata del gobierno estadounidense o de alguna multilateral. ¿Es esa la actitud emprendedora que se necesita para salir del subdesarrollo? ¿Resignarse a que las intervenciones de los Estados Unidos «son parte de la vida»? Pues el Perú y muchos países latinoamericanos funcionaron así por mucho tiempo, y así seguimos. Lo repito: el mejor truco del imperialismo fue hacernos creer que no existe.

10. Macro-resignación y micro-resignación
La fatalidad sedimentada en la cultura no sólo es ante las circunstancias desfavorables de pobreza, sino ante la opresión y la injusticia. Y por lo tanto, no se puede inculcar un espíritu emprendedor a la vez que se inculca la resignación ante un sistema discriminador y opresivo. Son mensajes contradictorios que se anulan entre sí y acaban reforzando la resignación que dicen combatir. Esta falla de concepción tiene consecuencias no sólo macro, sino también micro: programas de «empoderamiento» o «inclusión social» que reproducen y refuerzan el verticalismo y la exclusión del poder, no sea que la gente se levante si se la «azuza» mucho. De la asistencia no surgen emprendedores.

Pero bueno, esto está para seguir pensándolo. Queda aquí por ahora.

Post Scriptum
La ética protestante y el espíritu del capitalismo… de los príncipes

¿Cómo fue el proceso de adopción religiosa en Europa? No es que vieron que la chacra del vecino protestante era más productiva y se convirtieron. Ni la adopción del cristianismo ni las reformas protestantes ocurrieron sin imposición. En Alemania el surgimiento del luteranismo y la guerra religiosa subsecuente fue la cara ideológica de la guerra campesina alemana, que remeció a la sociedad feudal de la época. Una incipiente burguesía se levantaba contra el orden feudal recurriendo a los campesinos alemanes. Pero una vez producido el desborde campesino, gente como Lutero tenía claro que no era a ellos a quienes necesitaba sino a los príncipes alemanes. Friedrich Engels en La guerra de los campesinos en Alemania nos cuenta sobre Lutero y su traición a los campesinos alemanes:

Frente a la revolución se olvidaron los viejos rencores; en comparación con las bandas de campesinos, los servidores de la Sodoma romana eran mansos corderos, inocentes hijos de Dios; burgueses y príncipes, nobles y curas, Lutero y el Papa se aliaron «contra las bandas asesinas de campesinos ladrones». «Hay que despedazarlos, degollarlos y apuñalarlos, en secreto y en público; ¡y los que puedan que los maten como se mata a un perro rabioso!», gritaba Lutero.

Ese era Martín Lutero, reformador burgués, según Engels, a diferencia de Tomás Müntzer, revolucionario plebeyo, que apoyaba a los anabaptistas, y quien finalmente fue derrotado, torturado y decapitado por los papistas.

Y sí, la misma reforma religiosa europea, que da origen a lo que cuatro siglos después Weber llamó «la ética protestante», tuvo evidentes causas socio-económicas y advino tras una encarnizada lucha. Al final se ganó el derecho a la libertad religiosa…. para los principes. Éstos podían profesar la religión que quisieran, sin que el rey pudiera prohibirles nada. Bacán. Sólo que los vasallos de los principes no tenían tal libertad. Los yanaconas europeos adoptaban la religión del gamonal europeo de la época: cuius regio, eius religio. La adopción religiosa para los vasallos no fue precisamente la manifestación de algún «espíritu emprendedor». Si hubo una «acumulación originaria» de capital hecha a sangre y fuego, la «adopción religiosa originaria» no fue para nada menos violenta.


Una famosa foto de agosto de 1930: el marine estadounidense Orville Pennington posa con la cabeza del campesino sandinista Silvino Herrera durante la invasión de Nicaragua

En el contexto actual de «comisiones de la verdad» que revierten responsabilidades es también muy interesante la explicación que da esta página estadounidense, fuente de la foto. Allí se señala que es una fotografía famosa usada por la propaganda sandinista para propagar la «leyenda negra» de atrocidades de los marines estadounidenses en Nicaragua. En realidad, según esta página, Herrera había sido decapitado por un terrateniente que guió a Pennington, y cuya esposa había sido violada por Herrera. A Pennington se lo absuelve de cualquier responsabilidad o acción disciplinaria, diciendo que la foto fue sólo una «boyish indiscretion», una «indiscreción inmadura». Pennington era muy querido por los nativos en el área, hablaba español y se casó con una mujer nicaragüense con la que tuvo un hijo. Tampoco hay evidencia de que Herrera fuera sandinista, siendo lo más probable que haya sido un bandido y un criminal.

Esta foto y tantas otras, como las de Filipinas, aquí, son un precedente histórico a las de Abu Ghraib en Iraq, las de Guantánamo en Cuba o a las de Afganistán. Lo de «boyish indiscretion» no suena nada creíble. Está claro que tienen una excusa para cada cosa. El imperialismo está en la mente nomás.

Algo de memoria: Las principales intervenciones militares de los Estados Unidos entre 1898 y 1930: Cuba, Puerto Rico, Haití, República Dominicana, Nicaragua, México, Panamá. «Parte de la vida», dice Harrison.

Tomado de Michel Gobat, «Confronting the American dream: Nicaragua under U.S. imperial rule». Ver panorama de este libro aquí.

El Perú también pudo haber sido un protectorado de los Estados Unidos: 1881: el Perú bajo protectorado estadounidense

  1. Y, efectivamente, Harrison participaría en misiones oficiales como funcionario del gobierno de los Estados Unidos, incluso después de esta charla en el IEP. []
  2. Harrison niega ser racista, pues según él la cultura es transmitida y cambia, mientras que las teorías racistas ven a la cultura como algo innato y estático. También niega ser un nacionalista estadounidense o que propone el modelo estadounidense para otros países. Sin embargo, sí se reafirma en su escepticismo por la capacidad de generar desarrollo de la cultura hispana y considera que la influencia de los Estados Unidos en América Latina es más positiva que negativa. []
  3. Traducción citada aquí, El País. La cita original es «The central conservative truth is that it is culture, not politics, that determines the success of a society. The central liberal truth is that politics can change a culture and save it from itself.» []
  4. En 2004, Vargas Llosa se distanciaría explícitamente de las tesis a la Huntington, verlo aquí. Vargas Llosa reaccionaba así a la alarma de Huntington por el crecimiento poblacional de los hispanos en los Estados Unidos, un país según él fundado por blancos anglos. A Vargas Llosa Huntington le tocaba con eso la cultura hispana.

    Pero antes, en los noventas, a Vargas Llosa las tesis de Huntington no le vinieron mal, como que fue muy duro con la cultura andina. En 2001 Viaje a las tinieblas mereció la respuesta del historiador peruano Leopoldo de Trazegnies Granda en Las tinieblas de Vargas Llosa:

    su argumentación está muy cerca de las tesis desarrolladas por Samuel Huntington en su libro «El choque de civilizaciones» (N.Y., 1996) sosteniendo que los pacíficos europeos se convierten en salvajes cuando su civilización entra en contacto con culturas diferentes.

    Efectvivamente Vargas Llosa afirma:

    Esos europeos no fueron siempre así: se convirtieron en ‘salvajes’ al apartarse de sus países, donde eran, seguramente, anodinos y pacíficos ciudadanos respetuosos de las leyes y costumbres establecidas, y trasladarse a un territorio donde su fuerza militar y sus conocimientos modernos los convertían en seres ‘superiores’ a los indígenas, y donde nadie hacía respetar las leyes de la ‘civilización’.

    Y claro, entonces este huntingtoniano Vargas Llosa sostenía que

    no hay duda de que, en un sentido al menos, el cristianismo es menos incompatible con la civilización que el islam» él ha experimentado un proceso de secularización que, en la inmensa mayoría de las sociedades cristianas, lo frena y le impide ejercitar la intolerancia y la violencia implícitas que conlleva toda religión, en tanto que la religión musulmana no ha tenido una evolución equivalente y sigue aspirando a regular no sólo la vida espiritual de los fieles, sino también la vida política y social, como el catolicismo en la Edad Media.

    []

  5. Citado en el primer libro de Lawrence Harrison.

    El subdesarrollo no sólo constituye un conjunto de datos estadísticos que permiten esbozar un cuadro socioeconómico. También constituye un estado mental, una forma de expresarse, una perspectiva y una personalidad colectiva.
    Augusto Salazar Bondy

    Augusto Salazar Bondy debatiría al respecto con el mexicano Leopoldo Zea, su maestro, ver aquí. Curiosamente, la idea matriz de Harrison proviene de un pensamiento muy latinoamericano. []

  6. Se ha visto que los conservadores se ponen «revolucionarios» y hablan de libertad cuando se trata de regímenes comunistas, populistas o autoritarios enemigos de los Estados Unidos. Pero si se trata de las oligarquías latinoamericanas, las monarquías petroleras amigas del Medio Oriente, los Shahs, Emires, dictadores militares o hereditarios, etc. el énfasis se desplaza a lo micro, a los valores individuales, a la cultura, etc. De hecho, dentro de los Estados Unidos, la iconografía revolucionaria (es decir, referida a la Revolución de 1776) la usan más los conservadores: el «Tea Party» hoy es un movimiento político conservador, los «Minutemen» son un movimiento anti-inmigrante. []
  7. En la historia latinoamericana, fueron los gobiernos llamados populistas los que demostraron a la gente que no tenía por qué resignarse a un statu quo oligárquico que los perjudicaba. Como vimos en Sin tetas no hay populismo,

    Abrieron sus sociedades otrora restringidas a rancias oligarquías, excluyentes, antimeritocráticas, antiliberales. Los populismos latinoamericanos fueron unos grandes redistribuidores de oportunidades. Tras mucho tiempo el populismo como doctrina política ha caído en desgracia, pero el empoderamiento de la ciudadanía brasileña, mexicana y argentina, que nadie se lo quite. Ha quedado. Gran contraste con el Perú.

    []

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Por - Publicado el 15-03-2012

Por Jorge Rendón Vásquez

Empiezan a aparecer de nuevo en algunos diarios los comunicados de ciertas organizaciones sindicales clamando por una Ley General del Trabajo, adobados con las declaraciones de algunos oficiosos abogados, como gritos lanzados al viento de una multifacética opinión pública, seducida por sus heteróclitas distracciones. El detonante de esta nueva edición de una campaña que comenzó en 2001 ha sido un proyecto de Ley General del Trabajo elaborado por una comisión integrada por seis abogados, de los cuales tres son consumados asesores empresariales y tres amigos de aquéllos. También la CGTP estaría elaborando un proyecto. Por lo tanto, con el que se encuentra en la Comisión de Trabajo del Congreso de la República, son ya tres los proyectos en juego.

Si se les preguntara a los dirigentes de las centrales sindicales ¿cuál de esos proyectos les gusta?, la respuesta sería, sin duda, el presentado en el Congreso por la bancada fujimorista, lo que es obvio, porque lo consensuaron en el 85% de su articulado. Como lo he demostrado con un estudio puntual, este 85% repite en su mayor parte los cambios en la legislación laboral efectuados durante la década del gobierno de Fujimori, negativos para los trabajadores. En una carta abierta invité a los dirigentes de la CGTP a responder un pliego de preguntas sobre los aspectos de ese proyecto consensuados por ellos. Nunca lo absolvieron.

¿Por qué los dirigentes de las centrales sindicales se aferran a la postulación de una Ley General del Trabajo?

No porque los motiven los aspectos académicos, históricos y de conveniencia para los trabajadores de un cuerpo legal de esta magnitud.

La impresión suscitada por su empecinamiento remite a su frente interno.

Por definición de la doctrina y de las normas internacionales básicas, la organización sindical tiene como fines la defensa de los derechos y la promoción de los intereses de los trabajadores. La inveterada práctica histórica del sindicalismo muestra que esta defensa y promoción no se traducen en un difuso clamor de “justicia social” (con todo lo equívoco de esta expresión), sino en planteamientos y acciones concretos. Y los partidos políticos de composición obrera, en los países industrialmente más adelantados, han educado a sus dirigentes sindicales en esa escuela de necesidad objetiva. La consecuencia de su modelo estratégico ha sido ganar, por acumulación obstinada, los derechos que conforman el estatuto contemporáneo de normas laborales y de seguridad social de las clases trabajadoras, en cada país, según la correlación de fuerzas económicas, sociales y políticas. Cuando las cúpulas sindicales en varios de esos países, bajaron la guardia, confiando en las promesas electorales de los partidos socialdemóratas, e incluso de los partidos conservadores, les fue mal. Perdieron una parte de los derechos por los que tan penosa y tan largamente habían luchado. Actualmente, por ejemplo, en España, el Partido Popular (se llama Popular, pero es conservador) ya ha cambiado in peius para los trabajadores varias normas de importancia. Los dirigentes de dos centrales sindicales históricas protestan, aunque sabían que esto vendría con la mayoría electoral del Partido Popular, alcanzada con no menos del 30% de votos de trabajadores, esperanzados en mantener sus ventajas y empleo con este partido.

En nuestro país, la noción de necesidad objetiva parece ser aún ajena a la inmensa mayoría de trabajadores, desconocimiento que se explaya como un campo de Agramante para las cúpulas sindicales y los innumerables grupos llamados de izquierda y los partidos de centro y derecha, que pescan allí un buen número de votantes. El reclamo de una Ley General del Trabajo por los dirigentes de las centrales sindicales encaja en esta manera de ser. En lugar de dirigir la acción sindical con planteamientos específicos hacia el cambio de las normas laborales y de seguridad social de la década fujimorista, más perjudiciales para los trabajadores, se empeñan en convencer a sus representados de que una Ley General del Trabajo cambiará de golpe todo lo malo de la legislación laboral. Todo o nada. La fuerza concentrada sobre un punto de apoyo puede mover enormes pesos, uno cada vez, como lo demostró Arquímedes hace más de dos mil trescientos años. La fuerza diluida es impotente. No me parece que ignoren esta ley elemental con múltiples expresiones en la vida cotidiana. Tampoco desconocen que la composición actual del Congreso de la República es adversa a la restitución de los derechos perdidos por los trabajadores y que, por el contrario, se inclinaría a favorecer a los empresarios.

¿Cuál sería, entonces, la razón de ser de su extraña táctica?

En 1951, Vittorio de Sica y Cesare Zavattini realizaron la extraordinaria película satírica del neorrealismo italiano “Milagro en Milán”. Relata la vida de un grupo de pobladores marginales que viven en una barriada de la cual son desalojados por el propietario de la tierra. Su improvisado líder, un joven católico un tanto ingenuo y de buen corazón, los conduce a la Piazza y allí, montados en escobas, alzan vuelo y se van al cielo a través de las nubes que cubren la ciudad, entonando, felices, una hermosa canción.

La fantasía puede tener efectos sedantes. La explotación podría ser más soportable por los trabajadores si se convencieran de que pueden irse al cielo, donde los esperaría una Ley General del Trabajo, como un decorado de abundancia y éxtasis.

(13/3/2012)

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Por - Publicado el 13-03-2012

El peritaje del EIA hecho por el gobierno regional cajamarquino.
La reacción megaminera megamediática .
Expulsan a Rimarachín, congresista cajamarquino al frente de protesta social.
En el gobierno se quedan políticos izquierdistas.
Represión contra la minería informal, que es el resultado del un mercado no regulado. Ausencia de planificación por razones doctrinarias.
Libros de texto: de los negociados con los colegios, a acusarlos por apología del terrorismo y finalmente a su quema. Oscurantismo en conocer la historia reciente del Perú.

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Por - Publicado el 13-03-2012

La intervención de los Estados Unidos en el Perú es muy transparente. La embajadora Rose M. Likins impulsa la erradicación de la coca en el Perú y su sustitución por el cacao. Es incluso anfitriona de funcionarios formalmente del gobierno peruano, como la jefa de DEVIDA (en realidad proveniente de una organización generada por el gobierno de los Estados Unidos como CEDRO, aquí) a quien la embajadora invita a visitar el interior de su propio país. Así lo leemos en el blog oficial del Departamento de Estado:

U.S.-Peru Partnership: Working To Reduce Illegal Coca Cultivation
Rose M. Likins
(…)
«Recently, I had the opportunity to travel to Peru’s mountainous Huánuco Region, a coca-growing area in the Andes, to get a birds’ eye view of the challenges the people of this remote area face and how U.S.-Peru cooperation is helping to make a difference. I also had the pleasure of hosting the new head of Peru’s anti-drug agency DEVIDA on the trip.«


La embajadora Likins no se quedó atrás y al igual que su antecesor McKinley viajó a la «shit», al interior del país, a erradicar la coca y sustituirla por cacao. A diferencia de su antecesor, sin embargo, sólo se fotografió en la nave, no con ametralladoras a lo rambo (aunque sí se advierte que estuvo bien escoltada).
La primera imagen la vimos antes en este post., la segunda proviene del post del Departamento de Estado citado.
Ver también La gourmetización antinarcótica del Perú.

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Por - Publicado el 05-03-2012

Propongo un debate técnico entre los peritos del gobierno central y los de Cajamarca, en la Universidad del Pacífico, que en los ochentas organizaba los debates electorales.
Reacomodos políticos: ¿Humala hace explícito su viraje derechista?
Los «niveles de aprobación fujimorista» requieren una activa «inclusión social» con capitalización política que los hagan creíbles. Trivelli pone las tuberías, pero Nadine abre el caño de la inclusión social.
Lío intraderechista, lío histórico. La preocupación es por el surgimiento de una izquierda crítica del sistema continuista, que capitalice políticamente el descontento social.

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Por - Publicado el 29-02-2012

Por Jorge Rendón Vásquez1

Para los terratenientes peruanos, y si son de casta, con mayor razón, cualquier tiempo pasado —anterior a la Reforma Agraria de 1969—,  fue mejor … para ellos, ¡claro! Agotados los efectos de esta Reforma Agraria, están de nuevo en el timón y, como antes de ella, su tasa de acumulación a expensas del trabajo de sus dependientes y del Estado sigue al tope. Veámoslo:

El 30 de octubre de 2000, uno de los últimos actos del gobierno de Fujimori fue la promulgación de la Ley 27360, llamada de Promoción del Sector Agrario. El Congreso de la República la había aprobado pocos días antes, con mayoría fujimorista y el apoyo de no pocos de la oposición. Por el Congreso la firmaron Martha Hildebrandt y Luz Salgado; y por el Poder Ejecutivo, Alberto Fujimori, Federico Salas, como Presidente del Consejo de Ministros, José Chlimper Ackerman, como ministro de Agricultura y Carlos Boloña Behr, como ministro de Economía y Finanzas. Chlimper, su promotor, era ya en ese momento un terrateniente y agroexportador de Ica.

Alberto Fujimori fugó del país pocos días después, y su gobierno se vino abajo. Pero quedó esta ley, como otras igualmente perniciosas,  con la aquiescencia de los regímenes políticos que le siguieron.

La Ley 27360 crea un régimen especial a favor de las “personas naturales o jurídicas que desarrollen cultivos y/o crianzas, con excepción de la industria forestal” (art. 2º-1) y para “las personas naturales o jurídicas que relicen actividad agroindustrial, siempre que utilicen principalmente productos agropecuarios, producidos directamente o adquiridos de las personas que desarrollen cultivos y/o crianzas […] fuera de la provincia de Lima y la Provincia Constitucional del Callao. No están incluídas en la presente Ley las actividades agroindustriales relacionadas con trigo, tabaco, semillas oleaginosas, aceites y cerveza” (art. 2º-2).

A esta Ley se le dio una duración que vencía el 31 de diciembre del 2010. Por la Ley 28810, del 21 de julio de 2006 (sin oposición en el Congreso), se le prorrogó hasta el 31 de diciembre de 2021. La promulgaron Alejandro Toledo, como Presidente de la República, y Pedro Pablo Kucynski, como Presidente del Consejo de Ministros.

(Los artículos indicados a continuación corresponden a la Ley 27360)

I.- Ventajas en materia laboral:

1.- Se permite a los productores agrarios beneficiarios imponer a sus trabajadores jornadas acumulativas semanales, que pueden exceder el límite diario de ocho horas (art. 7º-1). El pago por horas extras sólo procede por el tiempo superior a las 48 horas semanales. En el régimen común, la sobretasa por horas extras se paga si terminada la jornada de ocho horas, se continúa trabajando. La sobretasa equivale al 25% de la remuneración ordinaria (D.Leg. 854, art. 10º).

2.- La remuneración que les permiten pagar a sus trabajadores fue fijada en 16 soles por la Ley 27360. Esta cantidad incluye la compensación por tiempo de servicios (CTS) y las gratificaciones de Fiestas Patrias y Navidad. Se dispuso que se le actualizaría en el mismo porcentaje que los incrementos de la remuneración mínima vital (art. 7º-2-a).

En octubre de 2000, cuando se dio la Ley 27360, la remuneración mínima vital (RMV) era 460 soles por mes y 13.67 por día. Ahora es 675 soles por mes y 22.50 al día. Se ha elevado, entre ambos períodos, en 64.6%. Por lo tanto, aplicando este porcentaje a la remuneración agraria, su monto es ahora 26.34 soles.

La liquidación del pago a un trabajador del régimen general que percibe la RMV es la siguiente:

RMV                                                                22.50
Más
C.T.S. 8.33%                                                     1.87
Gratif. Fiestas Patrias 16.66%                      3.74
Gratif. Navidad 16.66%                                  3.74
TOTAL                                                            31.85
Remuneración agraria                                 26.34
Diferencia a favor de los propietarios agrarios 5.51 soles

3.- El descanso vacacional para los trabajadores agrarios es sólo de 15 días (art. 7º-2-a); para los demás trabajadores, 30 días. La remuneración vacacional común equivale al 8.33% de la remuneración total en el año (D.Leg. 713, arts. 15º, 16º). La remuneración vacacional agraria equivale a la mitad, o sea 4.165%. Diferencia a favor de los propietarios agrarios: 4.165% de la remuneración agraria en el año.

4.- En el caso de despido arbitrario, a los trabajadores agrarios sólo les corresponde 15 días de indemnización por año de servicios con un máximo de 180 días (art. 7º-2-c). A los demás obreros les corresponde 45 días por año de servicios con un máximo de 12 meses o 360 días (D.Leg. 728, TUO por el D.S. 003-97-TR, art. 38º). El despido, cuando les obligan a pagar la indemnización, les sale muy barato a los productores agrarios.

II.- Ventajas en cuanto al régimen de prestaciones de salud

Se dispone que el aporte para el Seguro de Salud, a cargo del empleador, equivale al 4% de las remuneraciones (art. 9º). Para los empleadores del régimen general equivale al 9% (Ley 26790, art. 6º). Se benefician con un 5%.

III.- Ventajas en materia tributaria para sus beneficiarios indicados

1.- La tasa del impuesto a la renta de tercera categoría (actividades de comercio, industria, minería, explotación agropecuaria, forestal, pesquera, servicios, etc.) es para ellos sólo el 15%. (art. 4º). Para los demás contribuyentes, es el 30% (Ley del Impuesto a la Renta, D.Leg. 774, Texto Único Ordenado por el D.S. 179-2004-EF, art. 55º).

2.- Para los fines del Impuesto General a las Ventas (IGV = 18% sobre el valor facturado) se les permite recuperar anticipadamente el IGV que paguen por sus compras de bienes y servicios en la etapa preproductiva que se fija de cinco años (art. 5º). Para los demás contribuyentes la recuperación del IGV pagado por compras de bienes y servicios es en el mes siguiente al del pago, y si queda saldo en el mes que sigue y, sucesivamente (Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto General a las Ventas, D.S. 055-99-EF, arts. 18º, 27º).

Por consiguiente, las cantidades no pagadas a los trabajadores agrarios y al seguro social, en relación a los del régimen general, y como impuesto a la renta incrementan las ganancias de los propietarios agrarios —es mucho dinero fácil que se acumula mes a mes—, y colocan sus inversiones en ventaja sobre las efectuadas en las otras actividades económicas. Una de las causas invocadas para aprobar la Ley 27360 fue la promoción de la exportación agraria. Se le podría haber impulsado con una mejora de las técnicas de producción, sin disminuir la capacidad de compra de los trabajadores agrarios. En realidad, no era eso lo que se quería, sino servirse de una fuente de energía laboral muy barata, como antes de la Reforma Agraria, constituida en su mayor parte por trabajadores con un nivel educativo elemental y desprovistos de organizaciones sindicales.

Aparte de la superexplotación de los trabajadores agrarios, hay una suerte de transferencia de recursos del campo a la ciudad en cuanto la producción agraria se destina al consumo final interno. Se sigue, en este sentido, el criterio tradicional que mantuvieron también los gobiernos militares de Velasco Alvarado y Morales Bermúdez con los precios controlados y regulados de los productos agrarios, y que afectó, en parte, la capitalización de los fundos expropiados.

En los proyectos de Ley General del Trabajo (el que salió del Consejo Nacional del Trabajo, con el acuerdo de los empresarios y dirigentes de las centrales sindicales, y que está ahora en el Congreso patrocinado por el grupo fujimorista, y el que ha redactado un grupo de seis abogados bajo la presidencia de Carlos Blancas Bustamante) se opta por mantener en vigencia las leyes 27360 y 28810. Ésta es una de las razones de mi oposición a esos proyectos.

(26/2/2012)

NORMAS DE PROMOCIÓN DEL SECTOR AGRARIO

Ley Nº 27360

TÍTULO I

GENERALIDADES

Artículo 1º.- Objetivo

Declarase de interés prioritario la inversión y desarrollo del sector agrario.

Artículo 2º.- Beneficiarios

2.1       Están comprendidas en los alcances de esta Ley las personas naturales o jurídicas que desarrollen cultivos y/o crianzas, con excepción de la industria forestal.

2.2       También se encuentran comprendidas en los alcances de la presente Ley las personas naturales o jurídicas que realicen actividad agroindustrial, siempre que utilicen principalmente productos agropecuarios, producidos directamente o adquiridos de las personas que desarrollen cultivo y/o crianzas a que se refiere el numeral 2.1 de este artículo, en áreas donde se producen dichos productos, fuera de la provincia de Lima y la Provincia Constitucional del Callao. No están incluidas en la presente Ley las actividades agroindustriales relacionadas con trigo, tabaco, semillas oleaginosas, aceites y cerveza.

2.3       Para efecto de lo dispuesto en el numeral 2.2 de este artículo, mediante decreto supremo aprobado con el voto aprobatorio del Consejo de Ministros y refrendado por los Ministros de Agricultura y de Economía y Finanzas, se determinará los porcentajes mínimos de utilización de insumos agropecuarios según tipo de actividad agroindustrial, entre otros aspectos.

2.4       En la presente Ley solamente está comprendida aquella actividad avícola que no utilice maíz amarillo duro importado en su proceso productivo.

Concord.: Regl., arts. 2º, 3º, 6ª DTF [10/9/2002]

Artículo 3º.- Vigencia

Los beneficios de esta Ley se aplicarán hasta el 31 de diciembre de 2021. (El texto de este artículo ha sido dado por la Ley 28810 [21/7/2006]).

TÍTULO II

DEL RÉGIMEN TRIBUTARIO

Artículo 4º.- Impuesto a la Renta

4.1       Aplíquese la tasa de 15% (quince por ciento) sobre la renta, para efecto del Impuesto a la Renta, correspondiente a rentas de tercera categoría, a las personas naturales o jurídicas comprendidas en los alcances del presente dispositivo, de

acuerdo a las normas reguladas mediante Decreto Legislativo Nº 774 y demás normas modificatorias.

4.2       Para efecto del Impuesto a la Renta, las personas naturales o jurídicas que estén comprendidas en los alcances del presente dispositivo podrán depreciar, a razón de 20% (veinte por ciento) anual, el monto de las inversiones en obras de infraestructura hidráulica y obras de riego que realicen durante la vigencia de la presente Ley.

Artículo 5º.- Impuesto General a las Ventas

Las personas naturales o jurídicas comprendidas en los alcances del presente dispositivo, que se encuentren en la etapa preproductiva de sus inversiones, podrán recuperar anticipadamente el Impuesto General a las Ventas, pagados por las adquisiciones de bienes de capital, insumos, servicios y contratos de construcción, de acuerdo a los montos, plazos, cobertura, condiciones y procedimientos que se establezcan en el Reglamento. La etapa preproductiva de las inversiones en ningún caso podrá exceder de 5 (cinco) años de acuerdo a lo que establezca el Reglamento.

Artículo 6º.- Obligaciones de los beneficiarios

A fin de que las personas naturales o jurídicas gocen de los beneficios tributarios establecidos en el presente dispositivo, deberán estar al día en el pago de sus obligaciones tributarias de acuerdo con las condiciones que establezca el Reglamento.

TÍTULO III

DEL RÉGIMEN LABORAL Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL

Artículo 7º.- Contratación Laboral

7.1       Los empleadores de la actividad agraria comprendidos en el Artículo 2º de la presente Ley podrán contratar a su personal por período indeterminado o determinado. En este último caso, la duración de los contratos dependerá de la actividad agraria por desarrollar, pudiendo establecerse jornadas de trabajo acumulativas en razón de la naturaleza especial de las labores, siempre que el número de horas trabajadas durante el plazo del contrato no exceda en promedio los límites máximos previstos por la Ley. Los pagos por sobretiempo procederán sólo cuando se supere el referido promedio.

7.2       Los trabajadores a que se refiere el presente artículo se sujetarán a un régimen que tendrá las siguientes características especiales:

a)         Tendrán derecho a percibir una remuneración diaria (RD) no menor a S/. 16.00 (dieciséis y 00/100 Nuevos Soles), siempre y cuando laboren más de 4 (cuatro) horas diarias en promedio. Dicha remuneración incluye a la Compensación por Tiempo de Servicios y las gratificaciones de Fiestas Patrias y Navidad y se actualizará en el mismo porcentaje que los incrementos de la Remuneración Mínima Vital.

b)         El descanso vacacional será de 15 (quince) días calendario remunerados por año de servicio o la fracción que corresponda, salvo acuerdo entre trabajador y empleador para un período mayor.

c)         En caso de despido arbitrario, la indemnización es equivalente a 15 (quince) RD por cada año completo de servicios con un máximo de 180 (ciento ochenta) RD. Las fracciones de años se abonan por dozavos.

Artículo 8º.- Impuesto Extraordinario de Solidaridad

Exonérase del Impuesto Extraordinario de Solidaridad a las remuneraciones de los trabajadores que laboren para empleadores de la actividad agraria, bajo relación de dependencia.

Artículo 9º.- Seguro de Salud y Régimen Previsional

9.1       Manténgase vigente el Seguro de Salud para los trabajadores de la actividad agraria en sustitución del régimen de prestaciones de salud.

9.2       El aporte mensual al Seguro de Salud para los trabajadores de la actividad agraria, a cargo del empleador, será del 4% (cuatro por ciento) de la remuneración en el mes por cada trabajador.

9.3       Los afiliados y sus derechohabientes tienen el derecho a las prestaciones del seguro social de salud siempre que aquellos cuenten con 3 (tres) meses de aportación consecutivos o con 4 (cuatro) no consecutivos dentro de los 12 (doce) meses calendario anteriores al mes en el que se inició la causal. En caso de accidente, basta que exista afiliación.

9.4       ESSALUD podrá celebrar convenios con el Ministerio de Salud o con otras entidades, públicas o privadas, a fin de proveer los servicios de salud correspondientes.

Concord.: Regl., arts. 20º al 24º [10/9/2002]

9.5       Los trabajadores podrán afiliarse a cualquiera de los regímenes previsionales, siendo opción del trabajador su incorporación o permanencia en los mismos.

Concord.: Regl., art. 25º [10/9/2002]

Artículo 10º.- Trabajadores agrarios con contrato vigente

10.1 Los trabajadores que se encontrasen laborando a la fecha de entrada en vigencia del presente dispositivo en empresas beneficiarias comprendidas en los alcances de la presente Ley, podrán acogerse al régimen de contratación laboral establecido en esta norma previo acuerdo con el empleador. El nuevo régimen no será aplicable a los trabajadores que cesen con posterioridad a la vigencia de esta Ley y que vuelvan a ser contratados por el mismo empleador bajo cualquier modalidad, salvo que haya transcurrido un año del cese.

10.2     Los trabajadores a que se refiere el presente artículo mantendrán el régimen vigente sobre indemnización por despido arbitrario.

10.3     Asimismo, los trabajadores podrán ejercer la opción prevista en el último párrafo del Artículo 9º de la presente Ley.

Artículo 11º.- Derogatorias

Derógase toda norma que se oponga a lo dispuesto en la presente Ley.

DISPOSICIONES TRANSITORIAS Y FINALES

Primera.- Reglamentación

Por decreto supremo refrendado por los Ministros de Agricultura, Economía y Finanzas, Trabajo y Promoción Social y Salud se dictarán las medidas reglamentarias y complementarias para la aplicación de esta Ley, así como las normas de simplificación de los registros correspondientes. Se mantiene vigentes las normas reglamentarias del Decreto Legislativo Nº 885 (Ley de Promoción Agraria, El Peruano, 10-11-1996, pág. 144213) y modificatorias, en tanto no se opongan a lo establecido en la presente Ley y no se publique el Reglamento correspondiente.

Segunda.- Deducción y pagos a cuenta del Impuesto a la Renta

Las personas naturales o jurídicas comprendidas en los alcances de la presente Ley podrán aplicar, durante la vigencia de la misma, lo dispuesto en la Décima Disposición Transitoria y Final del Texto Único Ordenado de la Ley del Impuesto a la Renta, aprobado por Decreto Supremo Nº 054 99-EF (ahora D.S. 179-2004-EF, El Peruano, 8-12-2004).

Tercera.- Exclusión de los alcances del Título III

No están comprendidos dentro de los alcances del Título III de la presente Ley la contratación del personal administrativo que desarrolle sus labores en la provincia de Lima y la provincia Constitucional del Callao.

Cuarta .-Vigencia

La presente Ley entrará en vigencia a partir del primer día del mes siguiente al de su publicación, con excepción de lo dispuesto en el Artículo 4º, el cual regirá a partir del 1 de enero de 2001.

Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.

En Lima, a los veinte días del mes de octubre del dos mil.

Martha Hildebrandt Pérez Treviño, Presidenta del Congreso de la República. Luz Salgado Rubianes de Paredes, Primera Vicepresidenta del Congreso de la República.

AL SEÑOR PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA

POR TANTO: Mando se publique y cumpla.

Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los treinta días del mes de octubre del año dos mil.

ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI, Presidente Constitucional de la República. Federico Salas Guevara, Presidente del Consejo de Ministros. José Chlimper Ackerman, Ministro de Agricultura. Carlos Boloña Behr, Ministro de Economía y Finanzas.

(31-10-2000, pág. 194515)

  1. El presente artículo adviene como un comentario al artículo “Chincha: terratenientes, trabajadores y la sublevación de 1879” de Silvio Rendón, grancomboclub, 23/2/2012. Hasta la Reforma Agraria de 1969, los terratenientes explotaban a sus trabajadores sin medida y sin normas. Eran señores de horca y cuchillo. Los tiempos cambiaron luego de la Reforma Agraria. Ahora necesitan normas y las tienen. []
10 Comentarios

Por - Publicado el 27-02-2012

Va el programa No 12:
Contraataque derechista: la derecha salva a Valdés y Humala es aprobado por APOYO.
Bill Gates y el Perú.
Escepticismo internacional por la inclusión social humalista.
Lo bueno de no tener partidos fuertes: no negocian las demandas sociales por ventajas políticas.
La defensa del consumidor trucha, que en realidad es defensa de las empresas y de los monopolios.
La Universidad Católica resiste al ataque cardenalicio, ahora papal.

4 Comentarios

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