Por - Publicado el 08-02-2019

Entrevista a Marco Teruggi, sociólogo y periodista argentino en Venezuela (Hecha el 3 de febrero de 2019)

Por Roxana Loarte

Hace seis años que viajó a Venezuela. Desde entonces su oficio de cronista le dio la oportunidad de conocer de cerca el proyecto bolivariano y la compleja realidad que afronta el pueblo venezolano. El año pasado presentó en Argentina, y hace poco en Colombia, su último libro Mañana será historia. Diario urgente de Venezuela. Una publicación donde narra las historias jamás contadas de la vida en los barrios y campos, el día a día frente a la guerra económica, los errores del gobierno, pero sobre todo su esperanza en Chávez y el sueño bolivariano de una patria libre para los venezolanos.

Casi a fines de enero de este año, Venezuela volvió a las portadas de los diarios. Hoy el país llanero se disputa entre dos gobiernos; uno elegido en las últimas elecciones de 2018 y el otro autoproclamado con apoyo de EE.UU. Las siguientes semanas serán decisivas para Venezuela y América Latina. Esta semana, el Grupo de Lima se reunió e hizo un llamado a la FANB (Fuerza Armada Nacional Bolivariana) para respaldar a Juan Guaidó, por su parte António Guterres; secretario general de la ONU, emitió un comunicado donde decía que no se sumarán a ninguna iniciativa internacional (en relación a la propuesta de México y Uruguay) para mediar en la crisis venezolana. Mientras las amenazas de Donald Trump, su consejero de seguridad; John Bolton, su secretario del Departamento de Estado; Mike Pompeo, continúan a través de las redes.

Es un panorama difícil y cada vez más cercano a una intervención militar que desencadene una guerra sin precedentes para el continente. Sin embargo, la guerra política en los medios de comunicación internacionales existe y se agudiza. ¿Quién dice la verdad o la falsea? Es un dilema que saca chispas en las redes sociales y los medios. Marco Teruggi observa con atención este fenómeno y nos explica cómo se muestra el ambiente en el país, las posibilidades del gobierno de anteponerse a la injerencia, y desmitifica las noticias alarmistas que circulan por los medios peruanos y latinoamericanos de una supuesta crisis humanitaria. Lea la entrevista y saque usted sus conclusiones. Como dice Teruggi en su libro; nadie pretende ser objetivo en Venezuela, esté de un lado u otro.

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Libro Mañana será historia. Editorial Sudestada de Argentina.

¿Cuál es la situación en estos momentos en Venezuela, después de escuchar la declaración de la ONU y el Grupo de Lima?, digamos ¿qué puedes percibir en las calles, mercados, barrios; lugares que retratas en tu libro?

En términos generales podemos decir que se vive una situación de varios tiempos superpuestos. Por un lado; un tiempo internacional con los anuncios de quienes están conduciendo los ataques contra Venezuela que se transmiten a través de redes sociales, canales internacionales. Estoy hablando de los principales dirigentes hoy de la administración de Trump. Bolton, Pence, Pompeo, por ejemplo. Un mundo en las redes sociales de la derecha que sigue lo que le dicen los que están afuera, y un mundo de la cotidianidad marcado por las dificultades económicas que se explican por varias razones. Una tensa calma producto de que la mayoría de la sociedad está consciente de lo que está pasando, y se espera a que algún elemento se desencadene en cualquier momento. Entonces son varias las temporalidades juntas donde pasado los primeros días de violencia que hizo la derecha del 21 al 24 de enero, desde hace aproximadamente 8 días, no se viven episodios violentos. La violencia que arma la derecha es a través de grupos contratados para eso, armados, y evidentemente en estos momentos no está en su plan activarlos. Por lo tanto, no lo han hecho. Así que contrariamente a lo que muestran las grandes agencias de noticias internacionales, no hay ni movilizaciones masivas clamando a Guaidó ni una sociedad enfrentada en las calles sino un intento de montar un gobierno paralelo afuera y un gobierno real, electo, que continua su función, su tarea como gobierno y ve cómo hace frente a esta estrategia de golpe de estado que evidentemente ya no es ningún secreto, está siendo planificada, dirigida y orientada desde los EE.UU.

¿El gobierno bolivariano previó que habría un bloqueo por parte de EE.UU. y la UE? El anuncio de John Bolton y Steven Mnuchin, respecto a las sanciones contra la petrolera PDVSA, y el impedimento para el retiro de dinero del Banco del Reino Unido va recrudecer la situación, aún más que la guerra económica. Se conoce ¿qué medidas va tomar el gobierno de Maduro?

Desde el 2014 hay un marco jurídico en EE.UU. para llevar adelante los diferentes ataques, ellos dirían sanciones, pero son ataques. En el intento de montar el gobierno paralelo de afuera está acompañado del intento de la asfixia en la economía. Para ello han atacado, para congelar, bloquear 7 mil millones de dólares, es decir robarlos, y luego hacer un intento de que el dinero que entre por venta de petróleo a Citgo -que es una empresa de la cual forma parte PDVSA y también otros accionistas como los rusos- que ese dinero vaya a otras cuentas, o sea también robárselo para quedarse con parte del dinero como han hecho en el caso de Libia y a su vez financiar su propia estrategia de guerra. O sea, le roban a Venezuela para financiar el golpe. Ante eso están evaluando medidas todavía no ha habido declaraciones. Todo indica que van a reforzar las alianzas con sus otros socios, pienso en China, Rusia, Turquía, Irán; o sea el espacio donde han ido conformando alianzas de varios tipos entre ellas las económicas.

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Conversatorio con Marco Teruggi en Argentina.

En tus informes por redes sociales das a entender que la Ley de Amnistía, que promueve la derecha opositora, lo está difundiendo a las fuerzas militares como un intento de sabotaje, ¿qué posibilidades hay que prospere y qué hace el gobierno para evitar cualquier conspiración o traición?

La derecha logra (la derecha, o sea quienes están mandando, siempre es bueno recordar los que no están en Venezuela) construir un presidente 2.0 que no tiene territorio ni poder real. Logran sanciones, ataques económicos y financieros. Logran que varios países no los reconozcan, eso genera todo un cuadro, de avanzada, de trincheras, pero necesitan efectivamente una acción de fuerzas más cercana a Nicolás Maduro y en ese cuadro las FF.AA. son un punto clave. Clave en tanto para derrocar a Maduro, porque si se mantienen unidas es muy difícil.

En un plano, la ley de la amnistía la remontan hasta 1999. Es decir, se quieren perdonar todo lo que han hecho y perdonarse lo que van hacer. Después hay todo un trabajo por redes sociales con cuentas que quieren mostrar que hay soldados que no reconocen a los generales, un trabajo de algunos que se alejan y dicen que reconocen a Guaidó. Un trabajo psicológico de atemorizar a la FANB para que no pelee, como el mensaje que tenía Bolton en su carpeta, y después ataques armados concretos como los que hubo la semana pasada a dos cuarteles de la guardia nacional bolivariana que es un cuerpo de la FANB.

Es evidente que hay un plan organizado por parte del gobierno de EEUU y ciertas potencias europeas confabuladas con países latinoamericanos como el gobierno peruano, y si bien el fondo de todo esto es político, hay un tema de ilegalidad con la autoproclamación de Guaidó, ¿se vio alguna medida legal, constitucional o en alguna corte internacional?

Todo esto estaba preparándose. Entonces, hay un debate sobre lo legal, evidentemente, pero bueno, es un intento de golpe, por lo tanto, la legalidad es una forma para construir narrativa y hacer pasar algunas acciones ilegales por legales, pero eso no está en el marco de la ley. Ante eso hay una situación de qué hacer, porque es complejo, digamos pensar en una acción porque seria echarle más gasolina al fuego, pero por otro lado tampoco se puede dejar avanzar un cuadro de esta naturaleza.

Y sobre el último anuncio de Maduro…

Lo que indicó Maduro en esta movilización del 2 de febrero es que están pensando en convocar a nuevas elecciones legislativas. Habría que ver qué efecto tendría, que tipo de posibilidades para estabilizar el cuadro o qué tipo de posibilidad de frenar el avance. Pero yo diría que estamos en una ofensiva final por lo menos así lo hace saber EE.UU. contra Venezuela; entonces hay cuestiones que pasan a segundo plano. El mismo Bolton anunció que va enviar ayuda humanitaria, aunque Maduro no quiera, por lo tanto, la cuestión de la legalidad es una cuestión que decidió EE.UU. para hacer sus acciones en contra camuflando. Por parte del gobierno también se va intentar trabajar sobre eso, pero con la consciencia de a qué se está enfrentando uno.

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Marco Teruggi en Venezuela.

En los medios peruanos, la mayoría; por no decir todos, asumen como presidente interino a Juan Guaidó. Las noticias que circulan van desde la compleja situación en Venezuela, la ayuda humanitaria, las manifestaciones y hasta la vida de la esposa de Guaidó y los perfiles de ambos como líderes de la lucha por la libertad. Te menciono esto porque en tu libro analizabas el tema el discurso mediático, esto sucede en varios medios latinoamericanos, ¿qué reflexión merece?

En este contexto hay una permanente disputa que se da a través de las redes sociales y del whatsapp centralmente con rumores, falsas noticias que tienen por objetivo de instalar una serie de ideas fuerzas que se viralizan, como fue el caso, de que la fuerza armada reclutaba niños o que tenía detenido niños para generar olas de impacto internacional, de cara a criminalizar y agudizar si se quiere el trabajo internacional contra el chavismo y a su vez generar pánicos internos. Son varios elementos combinados, entonces siempre hay que tener mucho cuidado, porque hay muchas matrices que se van trabajando. La derecha tiene mucha arquitectura para meterse en el mundo de las redes sociales y lograr este tipo de efectos. Luego, se comprueban que no son reales. Por ejemplo, en el caso de los adolescentes que se supone secuestrados por la FANB para ser reclutados por la fuerza. Nunca hubo ningún familiar que dijera algo así. Pero forma parte de la lógica del ataque, hay una dimensión que tiene que ver con golpear, digamos la psiquis, la subjetividad. Y se sabe que una mentira en un momento justo, en una estrategia justa, puede luego desencadenar en otro tipo de acciones. En ese sentido hay que tener mucho cuidado con el manejo de la información que va circulando, siempre chequear, buscar la fuente, ver quién la emitió. Digamos que es una ola que tiene por objetivo desinformar en masa para justificar acciones.

Por último, la organización Nuevo Perú, liderada por Verónica Mendoza -quien simpatizó con el gobierno bolivariano cuando fue congresista, y luego siendo candidata presidencial reculó y dijo que existía una dictadura- se pronunció hace unos días en contra de la intervención, pero no dejó en claro su percepción sobre Maduro. Esto generó un problema de discrepancias entre sus dirigentes y simpatizantes, ¿qué puedes decirme de esto? La coyuntura en Venezuela puso a más de una organización que se asumía de izquierda en la cuerda floja, y está pasando en varios países latinoamericanos.  

Creo hay muchas maneras de pararse no siendo funcional a ellos como por ejemplo en términos diplomáticos de López Obrador, quien plantea que él no se va a meter en asuntos de otros países porque respeta la autodeterminación y tiene una política exterior soberana y no es quien para decidir quién fue presidente. Lo que no implica que apoye a Maduro, sino que entiende cuáles son las variables que están en juego. Acá no estamos debatiendo si gusta o no Maduro, sino que hay un intento de golpe de estado, que no tiene por objetivo hacer un gobierno mejor, sino una gran revancha. Un proceso de saqueo principalmente económico, pero un gran castigo contra la sociedad venezolana. Lo que implicaría persecuciones y variables más. Sobre ese punto hay una trampa, un acorralamiento de muchos sectores, que, calculando sus posiciones en términos electorales, terminan escondiéndose de una postura que no es tan compleja como denunciar que hay un intento de golpe de estado en Venezuela conducido por los EE.UU., independientemente de lo que se piense de Maduro. Por lo tanto, esto es un asunto planificado y como tal hay que denunciarlo, porque lo que hacen en Venezuela, se lo pueden hacer a cualquier país.

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