Por - Publicado el 12-12-2014

1. Las torturas de la CIA en el contexto actual
El reciente informe sobre las torturas de la CIA en el Congreso de los EEUU (ver ese documento y otros aquí) ha vuelto a generar una gran indignación, cuestionando las actividades de la CIA en el mundo. Y desde luego, la reacción de la CIA al más alto nivel ha sido defender aguerridamente las «técnicas de interrogación ampliadas» (EITs), aquí.

El asunto se inscribe en una coyuntura política de avance republicano y retroceso demócrata. El informe del Senado está hecho por gente de sólida afiliación demócrata, ya de despedida del poder, pues el Senado pasa a ser controlado por los republicanos. Y desde luego que las denuncias a la CIA son un combazo contra los republicanos, pues las denuncias se concentran en hechos de conocimiento y aprobación de Bush y Cheney. Es parte de la política y de que cada partido saque tajada ante la opinión pública.

Y son denuncias que vienen de hace algún tiempo, desde que se revelaron las torturas de la cárcel iraquí de Abu Ghraib o cuando se supo que se habían destruído los videos de las torturas que la propia CIA filmaba. Entonces no faltó gente que justificó al igual que ayer hizo el jefe de la CIA, John Brennan, la tortura como un método efectivo de investigación. Y en realidad, varios agentes de la CIA, como el abogado John A. Rizzo, aquí, los ex directores Michael Hayden y George Tenet, o el ex-jefe de la división para América Latina, José Alberto Rodríguez, se han puesto muy vocales en defender las EITs (enhanced interrogation techniques) o TIAs en castellano (técnicas de interrogación ampliada), que es el nombre que la Agencia le da a la tortura.

El último agente mencionado, Rodríguez, incluso escribió un libro justificando la tortura como “medidas duras”, verlo aquí en una entrevista. Fue precisamente este agente quien ordeno destruir videos para que no exista evidencia fuerte contra la CIA, aquí.

Algo interesante en el follón de las torturas de la CIA es que entre los dimes y diretes políticos han ido soltando información sobre sus gentes. Aquí veremos tres casos, dos de los cuales son mencionados por los cables de la embajada de los EEUU en el Perú desvelados por Wikileaks.

JoseARodriguez2. José “medidas duras” Rodríguez en el Perú
Resulta que el tan determinado defensor de las “TIAs”, Rodríguez, estuvo también metido en el Perú, según él mismo lo cuenta.

But over the next two decades in a series of overseas postings, Mr. Rodriguez ascended the ranks of the directorate’s Latin America division, serving from Peru to Belize and heading the C.I.A. stations in Panama, the Dominican Republic and Mexico.

¿Y qué estuvo haciendo?

Wikileaks nos da una pista, aquí y aquí. Este señor trabajó en el Perú en la embajada de los EEUU, en el búnker de La Encalada bajo la cobertura de un oficial de las NAS, Narcotics Affairs Section, el programa de los EEUU de lucha antinarcótica en el Perú. Estos dos cables anuncian que la embajada da la aprobación a la llegada oficial un instructor «no piloto» y un directivo que participó en la guerra de Vietnam de una empresa paramilitar que presta servicios logísticos, de inteligencia, de información y otros al ejército de los EEUU, DynCorp International. Esta gente llega al Perú y nada menos que Rodríguez es su «punto de contacto»:

2. (U) POINT OF CONTACT, TELEPHONE NUMBERS, ADDRESS AND COMPUTER USE: Point of contact for the visit is NAS officer Jose Alberto Rodriguez, office telephone number (51)(1)XXXXXXX, cellular telephone 9-XXXX-XXXX. Embassy after-hours direct line for Marine Security Guard is (51)(1) XXXXXXX The Embassy address is Av. La Encalada, Cuadra 17, in the Monterrico Sur Section of Lima. Control officer should be notified as soon as possible upon arrival in country if you are not met at the airport.

[Hemos borrado los números telefónicos, no sea que algún lector de este blog llame a la embajada a altas horas de la noche]

Por supuesto que ningún cable de la embajada dice “el señor Rodríguez es un agente de la CIA”. Son cables semánticamente encriptados. Salvo algunos casos como éste en que se jactan de que El Comercio pusiera como su editorial un material proporcionado por la embajada, no se aprecian frases como “tal periodista peruano está a nuestro servicio” o “tal informante contratado por nosotros”. Simplemente rebotan lo que sale en la prensa como si fueran las declaraciones independientes de alguien que se toman muy en serio, sin ninguna alusión a que tal información o escándalo fue sembrado ellos. Y por supuesto se refieren al informante en términos casuales “fulano (protegerlo estrictamente) le dijo tal cosa interesante al oficial político de la embajada”. Esta redacción es cautelosa y por supuesto que está pensada para que en caso de alguna filtración o intercepción, siempre haya algún barajo que minimice la injerencia que ejercen en el país. Los hechos se presentan como rutinarios y normales. Por eso, cuando se revelaron los Wikicables, alguna gente dijo que “no prueban nada”, “no hay ninguna información comprometedora de nada”, son “puro cable burocrático”.

Pero en este caso, años después, gracias al soldado Manning y a Wikileaks, uno puede atar cabos y vincular la mención de algún cable a un alto cargo en la CIA que se desempeñó en el Perú.

Un experto y defensor de torturas, un alto cargo de la CIA, estuvo pues metido en el adiestramiento de la policía en la selva peruana. Esto ocurrió al comienzo del gobierno de Alan García, pero el programa de adiestramiento continúa bajo el gobierno de Humala. Lo vimos en este post: Intervención militar de los Estados Unidos: repudiada en la Argentina, bienvenida en el Perú. Militares criminales de guerra de Vietnam, Afghanistan e Irak, rechazados en la Argentina, fueron bien recibidos en el Perú. Venían a dar charlas de capacitación. A darles el ejemplo a los militares peruanos. Y si estos militares peruanos les aprenden bien la lección y violan los derechos humanos, los EEUU no tendrán nada que ver. Ya se ha visto que nadie, comenzando por la CVR, los acusa por las violaciones a los derechos humanos en las décadas de los ochentas y noventas.

En el Perú los Estados Unidos tienen varias escuelas, Escuelas Pre Policiales financiadas por NAS (Narcotics Affairs Sections de la Embajada de los Estados Unidos) en Huamanga (Ayacucho), Mazamari (Junín), Tingo María (Huánuco) y Santa Lucía (San Martín).

Esa era la chamba del agente José Rodríguez en el Perú. Montar estas escuelas policiales GRATUITAS, como vimos aquí.

Y el tinglado de NAS-CIA no es sólo militar, sino que incluye toda una campaña psico social de programas de radio, aquí, y hasta telenovelas, como «Tiro de Gracia» aquí. En el ajo está Manuel Boluarte, recientemente designado como delegado peruano ante la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, creada por la CIA, aquí, señor que dirige Inforegión y es allegado a Fernando Rospigliosi, aquí.

Su política es impulsar la erradicación a la fuerza de la coca, a través de USAID, CEDRO, DEVIDA, NAS, INFOREGION, recurriendo a la criminalización de los cocaleros, acusados de colaborar con el «senderismo», incluyendo la muerte de sus dirigentes, como Iburcio Morales, capturado siendo alcalde del Monzón, y que murió en prisión de la forma más inhumana, aquí. Y en todo esto recurren a una supuesta «inteligencia» basada en inquisitoriales voces distorsionadas de supuestos «testigos claves» que acusan a dirigentes cocaleros, aquí.

5DynCorpDynCorp International, empresa de mercenarios, con un cuarto de siglo de presencia en el Perú.

Un alto directivo de esta empresa estuvo en el Perú y fue recibido por un alto cargo de la CIA, el defensor de torturas José «medidas duras» Rodríguez que dirigía las NAS, generosas escuelas «gratuitas» de formación de la policía.

Esta empresa tiene ventas anuales por 3 mil millones de dólares, con el 96% de ellas provenientes de contratos con el gobierno de los EEUU, que finalmente es quien paga tanta generosidad. Es una empresa de la guerra, que ha prestado servicios al ejército de los EEUU en el Perú, Colombia, Somalía, Kosovo, Bolivia, Angola y Haití. Para el neoliberalismo el estado ya no sólo es un mal empresario, sino también un mal combatiente, por lo que la intervención militar en otros países se ha privatizado y ha quedado en manos de empresas de la guerra que lucran a billones.
Imagen tomada de aquí: 30 Most Powerful Private Security Companies in the World.

DynCorp tiene presencia en el Perú desde 1989 en que los EEUU obtienen de Alan García la creación de la base de Santa Lucía en la selva peruana. En enero de 1992 en la selva peruana se cayó un helicóptero de esta empresa muriendo en él tres trabajadores. Al parecer fue una acción de Sendero Luminoso, aquí.

Esta compañía habría sido también responsable de la muerte de un misionero y su hija de siete años en la selva peruana en 2001. Al final quedó como que esas muertes fueron responsabilidad de la CIA, evitándose mencionar la responsabilidad de esta subcontratatista de la CIA, DynCorp, aquí. El Departamento de Estado y la CIA rehusaron proporcionar la información al respecto al Congreso de los Estados Unidos: «No podemos hablar sobre eso. Es una entidad privada. Llamen a la compañía» aquí.

La presencia militar de estos mercenarios de la CIA en el Perú es pues de un cuarto de siglo ya.

iburciomorales

Iburcio Morales; hasta Gustavo Gorriti de IDL-Reporteros se conmovió por su muerte, aquí.

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Los perjudicados de toda esta campaña psico-social y militar son los campesinos cocaleros y sus dirigentes.

«Somos cocaleros y no terroristas» reza la gigantografía que encabeza el cortejo fúnebre de Iburcio Morales.

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Continúa en Tres capos de la CIA en el Perú 2

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  1. Tres capos de la CIA en el Perú 2 » Gran Combo Club
    14-12-2014 - 10:01

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