Por - Publicado el 02-01-2014

1. Plagio
El artículo La ruptura chino – soviética firmado por Antonio Zapata publicado ayer en La República es un plagio volteado del artículo Ni Pekín ni Moscú: un solo comunismo para el Perú. A medio siglo de la ruptura chino soviética de Ernesto Toledo Brückmann.

Ernesto Toledo:

«En 1960 la URSS retiró a sus técnicos y asesores que trabajaban en China en cooperación internacional. China acusó a los asesores de espías. Jruschov calificó a Mao de irresponsable al supuestamente no querer entender que el planeta estaba dividido en dos campos, cada uno de los cuales estaba armado con un arsenal nuclear capaz de destruir el mundo. Por ello, era necesario encontrar alguna forma de colaboración con Occidente que evite una conflagración mortal.»

Antonio Zapata:

«En 1960 la URSS retiró a sus técnicos que trabajaban en China, mientras que Mao sostuvo que eran espías y que felizmente se iban de regreso a su país. Jruschov replicó que los chinos no entendían que el planeta estaba dividido en dos campos, cada uno de los cuales estaba armado con un arsenal nuclear capaz de destruir el mundo. Por ello, era necesario encontrar alguna forma de colaboración con Occidente que evite una conflagración mortal. Esa fórmula era la coexistencia pacífica y, según el PCUS, los chinos la rechazaban con irresponsabilidad.»

Ernesto Toledo:

«A partir de ese año empezaron a dividirse los partidos comunistas del mundo entero; los partidarios de Moscú expulsaban a los simpatizantes de Pekín o viceversa. La ruptura estaba consumada en 1963 y para 1964 Jruschov fue defenestrado por la nueva cúpula soviética. Con la división del Movimiento Comunista Internacional se concretó el factor de mayor debilidad del comunismo en el curso de la Guerra Fría.»

Antonio Zapata:

«Entonces empezaron a dividirse los partidos comunistas del mundo entero. Los partidarios de Moscú expulsaban a los simpatizantes de Beijing o viceversa. La ruptura terminó de consumarse comenzando 1964, cincuenta años atrás, cuando los comunistas peruanos también se dividieron.»

Ernesto Toledo:

«China rechazaba las duras críticas que Jruschov hacía del desaparecido Stalin y se sentía fastidiada por el hecho que la URSS cobrase por el material de guerra que le había proporcionado durante la guerra de Corea. Le parecía que la URSS no actuaba pensando en el comunismo mundial, que se negaba a entregarle armas nucleares y que actuaba aplicando acuerdos subterráneos con EEUU para evitar la proliferación atómica. Estas tensiones se agravaban al punto de generar esporádicos conflictos limítrofes.»

Antonio Zapata:

«Mao pensaba que la ayuda soviética era insuficiente. Durante la guerra de Corea, Rusia incluso había cobrado el material de guerra que China había empleado para enfrentar a EE.UU. Asimismo, la URSS no había entregado armas nucleares a China, puesto que aplicaba acuerdos con EE.UU. para evitar la proliferación atómica. Por su parte, una larga frontera de miles de kilómetros daba ocasión para disputas limítrofes entre los gigantes comunistas.»

Debo a Andre Ventocilla señalarme la fuente de la «inspiración» de Zapata, en este comentario en Facebook.

2. Mucho mejor es el artículo original
Ya analizando el contenido, a diferencia del artículo fusilado por Zapata, el artículo original de Ernesto Toledo Brückmann sí tiene un balance histórico y autocrítico:

«Como fuera, ya no es tiempo de satélites, “socialimperialismos”, ni “sección peruana” de nadie; nuestras particularidades y los problemas propios del siglo XXI nos hacen poner los pies sobre la tierra, recurrir al marxismo como método para comprender y transformar la sociedad, e identificarnos como comunistas que seguimos los dictados de un solo dirigente: el Perú.»

En cambio el artículo de Zapata va por otro lado.

3. Metiendo cizaña en la izquierda
Antes de percatarme de la deshonestidad intelectual del columnista de La República escribí un comentario crítico a su artículo, aquí, que va a continuación:

Un artículo godoyesco, sin profundidad, lleno de lugares comunes, mañosamente reavivando anacrónicas cizañas en un momento en que la izquierda requiere de unidad, sin balance histórico, que es lo que se supone debería hacer un (buen) historiador.

Tres puntos:

1. En realidad las diferencias entre «prosoviéticos» y «prochinos» en el PC (Partido Comunista) no eran tan insalvables como se sostenía y se sigue sosteniendo. Era un problema de poder, de gerontocracia, de prácticas autoritarias, y de apoyo internacional. Lo disfrazaron y dignificaron poniéndolo como discrepancias ideológicas, al amparo de la proactiva política internacional china y soviética. Finalmente había mucho más en común que de diferente entre ambos sectores, como que varias décadas después se volvieron a juntar. El historiador francés Axel Ranque ha investigado el asunto.1

El PC ya había tenido varias divisiones a lo largo de su historia antes de su división de 1964. La vieja guardia encarcelada chocó más de una vez con la gente más joven. Jorge Del Prado fue prácticamente expulsado por el Comité Regional de Lima, dirigido en parte por Isaac Humala (abogado de sindicatos que rochosamente se voltearía y se convertiría en abogado de la patronal), y se tuvo que establecer en su natal Arequipa. Igualmente, gente como Javier Heraud, Guillermo Lobatón o Héctor Béjar se alejaron del PC antes de la ruptura chino-soviética.

Como diría Mao Tse Tung, las condiciones externas (ruptura chino-soviética) actuaron a través de las internas (contradicciones internas del PC).

2. Se exagera las divisiones en los PCs en el mundo (y no es casual que quien lo haga sea un ex-izquierdista anti-PC derechizado). En realidad, y veamos la evidencia, el Perú fue uno de los pocos países en que el maoísmo tuvo alguna importancia, con Colombia más. En ningún país de América Latina, por ejemplo, hubo una gran división como en el Perú. Menos en Europa en que los PCs eran algo menos seguidistas que en el Perú. El Perú presenta la singularidad histórica de ser el país en que el maoísmo ha tenido una gran influencia. A ver qué algún historiador la explique.

3. «Así, la causa última de la derrota del comunismo fue su incapacidad para mantenerse unido después de Stalin. Los rusos no toleraron la aparición de un nuevo disco solar en su horizonte.»

Nada que ver, pues. El «comunismo» cayó por sus contradicciones internas, señaladas pioneramente por Trotsky en «La revolución traicionada» (que Zapata como ex-trotskista no ignora), como posteriormente por diversos economistas que dieron base intelectual al neoliberalismo. No fue por la desunión internacional.2

China bajo Teng Hsiao Ping hizo algo más que una alianza con los EEUU; dio un viraje pro-capitalista. Esa fue la verdadera «división», el abandono del modelo «comunista» por uno autoritario con grandes inversiones extranjeras. La Unión Soviética no se vio debilitada para nada por este viraje chino. En los 80s su crisis, como la de los países de Europa Central y del Este, fue básicamente interna. Fue el reclamo de apertura política, el ya inocultable atraso económico, los conflictos étnicos y nacionales reprimidos hasta entonces. Motivo de un análisis aparte.

La división de la izquierda peruana, en cambio, sí tuvo y tiene un efecto devastador y sí contribuyó a la instauración del neoliberalismo en el Perú. «Divide y vencerás» es desde siempre la regla de oro de la dominación. Así fue como Pizarro se impuso. Para el opresor es crucial meter cizaña y exacerbar la división de las fuerzas contestatarias.

  1. Ver el artículo de Axel Ranque afortunadamente en línea (en francés), aquí.

    A partir de la polémica ideológica chino-soviética los de la «vieja guardia» del PCP pasan a ser «los revisionistas criollos». Se usa la ruptura internacional para legitimar una diferenciación interna.

    Y este artículo y este comentario del sociólogo Ricardo Caro []

  2. * A pesar de las agrias discrepancias, la Unión Soviética y China se unieron para apoyar a Vietnam en su lucha contra los EEUU a finales de los 60s. Le impusieron una gran derrota a los EEUU. En cambio, en América Latina, China aún bajo Mao fue uno de los primeros países en reconocer al gobierno de Pinochet en 1973 (e incluso habría apoyado a Chile en caso de guerra con el Perú en 1975). Si la Unión Soviética apoyaba a la Argentina videlista, China apoyaba al Chile pinochetista. []
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Comentarios a este artículo

  1. ernesto dijo:

    De ninguna manera el doctor Antonio Zapata ha cometido plagio; de èl tengo el mejor concepto. Sucede que he tenido la suerte de trabajar con èl e incluso tocado el mismo tema. No aventurarse a formular crìticas.

  2. Silvio Rendon dijo:

    ¿Vd. escribió lo que publicó en agosto de 2013 en co-autoría con Antonio Zapata?

  3. Arturo dijo:

    Efectivamente los dos artículos son sumamente parecidos, por no decir idénticos en muchos pasajes.
    Quizás Ernesto Toledo no quiera aceptarlo por consideración a Antonio Zapata.

  4. Carlos Alfredo dijo:

    Totalmente parecidos. Yo creo que Ernesto Toledo tal vez no quiera hacer tanto alboroto.

    Pero los parecidos son totales. GCC, parece que tu descubrimiento ha destruído el ídolo de barro para cierta caviarada que es AZ, y que se autodenominan de «izquierda».

    Carlitos Leon, Alvarito, Det, y demás payasos de la farándula caviar del FB les ha dolido feo.

  5. antonio zapata velasco dijo:

    1. Gracias a un contrato con una editorial, escribí un libro próximo a ser publicado, sobre historia universal contemporánea.
    2. Ernesto Toledo fue mi asistente durante esta investigación y cumplió muy bien su trabajo.
    3. Mi artículo, que usted supone es un copia de Ernesto Toledo, en realidad es un resumen de una sección del libro que comento.
    4. Por ello, es absolutamente de mi autoría y no constituye plagio resumirse a uno mismo.
    5. Mas bien sí constituye calumnia publicar mentiras sin haber contactado a los autores para aclarar situaciones que usted malintencionadamente confunde.
    atentamente
    Antonio Zapata

  6. Silvio Rendon dijo:

    Sr. Zapata,

    Recién hoy, 6 de enero de 2014 veo su comentario.

    Vd. asegura que ese artículo es «absolutamente de su autoría», pero no explica cómo así en agosto de 2013 aparece un artículo publicado por el Sr. Toledo con las mismas palabras que el artículo que Vd. publica en La República.

    Como Vd. no lo aclara, tal vez según Vd. fue el Sr. Toledo quien plagió algo absolutamente de su autoría (de Vd.). O tal vez fue el Sr. Toledo quien lo escribió y como era su asistente Vd. considera que lo escrito por él es absolutamente de su autoría (de Vd.). O tal vez se trató de un trabajo conjunto entre Vd. y el Sr. Toledo, en cuyo caso no es algo absolutamente de su autoría. En la academia suele ocurrir, lamentablemente, que el trabajo de los asistentes resulta ser de propiedad de sus jefes. Un criterio válido en estos casos es ver quién publicó primero. Y esa persona fue definitivamente el Sr. Toledo. El público no tiene por qué pensar que Vd. es el autor de algo publicado por otra persona sólo porque Vd. lo diga. Más aún, si uno compara los textos, se aprecia que el artículo del Sr. Toledo es más amplio que el suyo.

    Lo que aquí se ha dicho no son mentiras ni calumnias. Son cosas que cualquiera puede constatar de comparar dos textos publicados bajo diferentes autorías, uno antes que el otro. Típicamente cuando algo sale publicado primero debe ser citado. Si Vd. es el autor de lo que publicó el Sr. Toledo, como Vd. asegura, es a él a quien debe reclamarle. Es Vd. quien debió contactarlo para «aclarar situaciones» como que ese contenido había sido publicado ya en agosto de 2013.

    Atentamente,

    Silvio Rendon

  7. antonio zapata velasco dijo:

    1. Puedo mandarle el libro completo para que usted pueda constatar que mi artículo es un resumen de una sección más larga. Igualmente podría constatar que es parte de un argumento general que se desarrolla a lo largo de más de 200 páginas, que, como le repito, son de mi autoría.

    2. No tengo nada que reprocharle a Toledo. Él tiene el borrador completo y yo le he dado autorización para que lo use de acuerdo a su criterio. Su colaboración con el trabajo fue eficiente y éste saldrá publicado con mi nombre y su colaboración.

    3. Me manda su correo y le hago llegar el texto completo con dos condiciones
    a. Que no publique nada sobre él hasta que el libro sea publicado
    b. que usted se disculpe si queda convencido de lo que le estoy diciendo.

    Otro punto, si existe una regla de ética del periodismo de contactar a quien uno va a atacar, para escuchar sus descargos. Quien no la respeta incurre en calumnia. Es su caso, sr. Rendón.

    uno último, no soy ex trotskista, no he abjurado y existen cosas que lo marcan a uno para siempre, en mi caso es el trotskismo, a mucha honra, en el suyo es la calumnia, a deshonra de cualquiera.

    Atentamente

    Antonio Zapata

  8. Silvio Rendon dijo:

    Sr. Zapata,

    1. Vd. sigue sin explicar cómo así es que en agosto de 2013 sale una publicación de autoria del Sr. Toledo.
    2. Vd. puede enviarme los borradores que desee, pero eso no cambia en nada que lo que salió publicado primero no fue de su autoría.
    3. No es nada verosímil que Vd. le diera “autorización” “a Toledo” (es decir, al Sr. Toledo) para que él publique algo de su exclusiva autoría (de él), como ocurrió.
    4. No puede ser que algo sea de autoría exclusiva del Sr. Toledo y sea publicado en agosto de 2013 y a la vez sea de autoría exclusiva del Sr. Zapata y sea publicado en diciembre de 2013.
    5. Un trabajo escrito “en colaboración” con otra persona no es algo de su “absoluta autoría”. Por lo tanto, es deshonesto no citarlo.
    6. Yo no tengo ningún problema en reconocer cuando me equivoco y disculparme por ello, cuando eso ocurre. Pero eso no ha ocurrido en este caso. Es más bien Vd. quien tal vez quiera pensar en explicar lo ocurrido y disculparse por no citar un trabajo al menos hecho en colaboración, que de ninguna manera es de su autoría absoluta.
    7. Tome Vd. el ejemplo del Sr. Hernando de Soto que pretendió decir que su libro “El Otro Sendero” fue de su exclusiva autoría, cuando fue escrito en colaboración con otras dos personas. INDECOPI sancionó a De Soto por violación de la propiedad intelectual. En el caso que nos ocupa estamos ante un borrador de un libro inédito que, como Vd. señala, contó al menos con la colaboración del Sr. Toledo, frente a un artículo ya publicado bajo el nombre del Sr. Toledo. Vd. debió mencionar al Sr. Toledo y no lo hizo, Sr. Zapata. Y aquí Vd. insiste en que el contenido publicado por Vd. es “de su absoluta autoría” y que señalar lo contrario es una calumnia. No, señor. Son sus criterios los que están totalmente equivocados.
    8. Sobre “reglas éticas en el periodismo”, lo que Vd. señala no es necesariamente cierto. Como puede apreciar en este artículo http://www.saladeprensa.org/art229.htm , no siempre el periodismo “entrevista a la contraparte”, con lo cual no se incurre necesariamente en la calumnia. Como le estoy exponiendo, aquí no se le ha calumniado para nada.
    9. Y sobre lo de “trotskista a mucha honra”, pues tampoco es Vd. muy original. Algo así dijo también alguna vez Nicolás Lúcar en su programa televisivo.

    Atentamente,

    Silvio Rendon

  9. antonio zapata velasco dijo:

    Sr Rendón:

    Total, no lo entiendo.
    quiere usted recibir las pruebas de su error?
    o se niega a saber que usted estaba equivocado.
    no me manda su correo electrónico.
    ni tampoco acepta las condiciones que le he puesto para recibir el trabajo mencionado.
    Entonces,
    cómo debo interpretar su actitud?
    Es usted un calumniador que le tiene miedo a las pruebas de su error?
    Además de calumniador entonces es cobardón

    sabe usted,
    no me pienso ocupar de un sujeto de su calaña nunca más.
    le rogaría que haga lo mismo.
    Atentamente

    Antonio Zapata

  10. Silvio Rendon dijo:

    No sea Vd. ridículo, Sr. Zapata.

    Vd. no necesita enviarme nada, menos todo el borrador del que habla. Si quiere Vd. demostrar algo, pues publique Vd. en algún lugar de la internet el fragmento relevante de su borrador, que Vd. denomina “pruebas”. Total, ese contenido ya salió publicado, primero por el Sr. Toledo y luego por Vd. No suena a que su editor se lo fuera a impedir. Así lo puede leer todo el público y sacar sus propias conclusiones. ¿Quién le puede tener miedo a algo así?

    Vd. no es nadie para venir a imponer sus términos. Las cosas no son que si no acepto sus antojadizos términos, Vd. me va a descalificar. Guárdese esos calificativos para tratar a quien se los acepte.

    Cuando me ruega “que haga lo mismo”, ¿me está Vd. rogando que no me ocupe de un sujeto de SU calaña? Dicen que el ladrón cree que todos son de su condición. Vd. no ha respondido cómo así un texto puede ser de su absoluta autoría y a la vez de absoluta autoría del Sr. Toledo, quien publicó antes que Vd. No ha respondido nada. ¿Quién le tiene miedo a las pruebas?

    Atentamente,

    Silvio Rendon

  11. Ernesto dijo:

    Señor Rendón: En su debido momento aclaré la situación del supuesto “plagio” que solo está en su cabeza; a eso Ud. señaló que “no encontró una respuesta satisfactoria” Los únicos involucrados en un supuesto “plagio” son el Dr. Zapata y quien escribe… Ud. no; quienes deberíamos darnos explicaciones de un supuesto “plagio” somos el Dr. Zapata y quien escribe… no a Ud. Frente a esto: ¿quién es el cisañero?
    Del Sr. Zapata tengo el mejor de los conceptos, no es mi problema si Ud. quiere llevarlo a una cuestión personal y llegando a adjetivos agraviantes.
    Como trabajé para él, resulta lógico e inevitable coincidir en referentes históricos como la retirada de asesores soviéticos que trabajaban en China, en 1960; la división de los partidos comunistas del mundo entero; la ruptura consumada entre 1963. La salida de Jruschov a manos de la nueva cúpula soviética. La división del Movimiento Comunista Internacional. Además, hay párrafos que Ud. Considera “plagios” y que no tienen absolutamente nada de parecidos.
    Si Ud. quiere perder el tiempo en buscar fantasmas donde no los hay, siendo “cisañero” y por el simple hecho de ganar protagonismo, es su problema. Por mi parte no tengo ni tiempo ni ganas de responderle.
    Saludos

  12. Silvio Rendon dijo:

    Sr. Toledo,

    1. El término «cizañero» no se refiere al plagio, sino al enfoque del artículo del Sr. Zapata. Ese término fue escrito antes de percatarme de la evidente similitud entre el artículo del Sr. Zapata y el suyo. Se refiere exclusivamente a la visión del Sr. Zapata sobre el tema, algo perfectamente opinable. Si quiere referirse a «adjetivos agraviantes», en la intervención del Sr. Zapata tiene Vd. varios para elegir.

    2. Los dos artículos son muy parecidos. Vd. no lo puede negar. El público se da cuenta de eso, señor ¿Cómo explica Vd. ese «parecido»?

    3. Como ya le manifesté, el plagio no sólo lo involucra a Vd. y al Sr. Zapata, sino al público en general.

    Si Vd. no tiene ganas ni tiempo, haga Vd. lo que crea conveniente. En este espacio he cumplido con que Vd. como el Sr. Zapata brinden sus descargos. El público sacará sus propias conclusiones.

    Atentamente,

    Silvio Rendon

  13. Segundo Fabián dijo:

    Al margen de lo anecdótico del plagio -hasta que se demuestre lo contrario-, más productivo resulta la mentada unidad de la izquierda. Si bien es necesaria la unidad para enfrentar a los explotadores, tiene que ser una unidad saludable que expurgue a los oportunistas y a los autodenominados izquierdistas «a mucha honra», que buscan ser aceptados por el poder dominante. El caso de la CGTP y el SUTEP nos demuestra que esos dirigentes salidos de las filas del Partido Comunista(?!)Patria Roja y del Frente Amplio, deben ser desenmascardos y expectorados, como bien se hace con estos intelectuales conservadores. Es una tarea permanente.
    P.S.: Vaya colaborador que escribe cizañero con «s».