Por - Publicado el 27-12-2013

[Los editoriales de El Comercio no tienen desperdicio. Son de una combinación de facilismo argumentativo con una gran rigidez intelectual. Mucho dogmatismo neoliberal que ya cae en la ridiculez. Como señalo en uno de los posts de abajo:

con estos editoriales, ejercicios de solfeo de gastadas partituras neoliberales, El Comercio parece estar ahora liderado por una sarta de niñatos sin visión política, tipo los de la cuatrinca de Willax, que no llegan ni a empatarle a las columnas de Juan Paredes Castro. Una reedición de los hiperideologizados «jóvenes turcos» que contribuyeron al fracaso de Vargas Llosa.

En este último mes del año los he comentado en la página facebook del Gran Combo Club. Aquí van los posts que he escrito al respecto.]

25 de diciembre de 2013, Post Facebook
Desde luego que los editorialistas de El Comercio no van a celebrar la más mínima reflexión espiritual que cuestione el consumismo.

No les gusta que se hable de consumismo cuando se hacen reflexiones espirituales por la navidad. Cuestionar el consumo no esencial, el despilfarro y la frivolidad para intentar revalorar el aspecto espiritual (una reflexión que comparten todas las religiones como cualquier pensamiento ético no religioso) es distorsión, demagogia, discurso político. Mal el curita del barrio que reflexiona contra el consumismo. Mal todos los que lo hagan.

Desde luego que esta es una posición que le conviene a los empresarios, que para nada quisieran que los consumidores se cuestionen lo que consumen (si es no esencial, si daña al medio ambiente, si no es reciclable, si hace daño a la salud, etc.). Les aterra el pensamiento crítico a favor de los consumidores.

«no faltan quien intenta aprovechar estas ciertas y oportunas reflexiones espirituales para distorsionarlas y transformarlas en discursos políticos. Personas que quieren convencernos de que el consumo en general (y en cualquier época) es frívolo, de que él nos ha transformado en una sociedad egoísta y despilfarradora, y de que todo tiempo pasado fue mejor. »

«El consumo de hogares, de hecho, es una de las principales razones por las que el Perú de hoy es más próspero que el de hace unas décadas. Él es el principal motor del crecimiento del país, habiendo sido responsable de casi el 60% del PBI el 2012. Él, en buena cuenta, viene permitiendo la formación de una pujante clase media que cada vez tiene más oportunidades y que progresivamente nos aleja del subdesarrollo.»

«descalificar a una sociedad tachándola de “consumista” suele ser demagógico. El consumo no es malo en sí mismo y, más bien, puede traer mucho bienestar a la sociedad. Por esto, en esta fecha, deseamos que cada peruano pueda, dentro de su corazón, rescatar el mensaje de amor que trae la Navidad, aquel que se ha venido diluyendo en los últimos tiempos. Pero, a la vez, pedimos por que en el Perú sea posible tener cada vez más consumo.» (Editorial) El regalo del consumo

24 de diciembre de 2013, Post Facebook
Otro pueril editorial de El Comercio.

China exporta prendas de vestir a precios predatorios, de dumping. Esas no son condiciones de competencia limpia con los industriales peruanos. Ante eso es lógico que el Perú, como hacen otros paises comenzando por los Estados Unidos recupere la competencia limpia mediante un arancel o algún otro pago de derechos por los exportadores chinos. Pero a El Comercio, vinculado a intereses primario-exportadores, le importa un olluco que la industria peruana sea depredada. En su defensa de los megamineros, los Graña Miró Quesada vienen a anunciar plagas de Egipto por esta medida. Dicen que China, por lo demás una economía totalmente estatista con las que no simpatiza El Comercio, respondería con alguna medida contra las exportaciones primarias, mineras principalmente. Que un arancel antidumping «será muy mal visto por la comunidad internacional».

Lo más irónico es que acusan a los industriales de «mercantilistas» (léase prebendarios. El mercantilismo es otra cosa: es la creencia que exportar más de lo que se importa es sinónimo de mayor bienestar), cuando los prebendarios son ellos, unos lobbistas mediáticos desembozados a favor de los empresarios primario-exportadores.

«La decisión de la comisión (que ni siquiera ha sido unánime y que para colmo ha sido calificada de poco técnica por varios expertos) además tiene el potencial de causar un grave daño a nuestro comercio internacional. China, en respuesta a la medida peruana, podría poner trabas a nuestras exportaciones y retirar sus fondos de cooperación. Incluso, si este incidente le hace sentir que el Perú no es un socio comercial confiable, podría reconsiderar proseguir con sus inversiones en el país, las cuales son de enorme relevancia, especialmente en los campos de la minería y la infraestructura. Todo ello sin contar que un precedente así será muy mal visto por la comunidad internacional.»
(Editorial) Peritonitis

21 de diciembre de 2013, Post Facebook
Dos décadas de recortes de derechos laborales y la informalidad sigue a un nivel alto, 68%. El Comercio cree que los recortes laborales no han sido suficientes e insiste con que el Perú es un país donde prima la rigidez laboral. Los neoliberales han hecho de la informalidad su excusa para justificar las políticas anti-laborales. Es la típica: el gran empresario utiliza al «informal» contra el trabajador formal. Para abusar de éste no reconociéndole derechos, para socavar su acción colectiva exaltando la acción individual empresarial, para legitimar su discurso ideológico.

Veamos.

1. El Reporte Global de la Competitivdad reporta al Perú en el puesto 129 en 2013-4 (y 107 en 2012-3) en facilidad para contratar y despedir trabajdores, no en el puesto 104 como dice El Comercio. Sin embargo, ese mismo reporte ubica al Perú en el puesto 53 en flexibilidad de determinación de salarios y 51 en costos de despido. El Comercio oculta esta información que contradice su discurso.

2. Que el «especialista» Jorge Toyama, un abogado patronal de grandes empresas, «considere que nuestro régimen laboral es uno de los más rígidos de la región (que es a su vez, de las más proteccionistas del mundo)» es literalmente la voz del patrón. Dos décadas de recortes de derechos laborales y siguen repitiendo la misma cantaleta. Nunca les es suficiente.

3. «los costos no salariales del empleo representan en el país el equivalente al 64% del sueldo». OK, ¿qué quieren eliminar de ahí? ¿Las vacaciones? ¿Las gratificaciones? ¿La CTS? ¿Las contribuciones a las AFPs? Supongamos que eliminan todo y se logra ese mundo ideal neoliberal en que los costos no salariales sean cero. ¿Cuál sería la diferencia entre ese régimen y el que ahora tienen los trabajadores informales, sin seguridad laboral, sinproteccion laboral, sin pensiones, sin derechos?

El discurso neoliberal dice que se preocupa por el trabajador informal, pero en realidad lo instrumentaliza. Su camino para supuestamente beneficiar al trabajador informal es quitarle los derechos al trabajador formal. El informal entraría en una formalidad que sería muy parecida a la informalidad. Una promesa que no se ha cumplido en casi década y media de neoliberalismo bananero.

*****

El Comercio:

«En el “Panorama laboral 2013” que presentó esta semana la OIT se lee que el Perú es el país donde más bajará el desempleo urbano en América Latina. Al mismo tiempo, sin embargo, el estudio resalta que el 68% de la población empleada peruana trabaja en la informalidad: no goza de seguridad social, no aporta a un sistema de pensiones y no tiene, en general, las protecciones propias de la ley laboral.

Para al menos una parte de nuestra izquierda, este persistente problema parece estarse volviendo en el argumento-salvavidas para atacar el modelo económico de mercado (más o menos) libre que nos ha venido rigiendo en las últimas décadas. »

» el argumento se vuelve como un bumerán contra la propia izquierda. Después de todo, las regulaciones laborales que nosotros tenemos son todo menos liberales. Según el Reporte Global de Competitividad, ocupamos el puesto 104 de 144 países en facilidad para contratar y despedir trabajadores. Lo que ayuda a explicar que el especialista Jorge Tomaya considere que nuestro régimen laboral es uno de los más rígidos de la región (que es a su vez, de las más proteccionistas del mundo). Por otra parte, los costos no salariales del empleo representan en el país el equivalente al 64% del sueldo. Y todo el peso de estar bajo los radares laborales estatales solo se ha agravado con la creación de la Sunafil y sus bastante discrecionales poderes para imponer multas draconianas.»
(Editorial) El bumerán

El “Panorama laboral 2013” de la OIT: aquí.

El «Reporte Global de la Competitividad» de 2013-4: aquí.

17 de diciembre 2013, Post Facebook
Cantinfladas de El Comercio explicando que la manera correcta de ver el vaso es que éste «podría estar completamente lleno».

«Cuando el gobierno recibe este tipo de críticas, suele responder pidiendo que no nos concentremos tanto en lo pendiente, sino en lo avanzado, tomando en cuenta que seguimos siendo uno de los países que más crece en la región. Suele pedir, en otras palabras, que veamos el vaso medio lleno en vez de medio vacío. En nuestra opinión, sin embargo, de lo que se trata es de ser consciente de que, si se hiciesen bien las cosas, el vaso podría estar completamente lleno.» (Editorial) El significado de un 1%

14 de diciembre de 2013, Post Facebook
El Comercio no tiene suficiente con que Humala lance una reforma privatizadora de la salud.

Si Humala dice demagógicamente «la salud no es un negocio», ahí mismo El Comercio tiene que saltar a justificar paporretera y talibanamente que la salud sí es un negocio.

Aquí los mensajes de fondo están entre líneas.

Obviamente que siguen desconfiando de Humala. Si «la salud no es un negocio» lo hubiera dicho Fujimori, Bedoya, García, Vargas Llosa o cualquier otro derechista, quedaría entendido que es un discurso para las galerías de un convencido privatizdor. Como es Humala los delegados de los Miró Quesada Graña tienen que salirle al frente (y hasta meterse con su familia). La marcación es dura. (Ensimismados en su coyuntural posición de poder, sin ninguna sabiduría o aprendizaje histórico, esta familia oligárquica establece un estándar de lucha política que antes ya los perjudicó, y acaso los perjudique en el futuro).

Por otro lado, con estos editoriales, ejercicios de solfeo de gastadas partituras neoliberales, El Comercio parece estar ahora liderado por una sarta de niñatos sin visión política, tipo los de la cuatrinca de Willax, que no llegan ni a empatarle a las columnas de Juan Paredes Castro. Una reedición de los hiperideologizados «jóvenes turcos» que contribuyeron al fracaso de Vargas Llosa. Normal que sigan así.

«Aparentemente, en algún nivel, el presidente cree que un negocio y un buen servicio son incompatibles. O, en todo caso, que al menos los servicios que están directamente relacionados con el bienestar de las personas y los negocios son incompatibles. Aunque, como decimos, esto parece ser solo en algún nivel. Después de todo, su propia familia nuclear se atiende en clínicas-negocio cuando tiene un problema de salud –sin ir más lejos, todos recordamos las imágenes del presidente visitando a la primera dama en la clínica Angloamericana luego de que ella viviese un choque automovilístico–. Y sus hijos (al menos el último nació en una clínica-negocio) se educan también en centros privados.»

«El gobierno del presidente Humala, en suma, acaba de plantear una reforma de la salud innovadora y bien encaminada, que merece y tiene buenas posibilidades de prosperar. Bien haría, pues, el presidente en subirse al barco. Al fin y al cabo, es suyo.» (Editorial) Negocios saludables

8 de diciembre de 2013, Post Facebook
Argumentos primarios de los exportadores primarios

O El Comercio y su lobby anti-industrial.

Ahora dice, basado en el IPE del cual Fritz Lo Bois fuera director, que más valor agrega la minería que la industria.

Si uno compra una computadora, una cocina o una refrigeradora, ¿la mayor parte del precio es el mineral que estos productos contienen?

Si alguien compra una joya de oro, ¿la mayor parte del precio es el mineral o diseño y el trabajo del artista?

Si alguien compra ropa, ¿la mayor parte del precio es el algodón que la ropa contiene?

El IPE es especialista en torcer las estadísticas para justificar sus propios negocios vinculados a los exportadores primarios.

Además, si el mineral en el cerro no vale nada, así el concentrado de cobre cueste 1 centavo, el aumento de valor agregado será infinito=1/0, comparado con cualquier incremento posterior en la cadena de agregación de valor.

En un mundo en que los países se esfuerzan por avanzar en la cadena de agregación de valor mediante la tecnificación de sus pueblos, la oligarquía más reaccionaria de América Latina nos viene a decir que el modelo de desarrollo es la extracción tipo Potosí o Huancavelica, al estilo de la colonia, modelo que históricamente no sólo no ha generado progreso, sino que ha generado atraso. No han aprendido nada en siglos de dominar a la población peruana.

«Hace poco, la ONG Lampadia publicó una entrevista a Miguel Palomino del Instituto Peruano de Economía que mostró lo falaz de estas creencias con un dato sencillo: el mineral extraído y listo para venderse como concentrado vale muchísimas veces más que el mineral enterrado en la tierra, pero convertir luego este mismo mineral en una plancha de cobre o en alambre no aumenta su valor ni siquiera en un 10%. ¿No es este un ejemplo concreto de que hay oportunidades en que las actividades extractivas modernas pueden agregar más valor que las industriales? ¿Y no es una muestra de que es solo un muy extendido prejuicio el que nos alecciona sobre la necesidad de “transformar” el mineral en el país para “generar valor agregado”?» (Editorial) El discreto encanto de las chimeneas

Lampadia (una suerte de Altavoz de mayores), medio dirigido por derechistas mediáticos (Althaus, Baella, Ponce, Bustamante, Webb, etc.) entrevista al actual director del IPE, aquí:

«El incremento del valor del concentrado de cobre a este refinado es, dependiendo de como estén los tiempos, de entre diez y 15 centavos de dólar, sobre un precio de tres dólares y pico por el concentrado. Entonces no es ni 5% de incremento. Y si yo, además, a este cobre que ya lo he fundido y lo he refinado, lo convirtiera en alambre de cobre para darle un procesamiento manufacturero adicional, le agrego otro tres o cuatro por ciento más. Entonces, el valor más grande, como lo demuestra el mercado, está en la actividad minera misma. Las demás actividades agregan más valor, por eso también son buenas, pero la actividad que más valor agrega, largamente, es la actividad minera.»

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Enlaces a este artículo

  1. Apogeo y decadencia del neoliberalismo en el Perú » Gran Combo Club
    23-03-2014 - 18:02

Comentarios a este artículo

  1. Arturo Zevallos dijo:

    Silvio, tu post se empata con este de El Comercio. Los chistes no van a parar tras esto.

    «Cuando más tontos somos, más inteligentes nos creemos»

    http://elcomercio.pe/actualidad/1678743/noticia-cuanto-mas-tontos-somos-mas-inteligentes-nos-creemos