Por - Publicado el 08-02-2013

Los ex-izquierdistas derechizados se incorporan a las derechas alucinando que éstas los quieren por sus supuestos talentos y capacidades técnica o política. Están muy equivocados. Las derechas los quieren para usarlos contra sus ex-compañeros izquierdistas: atacándolos, socavándolos, revelándoles cosas internas o simplemente para desmoralizarlos haciendo alarde de la capacidad corruptora de las derechas. Desde Eudocio Ravines hasta ahora no hay ningún ex-izquierdista derechizado que no haya hecho trabajo sucio para las derechas. Tampoco hay ningún ex-izquierdista derechizado (salvo por origen de clase) que haya sido verdaderamente incluído en la mesa de las cerradas y reaccionarias oligárquías. Casi todos se convierten en los más rabiosos pretorianos del sistema oligárquico.

Esos izquierdistas se parecen a Charlie Sheen en «Wall Street», un arribista que ilusamente quiere impresionar al magnate representado por Michael Douglas, a quien sólo le interesa comprarse barato la aerolínea del padre, un duro sindicalista, traicionado por su propio hijo. Al magnate no le interesa lo que le puede ofrecer ese trepador, salvo utilizarlo para timar a los trabajadores.

-

Enlaces a este artículo

  1. Eudocio Ravines y el mito del converso desilusionado » Gran Combo Club
    18-10-2015 - 14:02

Comentarios a este artículo

  1. Comas Debe Progresar dijo:

    Tu análisis es muy certero, el término para esta tipología política es el de RENEGADOS, si no me equivoco, que no tiene nada que ver con el derecho que puede tener la gente a cambiar de opinión.