Por - Publicado el 07-10-2010

Felipe Pinglo, el compositor de los pobres.
Imagen tomada de aquí.

La sensibilidad social y humana de Felipe Pinglo se expresó en varias composiciones, que le valieron el veto de la dictadura:

Felipe Pinglo era el compositor de los pobres. En una sociedad que discriminaba al pobre y donde era notoria la diferencia entre ricos y pobres, Pinglo se rebeló contra aquello. Por ello, durante el gobierno de Oscar R. Benavides, las radioemisoras tenían la orden de no emitir sus canciones. Resulta inexplicable, en estos tiempos, el saber que la canción inmortal de Pinglo fue prohibida por una sociedad y gobierno discriminatorio y prejuicioso… (…) Con «Luis Enrique, el Plebeyo», Pinglo trató de romper las tradiciones y mitos aristocráticos del Perú de antaño.
Felipe Pinglo Alva, el inmortal bardo criollo
Dario Mejia, Melbourne, Australia

El mismo Darío Mejía explica con más detalle el veto a Pinglo, y a otros compositores, en

´El día que vetaron «El Plebeyo»
(…)
El Perú estaba bajo la dictadura de Oscar R. Benavides quien no sólo perseguía a Haya de La Torre sino a todo lo que era o parezca aprista. Un día de aquel año de 1939 llegó a las radiodifusoras de Lima el mandato de «Orden, Paz y Trabajo» mediante el cual no sólo se atentaba contra compositores peruanos sino que también se pretendió acallar la voz de la canción criolla.

El músico Enrique Pozo Zegarra trabajaba en ese tiempo en la radio Goycochea y a sus manos llegó la circular de la dirección de radio donde se comunicaba a todas las emisoras de Lima que quedaba prohibida la transmisión de diez canciones criollas, bajo amenaza de fuerte multa a la radio y suspensión indefinida a cantantes de ambos sexos.

Según cuenta Pozo Zegarra en un artículo publicado en el diario «La Tribuna» de Piura, el 30 de abril de 1948, y, posteriormente, en un libro pequeño editado en Lima en 1984, «Agravio no reparado a la memoria del inmortal ¡Bardo!», entre las canciones prohibidas estaban: El Plebeyo, La oración del labriego, Mendicidad, El canillita, El huerto de mi amada, El tísico, Droga divina, El expósito y Fin de bohemio. Pozo Zegarra se acordaba del nombre de nueve canciones solamente, la décima canción era «Pobre obrerita» de Pinglo. También él se confunde llamando «Droga divina» a «Sueños de opio» de Pinglo.

Los compositores a quienes sus canciones vetaron fueron tres: Luis Molina (El tísico), Pedro Espinel (El expósito y Fin de bohemio) y Felipe Pinglo (El Plebeyo, La oración del labriego, Mendicidad, El canillita, El huerto de mi amada, Sueños de opio y Pobre obrerita).
(…)
Según se ha contado, el gobierno dictatorial de entonces pensaba que Víctor Raúl Haya de La Torre era el autor de «El Plebeyo» y las otras canciones que fueron prohibidas, de allí que las quisieron acallar. Poco tiempo después Benavides dejaría el poder y aquel mandato mediante el cual se pretendió silenciar a la canción criolla terminó en el tacho de basura.

Era la época dictatorial, no sólo en el Perú, sino en la región. El tango «Cambalache» fue prohibido por todas las dictaduras argentinas a partir de la de 1943, verlo aquí.

Hoy sus composiciones no están prohibidas, pero sí algo olvidadas, algunas, como «El Plebeyo», cantándose con letras incompletas. Se va perdiendo.

Van aquí los valses de Pinglo prohibidos por la dictadura de Benavides:

«Pobre obrerita»:

sumergida en sus sueños de pobreza
su casita es un palacio, la máquina es su pasión
y cuando alguien le promete mil grandezas
responde que con su SINGER tiene
en el banco un millón.

Ver la letra completa aquí.

«El canillita»:

Si muchos de nosotros auscultar pudiéramos
la verdad cruel y triste de este diario luchar
viviendo en un instante de mortal desengaño,
compráramos los diarios para otorgarle el pan.

Letra completa aquí.

La más conocida de sus canciones, «El plebeyo», incluye un verso usualmente omitido:

El corazón que ve destruído su ideal,
reacciona y se levanta en franca rebeldía,
que esconde en su humilde faz.
y el plebeyo de ayer es el rebelde de hoy,
que por doquier pregona la igualdad en el amor.

que sí se puede escuchar en esta interpretación de «Los Embajadores Criollos»:

«Sueños de opio»:

Droga divina, bálsamo eterno
opio y ensueño dan vida al ser;
aspiro el humo que da grandezas
y cuando sueño, vuelvo a nacer.

Letra completa aquí.

«El huerto de mi amada»:

Quien quiera con el alma el corazon no mande
quien busque amores buenos que dejen de soñar,
el corazon y el alma son dos fuerzas humanas
que emprenden una senda para no regresar.

Sus afectos son leyes que gobiernan y mandan
labrando asi la dicha como tambien el mal
y reciben y cumplen las voces del destino
que tan pronto nos rie o nos hace llorar.

Letra completa aquí.

«Mendicidad»:

Mendigo sin nombre tu tragedia afrenta
a este mundo vano, artero y falaz.
Tú, con tus miserias y con tus harapos
vales más que el oro que el mundo nos da.

Letra completa (y también música) aquí.

«La Oracion del Labriego»:

Señor, tú que has creado, las aguas de los ríos,
y a los prados permites, el verdor que se ve;
no niegues al labriego, el divino rocío,
que con cada caída, alegra nuestro ser.

La campiña que luce, hermosos atributos,
por tí florece siempre, cual ameno vergel;
pero si tú nos niegas, agua, Sol y rocío,
morirán los labriegos, de inanición y sed.

Letra completa aquí. Y ya puestos, va esta versión en saxo criollo:

El veto a Pinglo no fue sólo por los temas sociales, su opción preferencial por los pobres y su desapego al dinero y al poder, sino por disfrutar y exaltar los efectos del opio. (Con los tiempos anti-narcóticos que corren ahora, quién sabe vuelvan a prohibir «Sueños de opio», o le cambien la letra, haciéndole exaltar la gastronomía peruana.)

Epílogo. Los vientos llegaron a cambiar. Después de la prohibición de Oscar Benavides, su sucesor, Manuel Prado decreta en 1944 el «dia de la canción criolla»:

en afán de figuración y populismo, promulgó la ley en el mismo balcón del Centro Musical «Carlos Saco» – -bastión del criollismo y muy popular en aquella época- despertando agrios comentarios de sus opositores. Sin embargo,esas críticas fueron atenuadas por la alegría y el orgullo de tener un día especial, señalado con tinta roja, no en el almanaque de papel sino en la mente y los corazones de los cultores y amantes de la música criolla.

Leerlo aquí. Se había pasado de la prohibición al reconocimiento, con un día especial y todo, el 31 de octubre. No es que la oligarquía, calificada a veces de «criolla», se identificara con la canción criolla. La prohibió y luego la reconoció de forma populachera.

¿Y trajo este reconocimiento un cierto olvido de las canciones sociales de Pinglo y otros compositores? Manuel Acosta Ojeda en esta entrevista de hace cinco años nos responde a esta pregunta:

– La figura de Felipe Pinglo Alva, en la actualidad podríamos decir que ha calado espacios importantes dentro del criollismo.

MA. Felipe Pinglo es un caso excepcional dentro del cancionero Peruano, fue el único limeño que por 1930 hace un vals que se llama Linda serranita, cuando por esa época ser serrano en Lima era algo así como tener sida o estar con lepra, no, ó sea es un hombre interesantísimo al que por supuesto se ha procurado y se procura ocultar mediante la reexaltación de otras figuras que canten cosas muy lindas, pero jamás a los pobres como cantó Pinglo.

Salvo entre los cultores de la música criolla, hay un gran desconocimiento de la obra de Felipe Pinglo.

PS. Y si antaño Felipo Pinglo tuvo que enfrentar la prohibición, hogaño le cae la tergiversación. Común denominador es que igual lo dejan fuera de la ley.

En este video producido por la Universidad de Lima: Entre Vivos y Plebeyos, verlo también aquí, Parte 1 y aquí, Parte 2, se le atribuye a Felipe Pinglo el principio de «ser vivo», la pendejada, el ventajismo. Injusta atribución.

En una parte una voz en off que narra el video afirma

«no escuchan a Felipe Pinglo, pero actúan bajo ese principio: el ser vivos».

Y el video concluye con el narrador diciendo.

«Esta canción es «El Plebeyo», uno de los valses más conocidos de Felipe Pinglo»

Se escucha cantado «Señor, por qué los seres no son de igual valor». Y la voz en off (que es el locutor y actor Carlos Carlín) con toda ironía responde «Claro que lo son». Y continúa la canción (es la versión de «Los Embajadores Criollos») con «Y así en duelo mortal, abolengo y traición…».

A. Sebastián Salazar Bondy tendría elaboraciones sobre lel criollismo como «viveza», falta de escrúpulos, etc. ,aquí:

Según Sebastián Salazar Bondy, ilustre escritor, en nuestro país el criollismo es aún más. Es también ‘viveza criolla’, una cierta mezcla de falta de escrúpulos y de cinismo, es el político que cambia de bando según le convenga, el bodeguero que engaña al pesar mercadería con su balanza, el alumno que copia, en fin, según este concepto todo el que obtiene algo que está prohibido o que utiliza argucias y a veces hasta la vía ilícita para obtener lo que quiere. Según este concepto de ‘viveza criolla’, los ‘vivos’ merecen ser perdonados por su picardía y los otros, los que proceden de acuerdo a su conciencia y a las normas, son unos tontos.

Pero el autor, José Leturia, continúa:

Por supuesto esto es un gran error, como lo demuestran las consecuencias de esa conducta. Más bien, el criollismo debe ser sinónimo de bonhomía fraterna, confiada entrega, ayuda sin condiciones y lealtad a toda prueba, como se expresa en ese término popular cuando llamamos ‘hermano’ a personas con las que no tenemos un vínculo familiar o parentesco, pero les brindamos nuestra amistad.

Y mayor error e injusticia es atribuirle a Felipe Pinglo ser el impulsor de una conducta inescrupulosa.

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Enlaces a este artículo

  1. Tweets that mention Felipe Pinglo prohibido » Gran Combo Club -- Topsy.com
    08-10-2010 - 22:34
  2. La canción criolla testimonial » Gran Combo Club
    27-10-2010 - 23:03
  3. La canción criolla testimonial | El Ideario Sur
    31-10-2017 - 13:56

Comentarios a este artículo

  1. Lucio dijo:

    Muy interesante info sobre Pinglo. En alguna oportunidad, hemos escuchado al mismo Acosta Ojeda, contar que Pinglo Alva, contemporáneo de Mariátegui, fueron conocidos y que muy probablemente compartieron bohemia. Esto es algo que cabría confirmar.
    Yo creo que hoy, vivos, hay dos compositores en la misma vena social y hasta política que Pinglo. Uno, el propio Acosta Ojeda. Y el otro, es uno de los que más he disfrutado. Ayacuchano él, dos veces recluído en Canto Grande, y de una calidad extraordinaria. Musical y literariamente. Walter Humala, autor de La Rosa Roja.
    Se cuenta, que en los ochenta, en algunas celebraciones de seguidores de SL, se escuchaba mucho este tema. Yo tuve ocasión de oírla de visita en Castro Castro.
    Una remembranza en Youtube: http://www.youtube.com/watch?v=zVEK-QRJ1OU Fijarse en el estilo innovador y la calidad musical, bastante salidos del tradicional huayno andino.
    Es curiosa la cantidad de cosas que en el Perú, aún hoy, no se dicen, no se cuentan, por las mismas razones que a Pinglo, en su tiempo, le vetaron esos temas.

  2. Silvio Rendon dijo:

    GCC: Felipe Pinglo prohibido http://grancomboclub.com/2010/10/felipe-pinglo-prohibido.html

  3. Silvio Rendon dijo:

    Sería interesante ver si hubo conexión personal entre Pinglo y Mariátegui.

    Van aquí dos posts interesantes sobre Pinglo.

    Sobre el valse «Mendicidad» en el contexto del aumento de la desocupación en Lima durante la crisis de los 30s:

    http://juliosolorzano.blogspot.com/2010/09/felipe-pinglo-alva-y-su-vals-mendicidad.html

    http://blog.pucp.edu.pe/item/104048/felipe-pinglo-palabras-esdrujulas

    con su música más:

    http://www.youtube.com/watch?v=2tr4fN0Y6U4

    Me encantó lo del «teorema sui genérico».

  4. Santos Huayra dijo:

    Un buen post Silvio, sobre todo por el contrabando de algunos en relación al concepto «criollo». Hay muchas diferencias entre la cultura criolla, el criollismo, el ser criollo, con la «viveza criolla».
    Siempre se ha reconocido a la música criolla como la expresión musical, de las clases populares costeñas. El sentimiento de los pobladores de las ciudades de la costa. Pinglo más que nadie resume esos sentimientos.
    Tenemos que diferenciar lo criollo como expresión de la cultura popular costeña y su manifestación musical «el criollismo».
    Esto no tiene nada que ver con la «viveza criolla» otra manifestación de la sub cultura peruana y latinoamericana, que como bien señalan refleja la conducta negativa de las personas que la practican. La conchudez, el aprovecharse de los demás, la pereza, el cinismo, la vanidad y la mentira como estandarte.
    Es cierto, esa conducta cultural existe y esta muy arraigada en nuestro pueblo, no podemos negarla, pero de allí a extrapolar y establecer similitudes con la música criolla, es un salto al vació.
    La jarana criolla es la expresión sensual, alegre, creativa de los músicos y compositores como Pinglo, Acosta Ojeda y otros. Ni en sus jaranas, su vida diaria ni en su letra hay algo que los identifique como parte de la «cultura de la viveza criolla», que tan mala imagen da a nuestro pueblo y que en la política hay muchos ejemplos, Montesinos, Fujimori, Alan y un largo etcétera.

  5. Dario Mejia dijo:

    Hola, tan sólo para aclarar que en ese enlace al blog de Julio Solorzano, donde está la historia del vals Mendicidad, se olvidaron de poner mi nombre como el autor del artículo aquel, que fue subido el mes pasado a ese blog, según figura allí mismo.

    Ello lo escribí el 10 de agosto de 2009, con el título «Mendicidad, 75 años después», porque se cumplían 75 años de haberse compuesto dicho vals. Si se hace una búsqueda en Google con el título original de mi artículo, lo encontrarán reproducido en varios lugares, incluido el siguiente: http://criollosperuanosenelmundo.blogspot.com/2009/08/mendicidad-75-anos-despues-por-dario.html

    Con respecto al término criollo, el mismo ha variado con el correr del tiempo y hasta se ha tergiversado su verdadero significado. Coincido con lo que señala José Leturia, que los criollos se tratan como hermanos. Sobre el respecto escribí algo hace algunos años que se puede leer en el siguiente enlace: http://www.peruan-ita.org/personaggi/dario/elsaborcriollo.htm

    Saludos.

    Dario Mejia

  6. Dario Mejia dijo:

    Pinglo se conoció con Mariátegui en los Barrios Altos, cuando era joven. Pinglo lo visitaba en la calle Sequión de los Barrios Altos, llamada también calle del Acequión, actual calle Huari, en el No. 271. Allí Pinglo le mostró algunas de sus composiciones, pero no se sabe nada más sobre la relación entre ellos; aunque recuerdo haber leído que Mariátegui no prestaba mucha atención a lo que Pinglo le enseñaba. Tal vez porque pensaba que ésa no era la manera de llegar al pueblo y sus problemas.

    Lo que ocurrió, a mi parecer, es que lo que Pinglo le enseñó a Mariátegui fueron sus primeras composiciones, las de amor, por ello Mariátegui no le tomó importancia. Pinglo empezó a escribir, recién, sobre temas sociales entre fines de los 20 e inicios de los 30 y como Mariátegui falleció en 1930 no pudo disfrutar de la obra social de Pinglo en la música peruana.

  7. Silvio Rendon dijo:

    Hola Darío,
    Muchas gracias por tus comentarios. Nos has ilustrado mucho.
    Saludos,
    Silvio

  8. Silvio Rendon dijo:

    Invito a leer este comentario de Darío Mejía. Pinglo no sólo conoció a José Carlos Mariátegui sino a Leonidas Yerovi:

    http://www.peruanosenusa.net/xn/detail/811960:Comment:78067

    Y esta entrevista:

    http://entrevistas.listamusicacriolla.com/2010/02/entrevista-al-gran-amigo-dario-mejia.html

    Y estos dos notables textos

    http://www.peruan-ita.org/personaggi/dario/canto_criollo.htm

    http://www.peruanosenusa.net/profiles/blogs/811960:BlogPost:121806

  9. jaime dijo:

    Lo criollo y lo andino siempre se tomo como vertientes que iban en forma paralela. Es mas Hace poco un grupúsculos de intelectualoides trato de generar polémica buscando una estúpida confrontación entre supuestos escritores andinos y escritores criollos. Cuando ambas vertientes, si es que existiera, en realidad tranquilamente podrían compartir el mismo espacio legítimamente. Claro ejemplo de esyo son las composiciones de Piero Bustos que compone influenciado por el ande y por su barrio. Barrios Altos donde creció.
    Chequear Apachido de Piero Bustos aquí.

    http://www.youtube.com/watch?v=WmcOFWyXyFs&NR=1

    Saludos

  10. pablo humberto talledo arias dijo:

    Señores,va mi admiración y agradecimiento a todos los responsables de esta página web,es gratificante saber que existen personas como ustedes investigadores que se preocupan por dar a conocer la verdadera historia de nuestros valses criollos y defenderlos de personas ignorantes y antipatriotas que pretenden mancharlos. Nuestro pais sería mucho mejor si esta información fuese difundida por la televisión, no?

  11. Silvio Rendon dijo:

    La dictadura de Oscar Benavides tenía prohibido a Felipe Pinglo http://t.co/ZQSnn4Bh

  12. Miguel Angel Cumpa A dijo:

    La dictadura de Oscar Benavides tenía prohibido a Felipe Pinglo http://t.co/ZQSnn4Bh

  13. Gran Combo Club dijo:

    Día de la canción criolla: medida populachera de M Prado luego de la prohibición de O. Benavides a la música criolla http://t.co/ZQSiPuAn

  14. Gran Combo Club dijo:

    Felipe Pinglo prohibido por las dictaduras de la oligarquía por subversivo y pichicatero: http://t.co/ZQSiPuAn

  15. jorge bernedo alvarado dijo:

    Muy interesante el dato de la calle Acequión (Huari)como posible lugar de encuentro. Yo tengo dudas sobre el encuentro, y sobre todo – allí sí seguridad – sobre coincidencias de propósitos entre estos dos grandes. El mensaje de Pinglo es muy distinto a la visión socialista de Mariátegui.
    Los valses prohibidos de Pinglo son todos de resignación y lo más socialmente peligroso que tiene es la frase de El Plebeyo «y el plebeyo de ayer es el rebelde de hoy». Eso no significa que Pinglo no sea trascendente. Su pecado era tocar «temas sociales» allí donde el vals se cobijaba en la herencia española de romances y églogas. Eso es lo que lo hacía peligroso para la imbvecilidad de los dictadores y retrógradas.
    Pero, ¿Y Mariátegui?. Supongo que el político pudo haber tenido un roce en sus épocas bohemias, pero no comparto los buenos deseos de ver a ambos en el mismo plano y con las mismas intenciones. Pinglo ha sido y será un genio musical, nuestro Mozart. José Carlos Mariátegui, ni qué decir, nos sigue alumbrando como político, como esteta. No creo que como «criollo», aunque lo hubiera deseado, como todos estos buenos amigos.
    Trataré de saber más sobre este tema.
    Feliz Año
    JB