Por - Publicado el 12-08-2010

El Sr. Eduardo González en Un gigante ciego continúa con sus descalificaciones, como decir que uno es «asesor de Giampietri y nuevo columnista de Aldo Mariategui», aquí (como reacción a señalar el rol del ICTJ como «banco mundial» de los derechos humanos) o distraer la discusión sobre temas nacionales recurriendo al «Apartheid de Israel», aquí, Combito 13. Bueno, al menos esta vez logró elaborar algo más que algún gorjeo por allí, o insultos lanzados por lo bajo por allá.

Primero respondamos a la excusa, que viene con su tergiversación más: la intervención americana y su rol en la caída de Fujimori. El Sr. González confunde las cosas al mezclar mi posición con la del articulista de Correo Carlos Meléndez sobre la marcha de los cuatro suyos. Mis discrepancias con éste las he explicado con cierto detalle aquí. Muy explícitamente he señalado que

la intervención americana tampoco es todopoderosa, y no domina sobre las condiciones internas del país. En 1962 no pudieron hacer nada contra el golpe contra su protegido Haya de la Torre, aquí, ni en 1968 contra el golpe contra Belaúnde (a pesar de las indicaciones de Frank Ortiz), aquí. Hace un par de años fracasaron en tumbarse a Evo Morales y su embajador fue expulsado.

El desprolijo Sr. González, sin prestar atención a lo que escribo, se lanza a tergiversar mi posición. Desde luego que afirmo, en discrepancia con Carlos Meléndez, la preeminencia de los factores internos sobre los externos. Textual y oportunamente.

A pesar de toda su retórica, el Sr. González no contradice, no puede, las ideas centrales de mis posts El origen americano de la revisión de juicios a terroristas y La doblez de la política exterior americana hacia Fujimori. Hubo una intervención americana en el Perú. Algunas agencias americanas apoyaron a Fujimori, principalmente al comienzo y mediados del fujimorismo, y hubo agencias que se opusieron a Fujimori, que cobraron preeminencia al final del fujimorismo. Montesinos fue un agente de la CIA ¿cómo negarlo? Una serie de ONGs opositoras a Fujimori recibieron apoyo financiero y político de agencias del gobierno americano, como USAID, ¿cómo negarlo? Y claro, como no se pueden negar estos hechos, el Sr. González1 se va por las ramas, disertando, muy pobremente por cierto, sobre las debilidades de los Estados Unidos,2 lugares comunes que no son el tema.3

Al Sr. González lo que le molesta es que se señale que algunas ONGs que operan en el Peru (Transparencia, Proética, IPYS, IDL, CIES, CAJ, etc.), la CVR y el mismo “Banco Mundial” (o FMI) de los derechos humanos, el ICTJ, sean instrumentales a la política americana, como que diversas organizaciones americanas les dan fuertes sumas de dinero: USAID, NED, Soros, IRI, NDI, etc. El asunto lo he documentado con detalle en La NED Toledo y el Perú. Y como quien confirma la cosa, el Sr. González salta hasta el techo por algo que digo sobre Toledo, ficha americana en el Perú, con ONG propia financiada por la NED y todo.4

Al no tener argumentos, el Sr. González recurre a tácticas demagógicas, como asimilar lo que uno dice a las ultraderechas, a Cipriani, a Rey, etc. Parece que es la ventana que rompe en caso de incendio, una pachotada que ya se la aplicó a Raúl Wiener, cuando éste criticó las cifras de la CVR, a quien acusó de formar parte de una «santa alianza» nada menos que con Giampietri, Feliciano, Martha Moyano, González Posada. Nada que ver. El Sr. González se ha convertido en una suerte de «Múlder de la CVR», un cuidante de la chacra dispuesto a descalificar a como dé lugar a cualquier adversario de debate.

Se aplica lo que le dijeron al rey Sancho de Castilla, ladran Sancho, señal de que avanzamos.

  1. Aclaro aquí que en ningún momento

    Para Rendón, la relación personal de Toledo y García Sayán con los EEUU (…) pesa más que el caso Castillo Petruzzi ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (…); pesa más que la demanda constitucional de los propios reclusos y sus familiares (…)»

    De ninguna manera. Los presos senderistas y emerretistas tenían sus propios abogados y presentaron sus propios recursos legales, desde el comienzo de la guerra insurgente-contrainsurgente. Así, «la consiguiente sentencia firmada por el Tribunal Constitucional en el caso “Marcelino Tineo Silva y más de 5,000 ciudadanos”«, caso llevado por Manuel Fajardo, abogado de Abimael Guzmán (cosa que el Sr. González evita mencionar) fue sentenciado en enero de 2003, ya por la época de la CVR, durante Toledo, una década después de la misión de Robert Goldman. Los emerretistas chilenos son detenidos en octubre de 1993 y el proceso judicial se da en los años posteriores, aquí, también después de la misión de Robert Goldman. Es lógico que los acusados de terrorismo mismos, como principales interesados en sus casos, recurrieran a acciones legales, protestas, motines, como el de Yanamayo en el 2000, secuestros (como el de la casa del embajador del Japón), etc. (como que se trataba de organizaciones terroristas). Pero claro, todo lo que fuera acciones legales fue también canalizado y aprovechado por los abogados americanos, en particular los de Lori Berenson, aquí, como por aquellos abogados que he citado en mis posts, tanto en el Perú como a nivel internacional. A su vez, los criterios sentados por la misión Goldman también les sirvieron a los acusados por terrorismo.
    Al respecto, el Sr. González en este artículo escrito en coautoría con el Sr. Ciurlizza, página 97, señaló que la CVR logró la cooperación de los presos por terrorismo, que accedieron a ser entrevistados por la CVR:

    hasta consintieron en dar testimonios y colaborar con la verdad, por lo que fue posible conseguir largas entrevistas y declaraciones públicas de los líderes de los grupos subversivos

    pero que «esta política de cooperación cambiaría» (sic) al emitir el TC su sentencia sobre el caso MT Silva. Los presos por terrorismo pedían «amnistía general», pero la CVR

    no recomendaría una amnistía general y en la perspectiva de nuevos juicios, los miembros de las organizaciones subversivas mantuvieron el contenido de sus testimonios en un terreno seguro, evitando la autoincriminación y justificando los crímenes como «errores, excesos y limitaciones» sobre los cuales pocos aceptaban la responsabilidad directa.

    La CVR tuvo una relación instrumental con los presos por terrorismo, quienes aceptaron colaborar con la CVR en la expectativa de una «amnistía general» y dejaron de hacerlo al ver que ésta no ocurriría. Hoy el Sr. González tiene una relación instrumental con el caso llevado por el abogado Manuel Fajardo y el de Castillo Petruzzi (por quien también se movió el gobierno chileno), y lo utiliza para refutar lo irrefutable: la intervención americana. []

  2. El discurso que minimiza la intervención de los Estados Unidos en América Latina no es nuevo. Ya vimos a Lowenthal: «antes la presencia de EEUU era la CIA; hoy son los organismos de DDHH» (que suena a que los Estados Unidos ya no intervienen «como antes», pero debe entenderse como que la forma de la intervención ha cambiado). Hace algún tiempo Fernando Rospigliosi en El ocaso de la CIA nos ofrecía un discurso similar, para semanas después pedir que los Estados Unidos intervengan en el Perú con una base en Piura. Sin embargo, ¿qué credibilidad puede tener este discurso ante las esterilizaciones forzadas impulsadas por la USAID en el Perú o ante las bases americanas en Colombia? []
  3. A Ciurlizza y González aquí, p. 94, ratifican que la CVR consideró que en el Perú sólo entre el 5 de abril de 1992 y finales del mismo año, siete meses, hubo una excepción al régimen democrático, sin siquiera calificar a esos meses de «dictadura». He ahí la tesis de Luigi Einaudi: «la dictadura de Fujimori ya no existe ahora que se ha elegido un nuevo congreso». Ver aquí. []
  4. Recientemente, el Sr. González comenzó a atacar al gobierno de Lula por supuestamente avalar al régimen teocrático de Irán («que hace Lula de alcahuete de este sinverguenza», 22 de julio 2010). En realidad, el gobierno brasileño sólo quería jugar un rol mediador entre Estados Unidos, Israel e Irán. Lula viajó a Irán y a Israel y trató de promover el diálogo. Hillary Clinton condenó duramente la política brasileña, luego la secundó Vargas Llosa. (A fines de 2009 los Estados Unidos desclasificaron un documento que evidenciaba que Brasil y los EEUU intervinieron en el Perú y en Chile, aquí; fue luego de la intervención brasileña a favor de Zelaya en Honduras.) Pero la condena a Lula de parte del Sr. González no sólo se debería a una conducta seguidista hacia Clinton y Vargas Llosa, sino a una razón adicional: el fracaso de su organización, el ICTJ, en establecer una «Comisión de la Verdad» en ese país, ver aquí, declaraciones de Javier Ciurlizza. Menos proyectos. El ICTJ venía trabajando años en el Brasil, ver aquí, declaraciones de Eduardo González. Brasil hace una semana intercedió por la mujer condenada a muerte por lapidación en Irán, ofreciéndole asilo, cayéndose uno de los pretextos esgrimidos contra el gobierno brasileño. []
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Enlaces a este artículo

  1. Tweets that mention Tácticas demagógicas » Gran Combo Club -- Topsy.com
    13-08-2010 - 0:31
  2. Combitos intervención colombiana » Gran Combo Club
    05-09-2010 - 23:39

Comentarios a este artículo

  1. Silvio Rendon dijo:

    GCC: Tácticas demagógicas http://tinyurl.com/2a9ukg3

  2. Boris T. Tucto Bello dijo:

    RT @rensilvio: GCC: Tácticas demagógicas http://tinyurl.com/2a9ukg3

  3. Izquierda Perú dijo:

    Tácticas demagógicas: El Sr. Eduardo González en Un gigante ciego continúa con sus descalificaciones, como decir q… http://bit.ly/dpK0dT

  4. LuchinG dijo:

    Silvio: dije en el blog de Eduardo González que lo que no encuentro en los artículos de Melendez y el tuyo es el mecanismo mediante el que USA intervino. Sí, hubo visitas, declaraciones, entrevistas, etc, pero ¿acaso USAID incrementó sus aportes a las ONGs para que hicieran actividades políticas públicamente? ¿Las marchas fueron financiadas? ¿Compraron el video que mostró Olivera? ¿Empezaron a pasar la voz en los cuarteles para que se preparen para un cambio? Yo tengo una impresión distinta: 1) los que estaban en sexto de primaria en 1992 ahora estaban en las universidades, 2) Se tenía la sensación de que el peligro había pasado hace rato, 3) había crisis económica y querían un cambio. Por ejemplo, escuché a varias personas de mi entorno decir el 2000 que ellos apoyaban al Chino, pero que cambiar el resultado de una elección en seis horas era demasiada frescura; a esas personas no las conocía el 92, pero estoy seguro de que en esa época celebraron el golpe.

  5. Silvio Rendon dijo:

    LuchinG,

    Sí, USAID aumentó sus aportes y los concentró en fiscalización electoral.
    Sí, Soros dio dinero para la marcha de los cuatro suyos.
    Lo del video es más oscuro. Mi hipótesis es que Montesinos grababa los videos en parte para dárselos a sus superiores de la CIA, por lo que esta agencia ha debido tener estos materiales (y los debería tener todavía; algú día se sabrá).
    Es más oscuro también cómo fue la cosa a nivel de cuarteles.
    Yo creo que en esencia el cambio vino de dentro, y fue en parte demográfico (que es a lo que apuntas): los jóvenes ya no comparaban a Fujimori con García, sino con un estándar democrático más alto. Sin embargo, las evidencias indican que hubo una intervención que i) ayudó a la transición, ii) hizo que la transición no se desbordara por cauces desfavorables a los EEUU (como sí ocurrió en otros países, p ej, en la Argentina, en que sí se cambió de modelo. Recordemos que la crisis económica afectó a toda la región). Con Toledo se garantizó la continuidad del modelo económico sentado por Fujimori con auspicio de los EEUU. Fujimori les fue útil alguna vez pero ya no lo era (como ocurrió diez años antes con Vargas Llosa).