Por - Publicado el 16-02-2010

Hace varias semanas, un conjunto de cientistas sociales presentó un llamamiento público de apoyo a Ollanta Humala. A partir de ese comunicado principalmente, han surgido diferentes discusiones y debates en periódicos, blogs y algunas reuniones políticas. Una discusión destaca entre ellas, la que comprende a Adrianzen, Manrique y Tanaka.

Aquí algunos enlaces

Los temas son amplios y me gustaría comentar algunos aspectos, desde la posición de un activista sindical y de izquierdas que trata de hacer sociología.

Tanaka para poder explicar su punto de vista, señala que militancia o compromiso político y la actividad del científico social son espacios distintos. «¿Qué distingue a los militantes y activistas de los científicos sociales? Los primeros deben dar buenas razones a favor de las causas que defienden, y desarmar argumentos contrarios a las mismas; considero que un científico social debe más bien intentar explicar por qué las cosas son como son, estar siempre abierto a que la realidad no se ajuste a sus preferencias, deseos o hipótesis, y dar cuenta de ello. «

Visto asi, resulta obvio que una cosa es la militancia y otra la labor del cientista social. Pero ¿son opciones contrapuestas? Tanaka no señala que sean caminos separados pero su manera de presentarlos da una impresión de ser espacios incomunicados. Esta bien, es su opción.

Pero Tanaka continua:
«Para un científico social trabajar temas políticos es complicado: a diferencia de otros terrenos más distantes a la vida cotidiana, sobre los sucesos políticos todos tenemos como ciudadanos opiniones legítimas. De otro lado, todos los científicos sociales tenemos preferencias, valores, simpatías, y es difícil controlarlas. …. Además, la cosa se complica más cuando científicos sociales asumen banderas partidistas…»

Cientista social y militante político ¿Quién es?

No hay una disyuntiva entre militancia y ciencia social. Bueno, en general muchas cosas son complicadas o no dependiendo de la atención que se les preste y lo que sepamos de ellas. Hasta aquí no hay nada nuevo. Lo que se olvida son los muchos aportes a las ciencias sociales que se deben a militantes de partidos. Tanto dentro del marxismo como fuera del mismo. En la propia socialdemocracia. Y se olvida o se hace invisible por que la militancia se limita en la visión de Tanaka a la labor de propaganda y difusión. Esa es una visión reduccionista de la militancia partidaria.


En un medio donde los partidos andan en permanente crisis se puede entender que el compromiso ideológico y orgánico sea visto de manera caricaturizada, pero podemos esperar algo más de alguien que estudia permanentemente los partidos.

Uno podría entender que la militancia es precisamente la búsqueda de una explicación a las cosas desde una posición, de manera consciente que esa posición ilumina y sesga a la vez. Mariategui es el primer ejemplo que se me viene a la cabeza. En ese sentido, podríamos pensar que para algunos casos, la militancia política enriquece el análisis científico y viceversa.

Esta separación entre militancia y ciencia social es necesaria para Tanaka por que parece asumir que el cientista social “independiente” es el que mejor puede garantizar la “objetividad” científica. Sin embargo, esto habría que demostrarlo. Así como Tanaka exige a los que cuestionan el orden neoliberal a señalar las acciones concretas que se plantean para reemplazarlo, uno podría preguntarle por las complicaciones específicas que encuentra un cientista social partidarizado y que ameritan que renuncie al compromiso político como garantía de una mejor reflexión.

Pero tal vez estoy estirando demasiado la cuerda, pues Tanaka no dice explícitamente que el compromiso ideológico o partidario sea un obstáculo para la reflexión académica. Fiel a su estilo, no señala explícitamente nada. Por lo que por ahora podemos preguntar solamente ¿es el compromiso político un obstáculo? ¿Qué razones tendría un joven cientista político para decidir no militar en un partido político en función de la calidad de su investigación futura?

Pero, ¿es la militancia el principal factor que “complica” las cosas para un cientista social? Vamos a incorporar una categoria en esta discusión: «intereses«. No se trata simplemente de simpatías, valores o preferencias, aunque puede serlo. Cuando decimos intereses estamos pensando en los viejos términos de  una sociedad que se articula en patrones de clase. Ya sé. Ahora es descalificarse un poco emplear términos como «intereses de clase«. Pero antes de ponerme la etiqueta de dinosaurio desactualizado, pensemos lo siguiente:

En el país hay un orden social. Bueno, es un decir. La manera que están dadas las cosas responde al beneficio material y simbólico de algunas personas. Hay una intencionalidad. Pocas cosas son azar. Más claramente, hay gente que la esta pasando económicamente muy, pero muy bien en el país. Sus empresas están ganando mucho dinero con crisis y sin ella. Han tenido ganancias considerables con Fujimori, Toledo, y ahora con Alan García. Para corroborar esto están las cifras económicas. ¿Estamos de acuerdo?

Resulta lógico pensar que en este escenario, ese grupo de personas no se encuentra nada interesado en que algo de la manera que se maneja la economía, el estado y la política cambie. Y hacen y seguirán haciendo todo lo posible para que las cosas sigan más o menos iguales. Para ellos este sistema funciona muy bien.

Ya está. A los valores, simpatías, preferencias, es decir, los discursos y acciones que ayuden a sostener dicho orden, podemos ponerle una etiqueta: intereses… de clase. Claro que podríamos discutir si el grupo humano identificado es una clase o solo un grupo, una fracción corporativa, una elite, en fin. Para todo efecto practico, ellos tienen muy claros sus intereses.

Toda esta desviación ha sido necesaria para explicar el uso de un término que a veces resulta incómodo.

Cuando a Tanaka se le señala que su posición es básicamente conservadora, se está diciendo que es acorde con el interés de los otros, por no cambiar el orden de las cosas. Claro que Tanaka responde que no se trata de eso. A él le preocupan los problemas de «gobernabilidad». Es decir, los niveles de conflicto creados en el proceso de cambio. Es mejor tener una idea clara de lo que vendrá y cómo lo vamos a afrontar antes de meternos a trastocar todo.  Eso suena académicamente muy responsable y serio, nadie lo duda. Políticamente…. es otra cosa.

Venezuela y Bolivia han hecho cambios y ahora enfrentan problemas nuevos o mayores. Política comparada le dicen. No debemos correr ese riesgo nos dicen. Brecht en Historias de Almanaque cuenta de un grupo de personas que habita una casa en llamas y ante los apremios para que salgan  de ella, preguntan si esta lloviendo afuera, si hace frío afuera, si ya hay otra casa, etc. Y concluye que a ese tipo de personas, no hay nada que decirles. Pero claro, Brecht no era un cientista político.

Hasta aquí he afirmado que militancia y ciencia social no son incompatibles sino por el contrario pueden ser complementarias. Depende pues de los intereses del investigador. Pero hay un tipo de interés que curiosamente no se ha señalado con mucha amplitud en una discusión sobre objetividad. Los “intereses económicos” de los investigadores sociales.

Las relaciones entre militancia y ciencia social son complicadas nos dice Tanaka. ¿Y las relaciones entre ciencia social y las instituciones que financian las agendas de investigación social? ¿Se puede hacer ciencia social así como señala Tanaka “…intentar explicar por qué las cosas son como son, estar siempre abierto a que la realidad no se ajuste a sus preferencias, deseos o hipótesis, y dar cuenta de ello…” al margen o en contra de los intereses de las financieras que pagan los servicios del investigador? ¿Los estudios sobre el efecto del tabaco en la salud son iguales cuando los financian las tabacaleras? ¿Un estudio sobre el carácter abortivo del AOE es diferente si lo paga el Vaticano? O más precisamente ¿es la “gobernabilidad” un concepto debidamente ponderado cuando lo financia la fundación Ford o Rockefeller? Asumo que Tanaka nos dirá «que es complicado» por lo menos.

Mi opinión es que para efectos prácticos, perturba más la objetividad de la investigación las fuentes de financiamiento que el compromiso ideológico del investigador, precisamente por que muchas veces, esas fuentes crean fidelidades ideológicas. Silvio Rendón ya ha discutido este tema con mucha amplitud en el blog «Gran Combo Club«. Y en este post con mucha claridad.

Finalmente, la preocupación planteada por Tanaka, en nombre de la gobernabilidad, es políticamente conservadora y nos puede llevar al síndrome del asno de Buridan, como me lo recordaba un compañero sindicalista hace poco. Al final es un tema de intereses.  Para no cambiar las cosas podemos argumentar toda una serie de problemas futuros y calamidades. Pero si realmente estamos interesados en cambiar las cosas, iremos -como lo han hecho y seguirán haciendo las diferentes sociedades- resolviendo de la mejor manera posible, cada problema a su turno.

ACTUALIZACIÓN 16 de febrero

El mismo día, César Hildebrant señala en una postada a su columna en el diario «La Primera»:

«¿Creerá el señor Martín Tanaka que su ideología es invisible, sus adhesiones discretas y sus sesgos sutiles? Pobre señor Tanaka: hace tiempo que, contra lo que él cree, aparece con todo al aire en su papel de fan del sistema “realmente existente”. El señor Tanaka cree que las ciencias sociales son un búnker de concreto que lo protege del escrutinio público. El señor Tanaka cree que ser ambiguo y sibilino es ser aristotélico. No, señor Tanaka: haga usted lo que, con todo derecho, hicieron alguna vez Bernard Henri-Lévy o André Glucksman (siguiendo la tradición de Aron o Maurras): muestre la camiseta por la que juega y sufre. Nadie se lo va a reprochar. Lo que es patético es que se vista de negro y pretenda ser árbitro.»

ACTUALIZACIÓN 18 DE FEBRERO

Un post de respuesta en el blog de Tanaka.


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Enlaces a este artículo

  1. Combitos debates varios » Gran Combo Club
    21-02-2010 - 12:46

Comentarios a este artículo

  1. Silvio Rendon dijo:

    GCC: Militancia y ciencia social Por Carlos Mejia http://tinyurl.com/yl7ogwx

  2. Crhistian Peralta dijo:

    Que buen artículo sobre Militancia y Ciencia Social. En respuesta a Martin Tanaka: http://ur1.ca/mifl

  3. SPV dijo:

    Tanaka ha señalado no una sino varias veces que lo que se debe hacer con estos problemas de gobernabilidad es identificarlos y medirlos de antemano para poder plantear alternativas, no para abandonar el objetivo de lo que se quiere hacer. Si quieren cambiar el modelo económico y político entonces hay que pensar bien cuáles son los riesgos y las políticas concretas para enfrentar la reforma. Eso es muy distinto a lo que señalas, pues tú dices que Tanaka siplemente quiere seguir con el status quo porque le da miedo la ingobernabilidad y punto.
    Es un post interesante el que escribes, sobre todo cuando indicas que tanaka manifiesta un ideología pero no dice explícitamente cuál. Pero creo que el artículo se debilita cuando personalizas esto al extremo y metes de contrabando el financiamiento de las investigaciones. O sea, si vas a personalizar, ok, pero entonces hazlo con conocimiento de causa sobre la persona a la que aludes. Es totalmente cierto que en general nuestra (lamentable) academia se caracteriza por estos intereses económicos antes que por otros principios, pero voy a ser personalista igual que tú y decir que en este caso no creo que se aplique, ni siquiera voy a nombrar al colectivo del IEP sino a él como uno de los pocos ejemplos. Creo que es facil confundir dónde esta ubicado el dinero en todo esto, si es el objetivo o es el medio. En su caso yo creo que es lo segundo.
    Claramente Tanaka manifiesta que no simpatiza con los planteamientos de Ollanta Humala, pero solo por eso él se movería por intereses económicos??? Entonces yo podría decir también que todos los intelectuales que apoyan públicamente a Ollanta solo tienen intereses políticos y mueren de sed por el poder. Y la verdad que no lo creo, muchos de ellos son bastante respetables y tengo la suerte de conocerlos. No estoy de acuerdo con ellos pero sé perfectamente que no son unos arribistas ni están sedientos de poder, sino que son gente comprometida.

  4. Ricardo Alvarado dijo:

    GCC: Militancia y ciencia social (Carlos Mejía) http://tinyurl.com/yl7ogwx

  5. Rafael Euribe dijo:

    1. Si escribes en un periodico, evidentemente tratas de influencias en el pensar de las gentes y eso es hacer politica en el mundo de las ideas y los concensos. Que no postulen a un cargo, no significa que no sean parte del tablero politico. Igual se le podria preguntar a Hildebrant cual es la camiseta que oculta cuando esta detras de un programa periodistico.

    2. El desmarque de Tanaka, me parece saludable: es mejor mantener ciencia y politica separada. Cada vez que se han fusionado, el cuento termina en tragedia. Preguntale a Stalin, Abimael o Mao si pensaban que la sociologia servia para algo.

    3. NO es que el militante no piense, es que no se la puede pasar pensando. El sociologo Si. Es mas el sociologo piensa y estudia al militante quien es un animalito mas en su laboratorio. Pero la separacion es temporal. Muchos empiezan como sociologos y terminan como militantes y al reves, asi que en realidad el cerco demarcador se lo saltan todas las veces que quieran.

    4. Creo que Tanaka apuesta mas a erosionar el sistema desde dentro, siguiendo la escuela de Rochabrum. Digamoslo asi, una docencia academica bien estructurada y critica puede arrojar cientificos sociales que tienen mas herramientas para implementar cambios. Ahora dejame preguntarte, formar buenos profesionales no es tambien hacer politica?

  6. RAUL dijo:

    1)Tanaka, no habla de espacios incomunicados, sino que para el militante, es muy dificil aceptar que la realidad no se ajusta a sus preferencias, y aun para el cientifico social es dificil ingresar a temas politicos
    2)Buscar razones para defender las causas y desarmar las contrarias es propio del militante, decir esto no es caricaturizar, sino mas bien mencionar sus mejores cualidades
    3)Creo que no es solo a Toledo o a garcia, a quienes les parece que el modelo viene funcionando, tambien a la mayoria de los peruanos (obreros, campesinos, desempleados, pobladores) que los eligieron
    4)Alguien me puede decir cual es «la camiseta» de Hildebrandt…..

  7. Carlos Mejia dijo:

    Estimada SPV:
    Permiteme señalar dos puntos.Efectivamente, para Tanaka el concepto de «gobernabilidad» es fundamental. Lo único que señalo en este tema, es que políticamente tal uso académico es conservador. Desde Garretón y más antes, como bien señala Atilio Borón.

    Segundo. Tal vez la idea no esta bien expresada. No estoy «metiendo de contrabando» el tema de las financieras. Lo coloco abiertamente por que durante mucho tiempo ha sido una clara preocupación en la investigación social. Tanto en Europa, EEUU como aquí. En San Marcos, por ejemplo, Germaná y Anibal Quijano eran bastante claros en señalar los sesgos que una financiera podía colocar en una reflexión. Ahora, parece que nadie se pregunta esto en las facultades de ciencias sociales o las ONGs.

    Mira, es mejor ser suspicaces. Cada seminario tiene un afiche. Fijate los logos. Pueden ser muy ilustrativos. Tanaka recomienda una red de investigadores de calidad de la democracia en un post. ¿Quien los financia? La Fundación Konrad Adenauer, que es la instancia de cooperación de los socialcristianos alemanes. Al parecer, en Europa hacer ciencias sociales y defender intereses partidarios no es tan complicado.

  8. Carlos Mejia dijo:

    Rafael Euribe:

    Tu punto 2 esta en contradicción lógica con tu punto 3. Por l oque no puedo comentarlos hasta no saber que piensas realmente.
    Tu punto 4 me hace pensar que no has leído a Rochabrun.
    «Erosionar el sistema desde dentro» no creo que sea la divisa de nuestro Guillermo, mucho menos la de Tanaka. Finalmente, formar profesionales no es hacer política, es brindar capacitación certificada y en el Perú, generalmente es un negocio.

  9. Carlos Mejia dijo:

    Raúl:
    El militante que no acepta la realidad es un constructo de Tanaka. Para él los izquierdistas están tan ideologizados que viven en un mundo aparte, negando la realidad. Es su opinión, nada más. No la comparto.
    La militancia no es solo agitprop, Raul. Ni en la izquierda ni en la derecha. Quijano, que debe ser el más importante cientista social peruano, es un militante de la izquierda, por poner un ejemplo. Gramsci y su idea del «intelectual orgánico» es otro.

    Finalmente, no se trata de si a algunos les parece o no lo exitoso del modelo neoliberal. Si miramos algunas cifras veremos que en materia de remuneraciones, los asalariados urbanos pierden sistemáticamente sus ingresos en los últimos años. Para no hablar del ejercicio real de libertades individuales.
    Un dato, cada triunfo electoral desde el fin de la dictadura fujimorista se ha logrado sobre un discurso de cambio, no de continuidad.

  10. Durán dijo:

    Metodología de las Ciencias Sociales, Primer Ciclo:

    «La particularidad del estudio de las ciencias sociales es que el investigador social es también parte del objeto estudiado».

    ¡Qué peligroso es hablar de clases sociales en estos tiempos! La gente entra en negación.

    La derecha es como el diablo: su mayor éxito es negar que existe y disfrazarse de «sentido común». Y el mayor éxito de sus ideólogos es negar que son de derecha (o defensores del status quo).

  11. César dijo:

    «Hace varias semanas atrás» está incorrecto

    es

    «Hace varias semanas» o «Varias Semanas atrás»

    Por otro lado, tu blog es uno de mis favoritos, amigo, eres políticamente incorrecto, como debemos ser los periodistas independientes

  12. Carlos Mejia dijo:

    Hola César:
    Tienes razón, redacté mal, gracias por anotarlo. Voy a corregirlo, ahora mismo. Ah, el blog no es mio, es colectivo. Una especie de sovblog, pero sin secretario general. Creo.

  13. RAUL dijo:

    Carlos
    1) Lo que sucede es que dentro del llamado «izquierdismo» hay de todo y entre ellos los que continuan negando la realidad :El fracaso del socialismo marxista.
    2)Si miramos bien las cifras, veremos que el pais ha venido creciendo sostenidamente desde el 2001 y el desempleo ha disminuido, lo que no significa que el modelo sea perfecto.
    3)Toledo y Alan ofrecieron cambios dentro del modelo

  14. Carlos Mejia dijo:

    Raul:
    Definir la realidad es parte del sentido de la política. Lo que para ti es «realidad» para otro puede ser «mito» o «manipulación». Lo mismo ae aplica a lo que tu denominas «fracaso». Para no repetir opiniones deberías dar mejores argumentos.

    En el Perú hay crecimiento económico. desigual, centralizado, sesgado. Nadie lo niega. lo que no hay es redistribución. Pero esto no es más que verdades de perogrullo.

    Finalmente, basta leer los discursos del candidato Alan para entender que en tu frase se le dio más importancia al «cambio» que al «modelo».

  15. Miguel Reyes dijo:

    Buen post, creo que junto con el de Malcom X y MLK lo mejor que se ha publicado en lo que va del año.
    Siento que al problema de ser objetivos en las ciencias sociales se le están agregando muchas variables predictoras: «Militancia», «interés de clase», «interés económico». Creo que si se sigue así, se encontrarán más variables que entrarán al terreno psicológico e inclusive en el campo de las neurociencias.
    Mi opinión es que es válido tener militancia política sin desmedrar la objetividad, pues la objetividad dependerá de la rigurosidad metodologíca empleada para el recojo de información y análisis. Entonces, creo que el buen uso de la metodología puede procurara mayor objetividad en las ciencias sociales.
    Saludos.

  16. R. Euribe dijo:

    1. Lo que quiero decir, es que en la «vida real» la separacion entre cientifico social y activista, es borrosa, se pasan de bando una y otra vez. Eso tanaka lo sabe. Claro, y parece contradictorio, que esten algo asi como «revueltos-pero-serparados».

    2. Y es que en ultima instancia, son actividades diferentes. El cientista es capaz de cambiar paradigmas, esta en su naturaleza. El militante no.

    Por ejemplo, el peru es una sociedad de clases, en la cual tomas bando. En eso eres activista, militante. Pero estas dispuesto a cambiar de paradigma? no lo creo. Es mas, hasta ya tienes argumentos para discurtir con un empresario, por que el trabajo asalariado es un regimen social injusto.

    3. El punto final, es que me parece saludable la separacion. Aunque moleste la aparente neutralidad de estos «cientificos», su tarea es vital pues de otra manera, cuando dejamos que los militantes controlen la ciencia, caemos en sociedades totalitarias.

  17. Carlos Mejia dijo:

    Miguel Reyes:
    Gracias por tu comentario. Tienes razón que en esta discusión he incorporado otras categorías. Me parece que la discusión sobre la objetividad de las ciencias sociales debe iniciarse en lo epistemológico y metodológico, pero no se agota allí.
    Concuerdo plenamente contigo en que militancia y objetividad pueden articularse de manera exitosa. Depende ciertamente de los controles metodológicos, pero también del sistema de valores que sustente el discurso político o ideología. Un militante que no asume la verdad como valor en si, podrá manipular cualquier disciplina científica según los intereses partidarios.
    Un militante podría pensar que su aporte con su organización política es decirle la verdad de su conocimiento, incluso cuando el partido no quiera oírla.

  18. Carlos Mejia dijo:

    R. Euribe:
    En la «vida real» el cientista social asume muchos roles. Es padre, madre, peruano, español, varón, mujer, viejo, joven, en fin. y todos esos roles son más o menos borrosos frente a la labor científica. La militancia partidaria no debería ser vista como un obstáculo especial, más aún cuando ahora, Tanaka mismo señala que a veces puede ser una combinación exitosa.

    Mi idea en cuanto al sentido de la militancia y del cientista social es diferente a la tuya. «Cambiar paradigmas» es generalmente un objetivo más factible para un militante partidario que para un cientista social, curiosamente. Kuhn de donde vienen parte de este vocabulario hablaba de revoluciones científicas (nótese el término), luego otros autores han señalado que al parecer las comunidades científicas lo que hacen no es ir buscando nuevos paradigmas, sino sostener y consolidar los existentes. La ruptura epistemológica es la excepción no la norma.

    Tu punto tres me parece que mezcla y reduce. El uso político de la ciencia y tecnología es consecuencia de sociedades totalitarias y no precondición.

    Actualmente, el desarrollo de vacunas y programas de investigación en medicina está fuertemente dictado por las corporaciones farmacéuticas. es decir por intereses económicos. ¿Es eso un paso al totalitarismo?

  19. R. Euribe dijo:

    Tu como militante tienes una doctrina. A tu juicio,se basa en una ciencia. Pero desde el momento que no estas dispuesto a cuestionar sus postulados, ya dejo de ser ciencia, se vuelve doctrina.
    Es a este nivel que militancia y ciencia son incompatibles.

    Militancia y ciencia juegan en pared armonicamente en sociedades libres, por eso es mejor mantenerlas separadas, que cada una haga su rol. Mas bien que se junten es un signo de una sociedad que marcha al totalitarismo.

    Las corporaciones farmaceuticas, estan compensadas por las asociaciones de consumidores. Por ahora llevan la delantera, pero los consumidores pueden contragolpear.

    Gracias por tus comentarios.

  20. RAUL dijo:

    Carlos:
    1)Afirmar que el Socialismo marxista ha fracasado, no es una opinion, sino un dato de la realidad, creo que «la realidad no se ajusta a tus preferencias, como diria Tanaka
    2)Estoy de acuerdo contigo que falta redistribucion, pero el que ha fallado en su mision redistributiva es el estado y no el mercado
    3)Efectivamente Alan hablo mas de «Cambios» que de «Modelo», precisamente porque pensaba continuarlo y hacer los cambios dentro de este.

  21. Miguel dijo:

    1.-En un coemntario en otro post, Silvio hace mención a casos concretos de problemas de gobernabilidad: Arbens, Allende, etc.

    Bueno, el solicitar mide las consecuencias de tus actos, porque sino viene la ingobernaibilidad, es algo asi como una amenaza velada de si quieres hacer cambios sociales y económicos, pues pisas callos y viene el golpe. Así que mejor, no pises ningún callo, no pidas cambios sociales, y espera a hacer cambios desde dentro del sistema, cuidandote de no pisar callos. Eso es ser conservador.

    2.-La objetividad es una quimera, cierto. Cuando veo la realidad, sea porque deseo investigarla con fines puramente académicos o porque deseo explícitamente actuar sobre ella, llevo conmigo mis prejuiicios. Los antropólogos que estuvieron en Chuschi, guiados por sus prejuicios, no vieron indicios del comienzo del accionar sendrista. Martín Tanaka, sesgado por sus prejuicios, sostenía el año 2000 en polémica en la PUCP que Fujimori se bancaba en las protestas y continuaba en el poder hata el 2005. Los analistas políticos se equivocan, y en ello tiene que ver indudablemente los prejuicios que les quitan objetividad a su mirada.

    3.-El asunto es que un analista político como Martín, que escribe en su blog personal o en una revista académica, está haciendo ciencia. Pero si escribe en un medio de masas, ya no hace solo ciencia, hace política, así no se quiera admitir. Porque sus escritos buscan generar corriente de opinión (sino fuera así, porqué aceptaría escribir en un medio masivo de información?). Y a alguien que quiere influir en mi opinión tengo el derecho de pedirle que me explicite cuál es su agenda política, cuáles sus preferencias.

  22. Alberto dijo:

    El problema con la relativización del compromiso de neutralidad en materia de investigación, es que se tiende igualmente a relativizar las pruebas empíricas sobre las que se construyen los edificios intelectuales.
    Así, en su post 6 usted manifiesta que más allá de la adscripción de un intelectual al modelo neoliberal, lo que importa es la fría estadística que señala que los asalariados urbanos han perdido su poder de compra durante los últimos años. Lo interesante es que le asigna a los números un gran valor probatorio, cuando es evidente que la evidencia estadística es altamente manipulable, especialmente cuando se quiere construir un argumento contra todo un sistema económico en funcion a una sola variable. Allí radica esencialmente la diferencia entre un militante y un científico social: el militante utiliza la cifra como un arma de convencimiento para justificar la validez de su modelo político, mientras que el científico social se pregunta como entender esa misma variable estadística dentro de un marco mas amplio de estudio de la sociedad.