Por - Publicado el 03-10-2009

[Con este post concluye la secuencia de posts sobre Hugo Blanco:
Hugo Blanco 1. 1966. El juicio
Hugo Blanco 2. 1963. Pucyura y Mesacancha
Hugo Blanco 3: 1960s. Chaupimayo
Lo he contado al revés aplicando un principo de programación dinámica, bien expresado por Soren Kierkegaard: «La vida sólo puede entenderse hacia atrás, pero tiene que ser vivida hacia adelante». Y como aquí el tema es entender el pasado, lo relato hacia atrás. Y como mi ventaja comparativa es la economía, en este post el enfoque subyacente es la difusión de innovaciones tecnológicas, en este caso políticas. Antes fueron la indiferencia de los demócratas y «liberales» con los más pobres, el feudalismo como negación del capitalismo, la ruptura del monopolio de la sindicalización, y varios otros por ahí. Y, desde luego, la historia va leída con los ojos del presente, del Perú actual, como advertirá rápidamente el lector zahorí.

La información de este post proviene de los libros ya citados en otros posts, de Victor Villanueva y de Gonzalo Añi Castillo, además de las citas en el texto.]

El poeta alemán Heinrich Heine hace dos siglos contaba en verso cómo los guardias alemanes le revisaban sus pertenencias en la frontera franco-alemana, buscándole libros y contrabando traídos de la Francia revolucionaria. Mientras le revisaban el poeta pensaba que el contrabando lo traía muy bien escondido: eran las ideas, lo que había visto en Francia, que los guardias alemanes jamás podrían requisarle.

Las ideas fluyen inevitablemente de un lado a otro, y si en algún lugar surge alguna innovación, algún desarrollo interesante, éste no tarda en difundirse hasta llegar a los lugares más atrasados. El Perú de mediados del siglo pasado, oligárquico, dictatorial, agro-exportador y feudal, con su mayoría de campesinos explotados y sin derecho al voto, contrastaba con los países vecinos, de gobiernos populistas, de masas, pro-industriales, capitalistas y con derechos sociales.

El cusqueño Hugo Blanco Galdós proviene de una clase media urbana. Su señor padre es abogado y funcionario de la magistratura llegando ser Vocal de la Corte; su señora madre es de origen campesino. Educado en el Colegio Nacional de Ciencias del Cusco (alma mater de Túpac Amaru) donde participa de una huelga contra el director, proviene de una ciudad profundamente izquierdista, donde el APRA jamás logró preponderancia en contraste con el relativo enraizamiento del Partido Comunista. El APRA en el Cusco como en otros lugares de la sierra peruana, y a diferencia de la costa norte, era uno de los partidos de los gamonales

La temprana influencia que tiene Hugo Blanco es la del APRA, sin hacerse aprista, a través de su hermano ingeniero, a lo que se suma la influencia de la lectura de autores como Clorinda Mato de Turner, Eustacio Rivera, Jorge Icaza, Ciro Alegría, La simpatía con los campesinos explotados es su gran motor. Su señor padre es abogado defensor de los campesinos ante los abusos de los gamonales. Y a través de su padre, Hugo Blanco conoce a Lorenzo Chamorro, campesino lisiado, que finalmente sería asesinado por el matón de un gamonal. Aquél relata al joven Blanco anécdotas viejísimas sobre los abusos que sufrían los campesinos bajo el régimen gamonal. La situación de opresión de los campesinos es literalmente sublevante.

Hugo Blanco se marcha del Cusco en 1954 a la Universidad de La Plata, Argentina, a estudiar agronomía (lo cuenta él mismo aquí, en una escueta autobiografía). Cusco y la Argentina tienen una relación histórica. Muchos detalles de la historia cusqueña están asociados al las sierras, pampas y montañas argentinas. La ciudad de La Plata era, y es, una ciudad de fuerte presencia peruana, como hoy Santiago, El Alto, Paterson, Madrid, Milán o Hamamatsu, centros todos de concentración de los diaspóricos mitimaes peruanos.

Muchos estudiantes peruanos en el extranjero se hacen preguntas sobre el Perú. Buscan explicaciones, se cuestionan. Resulta que lo que se asume como algo normal e inmutable puede ser diferente. Y no porque lo lean o se los cuenten, sino porque lo están viendo y viviendo materializado en la realidad de un país. La Argentina de la época del joven Blanco era además un hervidero de ideas de cambio social.

Blanco llega a una conclusión evidente: «el atraso en el Perú es espantoso». Este inquieto estudiante cusqueño en tan politizado entorno entra en contacto con estudiantes y profesores argentinos, y también con peruanos. En La Plata también dictaban charlas los deportados líderes apristas Armando Villanueva y Carlos Manuel Cox.

Para financiar sus estudios, Blanco trabaja de obrero junto con otros estudiantes cusqueños, en los Frigoríficos «Armour y Swift», en Berisso. Por esa época Juan Domingo Perón gobernaba la Argentina, con el gran apoyo de los «descamisados», los «cabecita negra», migrantes del campo a las ciudades argentinas, en particular a la gran metrópoli. El sindicalismo se había fortalecido desde el gobierno entre 1945 y 1955 y era en su gran mayoría, comprensiblemente, peronista. Hugo Blanco era uno de ellos. Cuando viene el primer golpe contra Perón, éste llama a las masas, que encabezadas por la CGT se movilizan a favor de Perón, el 17 de octubre de 1945, llamado «día de la lealtad peronista», aquí. Para el segundo y definitivo golpe contra Perón en septiembre de 1955, éste ya no recurre a las masas trabajadoras. La mayoría del estudiantado apoya su caída en la llamada «Revolución Libertadora».

Entonces Blanco no se hace comunista. Los comunistas argentinos ora se oponen al gobernante Juan Domingo Perón, anti-imperialista y anti-americano, ora, al ver que los obreros lo apoyan, lo apoyan también. Blanco se hace trotskista, seguidor del profesor de la U. de La Plata Hugo Bressano, que usa como pseudónimo Nahuel Moreno, y quien posteriormente dirige un grupo trotskista en el Perú y continúa apoyando a Blanco. Es Moreno quien alienta a Blanco a regresar al Perú. Cerrado el ciclo peronista, ahora los mitimaes son los argentinos, unos pocos. Estas cosas van por ciclos. Un Perú que llega tarde a las reformas se puede convertir en un lugar de atención si las cosas se revierten en país que llegó primero.

Hugo Blanco regresa al Cusco, en 1956 (su experiencia argentina fue relativamente corta pero intensa). con la idea de organizar la revolución en el Perú. Varios de sus amigos cusqueños habian sido ganados por el Partido Comunista. Va a Lima y entra en contacto con trotskistas limeños (muchos de los cuales procedían del APRA).1 Eran muy pocos y con importantes diferencias. Un grupo propone el «entrismo», incorporarse al APRA, pues es un partido de masas, para reorientarlo desde dentro; otro grupo, que gana esta discusión propone un trabajo independiente. Blanco forma parte de este segundo grupo, planteando una estrategia revolucionaria, de organización propia, que contaría con el apoyo de sus camaradas argentinos, que ya habían ido a Chile a organizar un grupo trotskista en ese país.2

Hugo Blanco trabaja como obrero en Lima por un tiempo, pero tiene que abandonar la fábrica y Lima debido a la persecución desatada después de la manifestación contra Richard Nixon en 1958, ver 1958: La protesta contra Nixon. Blanco regresa al Cusco, donde organiza a los niños vendedores callejeros de diarios y lustrabotas. Aparentemente los canillitas y lustrabotas son insignificantes, pero había una poderosa razón oculta. Cuando los diarios de Lima publicaban alguna noticia de carácter político que no le convenía a Blanco, los canillitas se negaban a vocearlos. Por su parte los lustrabotas eran enlaces, «espías de bolsillo» y fuente de información sobre lo que ocurría en la ciudad imperial. Blanco es finalmente detenido en una huelga contra el aumento del precio de los combustibles, acusado de romper un parabrisas de un patrullero.

En prisión es donde Blanco conoce a los dirigentes campesinos de La Convención y Lares, quienes habían escuchado hablar mal de éste en la Federación de Trabajadores del Cusco (FTC), controlada por el PC. Finalmente, Blanco sale libre tras una huelga de hambre de ocho días. La FTC aboga por su libertad y la consigue, pero impugna el nombramiento de Blanco como delegado ante la FTC. Blanco se da cuenta que su batalla en el Cusco estaba perdida y se marcha a La Convención, donde ocurre lo que vimos en Hugo Blanco 3: 1960s. Chaupimayo3.

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Hoy Blanco tiene un discurso, digamos, indigenista, aquí, en polémica con Antauro Humala, aquí, y hace algunos meses entró en huelga de hambre en solidaridad con el dirigente awajún Santiago Manuin, aquí.

A partir de lo señalado haría notar la importancia de la experiencia argentina de Hugo Blanco, su familiaridad con el populismo y la movilización de masas en ese país y el apoyo que recibió de los trotskistas argentinos, que lo reforzaron política y organizativamente. Posiblemente los trotskistas limeños nunca se hubieran planteado hacer algo en La Convención de no ser por la visión y el activismo de Blanco. Definitivamente se trataba de grupos pequeños, y tampoco eran los trotskistas desencantados del aprismo convivencial4 los únicos, pero que iban demostrando capacidad de abrir fisuras en el cerrado régimen oligárquico peruano. Se avanzaba en la curva de difusión y el antiguo régimen se comenzaba a resquebrajar, ver Espartaco en el Perú. Los grupos pequeños podían crecer, y mucho. El gobierno americano consideraba al Perú como «una de las mejores ilustraciones de un ‘potencial para la revolución social’ en América Latina”, aquí.

En la actualidad, como antes, los populismos llegan primero fuera del Perú. El Perú sigue el camino de la supuesta arcadia pre-velasquista, de gran crecimiento, poca regulación, favoritismo con los monopolios, concesiones extractivas y trickle-down economics (economía de chorreo) con gobierno de los pocos. Hoy, como antes, se vive una «convivencia» entre fuerzas políticas supuestamente opuestas. Ravines, Haya, Beltrán, De la Piedra, Prado, Odría parecen todos haberse reencarnado en varios de los personajes actuales de la política peruana. Y hoy, al igual que en los sesentas, gana consenso la idea de un cambio, cambio en el modelo o cambio de modelo. Antes los términos eran reforma vs. revolución; hoy son otros, o los mismos, pero apuntan a la misma disyuntiva.

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17 de octubre de 1945: multitud descamisada evita la caída de Perón.

Imagen tomada de aquí

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La experiencia de Hugo Blanco en la Argentina le ayudó a ver posibilidades en el Perú.

Imagen tomada de aquí

  1. El origen del trotskismo en el Perú está en Lima, en 1943, en que surge un grupo formado por intelectuales (liderados por Francisco Abril de Vivero) y obreros textiles (Félix Zevallos y Leoncio Bueno). También estaban, al parecer los poetas Emilio Adolfo Westphalen, aquí y César Moro, aquí. De este grupo surgiría el POR en 1946. En 1952 se adhierre, proveniente del APRA, Ismael Frías, ver aquí []
  2. Blanco sostendría, estamos hablando de 1957 su tesis del «mito limeño», un cuarto de siglo antes de la publicación del «Desborde Popular» de Matos Mar:

    Las barriadas peruanas significan un tipo de urbanismo sui generis que se repite en las «callampas» de Chile, las «favelas» del Brasil, las «villas-miseria» de la Argentina, los «ranchos» de Caracas, los «barrios brujos» de Panamá y los «cantegriles» de Montevideo.
    (…)
    El aspecto de la Lima colonial se ha perdido. Lo rural invade la gran ciudad. Miles de provincianos aglomerados en el mercado central y en todas las ocupaciones del sector terciario, con sus vestimentas propias, su lengua y sus costumbres; miles de asociaciones distritales. Las tardes domingueras llenas de domésticos, de mozos de restaurantes y soldados del Ejército en los escasos parques de la ciudad y el Coliseo, centro de difusión de la música peruana. El migrante y su inadaptación forman parte de los temas de la televisión y de las tiras cómicas de los periódicos.

    Añi Castillo, 1967, p. 19.

    Definitivamente, estas citas de Hugo Blanco salieron publicadas veinte años antes que el «Desborde Popular», incluso antes que su propio «Tierra o Muerte» de 1971. Posiblemente, sin embargo, el trabajo Matos Mar sobre barriadas en Lima en 1957, haya influído en el discurso de Blanco. []

  3. En el post citado ya he referido sobre los choques entre Blanco y el PC cusqueño. Al parecer una diferencia adicional entre Blanco y los comunistas es que Blanco habría sido el primer dirigente que habla quechua oficialmente dentro del sindicato, en oposición a los dirigentes comunistas que lo habrían hecho en castellano. []
  4. Fenómeno también interesante. Un movimiento brusco de timón no elimina la inercia. La derechización del timón aprista daría lugar a un largo y sostenido proceso de disidencia, que es como se expresa la inercia en las posiciones iniciales de izquierda del APRA. Figuras fundadoras como Magda Portal, escritores como Ciro Alegría o Manuel Scorza, profesionales como Luis De la Puente y Carlos Malpica, y muchos otros se alejarían del partido de la estrella. El aprismo primigenio parece continuar en sus disidentes. []
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Enlaces a este artículo

  1. Tweets that mention Hugo Blanco 4: Cusco-La Plata-Cusco » Gran Combo Club -- Topsy.com
    03-10-2009 - 9:30
  2. 1962: El Che Pereyra en el Perú 1 » Gran Combo Club
    07-03-2010 - 1:37
  3. La ideología alemana y el fin del poder oligárquico en el Perú » Gran Combo Club
    04-11-2014 - 12:34

Comentarios a este artículo

  1. Silvio Rendon dijo:

    GCC: Hugo Blanco 4: Cusco-La Plata-Cusco http://bit.ly/cGfi8

  2. BiNaRiO dijo:

    En este video de entrevista a Hugo Blanco, menciona que hasta el año pasado era socialista. (Ver 3 minutos con 50 seg).

    http://www.youtube.com/watch?v=N33beQwKNqA

    Y efectivamente, abraza las banderas del indigenismo.

  3. JAIME DEL CASTILLO dijo:

    RT @rensilvio: Influencia aprista y peronista en la formación de Hugo Blanco http://bit.ly/cGfi8

  4. Julio Gómez dijo:

    gran combo: Hugo Blanco 4: 1950s Cusco-La Plata-Cusco http://bit.ly/cGfi8

  5. JAIME DEL CASTILLO dijo:

    RT @goomez: gran combo: Hugo Blanco 4: 1950s Cusco-La Plata-Cusco http://bit.ly/cGfi8

  6. Amazilia dijo:

    Una correccion: el Colegio Nacional de Ciencias del Cusco no puede ser el «alma mater de Túpac Amaru» pues Ciencias fue fundado por Bolivar, Tupac Amaru estudio creo en el San Francisco de Borga, colegio para los nobles indigenas.

  7. Silvio Rendon dijo:

    Es que Bolivar refundó lo que había. El Colegio Nacional de Ciencias no fue fundado desde cero, sino en base a colegios preexistentes, entre los cuales estaba el colegio de Túpac Amaru.

  8. Julio dijo:

    Los hijos no son responsables de lo que hacen los padres y también al revés, Chaupimayo Blanco es un exitoso y millonario comerciante europeo de artesanías peruanas hechas en China quizá me equivoque, pero es un síntoma no?