Por - Publicado el 23-09-2009

En este post comentaba sobre un documento en que Eudocio Ravínes informaba a la CIA sobre los entretelones de la cúpula militar peruana, aquí el documento. Juan Gargurevich cuenta sobre el tema en el post Kid Cachetada Ravines:

Eudocio Ravines, periodista político, campeón peruano del anticomunismo de los tiempos macartistas, era agente de la Agencia Central de Inteligencia,la CIA.
Los comunistas de aquellos años 60 lo denunciaban a los cuatro vientos pero él aseguraba que todo era una maniobra de la KGB, el servicio secreto soviético, que quería desacreditarlo.
(Años más tarde, el New York Times publicó –el 26 de diciembre de 1977, en la p. 37- los resultados de una sesuda investigación sobre los lazos de la CIA y los medios y en la lista latinoamericana estaba, en primerísimo lugar, Eudocio Ravines, contratado como escritor. Y no fue ninguna sorpresa en el Perú).

El artículo del New York Times al cual se refiere Juan Gargurevich es este. Y todos los artículos del New York Times sobre Ravines, aquí.

La misma versión en inglés de «La Gran Estafa» de Eudocio Ravines, llamada «The Yenan Way», fue trabajada entre Ravines y William Frank Buckley, de la CIA (esta fue la primera misión de Buckley para la CIA) en 1951, aquí y aquí.

Establecer que Ravines era un agente de la CIA es importante. Después de ver un vladivideo, no podemos tratar de la misma manera a los personajes que allí se ven recibiendo dinero o que intercambian favores. Hay consecuencias. Su credibilidad se va al suelo1 Por ejemplo, leamos este pasaje del cubano Carlos Alberto Montaner, una ponencia ante la FAES, la española fundación de José María Aznar, aquí. La versión en castellano, aquí:

Los marxistas, prisioneros de una injustificada arrogancia intelectual, para poder insistir cómodamente en sus errores descalificaban las observaciones de sus adversarios sin necesidad de conocerlas, o recurrían a una obscena aspereza en el lenguaje, siempre encaminada a tratar de destruir a los autores, no a sus ideas, y muy especialmente cuando se referían a personas de izquierda o ex comunistas que habían escapado de la secta y contaban sus valiosas experiencias como Arthur Koestler, Andre Malraux, Albert Camus, George Orwell, John Dos Passos, Octavio Paz, Joaquín Maurín, Eudocio Ravines, Mario Vargas Llosa, Plinio Apuleyo Mendoza, Jorge Semprún y otras varias docenas o quizás centenares de valiosos intelectuales y pensadores desencantados con la praxis marxista-leninista, invariablemente calificados de agentes de la CIA, de asalariados de Wall Street o, más genéricamente, de “lacayos al servicio del imperialismo”.

Este texto es del 21 de febrero de 2005, mucho después de la desclasificación de información sobre Ravines. Seguramente el pensamiento de Ravines es muy valioso, a pesar de todo. Sin embargo, el saber para quién y para qué trabajaba tendría que ser incorporado al análisis. Definitivamente hay muchos valiosos intelectuales convertidos del marxismo al liberalismo, al conservadurismo, desencantados, y seguramente muchas de las acusaciones contra ellos son injustas, provenientes del prejuicio, ignorancia y voluntad de descalificar a la persona. Sin embargo, esto no quita que algunos de estos intelectuales, precisamente por su desencantamiento, y sin dejar de ser brillantes, se hayan apuntado a trabajar orgánica e institucionalmente con alguna agencia, cual fue probadamente el caso de Eudocio Ravínes.

En otro artículo, El «ravinismo» vive y goza de buena salud, Juan Gargurevich comenta:

Eudocio Ravines, peruano de pura cepa, político y periodista, era agente de la CIA, según lo hicieron constar ex agentes tan conocidos como Jim Wilcox o Phillip Agee: o periodistas de tanta reputación como Carl Bernstein, pionero del periodismo de investigación moderno. Nunca fue secreto en el Perú por supuesto pero la revelación temprana fue adjudicada a una treta… comunista.

Es como «El venao» de Wilfrido Vargas, aquí:

No hagas caso a esa jugada son rumores, son rumores.

Los supuestamente prejuiciosos, liquidacionistas y dogmáticos comunistas de hace medio siglo resultaron tener razón sobre el susodicho.2 Los supuestamente sutiles, amplios y dialogantes «liberales» que ampara(ba)n a Ravines, como Carlos Alberto Montaner, simplemente patina(ro)n. Acaso haya más patinadas en la lista de brillantes intelectuales citada por Montaner…3

Hace poco el director de Correo se refirió a Eudocio Ravines como «brillantísimo y corruptísimo periodista que acabó de agente de la CIA», aquí, el 8 de Julio de 2008. Reconociendo pues que las cosas son como son. (Ver también en Correo, De tránsfugas y traidores: De Eudocio Ravines a Yehude Simon de Gustavo Benites Jara. Lo que se viene viendo en la política y la prensa peruana ha vuelto a poner en boga el tema de Ravines, pues ahora hay hartos «ravinitos» – que antes fueron «rabanitos»).

Finalmente, citaré un párrafo de Ravines, del brillante libro de 1963 «La Gran Promesa», Aguilar, Madrid, p.266-7. Aquí entre otras otras cosas, Ravines asegura que la campaña por la nacionalización del petróleo peruano a manos de la americana International Petroleum Company, subsidiaria de la Standard Oil de New Jersey fue en realidad lanzada desde Rusia, China, Cuba y nada menos que Ecuador.

Las batallas peruanas contra el Laudo de Brea y Pariñas se conjugan con las que se libran en Cuba y en el Ecuador contra el Protocolo de Río de Janeiro sobre el litigio de la frontera perú-ecuatoriana. No se requiere demasiada perspicacia para darse cuenta de que ambas operaciones constituyen piezas del mismo engranaje de la guerra fría. Es propósito de Moscú tanto como de Pekín, y ahora de la Habana, provocar la anarquía internacional y la quiebra del sistema jurídico sobre el que se sustenta todo el andamiaje de las relaciones entre las naciones latinoamericanas.

Si se desconoce el Laudo de Brea y Pariñas unilateralmente, el camino quedará ampliamente abierto para el repudio, por parte del Ecuador, del Protocolo de Río y luego para el de aquellos Tratados que no sean de la conveniencia de los Estados latinoamericanos en el momento actual. Es inequívoco que, de aquí adelante, no hay sino un paso para la liquidación de la O.E.A y para la creación de ese caos que necesita, como atmósfera, el plan de conquista del mundo totalitario sobre América Latina.

Tanto el Laudo de París de 1922, como el Protocolo de Río de Janeiro, como los acuerdo adoptados en las Conferencias interamericanas, como los Tratados que garantizan las fronteras de los Estados, como la vida y trabajo de la Organización de Estados Americanos, constituyen una totalidad jurídica que no admite fisuras, ni consiente brechas.

La nacionalización del petróleo era un sentir de amplios sectores de la sociedad peruana, de intelectuales como Fernando de Szyslo y Vargas Llosa, militares, sacerdotes, trabajadores, e incluso de políticos americanos como el senador Robert F. Kennedy aquí. Ravines amenazaba con las plagas de Egipto para el Perú en caso de una nacionalización que perjudicara a sus empleadores. Una forma de argumentar parecida a cómo se convence a los niños para que tomen la sopa, con el cuco, o cómo los conquistadores pretendían impresionar a los nativos con sus cuentas de vidrio.
No puede ser en absoluto irrelevante saber para qué estado que no era el peruano trabajaba este señor. El Perú nacionalizó el petróleo en 1968, y al hacerlo tuvo problemas a nivel internacional, pero no precisamente con el Ecuador4, sino con el país para el cual trabajaba Ravínes5.

La convivencia

Emblemática foto «la convivencia», de 1958, tomada de aqui: Eudocio Ravines, Pedro Beltrán, Víctor Raúl Haya de la Torre y Manuel Odría.

  1. En el Perú, curiosamente, alguien puede salir en un vladivideo y luego el público puede olvidarlo, a través de una campaña de relaciones públicas. []
  2. Por cierto, Philip Agee en «Inside the Company. CIA Diary» de 1975, Bantam Books, New York, efectivamente, señala a Eudocio Ravines como agente, en particular «propaganda agent» y «penetration agent», p. 542. Sale en la p. 649 así: «Ravines, Eudocio. Peruvian communist who defected from communism to publish book. CIA agent». Publicar «La gran estafa» habría sido su primera misión, como la de Buckley. []
  3. Para evitar patinadas como las ocurridas con Ravines, y no tener que esperar a ver el vladivideo o el telegrama con el informe para recién aceptar que el autor está muy sesgado o es deshonesto intelectualmente, es buen criterio dar un paso atrás y no sólo prestar atención a los argumentos a valor de tapa, sino también percatarse de la agenda sistemática de ese autor que no da puntada sin hilo. Sobre todo cuando se sabe que hay financiamiento de por medio. []
  4. Curiosamente, no falta en el Ecuador quien considera a Ravines como «martir de la libertad», aquí. []
  5. Paradójicamente, este agente era homónimo del Coronel Eudocio Ravínes, caído en la guerra con Chile, en la batalla de San Pablo, Cajamarca aquí. No queda clara la relación del agente con el Coronel, pero sí es claro que el padre de aquél defendió al Perú de las incursiones brasileñas en el Alto Purús. Un legado familiar muy patriótico. []
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  3. Tweets that mention Ravines, la CIA y el venao » -- Topsy.com
    24-09-2009 - 12:13
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Comentarios a este artículo

  1. Silvio Rendon dijo:

    GCC: Ravines, la CIA y el venao http://bit.ly/R30uR

  2. Javier A. Fernandez dijo:

    Ravines, la CIA y el venao http://bit.ly/ocC4c

  3. Ricardo Alvarado dijo:

    RT @rensilvioGCC: Ravines, la CIA y el venao http://bit.ly/R30uR

  4. Javier A. Fernandez dijo:

    Ravines, la CIA y el venao http://tinyurl.com/y8ck5zx

  5. Rodolfo Bertoloni dijo:

    RT @javi270270: Ravines, la CIA y el venao http://tinyurl.com/y8ck5zx #Peru #LowIntensityWar

  6. William dijo:

    Una moneda, como la vida, tiene dos lados, y no es conveniente ver sólo uno ocultando el otro para pasar por moralista, o para favorecer intereses ideológico-políticos.
    Me pregunto si cuando Ravines trabajaba como agitador y líder comunista no recibía igualmente apoyo económico y consignas del bloque soviético, y en particular de la KGB, tan igual como otros izquierdistas criollos, antes y seguramente ahora también a cargo de otros focos actuales de poder zurdo (por ej. Venezuela)
    ¿Por qué sólo se condena la supuesta alineación de un «derechista» en las filas del activismo anti-comunista, y se pasa por alto las otras numerosas alineaciones de «revolucionarios» y «progresistas» (incluyendo al propio Ravines) con financistas políticos extranjeros para desestabilizar sistemas de economía de mercado?

  7. Silvio Rendon dijo:

    Desde luego que hubo también intervención soviética, y algo he escrito al respecto en

    http://grancomboclub.com/2008/07/la-guerra-fra-cia-kgb-en-el-per.html

  8. Moises dijo:

    Eudocio Ravines, la CIA y el venao http://bit.ly/d8krUD (via GCC)

  9. Miguel Torres dijo:

    El venao no es de Wilfrido Vargas.

  10. Sergio E. dijo:

    Conocì a Ravines. Se los detalles de lo acontecido en el Hospital Guadalupe. Lo tratè algunas veces en Montevideo.¿ Interesan estas anècdotas ? Saludos

  11. Gran Combo club dijo:

    Adelante con las anécdotaq. Gracias.