Por - Publicado el 27-08-2009

Los himnos, y en particular los himnos nacionales, tienen la fuerza de galvanizar voluntades. Vuelven patriotas y resistentes a los colaboracionistas y sumisos ante el invasor. Devuelven esperanzas a los resignados por una derrota. Así se ve en la famosa escena de “Casablanca” (ver abajo) en que los franceses colaboracionistas, desde la mujer que acompaña a los soldados alemanes hasta los soldados franceses del régimen de Vichy (uno de los cuales incluso recrimina a la primera), tienen todos una patriótica reacción en cadena al escuchar el himno nacional francés, La Marsellesa.

Bueno, pues un soldado chileno nos cuenta sobre un hecho ocurrido en la ocupada Lima, el lunes 14 de febrero de 1881

En la noche me convidaron a una casa en que acostumbraban remoler muchos oficiales chilenos. Bailes, rascas, gritos y empujones eran las diversiones predilectas de todos los numerosos concurrentes. Un joven que dijo ser ecuatoriano tocaba el piano, y muy bien. Un capitán se antojó oír la canción nacional peruana, pero una patriota peruana se opuso. Aquél insistió y ésta se fue al piano a impedirlo por la fuerza. Con esto se formó una batahola tremenda, pues dicho oficial, lleno de rabia y exaltado aún más por el licor, se abalanzó contra la gordita peruana, la agarró del pescuezo y le dio tales remezones, que el débil tallo se dobló, cual flexible caña que pisa… un elefante. Todos fuimos a apaciguar la liona, y después de no poco trabajo, conseguimos aquietar los ánimos.

Más tarde, cuando ya la salita de baile había quedado desierta, hice tocar la canción peruana, la que encontré bonita. Otra peruana, más pasiva que la anterior, al sentir el piano que preludiaba el himno de su país, lanzó un suspiro mezclado con un ¡ah! que me impresionó bastante. Era un quejido del alma al recordarle esa canción las irreparables desgracias que afligen al Perú.

Este soldado chileno se llamó Justo Abel Rosales y participó de la invasión y ocupación de Lima, durante las cuales escribió un diario titulado “Mi campaña al Perú”1. Al igual que los momentos previos al fusilamiento de Leoncio Prado, patriota del Perú y Cuba, conocemos el mencionado detalle histórico por una fuente chilena.

Referencia

Rosales, Justo Abel (1984) «Mi campaña al Perú. 1879-1881». Editorial de la Universidad de Concepción. Concepción .

Escena de Casablanca que ya comenté en El efecto multiplicador del coraje

  1. Las memorias de este soldado acaban con un tono de orgullo por la victoria chilena, pero también de amargura por el robo que sufrieron varios soldados chilenos invasores, incluyéndolo él, a manos de sus jefes. En sus palabras:

    En nuestra tierra se persigue el vicio en las clases pobres; pero ¿y las clases acomodadas no tienen igual pecado? En los soldados se castiga el robo. ¿Y los jefes no roban más que aquellos? ¿No he visto yo a pobres hombres ser despojados de algunas prendas adquiridas en legítimo botín de guerra y echárselas al bolsillo el ayudante y comandante? ¡Un ladrón robando a otro! Un jugador castigando a otro por vicioso. Todo lo cual es lo mismo que una prostituta acusando de meretriz a su vecina.

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Comentarios a este artículo

  1. Ernesto dijo:

    Pucha…. me has hecho acordar el año pasado, NSQNSC se presentaba en Madrid y estabamos en el intermedio, con banderas peruanas agitandose, de repente alguien inicio el «Somos libres….» y era luego casi todo el publico cantando …..

  2. Silvio Rendon dijo:

    GCC: 1881: En la ocupada Lima http://bit.ly/TtQ9U

  3. Gabriel dijo:

    Ah… los NSQNSC, el grupito que tambien desfiló por el SIN y que su lider dijo que «…si se hablaba de La Cantuta, de Barrios Altos y de cierto control del Poder Judicial, a muchos de nosotros, desgraciadamente, nos parecía tolerable. Que me perdonen las víctimas, pero desde el punto de vista macropolítico nos parecía que era un precio a pagar.»

    (Caretas, 8 de febrero del 2001.)
    Prefiriría mejores propulsores de la peruanidad que personajes como ese.

  4. Juan Arellano dijo:

    RT: @rensilvio: GCC: 1881: En la ocupada Lima http://bit.ly/TtQ9U

  5. Javier dijo:

    Durante muchos años ha circulado una leyenda sobre que, bajo la ocupación chilena, el antiguo Teatro Principal de Lima (hoy Teatro Segura)fue quemado por los chilenos. La causa estaba que la noche anterior se había cantado allí como cierre de actuación «La Marsellesa», lo que teóricamente le indignó a algunos oficiales chilenos presentes. Hoy esa historia es considerada un bulo (básicamente porque no hay pruebas fehacientes) y es más que probable que todo se deba a la mitología propia del himno francés que, entre otras cosas, se adaptó y fue brevemente el himno oficioso de Rusia entre febrero y noviembre de 1917.