Por - Publicado el 23-06-2009

La caída de la aprobación de Alan García ha venido aparejada de una variación de las preferencias electorales. Viene con un ascenso de la intención de voto por Keiko Fujimori, que ya venía desde hace algunos meses, con la sentencia al expresidente Alberto Fujimori. Es lo que ha resaltado la prensa como una «derechización del país». Para ubicarnos, recordemos los resultados de la por definición polarizada segunda vuelta a nivel regional en las elecciones de 2006:

peru2v

Gráfico tomado de esta presentación del IPE sobre la economía peruana hasta noviembre de 2008, que recomiendo al lector. Una gran polarización política y regional, con García ganando en segunda vuelta por el voto liimeño y de las regiones de la costa norte y el centro del país. La sierra y selva norte y la sierra y selva sur apoyaron a Humala. La diferencia de 6 puntos porcentuales en realidad es de 3 puntos: bastaba que 3% del electorado que votó por García votara por Humala para que este último ganara. Así de robusta fue la elección de García. La hizo, pero sin un claro mandato. El país no estaba como para «el perro del hortelano». Bueno hubiera sido que sí se viera una «sierra exportadora» o un «shock de inversiones».

Ahora veamos la variación de la intención de voto que acompaña a la caída secular de García, las encuestas urbanas de IPSOS, Apoyo:

dispe1

Sube Keiko Fujimori1 y Ollanta Humala cae en algo, que es lo que la prensa más ha resaltado, pero notemos que también cae Luis Castañeda y Lourdes Flores, y que Toledo sube, paralelamente a Keiko Fujimori. Son datos indicativos del estado de ánimo actual en algunas ciudades del Perú. No queda registrada todavía una clara tendencia por las protestas. Si algo, de abril a junio, una caída de Fujimori Higuchi, Castañeda, Flores y Humala y un ligero repunte de Toledo.

Notemos también que las últimas protestas no vienen precisamente de esa encuestada y urbana parte del Perú: éstas son protagonizadas por nativos amazónicos y campesinos andahuaylinos y canchinos que vienen de sus comunidades a protestar a las ciudades2 , o mineros de La Oroya. La cadena del descontento se rompe por los eslabones más débiles. Denominador común en las protestas nativas y campesinas ha sido el rechazo a la contaminación y perjuicio de las concesiones petroleras, mineras, madereras. La protesta de La Oroya es algo diferente. Si bien incluye demandas contra la contaminación minera de Doe Run, es decir, también se trata de una concesión contaminadora que no compensa a sus afectados por la externalidad, es una protesta producida por la crisis económica y por la inexistencia de una red social que proteja a los trabajadores mineros.

Las protestas amazónicas constituyeron una primera ola que tuvieron su réplica urbana el 11 de junio. Las protestas andinas les toman la posta entrando ya en su segunda semana y han sido inmediatamente notorias en el Perú citadino.

Haré un ejercicio como quien agrupa un poco la dispersa intención de voto. Dos bloques, el «opositor», Humala-Toledo y el «oficialista», Fujimori-Castañeda-Flores y unito más, el resto. Veamos los resultados:

disp2

Se aprecia un sector oficialista, cuya trayectoria reproduce en algo la fluctuación gubernamental pero sin la tendencia decreciente: caída el 2008 y a la recuperación temporal a comienzos de año, para luego caer otra vez, aquí . Del lado opositor se aprecia una intención de voto relativamente constante, alrededor del 30%, con un crecimiento de apoyo a Toledo dentro del voto opositor. No se ve una clara «derechización del país» por la condena a Fujimori o por las recientes protestas. La intención de voto «oficialista» va al ritmo de la aprobación gubernamental, mientras el voto opositor va constante. Dado esto, lógicamente el «resto» de opciones (otros candidatos e indecisos) va en sentido contrario al sector oficialista. El sector opositor no crece (todavía) en base a este «resto».

Resumiendo, la protesta y polarización social no se ha traducido todavía en una polarización electoral o en un claro despunte de algún candidato. Hay variaciones relativamente ligeras entre los diversos posibles candidatos. No hay una evidente «derechización» ni «izquierdización» en el Perú urbano.

  1. Ver la encuesta de abril de IPSOS, Apoyo de abril, en que Fujiomori Higuchi llega al 25% de intención de voto y nótese que pero en la reciente encuesta, de junio, cae a 22% []
  2. Recordemos que en el departamento de Apurimac la pobreza no se ha reducido, y en el departamento del Cusco la pobreza ha aumentado, aquí. []
-

Enlaces a este artículo

  1. Las autoridades políticas y los paros » Gran Combo Club
    15-06-2010 - 16:23

Comentarios a este artículo

  1. That's me dijo:

    En todos los departamentos «rojos», tanto del Sur como del Norte donde ganó Humala, la victoria fue abrumadora; la derecha APRA-UNIDAD NACIONAL no alcanzó el 10 por ciento. El «auge» económico del último periodo del que tanto se habla, en esas latitudes no se han reflejado. Todo indica que la repulsa a la derecha en las próximas elecciones será aún mayor que el 2006.

    En el mapa «amarillo» del artículo, donde la «alianza» de la derecha (Apra-Fujimorismo-Unidad Nacional y «otros» grupos menores votaron por García en Segunda vuelta, los beneficios económicos de los últimos años tampoco ha favorecido a las grandes mayorías; sólo ha beneficiado a ciertos círculos y cúpulas.

    En Ancash, por ejemplo, el rechazo a las políticas del presidente García han sido evidente y manifiesta. El respaldo ciudadano al presidente regional, César Alvarez, ha sido notorio. La corrupción de muchos dirigentes apristas en ese departamento ha causado malestar.

    En Ica, la desastrosa «reconstrucción» de la zona devastada por el terremoto ha creado un fuerte resentimiento contra la indolente e inepta administración García.

    El departamento de Lima ha sido testigo de la galopante corrupción aprista «respaldada» por Unidad Nacional y el fujimorismo. En los sectores C y D que son vitales en los comicios, va mellar el «rechazo» anterior a Ollanta.

    En el «bastión» aprista, La Libertad, el Apra ha perdido el «control» del histórico Trujillo. Además, han sido los vínculos de dirigentes apristas con el narcotráfico y la corrupción en las licitaciones del Estado lo que más a sobresalido estos últimos años.

    En Tumbes y Piura el Apra tampoco ha dejado de tener fuertes inconveniencias.

  2. David Sanchez dijo:

    That’s me…

    No seas iluso…tu crees que en Lima en el 2011…va a ganar un candidato de ideologia Chavista, Evista o Correista…

    Cuantos años tienes? en serio…no sabes nada de historia moderna del Peru !!!???

    Debido a la epoca de terrismo del MRTA y SL de los 80’s y 90’s…siempre en LIMA se va votar po el mal menor…

    El 2011 no sera la diferencia…

    TOLEDO PRESIDENTE al 2011 !!!