Por - Publicado el 23-04-2009

1.
Con el populismo peruano pasa algo parecido a lo que ocurría con la «ideología alemana» que Marx criticara con tanta dureza, ver aquí. Según Marx, mientras en los países vecinos, Francia e Inglaterra, se estaba llevando a cabo la revolución capitalista e industrial, en Alemania continuaba el antiguo régimen bien aposentado sin visos de cambio, en coexistencia con una gran actividad en la cabeza de los alemanes, que desarrollaban grandes teorías y sistemas filosóficos. Desarrollo desigual que le llaman. El Perú del siglo pasado, como la Alemania de hace dos siglos, se atrasó en relación a sus vecinos en llevar a cabo los cambios sociales tan vocalmente anunciados en la activa e intelectualizada década del veinte. En el Perú se propuso populismo antes que en otros países,  y se teorizó mucho sobre el populismo después, para finalmente hacer un populismo tardío, cortoplacista y a media caña.

2.
El antropólogo Julio Cotler expone en este video los fundamentos de lo que sería el populismo. Vale la pena verlo completo. El énfasis de su intervención recae claramente en los estilos y la doctrina populista, no en los gobiernos populistas. Posiblemente porque centra su atención, precisamente, en el caso peruano.

Entonces, una toma de apuntes (tal vez con algunas repeticiones, a medida que iban saliendo):

  • cualquier movimiento que tenga masas populares movilizadas y liderazgos mesiánicos resulta ser populista: Odría, Belaúnde, Velasco, García.
  • Hay populismo ruso, americano, francés. Es anticapitalista, centrado en la defensa del pequeño propietario arruinado por el gran capital. Es anti-inmigrante.
  • El populismo sabe decirle a cada sector lo que quiere escuchar.
  • Es caudillista. El liderazgo es de outsiders, de gente que viene de fuera del sistema político y en contra del orden político. Por lo general, son intelectuales provinciamos de clases medias, desplazados por el centro. Son antimetrópolis. Muchos son militares.
  • Plantea una relación directa entre jefes y masas, que pasa por encima y niega las instituciones.
  • Esteos líderes incorporan masas, pero no crean ciudadanía. No aceptan el valor de las insticiones. Rechazan las instituciones existentes, pero no las reemplazan por otras. Como antiliberales sólo afirman derechos colectivos, no individuales.
  • Su retórica es anticapilista. Van contra la clase política, porque los políticos son corruptos. Son antipolíticos. No se trata de mejorar la calidad de los políticos, sino acabar con los políticos y la política. Recurren a la armonización intereses sociales para eliminar conflictos. Rechazan la autonomía de las instituciones sociales. Plantean la nacionalización, pero no la ciudadanización. No hay derechos individuales sino corporativos.
  • La retórica tiene que ofrecer un horizonte, cual es el desarrollo nacional.
  • La política económica populista, la industrialización por sustitución de importaciones (ISI)  se presta a la corrupción. Siempre acabaron en la debacle. Las políticas redistributivas acabaron en hiperinflación. La reforma agraria en el Perú no fue un fracaso per se, sino por el sesgo agrario de la ISI. La hiper fue peor que Sendero Luminoso, porque destruye todo lo que es social. La hiper destruye a los partidos.
  • El neoliberalismo es aplicar la economía neoclásica. Punto.
  • La retórica populista es la exaltación del pueblo. El pueblo en abstracto y tomado como una totalidad; no tomado como la pluralidad de intereses, siempre idealizando un sujeto inexistentes. Siempre el pueblo tiene virtudes escondidas que hay que ir descubriendo.
  • El populismo trata de armonizar intereses osciales y eliminar conflictos. Hace políticas aparentemente revolucionarias, que acaban por castigar a los sectores populares, pues son antiagrarias y anticampesinas. 

Hasta ahí. Una vez más, el lector interesado puede ver el video.

3.
Es cierto, los populismos son nacionalistas, caudillistas, anticapitalistas, antiliberales y todo lo que se ha señalado. Sin embargo, han sido también regímenes que han permitido el acceso a la educación, a mejores salarios, a infraestructura pública para los más pobres. Han sido sistemas que han impulsado la industralización brasileña, argentina y mexicana e hicieron retroceder a las oligarquías para crear clase media y mayores oportunidades para quienes antes no las tenían. Lo que ocurre es que mientras en el Perú la oligarquía rentista seguía gobernando en base a la represión, golpes de estado y exclusión de candidaturas opositoras (en un contexto en que no votaban las mujeres ni los analfabetos, es decir, la mayoría del país), en otros países de la región grandes sectores sociales pasaban a recibir algo.

Aquí tuvimos populismo ideológico, retórica populista, cuando no populismo de café, mas no gobierno populista. Para que haya populismo tiene que haber redistribución de activos o de flujos económicos: la gente tiene que recibir algo del estado. No puede haber populismo sólo con palabras. Tiene que haber una ampliación de derechos como en la Argentina, Brasil y México.  Con Perón y Vargas las clases trabajadoras argentina y brasilera vieron en sus hogares lo que nunca había visto antes: comieron mejor, tuvieron mejor servicio de salud, acceso a la vivienda, vacaciones, etc. Los campesinos mexicanos tuvieron una reforma agraria.. Hubo bienes materiales y ampliación de derechos perdurables detrás de los discursos. Hubo redistribución. No fue el caso del Perú con la fugaz presencia aprista durante Bustamante y Rivero. En el Perú no hubo ese populismo. Aquí todo eso vino tarde. Lo más cercano al populismo material y tangible en el Perú vino por golpes militares: un poco con Odría, mucho con Velasco y alguito más con Fujimori. Con Alan García 1 hubo pan popular y PAIT (Programa de Apoyo al Ingreso Temporal), pero no hubo nada duradero.

En  ¿Podría regresar la subversión? citaba al especialista en insurrecciones, Switzer:

Los campesinos de las alturas andinas han vivido por siglos en la pobreza. Aún así, ellos nunca se rebelaron contra el gobierno. Esta gente aceptó su forma de vida y simplemente se dedicó a sobrevivir.1 Fueron llanamente ignorados por los sucesivos gobiernos del Perú. Sin embargo, el golpe de Velasco en 1968 y la subsecuente reforma agraria les dio el primer chispazo de esperanza en su mente. El gobierno les prometió atender sus necesidades y cuando el gobierno fracasó en cumplir, los campesinos se volvieron susceptibles a la influencia de Sendero.

Las masas peruanas no han tenido muchas esperanzas de recibir nada de los sucesivos gobiernos. En otros países, no mucho más ricos que el Perú, eres un ciudadano y tienes un sistema de protección social: seguro de desempleo, apoyos, transferencias, becas educativas, pensiones, por ser un ciudadano, no porque te lo da un gobernante bonachón. Aquí así estemos en franco crecimiento, el «no se puede» es el que manda sobre el «sí se puede». Lo poco que han recibido, ya parece mucho y es asimilado a lo irresponsable e indeseable por el discurso oficial. La gente ve en funcionamiento un sistema prebendario, sacha-liberal, excluyente, y suena a cuento que le vengan a mezquinar alguna transferencia que les mejore la existencia humana.

Las posibles mejoras para las mayorías tendrían que venir del chorreo que les caiga de lo que tienen las minorías amuralladas. Lo que ocurre es que tanto el chorreo del mercado como la redistribución del estado se han ido quedando en el camino y no han llegado a sus supuestos destinatarios. Las minorías tienen sus murallas bien sólidas para que nadie de afuera entre, pero también para que nada de lo que tienen se les escape. Tenemos una economía donde predomina la sub-redistribución.2

Desde luego, el tema de fondo es la redistribución. No se requiere populismo para que haya redistribución, y bueno fuera que la redistribución no se realizara en forma populista, pero no puede haber populismo sin redistribución, salvo en el papel, en la retórica, en los discursos. Digámoslo de esta manera: en el Perú la redistribución ha sido históricamente tan lenta, que hasta el populismo ha sido débil, de café, sin una gran repercusión práctica para las mayorías, como sí fue el caso en otros países de la región.

 

Yapa. En Hugo Blanco 3: 1960s. Chaupimayo  vimos cómo ningún sector político había defendido a los campesinos cusqueños de la explotación de los rentistas feudales, salvo las izquierdas. Otros sectores no lo hicieron porque eran parte del sistema imperante. Bien hubieran podido ponerse del lado de los campesinos gente de ideas liberales, apristas, populistas, demócratas o social-cristianos, etc.  En el caso del populismo podríamos preguntarnos por qué otras corrientes políticas en el Perú no respondieron (responden) a los retos de la redistribución hacia los más pobres y abandonan esa necesidad a los populismos. Será una pregunta que dejaré abierta al lector zahorí.

  

getuliolazaro_cardenasperon2

Getulio Vargas, Lázaro Cárdenas y Juan Domingo Perón.
Tres presidentes militares, elegidos por el pueblo y que en un plazo de gobierno de seis a ocho años (Getulio Vargas  1937-1945, Lázaro Cárdenas 1934-1940, Juan Domingo Perón 1946-1952) otorgaron poder a los sindicatos y consolidaron derechos ciudadanos, realizaron estatizaciones clave y fortalecieron el aparato estatal. Queda mucho de lo que dejaron, para bien o para mal. Definitivamente fueron grandes «empoderadores» de grandes segmentos sociales, que veían poco o nada del crecimiento del país. Abrieron sus sociedades otrora restringidas a rancias oligarquías, excluyentes, antimeritocráticas, antiliberales. Los populismos latinoamericanos fueron unos grandes redistribuidores de oportunidades. Tras mucho tiempo el populismo como doctrina política ha caído en desgracia, pero el empoderamiento de la ciudadanía brasileña, mexicana y argentina, que nadie se lo quite. Ha quedado. Gran contraste con el Perú.

 

hayagarciaHaya y García (imagen tomada de aquí).

El primero no llegó al poder. Para legalizar a su partido arrió las banderas de cambio social y entró en la convivencia y la superconvivencia. Un gobierno militar hizo las reformas que su partido, primero, no pudo y, luego, no quiso hacer. Finalmente, Haya promulgó una constitución que duró sólo doce años, y que sus seguidores no defendieron.
El segundo, García, lleva ya dos gobiernos, el primero sacha populista y el segundo sacha liberal. No ha concedido derechos sociales a la población. No ha construído nada que le dé una base social popular que trascienda a su mandato, como ocurrió con los populismos clásicos latinoamericanos. La «base social» y el común denominador de sus dos gobiernos parece ser la prebenda y el enriquecimiento de un círculo muy reducido de allegados. Gran diferencia con Vargas, Cárdenas y Perón. La población puede decir (al estilo «que viva Ramón Castilla que nos dio la libertad») «con Velasco obtuve la tierra», «Belaúnde construyó la marginal» o «Fujimori acabó con el terrorismo» (todas afirmaciones discutibles), pero ¿qué podría decir de García?

Paradójicamente, Haya de la Torre, siendo el fundador, produjo mucho más disidencia que García. Los marineros sublevados en El Callao en 1948, los trotskistas de Hugo Blanco (él mismo casi), los miristas de De la Puente Uceda, escritores como Ciro Alegría y Manuel Scorza, políticos izquierdistas como Alfonso Barrantes, y tantos otros, rompieron con Haya de la Torre en forma irreversible. En cambio, Alan García, habiendo realizado un desastroso gobierno, se dio el lujo de renunciar al APRA entre cuestionamientos (ver Cuando Alan García renunció al APRA), para luego reintegrarse y dirigir el partido, sin mayores cuestionamientos, más aún, con aceptación de quienes tan duramente lo cuestionaron. Las excepciones a esto último son posiblemente numerosas, pero no parecen haber sido tan sonadas como las disidencias con Haya. Torres Vallejo a fines de los ochentas y Vargas Haya a fines de los noventas, con el regreso de García, son excepciones notables. Por ell contrario, ex-apristas izquierdizados como Agustín Haya de la Torre, candidato a la presidencia, se reintegraron al APRA y allí se quedaron incluso con Alan García.

hayahoy

 

Monumento a Haya en la Av. 28 de julio.
Lima, enero de 2009.

Con propaganda alanista-gobiernista de fondo. Los discursos del fundador que no gobernó fueron en una dirección y las acciones del seguidor que sí gobernó fueron en otra…

Hacer click para en la imagen para ampliarla.

  1. Estas líneas recuerdan un poco al «largo tiempo el peruano oprimido … en silencio gimió» del himno nacional o al «sus lágrimas por siglos derramadas, de su eterna servidumbre hoy se levanta» del «himno de la revolución» velasquista, ver Memorabilia velasquista []
  2. Este término es un homenaje al estilo neologista del sociólogo  Guillermo Rochabrún con su «capitalismo sub-determinado» y del economista Efraín González con su «sub-acumulación». []
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Enlaces a este artículo

  1. Combitos protestas inocultables » Gran Combo Club
    21-11-2009 - 20:18
  2. Las izquierdas tránsfugas de ayer y hoy en el Perú » Gran Combo Club
    05-05-2010 - 11:13
  3. Juliaca, hace 45 años » Gran Combo Club
    03-11-2010 - 16:59
  4. Combitos codazos y foncodazos » Gran Combo Club
    31-01-2011 - 8:35
  5. El imperialismo está en la mente » Gran Combo Club
    17-03-2012 - 18:24

Comentarios a este artículo

  1. Enrique Patriau dijo:

    El tema del populismo es muy interesante. No sé si te parecerá igual, pero me resulta bastante curioso cómo el término ha adquirido básicamente una carga negativa. Ahora, decirle «populista» a un político es poco menos que mentarle la madre. El problema ,creo, es que no existe una idea consensuada sobre lo que implica ser «populista».

    El resumen que has hecho sobre las ideas de Cotler es bastante bueno. Para complicar más el panorama, ahora también se habla de «neopopulismo». Un «neopopulista» sería aquel que se relaciona con las masas de manera directa, sin mediadores, al estilo Fujimori, que ni partido tenía, o Collor en Brasil.

    En fin. Hay mucho por decir al respecto.

    Saludos.

  2. Amazilia dijo:

    «Los campesinos de las alturas andinas han vivido por siglos en la pobreza. Aún así, ellos nunca se rebelaron contra el gobierno. Esta gente aceptó su forma de vida y simplemente se dedicó a sobrevivir»
    ESto no es cierto, tu mismo has comentado sobre las innumerables rebeliones campesinas que precedieron la reforma agraria. Es un tropo comun entre los peruanos repetir esto, y hacer aparecer a los andinos como resignados y tristes cuando la historia demuestra que siempre hubo revueltas tanto en la colonia como en la republica.

  3. Silvio Rendon dijo:

    Hola Amazilia,
    Desde luego que hubo rebeliones, pero hay entre extranjeros y peruanos la idea del «peruano oprimido» que «en silencio gimió» de nuestro himno nacional, que ahí cité en un pie de página, desmarcándome. Lo que sí es real es que la población más pobre recibió poco del estado. Muy poco y muy tarde. Ese es el punto central del post.
    Saludos,
    Silvio

  4. Amazilia dijo:

    Pues la desmarcacion no es muy evidente, no hay que estarse con sutilezas cuando esta idea es repetida tantas veces, es casi un mito popular entre la gente de la ciudad.

  5. Silvio Rendon dijo:

    Bueno, échale una miradita a mi comentario en el mismo post donde publico la cita:

    «Comentario: Un par:

    Switzer tiene una imagen de un campesino y en general del pueblo peruano pasivo, agachado, que no se queja. No es difícil refutar esta imagen documentando las diversas protestas campesinas del siglo XX, en particular a fines de los cincuentas y sesentas. Velasco fue consecuencia, no causa de la movilización campesina. »

    El punto que resalto en la cita, y es en lo que sí coincido, es la desatención de los sucesivos gobiernos.

  6. Aguero Antonio dijo:

    yo tengo la misma foto con el mismo autografo de juan domingo peron
    el 20 de octubre del 64 y dice lo mismo me muy sorprendio =)

    saludos

  7. Dina Alcántara dijo:

    Sin tetas no hay populismo: http://grancomboclub.com/2009/04/sin-tetas-no-hay-populismo.html

  8. Romina dijo:

    RT @DinaAlcantara: Sin tetas no hay populismo: http://grancomboclub.com/2009/04/sin-tetas-no-hay-populismo.html