Por - Publicado el 03-04-2009

Hoy que Fujimori está por concluir su alegato, y se habla de un repunte fujimorista, con su hija (e hijo) como sucesores de su gobierno, conviene recordar un poco el comienzo del fin del ex-presidente. Dicho en lenguaje de economista1 pienso que Fujimori fue un shock político más transitorio que permanente, con menos persistencia de lo que usualmente se le atribuye. Sólo el tiempo dirimirá este punto.

En 1995: Fujimori promoviendo la inversión en el Perú vimos que Fujimori gozó del apoyo de los Estados Unidos, a nivel de gobierno y de corporaciones. Fue muy bien recibido.

Para 2000, las cosas habían cambiado decisivamente, como veremos a continuación.

La oposición se había unido en un «pacto de gobernabilidad» que se activaría prácticamente en el apoyo a Alejandro Toledo cuando éste obtuvo la más alta votación entre los firmantes. Era claro que Fujimori no podía ganar las elecciones con comodidad. La oposición a él se había consolidado.

El Perú, un país con un 45% de indígenas, 37% de mestizos, 15% de blancos y 3% de otros. Dato fácilmente relacionable a la candidatura de Toledo. El reportaje continúa mostrando la situación económica. No es precisamente buena. Incluso a quien le fue bien durante Fujimori, ya le va mal y está listo para un cambio. Nótese el uso del término «neocolonialismo» para calificar a la presión externa por unas elecciones limpias y equitativas.

Estados Unidos ya no apoyaba a Fujimori. Muy claramente.

Fujimori traía más problemas que soluciones. Su momento había pasado. Sus supuestas glorias eran «los goles de Cubillas».

La visión fujimorista de las elecciones era otra. Este video emitido un par de días después de la votación pinta a un Toledo violento, desesperado, pero con un claro apoyo externo:

Nótese la mención a la presión externa, del gobierno americano y de los socialistas europeos. Y que no se pase la mención a los contactos con sectores militares, crucial en la lucha por el poder.

En este video se aprecia cómo estos medios deslizan que no debería haber segunda vuelta. Toledo debería desistir como hizo Alfonso Barrantes en 19852:

Alusiones a «universidades norteamericanas». En 2000: Tudela Vice vimos cómo Tudela planteaba el tema claramente como un problema de presión de los Estados Unidos.

toledopromperu Nótese que no sólo Estados Unidos ya no apoyaba a Fujimori, sino que la oposición en pleno estaba dando conferencias de prensa con el logo de «Promperú» de fondo. La misma institución estatal que promocionara las inversiones en el Perú en las etapas de esplendor de Fujimori, aquí, ahora estaría discretamente asociada con una oposición cooperativa entre sí y con apoyo externo. No sólo eso, diversos personajes del periodismo (Althaus, Palacios, por ejemplo, y el mismo El Comercio que apoyó el golpe de 5 de abril de 1992) y de la política, como Carlos Ferrero, que habían estado con Fujimori ya se habían comenzado a desmarcar del fujimorismo y se habían pasado a la oposición, con diversas actitudes, desde la expectante y cautelosa hasta la militante y decidida. Las veletas sirven para indicar la dirección del viento. Y el viento iba en contra de Fujimori y sus seguidores menos astutos, como que al final cayó, y aparatosamente.

Promperú discretamente detrás de Toledo, ya no de Fujimori.
Imagen tomada del penúltimo video.

A Nótese también cómo Toledo hace su campaña desde balconazos en hoteles, el Sheraton, el Bolívar. Es poco usual que las empresas hoteleras se involucren de esa manera en la política nacional.

  1. o mejor dicho de económetra de series temporales []
  2. un gran error de Alfonso Barrantes que contribuyó a la imagen de una izquierda palaciega y co-responsable de los malos resultados del gobierno alanista. «Y yo soy el primero en celebrarlo» sería la imagen de Barrantes en las elecciones de 1990, lanzada en el spot de «La mecedora» rechazado por el candidato presidencial Mario Vargas Llosa, pero adoptado por el candidato congresal Enrique Chirinos Soto, verlo aquí, minuto 2:15. []
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Comentarios a este artículo

  1. JAIMEDELCASTILLO dijo:

    Buena dosis de memorex. Y buen zapatazo a esos periodistas y a esos medios de comunicación oportunistas y convenidos como siempre, de igual manera se comportan el día de hoy, por eso es que el fujimontesinismo nunca dejará de tener poder e influencia, mientras no se fumigue a los grandes medios de comunicación social que colaboraron con el fujimontesinismo siempre habrá peligro en contra de la democracia y sobre todo en contra de las grandes mayorías.

  2. Ernesto dijo:

    A proposito de La Mecedora, recordemos que Beatriz Merino entonces candidata al Senado por el Fredemo saco la segunda version de dicho spot, solo que lo tuvo en el aire por menos tiempo que el popular car’e poto.

  3. Ernesto dijo:

    Un detalle adicional, recordemos que el detonante para la renuncia de Barrantes a la segunda vuelta fue el atentado sufrido por Don Domingo Garcia Rada entonces presidente del JNE, hasta entonces lo de la renuncia de Barrantes solo eran especulaciones (alentadas por la visita de Barrantes al depa de Alan la noche de las elecciones). Eso no quita que durante buena parte del gobierno aprista el acercamiento entre Alan y Barrantes hizo demasiado daño a la imagen de IU la cual ya no pudo repetir performances anteriores.

  4. Silvio Rendon dijo:

    Hola Ernesto,
    Interesante lo de Merino. Después ella estaría en la plancha de Andrade hasta ser Defensora del Pueblo.
    Y sobre la renuncia de Barrantes, no fue un hecho trivial, pues no queda claro que hubiera esa figura en la ley electoral peruana. ¿Qué pasa si la selección peruana dice que no juega un partido porque ya está eliminada? Le cae un castigo, ¿no? O si un corredor que quedó segundo no quiere la medalla se la dan al que sigue. La segunda vuelta está ahí para eso. Si García un otro sacó 40% bien puede ser que el 60% lo rechace y quiera tener una oportunidad de expresarlo en el voto que en la primera vuelta se dispersó. Para eso se inventó la segunda vuelta en Francia, para que las derechas históricamente divididas le ganen a las izquierdas.
    Claro que fue un error político suicida el de Barrantes. Es el error que hubiera cometido Vargas Llosa, quien quiso renunciar en 1990. Miremos a Ollanta Humala que fue a la segunda vuelta y conserva sus naves intactas.

  5. Silvio Rendon dijo:

    Pues sí, Jaime,
    Es bueno tener una visión histórica de lo que ocurre en el país. Toca ser muy crítico con los medios.
    Saludos,