Se ha hablado algo, no mucho, de los escuadrones de la muerte de Alan García. Sin embargo, mucho menos se ha hablado de la participación extranjera en su formación y capacitación. En El COSEPAP, García y la manipulación informativa comentaba sobre el apoyo de Corea del Norte a la formación de estos escuadrones, según un reporte de la embajada americana en Lima encontrado en la biblioteca de Ronald Reagan.
En el libro «Muerte en el Pentagonito» Ricardo Uceda señala que los Estados Unidos capacitaron a los paramlitares peruanos, entre ellos los acusados de dirigir al llamado «Comando Rodrigo Franco». Un curso de inteligencia militar impartido por dos instructores de la CIA. El autor sólo ofrece esta línea sobre este hecho en la página 229:
«En 1986 [Agustín Mantilla] lo incluyó en un curso básico de inteligencia militar impartido en Lima por los instructores de la CIA George Ball y Robert Brown.»
y estas dos fotos entre las páginas 276 y 277.
Los instructores y el grupo:
Hacer click en la imagen para ampliarla.
Y el diploma a nombre del gobierno de los Estados Unidos de América:
Imágenes escaneadas de un libro grueso. Por eso no se ve bien por el costado.
La «difusión tecnológica» durante los años de terror abarcó a segmentos paramilitares vinculados al partido de gobierno de entonces. ¿En que consistió el adiestramiento de los instructores de la CIA a los paramilitares peruanos, en particular a los miembros del llamado «Comando Rodrigo Franco»? ¿Acaso estos instructores no forman parte de la cadena de personas que violaron los derechos humanos?
En La CIA, García y la contrainsurgencia en el Perú1, como en el mismo libro de Uceda, se señala cómo el asesinato del abogado de Osmán Morote, Manuel Febres, fue obra de estos paramilitares, poco después de que García prometiera «mano dura» contra el terrorismo.
- Ese post estuvo basado en el trabajo de un militar americano que tuvo como fuente documentación americana. Segun indica, en diciembre de 1989 García firma con los EEUU un acuerdo de lucha contra el el narcotráfico, que «trajo un flujo de dólares americanos y permitió que equipos de fuerzas especiales móviles del ejército de los EEUU vinieran al país a apoyar a los militares en capacitación para la contrainsurgencia». Según Uceda la «capacitación» ya estaba ahí en 1986 y lo que ocurrió fue probablemente un aumento sustancial de la misma. «Supermán» y «Caracortada», los célebres agentes americanos que posibilitaron la caída de Abimael Guzmán, vendrían después. [↩]
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