Ayer el historiador Paul Gootenberg, ex-director del Centro de Estudios de América Latina y el Caribe de SBU del cual formo parte, presentó en la universidad1 el libro «Cocaína Andina». El lector interesado puede ver el índice aquí y leer esta entrevista de la editorial y esta otra en Stony Brook U. Hace un par de semanas Mirko Lauer se refería a este libro en Cocaina Story.
Señalaré un par de aspectos saltantes, resultado de pegarle una mirada. Es un libro que nos cuenta la historia de la cocaína, industria peruana, moderna, respetable y legal, que involucró a científicos notables como Pedro Paulet y a personajes de apellidos muy conocidos como Paz Soldán, Balarezo, Soberón y Durand. La droga era legal hasta la segunda guerra mundial. En buena cuenta, la cocaína es un invento peruano. En los años treinta Carlos Enrique Paz Soldán abogó por la nacionalización y protección de la cocaína en contra de la presión de los Estados Unidos. En los treintas el Perú producía cocaína para Japón (23.3%), los Estados Unidos (21.3%), Alemania (15%), Reino Unido (9.9%), Francia (8.3%), Unión Soviética (6.1%), y otros países (p. 216). Con la segunda guerra mundial los Estados Unidos eliminaron a Japón y Alemania, países ocupados, de la competencia en la producción de cocaína y se aseguraron el control de este producto. Desde entonces la cocaína ha sido central en las relaciones peruano-americanas.
Después de 1945 los Estados Unidos presionaron para prohibir la droga y hacerla ilegal, cosa que ocurrió con Odría. El militar asumió completamente la agenda americana y combatió la producción de cocaína, comenzando por denunciar la «revolución» aprista de 1948 por haber sido financiada con dinero de las drogas. Los Estados Unidos no sólo presionaron al Perú, sino que enviaron personal de inteligencia de la recientemente creada CIA para garantizar la erradicación de la antes legal cocaína. El resultado de esta política fue contraproducente: la dispersión de la droga por las Americas y el aumento del número de productores y contrabandistas de cocaína.
El autor cuenta cómo fue con Nixon con su cruzada contra la marihuana y la heroína que se abre y expande el mercado para la cocaína en los Estados Unidos. La intervención americana apoyando el golpe contra Allende en Chile en 1973 fue el evento que abrió las puertas para los narcotraficantes colombianos, que desplazaron a los chilenos y cubanos que tenían el negocio. Desde entonces la guerra de los Estados Unidos contra la cocaína se desplazó a Colombia.
Es un tema fascinante y es claro que el libro tendrá un gran impacto en nuestra forma de pensar sobre la coca, la cocaína y las relaciones peruano-americanas. Tocará leerlo con atención.
Augusto Durand, el caudillo de la cocaína, 1919.
Exportaciones peruanas de coca y cocaína. Entonces eran legales. Normal nomás, pero en declive. Gráficos de Carlos Enrique Paz Soldán.
Cocaína en la farmacia, 1885.
Imágenes escaneadas del libro con permiso del autor.
- La presentación fue en un ambiente académico, muy amena e informal. El autor además de contarnos sobre su libro leyó diversos pasajes de una entrevista que sobre el tema le hizo el periodista «gonzo» Dominic Streatfeild, ver libro y entrevista aquí. [↩]
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04-09-2009 - 12:24
Comentarios a este artículo
27-03-2009 9:30
Hola, saben para cuándo habrá una traducción al español?
27-03-2009 9:43
El libro acaba de salir, pero supongo que la demanda será tal que muy pronto tendrá que salir en castellano.
15-05-2009 11:17
Paulet escribió en 1903 un texto recomendando al Estado Peruano, desde Europa, donde era diplomático, industrializar la cocaína. Decía que no convenía exportar la hoja de coca, sino ya convertida en cocaína. Primero, porque la hoja de coca perdía su potencial durante su traslado por barco hasta el Viejo Continente. Pero, sobre todo, para fomentar una industria peruana -como siempre fue el norte de este sabio, del que poco se conoce su labor como economista-. Saludos