Por - Publicado el 25-01-2009

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Una de las cosas de las que están hechos nuestros sueños es conocer a nuestros héroes culturales en persona. Y mucho mejor si, en carne y hueso, no decepcionan con su lucidez y su capacidad para motivar la imaginación.

Hoy asistí a una fabulosa charla de Art Spiegelman en la Universidad de Colorado donde habló de la historia del cómic y de su relación personal con el género. Uno de los datos más curiosos: siendo él niño, su padre estaba bastante preocupado no tanto por el tiempo que «malgastaba» leyendo comics de todo tipo sino por el dinero que costaba esa afición. El papá le apostó que le podía conseguir comics más baratos y, en efecto, así fue: le trajo a casa unas revistas usadas, algunas sin tapas. Su padre no sabía, sin embargo, que aquellos comics eran anteriores al código de censura al que se habían sometido los editores. El pequeño Art quedó así fascinado por las escenas de sexo y violencia que nunca había visto.

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Spiegelman es, por cierto, el autor de Maus, pero también un admirador de Schulz y de Crumb, amigo de Allan Moore (mencionó la experiencia de ambos de aparecer en The Simpsons), además de ser uno de los cerebros retorcidos que concibió la delirante y  grotesca serie The Garbage Pail Kids, un buen antídoto contra reaccionarios, fanáticos religiosos y metapolíticos.  Describió su hechizante relación con la revista Mad de esta manera: «La estudié así como otros niños estudiaban el Talmud».

No puedo resistir poner aquí una imagen de su firma, escrita de puño y letra en un ejemplar de una compilación de humor gráfico que prologa y en la que participa y que, por cierto, no pienso compartir.

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Comentarios a este artículo

  1. Ernesto Carlín dijo:

    Un off-topic. El titular de este post me sonó a la frase de Bogart casi al final del Halcón Maltés. Me emocioné creyendo que iban a hablar de uno de mis actores favoritos o algo así. Pero revisando tu texto y viendo algo en Internet, parece que hacer referencia a un ensayo sobre ciencia ficción de Thomas M. Disch. Si es así, ¿me lo recomiendas de lectura? Disculpa la rocambolesca digresión. Así pasa cuando sucede.
    Un abrazo
    ECG

  2. Juan Carrillo dijo:

    pucha, ernesto carlín, y qé pasa si daniel salas NO te recomienda el libro? digo, qué pasaría? lo leerías igual? y, claro, pido disculpas por esta digresión psicológica.

  3. Daniel Salas dijo:

    Ernesto: Una vez un profesor de inglés me dijo que la cita era originalmente de Shakesperare, pero no he encontrado la referencia exacta, tal vez yo recuerde mal.

    Su uso en «El Halcón Maltés» (me refiero a la película) es, sin embargo, lo que me interesa. La «materia de los sueños» es un objeto concreto, es lo que puedes tocar, ver, guardar, mostrar y esconder.

  4. Ernesto dijo:

    Daniel:
    Gracias la precisión

    Carrillo:
    Te disculpo por tus desvíos sicológicos y te contesto. No, no me provoca gastar veinte dólares por un libro que tiene un buen título y del que no tengo más referencias. Tal vez tú lo has leído y puedas comentar algo.

  5. Juan Carrillo dijo:

    Te pintas solo, Ernesto Carlín. Discúlpame, eso sí, por la mala leche.

  6. Gustavo Faverón Patriau dijo:

    Como sabe Daniel, por un pacto cuasi-sagrado con un grupo de amigos, leí «La tempestad» de Shakespeare hace menos de un año. En ella, es Próspero quien dice lo siguiente:

    Our revels now are ended. These our actors,
    As I foretold you, were all spirits, and
    Are melted into air, into thin air:
    And like the baseless fabric of this vision,
    The cloud-capp’d tow’rs, the gorgeous palaces,
    The solemn temples, the great globe itself,
    Yea, all which it inherit, shall dissolve,
    And, like this insubstantial pageant faded,
    Leave not a rack behind. We are such stuff
    As dreams are made on; and our little life
    Is rounded with a sleep.

  7. LuchinG dijo:

    Daniel Salas: ¿podrìas explicar a què te refieres con «hèroes culturales»?

  8. Daniel Salas dijo:

    Por supuesto, Luching. Me refiero a los grandes productores de cultura.