Por - Publicado el 29-10-2008

Este es un cuestionario que, vía email, respondió a petición mía el fraile Bartolomé de las Casas (si Marx y Engels pueden escribirse correos electrónicos, ¿por qué no podría el incansable hispalense?).
1. Preguntado sobre quién es el señor natural del Perú, respondo
Que Alan García es señor natural del Perú
Esto puede pesarle algunos pero dicen los tratadistas que el señorío natural nace de la elección del pueblo. El padre Juan de Palacios López Rubio lo dice en su tratado De las islas del mar océano. Y Aristóteles en su Política reconoce que una de las formas legítimas de gobierno es la democracia, que consiste en que los ciudadanos le concedan temporalmente el poder a una persona para que lo administre de acuerdo con una constitución. El rey de Castilla dejó de ser señor del Perú desde el momento en que los peruanos expresaron su voluntad de ser regidos por otro gobierno. En realidad, como ya lo sostuve, nunca fue señor natural de aquellas tierras, por lo cual todos sus decretos son nulos y sus títulos nobiliaros carecen de valor. De manera que todo lo que sostiene (contrariando las autoridades como Aristóteles y el Aquino) el profesor Eduardo Hernando (por ejemplo, que no hay fundamento alguno para la doctrina de los derechos humanos) carece de sustento , como que nace de la pluma de quien ignora los principios elementales de la ley natural.
2. Preguntado sobre si el rey de España tuvo alguna vez el derecho de gobernar las tierras del Perú respondo
Que aunque la bula del papa Alejandro VI concede al rey de Castilla las tierras de América, tal posesión es ilegítima.
Esto se entiende porque el poder del santo padre es atemporal y no le permite conceder el señorío temporal. El padre Francisco de Vitoria lo fundamentó con mejores argumentos en sus Relecciones sobre los indios.
3. Preguntado si el señor natural puede dejar de serlo por algún motivo
Respondo que Alan García es señor natural del Perú mientras gobierne de acuerdo con la constitución que los ciudadanos han pactado.
Esto mismo lo dice Aristóteles en su Política. El señor natural es electo por el pueblo pero deja de serlo cuando gobierna contra la voluntad de este. Entonces se convierte en tirano y ya no gobierna como legítimo señor. El gobernante que olvida este principio comete temeridad y se expone a la rebelión con causa justa.
4. Preguntado sobre a quién le pertenece el oro hallado en el galeón que navegaba desde el Perú a España, respondo
Que el oro extraído del Perú pertenece al estado peruano.
Ello se entiende porque el Estado peruano es legítimo heredero de los bienes del Virreinato peruano y, por tanto, es dueño del oro extraído de su territorio.
5. Preguntado si, como dice la congresista Hilaria Supa, cabe reclamar al rey de España la restitución de todas las riquezas sacada de aquellas tierras, respondo
Que todo el oro extraído por España debe ser de inmediato devuelto a las Indias.
Desde que comenzaron las disputas sobre el derecho de España de conquistar las Indias y destituir por la fuerza a los señores naturales de aquellas tierras, fue probado que el rey de Castilla carecía del derecho a gobernar y a hacer trabajar a los indios, que los indios, al no haber hecho violencia alguna contra el emperador, no podían ser objeto de guerra justa, que los españoles que ejercieron violencia contra los indios y los esclavizaron y los mataron cometieron pecados nefandos prohibidos por nuestra santa religión, dando además, a estas pobres e inocentes gentes, mal testimonio de la palabra de Jesucristo Nuestro Señor. El canónigo Matías de Paz también lo sostuvo: que si para dar testimonio de nuestra fe era necesario dar nuestra vida, con mucha mayor razón podíamos renunciar a los bienes materiales. Respondo también que retener lo robado es pecado, aun cuando hayan pasado siglos, ya que el tiempo de la restitución nunca vence. Cómo España tenía la obligación de restituir el gobierno y las riquezas hurtadas lo expuse en mi Tratado de las doce dudas. Lo dije y lo demostré desde un principio y si don Juan Carlos de Borbón me lo preguntara nuevamente le diría: ahora, pues… aguanta que te lo reprochen cada vez que te vean.
6. Preguntado, si acaso ese oro puede usarse para buena causa, respondo

que la mejor restitución sería que el señor gobernante del Perú se la diera a los que sufrieron injustos vejámenes, violaciones, muertes y otras gravísimas ofensas con las que se inquietó al Perú y se hizo gran daño, sufrimiento y escándalo, con la aprobación de las autoridades, especialmente a las gentes más humildes y desamparadas, hechos por los cuales Dios hará justicia.
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