Por - Publicado el 15-08-2008

Las atletas alemanas calatas. ¿Y? Le han dado mucha publicidad al asunto. En mi opinión, es un caso más de «antes y después», de «extreme makeover» y nos muestra cómo se construyen las apariencias y cuán importante es el hedonismo en la era actual.

Un poco recuerdan a las «Historias del Sr. Keuner» de Berltolt Brecht:

Viendo pasar a una actriz dijo el señor Keuner: es bella.
Su acompañante dijo: Hace poco tuvo éxito porque es bella.
Indignado el señor Keuner añadió: Es bella porque ha tenido éxito.

O cuando le preguntaron a Robert Redford cómo se sentía cuando decían que era un símbolo sexual:

Cuando era pobre y desempleado nadie decía eso de mí.

Sin embargo, si algo ha venido ocurriendo es que más gente quiere estilos de vida que imiten rasgos de los de las celebridades. Más gente quiere y puede tener sesiones de fotos en que salga «favorecida», las peluquerías de «estilistas» han desplazado a las de tipo barbero, las cabinas de internet traen información que antes no llegaba o se demoraba.

En fin, hay razones por las cuales hay este «automejoramiento» personal, que poco tiene que ver con la autocultivación confuciana. Entre los economistas algún intento ha habido en analizar estos fenómenos. Por ejemplo en Transplants and implants: The Economics of Self-Improvement Burdett y Coles lo vinculan a la búsqueda de un mejor emparejamiento en el mercado matrimonial. Más aún, al parecer en algunos casos una parte no tan pequeña del presupuesto personal se puede ir en estos «automejoramientos»: ropa, gimnasios, cursos, operaciones, tratamientos, etc. Como para seguirle la pista.

Katharina Scholz, antes y después…

Fotos tomadas de aquí.

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