Por - Publicado el 28-07-2008

En este post Ricardo Alvarado cuenta sobre una reciente iniciativa contra el racismo «Sácale tarjeta roja al racismo».

Durante los años de la CVR, en la Iniciativa por los Desaparecidos de la CNDDHH, un grupo de jóvenes activistas planteamos la necesidad de convocar a los futbolistas para este tipo de iniciativas, que por entonces ya se estaban planteando en Europa. Por aquellos años, el inglés Robbie Fowler se hizo célebre al festejar un gol mostrando una camiseta alusiva al desempleo en Liverpool, celebración bastante más original que el insufrible «yo amo a mi mami» (o a mi papi, mi novia, al Perú, a Jesucristo, etc.) que ya empezaba a hacerse usual en todos los estadios del mundo.

La idea de involucrar a futbolistas en la campaña por los desaparecidos se rechazó por «poco práctica», aunque sospecho que el problema real era que aquellos burócratas oenegistas no hacen deporte ni en sueños -tal vez sea por eso que ya no hay la clásica maratón de Amnistía Internacional-. Pero el nuevo equipo de la CNDDHH ha empezado con buen pie, pues en pocas semanas ya se ha iniciado la campaña «Sácale tarjeta roja al racismo» con el entusiasta apoyo de la Agremiación de Futbolistas Profesionales del Perú.

Aquí quisiera incidir en la responsabilidad social de la gente que por alguna u otra razón es famosa. Es gente que podría hacer mucho bien a la sociedad llamando la atención sobre diversas situaciones mejorables. No abundan quienes así lo ven. Se suelen agotar en sus egos y no tienen causa alguna.

Por estos días los medios fueron acaparados por una vedette que posó desnuda con la bandera peruana. Ya, pero ¿qué quiso decir con eso? A parte de sí misma, ¿sobre qué quiso llamar la atención? No se ve ninguna causa, un fin altruista, más allá de su propia persona.

Hay ejemplos de protestas como esta

«La Reina del Carnaval de Gualeguaychú 2006, Evangelina Carrozzo, protesta en la cumbre de presidentes europeos y latinoamericanos, 12 de mayo de 2006».

Imagen y texto de aquí, Wikipedia.

Protesta contra la contaminación, por su pueblo. Algo más que la mera visibilidad sobre su persona.

Ya había referido a los artistas argentinos en contra de la minería química contaminante: aquí.

Y por supuesto, nuestra compatriota Mónica Sánchez:

Ahí está, con la bandera peruana, contra la corrupción, contra Montesinos. Participó en las manifestaciones contra el gobierno de Fujimori. No era la mera exhibición sin mensaje. Había algo más, mucho más.

Ojalá que más artistas, deportistas y en general quienes tienen el privilegio de estar en los medios tengan la visión de no agotarse en sí mismos/as.

Imagen tomada de aquí donde se comenta:

parte del éxito del lavado de la bandera como símbolo de protesta civil se debió a la participación en él de Mónica Sánchez, una actriz por la que muchas señoras y no pocos jóvenes se enteraron de la necesidad de recuperar la democracia.

Lo dicho, los famosos pueden hacer mucho bien…

(A todo esto, otras famosas también salieron con la bandera peruana, aquí. En otros lugares, su mensaje habría sido no otro que el patriotismo. En el Perú es todo lo contrario…).

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