Por - Publicado el 27-04-2008

Son las obras las que comunican comentaba sobre la equivocada concepción gubernamental de explicarle a la gente que está mejor. Es la misma que llevó al fracaso electoral a Vargas Llosa y posteriormente a Flores. Rafo León en este artículo explica que por esa manera de pensar es que surgen los recurrentes senderos en el país (ver también Perú: conflicto interno cada década y media). Es evidente que la estrategia gubernamental de «comunicación» alentada con entusiasmo desde cierto periodismo palaciego no funciona.

Ante ello, otro sector de la intelligentsia gubernamental ha tomado nota del asunto y acaso prepara nuevas medidas, quién sabe tal vez otro shock, esta vez un «shock laboral»:

ANÁLISIS ECONÓMICO
La revuelta de los esclavos
Por Fritz Du Bois
(…)
«No estamos comunicando todo lo bueno que estamos haciendo» es una de las frases más trilladas en la política mundial y usualmente se escucha cuando los gobiernos caen en las encuestas y, en complaciente respuesta, aumentan el presupuesto para publicitarse en lugar de autocriticarse e identificar las áreas en las que pueden mejorar, de las cuales en nuestro caso la más urgente es la laboral. Los últimos cuatro años la economía ha crecido en promedio 7,1%, por lo que en teoría se debieron haber generado más de dos millones de nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, el empleo formal solo se ha incrementado en medio millón, por tanto la diferencia se ha quedado en la informalidad gracias a la rígida e inflexible legislación laboral. Es evidente que para alguien que no tiene un trabajo decente poco le va a interesar escuchar que el país está creciendo y prosperando, al contrario para esa persona su mundo está en crisis y todo es malo. Por ello es fundamental que se eliminen las trabas a la creación de empleo adecuado para permitir a la población participar plenamente del bienestar.

Lamentablemente el actual ministro de Trabajo no cree que la legislación laboral sea el problema, así que las innovaciones a la ley Mypes, de las que se viene hablando hace dos años, seguirán por ahora invernando y los que ingresen al mercado de trabajo no tendrán otra alternativa que la esclavitud.

Comentario: Este tipo de propuestas debe ser tomada con seriedad y atención, pues en muchos casos, como ya hemos visto, lo que se dice en algunos medios es la antesala de lo que el gobierno acaba adoptando como políticas públicas.

El tema de la rigidez en el empleo en el Perú se lleva discutiendo ya muchos años. Las ganancias en creación de empleo y de reducción de la ineficiencia social de la eliminación de costos laborales no salariales, como explico con Giovanna Aguilar en Costos laborales, empleo y eficiencia social, son potencialmente grandes. Este resultado va en contra de la mayor parte de investigaciones hechas en el país que encuentran efectos de empleo por reducciones de costos laboralesmucho más modestos. Claro, estas ganancias tienen que ser balanceadas con otros costos antes de lanzarse a una propuesta. Los costos políticos pueden ser tan altos que hagan inviable una propuesta como la que se esboza en el artículo citado.

El actual ministro de trabajo está muy al tanto del asunto. Las leyes laborales peruanas durante Fujimori fueron modificadas en contra de los sindicatos, reduciendo diversos costos laborales pagados por los empresarios, aunque manteniendo los que pagaban los trabajadores, que suelen ignorarse. Supongo que el actual ministro, un hombre experimentado en estas lides, es consciente de lo que pasaría si el gobierno actual decreta «que se eliminen las trabas a la creación de empleo adecuado», por ejemplo los costos de despido, lo que recibe el trabajador cuando es despedido. En estos momentos de mayor militancia sindical y descontento entre los/as trabajadores peruanos/as, el gobierno actual se haría más impopular de lo que ya es, el colero de los gobiernos impopulares en la región latinoamericana. Más aún, habría aún más protestas. Gran costo político que pagar. Es lo que posiblemente entienda el hasta ahora prudente ministro de trabajo, abogado laboral de los empresarios.

Este esbozo de propuesta, sin embargo, es un avance sobre la chata y frívola concepción de la «falta de comunicación» de parte del gobierno, pero que comparte la actitud de ensimismamiento en el que viven algunos sectores. Ojalá que siga la búsqueda de ideas y se encuentre la fórmula más adecuada para que las mayorías vean mejoras reales en su bienestar. Esta no es.

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  1. Combitos » Gran Combo Club
    06-01-2010 - 4:15

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