Por - Publicado el 25-03-2008

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CANASTA DRÁSTICA*

Las recetas del MEF y el BCR para frenar la inflación no están dando resultados. La culpa de la inflación la tiene el BCR por comprar en los últimos dos años más de 20 mil millones de dólares para frenar la caía de cada vez más devaluada moneda estadounidense.

Por Iván Alonso*

LA INFLACIÓN es una especie de trauma de juventud del presidente Alan García. Quizás por eso el gobierno ha sentido la necedad imperiosa de hacer algo al respecto, aun cuando la responsabilidad no sea suya. El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha respondido con un diagnóstico equivocado y un tratamiento ineficaz, mientras que el Banco Central de Reserva (BCR) se desentiende del problema con una referencia vaga a un excesivo optimismo empresarial.

La receta del MEF consiste en una reducción de aranceles y del impuesto selectivo al consumo (ISC) de gasolina. El MEF parece confundir el nivel de los precios con un aumento del mismo, que es lo que propiamente se llama inflación. La reducción del ISC, en efecto, puede reducir el precio de la gasolina para el consumidor por una vez, pero no puede hacer nada para evitar que después siga subiendo. Lo mismo en el caso de los aranceles.

La inflación es un aumento sostenido del nivel de precios y hay que buscar las causas de ese aumento. No pueden ser los huaycos en la sierra porque huaycos hay todos los años en esta misma época. Los huaycos pueden explicar por qué algunos alimentos cuestan más en febrero que en enero; lo que no pueden explicar es que cuesten más en febrero de este año que en febrero del año pasado.

Tampoco el aumento de los precios internacionales del maíz o del petróleo es lo que causa la inflación. Si todo se redujera al aumento de esos precios, la gente tendría menos plata para gastar en muchas otras cosas que componen la canasta de consumo. La demanda de esas cosas se contraería y sus precios tendrían que bajar. El aumento del petróleo y el maíz se compensarían con la reducción de otros precios, y el nivel general de precios no tendría necesariamente que subir.

Pero lo que sucede es precisamente que la gente no tiene menos plata para gastar en esas otras cosas, sino más. Hay tal crecimiento del crédito y la liquidación que la gente puede pagar los mayores precios del petróleo y el maíz y todavía tiene plata para comprar otras cosas a los mismos precios de antes o a precios aún más altos. Lejos de contraerse, la demanda por esos productos se mantiene e inclusive crece.

La expansión del crédito y la liquidez no es obra del MEF, sino del BCR. En su afán de detener el tipo de cambio, el BCR ha comprado ingentes cantidades de dólares –unos 20 mil millones de dólares desde el comienzo del 2006– que han aumentado una expansión desmesurada de la liquidez y el crédito bancario, del orden del 20% ó 30% anual. Tarde o temprano esa expansión tiene que trasladarse a los precios porque la producción de bienes y servicios nunca puede crecer a esa velocidad.

NUESTRA INFLACIÓN

El aumento de la inflación era, pues, predecible, y así lo habíamos sugerido en junio del 2006. Si en ese entonces la desmedida emisión monetaria no causó inflación fue, creemos, en retrospectiva, por las grandes sumas de dinero que se negociaba diariamente en la bolsa. Hoy que la euforia bursátil ha pasado, tenemos muchos más billetes persiguiendo menos cosas. La inflación, como decía el célebre economista austriaco Friedrich von Hayek, no es algo que nos ataca desde afuera, sino algo que nosotros mismos hemos creado. O mejor dicho, que el BCR ha creado.
*Artículo publicado en Somos nº 1111, 22/03/08.
*Iván Alonso. Ph.D. en economía, UCLA. Filósofo, Pontificia Universidad Católica del Perú.

Comentario: Y bueno, veamos si esta explicación cuadra:

  • ¿Cuándo se ha visto que porque aumente el precio del maiz bajen los precios de otros bienes? Por el contrario, si aumenta el precio del maiz la gente comprará más soya o arroz, presionando al alza de esos precios. El autor asume que todo es efecto ingreso (aumenta el precio del maiz => la gente es más pobre => compra menos de otras cosas), y no es así. Hay también el efecto sustitución (aumenta el precio del maiz => la gente compra menos maiz y => compra más de otras cosas), que contribuye a propagar el aumento de unos precios a otros.
  • Si la gente tiene plata como para pagar maiz y petróleo más caro, ¿por qué no aumentan todos los precios parejito? Si alguien gana más no es sólo para comprar maiz y petróleo.
  • Si el BCRP lleva ya mucho tiempo con la política de defensa del dólar, ¿por qué los precios no aumentaron antes como sí aumentan ahora?
  • Si la inflación era predecible, ¿por qué el autor no la predijo? Dice que la predijo en junio de 2006, hace casi dos años, pero ésta no ocurrió entonces, pero ahora sí. Entonces no hay predicción alguna, pues. Es como si alguien predijera que saldrá seis al tirar un dado, pero no sale. Falló, pues. Después de varios intentos sale finalmente seis. ¿Puede estar persona ahora venir a decir que el seis era predecible? Ahora dice, en forma ad hoc, que antes la euforia bursátil contuvo la inflación, pero que hoy se acabó y la inflación se desencadena. ¿Por qué no predijo que habría inflación después de la caída de la bolsa?
  • Entonces…¿¿¿los precios del maiz y del petróleo aumentan porque cae la bolsa???

No suena. Es un análisis que tiene varios problemas. De hecho, el autor parece además ignorar que las compras de dólares por el BCRP son esterilizadas. Creo que hay que tener mucho cuidado en acusar al BCRP de maquinazos monetarios. ¿A Julio Velarde? Por favor. Es falso, simplista y contribuye a crear expectativas, estas sí, inflacionarias. Claro, es muy sencillo levantar una acusación así dado el pasado del presidente que tenemos. La gente ya se imagina la hiper entrando en su casa con su guadaña. Cuidado. Así no es la cosa.

Tocará pues un poquito más de estudio sobre el tema, que hemos tratado intensivamente en el Gran Combo Club:

Y varios otros posts antes…

Actualización: Se siguen sumando adhesiones a la acusación al BCRP de dar maquinazos. Esta vez César Vásquez Bazán (30% de inflación mensual durante su administración) se apunta a esta acusación: aquí:

Es conocida la relación existente entre el crecimiento de la cantidad de dinero y el crecimiento en el nivel de precios. La relación no es perfecta, no es exacta y tampoco es la única razón que explica la inflación. Sin embargo, la asociación ent
re incremento en la cantidad de dinero e incremento en los precios existe
. Por ello, las preguntas que hay que formularle al cabecilla del BCR son muy simples:

Estimado «Colorao»:

1.- ¿Por ventura, crees que un crecimiento semejante de la liquidez no se va a reflejar en inflación?

2.- ¿Por qué el Gobierno no informa sobre la relación entre los «maquinazos» del BCR y la inflación?

3.- ¿Por qué el régimen garciísta no le explica al país que, debido a su política de comprar a la bruta dólares depreciados, los peruanos pobres tienen que pagar con inflación los beneficios que reciben los exportadores y especuladores internacionales y domésticos?

Los peruanos no somos (tan) tontos, muchacho…

Para tomarlo como de quien viene…..

Es claro que el enfoque simplista se sigue propagando y muy rápidamente… Es un grupo muy heterogéneo el que lo suscribe, de izquierdas y de derechas, economistas y no economistas, pero con un común denominador: no la ven…

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