Leo
Siguen críticas al ministro Pasco Cosmópolis
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«Expresamos nuestro enérgico rechazo a las declaraciones del ministro Pasco en torno a eliminar derechos como la Compensación por el Tiempo de Servicio (CTS), las gratificaciones y las vacaciones porque no son consecuentes con sus primeros discursos que aseguraban su respeto a los derechos fundamentales», expresó el dirigente.
Comentario: De la misma forma como no se puede aumentar los salarios por decreto, no se puede reducirlos, o eliminar beneficios a los trabajadores sin un ajuste posterior.
Si el gobierno fija un salario por encima del salario de mercado, se reduce la cantidad demandada de trabajadores, es decir, el empleo, y más trabajadores están dispuestos a trabajar por ese salario. El desempleo aumenta. Es decir, los agentes económicos reaccionan racionalmente. Este efecto es muy conocido y tomado en cuenta en los debates públicos sobre el tema del empleo.
Pero por otro lado, si el gobierno elimina algunos beneficios a los trabajadores, ese no es el fin de la historia. El gobierno no puede controlar todo. Los agentes económicos también reaccionarán racionalmente a esta intervención. Por un lado, las empresas, demandarán más trabajadores (que es lo que esta medida busca conseguir), pero por el otro los trabajadores buscarán resarcirse de esta pérdida y presionarán para que el salario u otros beneficios aumenten. Este último aspecto es frecuentemente ignorado en los debates sobre el asunto. Los trabajadores organizados en sindicatos reaccionarán ante esta medida a través de protestas; los que no tengan sindicatos buscarán tenerlos. Algunos se resignarán por un tiempo, pero, con los tiempos que corren, comenzarán a centrar su mirada fuera del país. ¿Por qué trabajar en el Perú si pueden ganar el doble en Chile? (1)
Alguien podría decir que la economía peruana es muy rígida, que hay muchos beneficios a favor de los trabajadores y que sería mejor simplificar el sistema. Yo estoy de acuerdo con simplificar el sistema, pero seamos claros. La economía ha tenido este sistema por mucho tiempo y ha generado ya salarios adecuados a tal sistema. Se cambia el sistema, se eliminan beneficios a los trabajadores, pues los salarios tienen que cambiar también: surgen presiones para que suban, compensando así la pérdida de algunos beneficios.
La moraleja es clara: el gobierno no puede fijar los salarios por decreto. Puede intervenir lo que quiera, pero los agentes económicos no se quedan quietos. Reaccionan. Debatir si el salario o los beneficios deben ser altos o bajos suele ignorar algo tan simple cual es el funcionamiento de una economía de mercado (2).
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(1) Claro, si el gobierno restringe el derecho de los trabajadores a organizarse y expresar sus reclamos, sí se podría mantener bajos los salarios, pero en este caso estamos hablando de una intervención pública adicional, costosa, financiada con el dinero de los contribuyentes, que distorsiona completamente el funcionamiento de la economía de mercado, basada en la libertad de los agentes económicos. No hay externalidad, ni bien público, ni monopoliio natural, ni indivisibilidad. Esta intervención pública no se justifica.
(2)Y eso que en este análisis he abstraído de consideraciones de economía política, es decir, de las reacciones de los votantes ante la intervención gubernamental. Es una reacción adicional a la antes mencionada; en este caso, sería una reacción adversa al gobierno, que reduciría sus posibilidades de reelección. Cada acción del gobierno genera una reacción de los agentes económicos…
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