Por - Publicado el 16-12-2007

Al parecer fue este comentario de Patrica Teullet:

Bolsa, ONG y la píldora

Me sorprendió la extendida preocupación por la bolsa, pero el saber que ciertos analistas, columnistas y ‘oenegeístas’ invierten en bolsa (¡y en acciones de mineras!) me cayó como si me hubieran dicho que la Iglesia Católica invierte en laboratorios que fabrican la ‘píldora del día siguiente’. ¡Ya pues!

y algún otro de Rosa María Palacios los que motivaron la siguiente respuesta de Pedro Francke:

Tengo acciones mineras

Si hubiera un impuesto a las ganancias que hacemos quienes tenemos acciones, tendría que pagarle más al fisco. Pero me parece que es lo mejor para el país. Así que estoy actuando contra mi propio interés financiero inmediato, por un convencimiento moral. Yo sé que a alguna gente eso le puede parecer un poco extraño. Pero así soy yo. Y si no les gusta, pero son liberales de verdad, simplemente no se metan con lo que no les importa.

Comentario: Veamos:

  1. Después de estar denunciando que otros se mueven por intereses materiales, por cierto como cualquier homus economicus, arañarse porque «se metan» con los intereses materiales del persistente denunciante resulta paradójico. Más correa. Si acusas a otros de algo, no te arañes porque después otros te acusen a ti. Todos estamos expuestos al escrutinio público, sin excepciones.
  2. Decir que otros se mueven por intereses pero uno se mueve por principios morales no es creíble. En primer lugar, otros pueden decir exactamente lo mismo. Pueden exhibir sus actos filantrópicos, sus donativos, sus colegios apadrinados, etc. Por supuesto que sí. Claro, las soluciones que proponen para aliviar la situación de los más pobres son muy diferentes a las propuestas por la izquierdas. Evidentemente hay una variedad de propuestas sobre este tema y la discrepancia en éstas ya no es tema moral. Lo moral es tener voluntad de aliviar la pobreza; no tener desinterés en el tema. Los caminos a seguir para este objetivo es ya un tema intelectual, de propuestas concretas. No es que per se uno sea más moral que el otra.
  3. En segundo lugar, imaginemos una ONG sujeta a una crisis financiera, cual es o ha sido el caso de más de una. No va a apoyar jamás que le claven un impuesto a sus acciones invertidas en la bolsa. De hecho sé de al menos una ONG que perdió dinero en la bolsa, lo que obligó a que algunos de sus prominentes investigadores dejaran ese centro de trabajo. No. Entre la debacle y su declarado altruísmo, como Alex Valle con «la santa paciencia», se preferirán a sí mismos. Dirán «qué altruismo ni qué altruismo». No apoyarán un impuesto que los saque del negocio. No seamos ilusos. Lo apoyarán mientras perjudique a otros. Ni bien les toque a ellos se desdecirán o buscarán alguna excusa para justificar su viraje.
  4. Algunas ONGs, varias posiblemente, como he escrito en post anteriores (Grave crisis en la CNDDHH-2), cometen abusos laborales. El que sean dirigidas por izquierdistas no las hace diferentes a otras empresas. Veamos nomás lo que pasa en la PUCP, un conflicto entre autoridades de izquierdas y el sindicato de trabajadores (ver PUCP: fuera gamonales, bienvenidos cardenales). Es decir, en muchos casos, a la hora de los loros, son sus propias acciones las que refutan sus melosas palabras.

Por eso, desconfío, como muchos/as, cuando alguien dice «así soy yo».

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