Por - Publicado el 27-10-2007

Lo cuenta La República:

Denuncian que embajadores fujimoristas podrían perjudicar ascensos diplomáticos Canciller García Belaunde lo desmiente. Asegura que proceso estará a cargo de cinco funcionarios y que será transparente.

Silvia Mori.

Mientras continúan los cuestionamientos sobre la asignación de los diplomáticos que participaron durante el régimen fujimontesinista en importantes sedes diplomáticas, el ex embajador de Nicaragua, Eduardo Carrillo dijo que el poder otorgado a los referidos funcionarios podría afectar el proceso de ascensos que actualmente se desarrolla en Torre Tagle.

Según Carrillo, la preocupación radica en que los embajadores fujimoristas descalifiquen a los aspirantes que criticaron abiertamente los nombramientos de los diplomáticos que avalaron el régimen del extraditado Alberto Fujimori y su política de gobierno.

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Cúpula fujimorista en Torre Tagle

Los embajadores del fujimorismo se reciclan en el gobierno de García

De forma menos evidente que en el Congreso la alianza entre el APRA y el fujimorismo se da también en otras instancias. Los nombramientos en las distintas delegaciones diplomáticas de Perú en el mundo son un claro ejemplo de cómo goza de buena salud esta alianza en predios de Torre Tagle.


Alfonso Rivero Monsalve, hoy embajador de Perú en la Santa Sede, fue no solamente uno de los autores intelectuales de la poda en Torre Tagle de 1992. Operador del proyecto fujimorista en el exterior, defendió a capa y espada los extremos del régimen que representaba. Su número de teléfono figuraba en la agenda de Montesinos. Cuando estuvo designado en Washington, no sólo se encargó de justificar el fraude electoral, sino que también brindó refugio y protección al torturador de Leonor La Rosa, Ricardo Anderson Kohatsu.

Comentario: Fujimori purgó el cuerpo diplomático peruano en 1992 no sólo en términos políticos, sino también acusando a varios diplomáticos de ser homosexuales en una evidente y cruel discriminación por orientación sexual. La prensa de esa época festejó el despido masivo de 117 diplomáticos por «maricas y comunistas». Fujimori en persona justificó este despido. La homofobia lo hacía popular entre la gente. Una injusticia más del régimen de Fujimori. Hoy, bajo el gobierno de García los diplomáticos beneficiados con la poda de Fujimori reaparecen con posiciones de poder, postergándose a quienes resistieron a ese régimen. Estos señores tienen denuncias graves sobre sí. Su presencia en el cuerpo diplomático peruano no auguraría nada bueno. Esperemos que sea verdad lo que señala el canciller y que el proceso de ascensos sea verdaderamente transparente (aunque no suena muy creíble que así vaya a ser…).

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