Por - Publicado el 25-09-2007



Ahora los medios fujimoristas se preocupan por los derechos de un detenido y ejercen presión para aliviarle las condiciones carcelarias. Fujimori estaría enfermo, siendo maltratado, enterrado vivo…

La palabra «derechohumanista» ha venido sonando como eco de la propaganda a sueldo de Montesinos, Fujimori, Cipriani, Chirinos Soto, Valle Riestra, Boloña y cuanto personaje se subió al carro de una época oprobiosa en la historia nacional. Defender los derechos humanos, es decir, el derecho de cualquier ciudadano a no ser desaparecido, torturado, quemado, encarcelado, violado, asesinado, era una blandengada defendida por irresponsables que querían que el país retrocediera al pasado vergonzante de fines de los ochentas, cuando gobernaba Alan García. Te matan a un ser querido y salía alguien a sermonearte diciéndote que así son las guerras, como quien dice «así es el fútbol» (ver este comentario en este blog).

Los tiempos han cambiado y hoy estamos ante la paradoja de que quienes despreciaban los derechos humanos hoy son los primeros defensores de éstos, claro, sólo para una persona, para Fujimori.

Keiko Fujimori: «Quieren enterrar vivo a mi padre»

Reclaman por la salud y la prisión

Para comenzar, este señor debería estar en un penal de máxima seguridad, es decir, Piedras Gordas, sin embargo, no ha sido así. Leamos esta entrevista a Gustavo Carrión, presidente del INPE:

–¿Cuál es el régimen de reclusión de Fujimori?

–Ha sido clasificado al régimen de máxima seguridad y, en Lima, le correspondería un penal como el de Piedras Gordas, pero –como sabemos– no va a ir a ese lugar y temporalmente permanecerá en el local que nos ha proporcionado la Policía hasta que se habilite el lugar donde definitivamente va a estar, en el Centro Nacional de Estudios Criminológicos y Penitenciarios. Él permanecerá máximo un mes en este lugar (la Diroes) y que, debemos recordar, no fue construido como un centro penitenciario. ‘‘No fue a una cárcel pública como debió ir’’

Fujimori no está en una cárcel, sino en un establecimiento supuestamente provisional. Los medios fujimoristas salieron denunciando que Fujimori estaba siendo tratado peor que Abimael Guzmán. Claro, lo que no dijeron es que si Guzmán goza de privilegios carcelarios es justamente por Fujimori y Montesinos….

En segundo lugar, Keiko Fujimori salió denunciando que «le habian quitado las medicinas» y el Jefe del INPE aclaró por qué un preso no puede tener medicinas para autoadministrarse. Fujimori lo deberia saber mejor porque el restringió TODO derecho a la persona en detención, pero lo que él ahora goza es un régimen distinto al que el instauró.

¿Qué tal si se trata a Fujimori como él trató a sus detenidos? La mayor parte de la prensa peruana ha reaccionado más defendiendo que cuestionando a Fujimori, como si a este acusado de delitos de lesa humanidad se le tuviera que dar un trato especial. Este señor ya cayó de su pedestal hace rato. No se enteran. Veamos.

Los detenidos de Fujimori asi estuveran heridos no podían ver a un médico o a una enfermera, (a los presos heridos se les negaba incluso tomar agua), no pudieron ver la luz del sol por meses y compartieron una celda de 2 metros por 2 metros de a cinco y sin ninguna luz ni artificial ni natural. No tuvieron acceso a patio por meses y la comida era entregada por una ranura al ras del suelo que fue diseñada así para humillar, pues sólo los animales en el zoológico reciben alimentos así (y ni ellos creo). Las condiciones de prisión que el instauró están en la sentencia del Caso del Penal Castro Castro. «Que a un preso no se le puede tratar asi» es una garantía que la Corte reiteró y que ahora, paradójicamente beneficia a Fujimori. El Perú sabe lo que es permisible y lo que no, sabe lo que es trato inhumano y sabe lo que es la ley.

El derechohumanismo, lo logrado por personas que sufrieron el peor tipo de detención que él aplicó y sus familiares, hoy beneficia a Fujimori que prueba hoy en su propio pellejo, y con él toda su familia, lo que es estar en detencion. En la entrevista el Jefe del INPE también aclaró que a Fujimori se le encontro diazepan y eso fue lo que se ha dado a los medicos para ver si es adecuada su administracion.

–Los fujimoristas afirman también que al detenido se le han retirado los medicamentos y que, por ello, su salud se ha deteriorado.

–Todo depende de la lectura que se quiere hacer de un acto. Ningún interno puede tener medicamentos para automedicarse, porque si él tomara una dosis superior a la necesaria, puede inducirse un estado delicado de salud. Por lo tanto, la medicina debe ser suministrada por personal médico. Cuando él llegó se le encontró un medicamento que tenía como componente el diazepán, y este no puede estar en manos de un interno. Pero a él no se le han decomisado sus medicamentos. Solo se le han retenido para que sea un médico el que establezca la posología (dosis a ingerir) y sea el personal de salud del INPE el que se la suministre.
‘‘No fue a una cárcel pública como debió ir’’

El diazepán (ver aquí) es un fármaco para los desórdenes de ansiedad y pánico.

Entonces Fujimori lo que tiene es miedo. Miedo de encarar sus crímenes. ¿Y este es el «último samurai» como él se autodenominó, dispuesto a todo? En Chicureo ciertamente se le vio siempre muy saludable. Desesperados ante la inminencia de la justicia, ahora se inventan enfermedades.

Se está olvidando o queriendo que se olvide que Fujimori no está acusado de simples crímenes, sino de crímenes que figuran entre los más serios en el código penal de todos los paises en el mundo: de crimenes de lesa humanidad. Las medidas de seguridad que se tomen con respecto a la persona en detención tienen que ir de la mano con la seriedad de los cargos. El gobierno de García no se está comportando a la altura de las circunstancias. No lo hizo antes, debilitando el proceso de extradicción de Fujimori, y no está haciendo ahora que Fujimori está en el Perú. Sobre Fujimori tiene que caer el peso de la ley. Ahí están los casos, ahí está la ley, ahí están los castigos.

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