Por - Publicado el 20-08-2007

César Lévano se pregunta otra vez en un editorial de La Primera:

Ayer escuché al viceministro de Salud, José Calderón, confesar que en nuestro país “apenas hay presupuesto para el mantenimiento de los hospitales” y que no tenemos hospitales de campaña.

Repito una pregunta que formulé hace días en esta columna: ¿Y si hubiera una guerra?
Ica: el dolor no se exporta

Comentario: La pregunta no es inoportuna. Nuestro país días antes del terremoto estaba en plena ofensiva diplomática por el triángulo marítimo (ver Inútil tensión con Chile) de cara a ir a La Haya. El terremoto frustró por ahora la ofensiva diplomática peruana. Ha ocurrido en la historia. El general invierno frustró la ofensiva napoleónica a Rusia. (Claro que viéndolo mejor no fue el invierno, sino la tozudez de Napoléon en insistir con su campaña a pesar del invierno. Lamentablemente, en el país también tenemos nuestros Napoleones tozudos). Y por supuesto que el asunto continuará, pero queda fuera de las prioridades inmediatas, esperemos.

Obviamente, el desastre ha demostrado cómo la politización y el copamiento de instituciones públicas por allegados al partido de gobierno tiene consecuencias funestas para la población, especialmente para la más pobre. Un país que no ha resuelto temas de pobreza básicos y candentes, que afectan a las mayorías, no puede estar planteandose agendas geopolíticas como si los temas territoriales fueran los temas de fondo del país. No lo son. Pero, bueno, dado el resurgimiento nacionalista en nuestro país, parece que el tema de la delimitación fuera de primera importancia. Se tergiversa así el orden de prioridades de nuestros problemas.

Todos nuestros países están expuestos a catástrofes de este tipo: sismos (Chile 2005 y 1985), inundaciones (Argentina 2003). La pregunta de Lévano llama a decir, «qué mal que estamos en el Perú». Pues bien, leamos el siguiente párrafo en el foro militar chileno Terremoto en Perú:

Una cosa me molesta de toda esta historia. Al igual que el terremoto del ’85 en Santiago, lo menos que se ven ayudando a los damnificados son a las fuerzas militares (tropa, camiones y maquinaria pesada). Mucha organización civil, voluntarios, bomberos y policías.

Siguen tan alejadas del pueblo las FFAA en Perú como sucede en Chile? Me acuerdo que la única vez que ví a los milicos con camiones apoyando a los pobladores, fue cuando la Bachelet era Ministra de Defensa y arriba de un mowag y con su chupalla respectiva y muerta de la risa, avanzaba por el agua. Y eso luego de las críticas que surgieron por la no participación de los mismos.

Sobre lo mismo; el miércoles 15 escuchando las noticias me enteré la profunda sorpresa de la gobernadora de Valdivia y del Intendente de la Región de los Lagos. La sorpresa de la gobernadora se debía a que debió ir a la cordillera a ver los efectos de las intensas nevadas y se encontró con la realidad. Se encontraron con pobladores Chilenos (no Shilenos como ellos) que llevaban 2 meses aislados y sorportando 1 mes de intensas nevadas. Con animales muertos, sin alimentos y prácticamente comiendo pasto. Ella muy sorprendda de que hubieran personas en esas condiciones y en esos lugares (haciendo Patria diría yó). Para ella el mundo se restringe a ir al shopping, a la peluquería y a las reuniones del partido.

El pelotudo del Intendente Bertín indicando que al día siguiente se comunicaría con el ministro de agricultura para coordinar el envío de ayuda. La Fach diciendo por su parte que seguramente el día viernes iría un helicóptero con ayuda.

Qué país más decadente. Se roban todo y al poblador se le abandona a su suerte.

Cuando mis amigos alemanes estaban vivos, conversando sobre estos temas, indicaban que Carabineros en sus puestos de frontera debieran tener un galpón con fardos y avena para eventuales emergencias. Que se debía precaver antes de encontrarse con las sorpresas y la falta de comidas. Cómo nos iría en una guerra, digo yó?

La misma pregunta de Lévano, ni más ni menos. En todas partes se cuecen habas: los políticos sonríen a la gente ante cámaras, pero dejan que los pobladores más pobres se queden dos meses aislados. «Se roban todo y al poblador se le abandona a su suerte». Les prometen ayuda, pero ésta no llega. Sus ciudadanos se jalan de los pelos y se dicen «qué país más decadente». Chile, Perú, Argentina. ¿Quién va a tirar la primera piedra acusando al país vecino de inoperante? En el terremoto de 1985 recuerdo bien cómo un avión de la FAP llegó a Santiago llevando ayuda para los pobladores chilenos. Les dimos la mano, como ahora ellos nos la dan a nosotros. A ver si nos dejamos de revanchismos y complejos con nuestros vecinos y nos entra algo de sensatez. Pero bueno, eso lo veremos con más detalles en futuros posts.

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