Por - Publicado el 29-08-2007

Decía Aldo Mariátegui el 25 de agosto:

Parte de las deficiencias en seguridad se daban por falta de patrulleros, vehículos que el Estado no ha podido comprar tras dos concursos fallidos. ¡Tenemos un Estado tan inútil que no puede hacer algo tan sencillo como adquirir… carros! ¿Y por qué no se usa la figura del “renting”? ¿Y en qué quedó el proyecto de una Superintendencia de Adquisiciones?
Wagner y la Iglesia

Hoy, 29 de agosto, se anuncia en Perú 21:

El Ministerio del Interior alquilará vehículos para patrullar Lima
Ante la frustrada compra de patrulleros para la Policía Nacional, el ministro Alva Castro anunció que se aplicará esta modalidad en la capital para reforzar la seguridad ciudadana.

Comentario: Bueno, es evidente que García y parte de la prensa está demostrando una opción preferencial por Aldo Mariátegui. Ya van varias en que le hacen caso:

Aldo dice «renting» y se alquila; dice zar y es FORSUR; dice a las ONGs y a la carga contra ellas; dice contra la CIDH y contra la CIDH es; dice pena de muerte y manifestación en palacio a favor de la pena de muerte. Lo que dice Correo va a misa. Atrás quedaron Lauer o Tafur….

De ahora en adelante tendremos que leer Correo con atención. Tal vez dentro de poco García anuncie la producción en masa de canola como sugería el director de Correo (ver El mito del producto estrella«Para financiar eso a gran escala sí atraco que exista el Banco Agrario») o, quien sabe, el abandono de Huancavelica o la reubicación de Pisco.

Actualización 30/08: Al parecer no le hicieron caso bien:

Patrulleros: el “renting” es la voz
Se equivoca el ministro Alva Castro al tomar el alquiler de patrulleros como una solución provisional. Ya aquí hemos explicado alguna vez las bondades del “renting”, que consiste en tercerizar la flota, algo que ya hacen muchas empresas grandes del país. Así te olvidas del costoso mantenimiento, controlas los robos de repuestos y te deben reponer los autos dañados inmediatamente. Te ahorras dinero, responsabilidades y papeleos.

¿Escuchaste, Lucho?

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