Por - Publicado el 18-07-2007

Mi visita a Buenos Aires coincide con que hace 13 años un coche bomba masacró a 85 personas en la AMIA. Asisto al acto que se realiza en calle Pasteur. Mucha gente asiste y se nota la vigilancia de la policía. No puedo tomar fotos. Está prohibido. Precisamente a partir de esta masacre se extremaron las medidas de seguridad en locales de la comunidad judía argentina.

Se leen los nombres de las ochenta y cinco personas y todos gritamos «presente» al escuchar cada nombre. Toman la palabra Luis Grynwald por la AMIA, Pilar Rahola, periodista catalana, y Sergio Burnstein, familiar de una víctima. Los oradores son muy explícitos: fue un acto de guerra de Irán contra la Argentina. Se pide a Kirchner, quien está presente, que la Argentina rompa relaciones con Irán (El Clarín lo cubre así).

Después de más de una década se trata de un crimen no esclarecido. El gobierno de Menem obstruyó las investigaciones y protegió a los autores materiales e intelectuales de este crimen. Hay toda una trama que involucra a agentes iraníes, Hizbulah, la triple frontera y un par de mezquitas. No es un fenómeno diferente a lo que se ha visto en Madrid, Nueva York, Estambul y tantos otros lugares. Pareciera que la región latinoamericana estuviera al margen de la mira del terrorismo fundamentalista islámico. Pues no sólo no lo está, sino que fue una de las primeras en ser atacada…

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