Por - Publicado el 28-07-2007


Alan García dando su mensaje al país por 28 de julio. Dos horas de verborrea.

Imagen tomada de RPP

García comenzó mal su discurso. Hacer una proyección al 2011 de lo que ocurrirá en el Perú en materia económica no fue nada afortunado. García ha heredado una economía en crecimiento y durante este primer año simplemente ha continuado con la inercia creada por los gobiernos anteriores.

“En el año 2011 el Perú será más poderoso y más justo socialmente. Hace dos años a atrás el Perú producía menos de 90 mil millones de dólares en conjunto, pero en el 2011 producirá 140 mil millones”, dijo (Ver RPP).

Muy temerario hacer una proyección como esta en un mensaje presidencia tras un año de gestión. Algo así no es nada creíble.

Una vez acabadas las proyecciones vinieron los recuentos de logros, de planes y de explicaciones (sobre la descentralización, sobre la no privatización de la educación y no pérdida de la gratuiddad de la enseñanza), salpicados de un par de disculpas (por no haber hecho más, por la lentitud en el gasto, por lo que dijo sobre los maestros), para acabar con un recuento sectorial de actividades y algunos anuncios (como el CEPLAN – ¿para qué?). En resumen, rollo y más rollo. Es verdad que no nos anunció ninguna estatización ni control de precios de alimentos como hace veinte años, lo cual ya se aprecia, pero tampoco es para reventarle cuetes (sic).

El país se ha sofisticado alguito. La nueva generación es menos crédula que su equivalente de hace veinte años. De ahí que el gobernante populista tenga que sofisticarse en concordancia y ser más cuidadoso si quiere vender. Es una demagogia descafeinada, pero demagogia al fin. Un ejemplo, un «call center» donde el público puede llamar anónimamente las 24 horas para denunciar los incumplimientos de los estándares laborales no ayuda mucho en el tema de las horas trabajadas impagas. Es el estado el más evidente incumplidor de estos estándares (ver Precariedad laboral en la administración pública). Fue su primer anuncio en relación a este tema.

No nos engañemos. García no está vendiendo y su credibilidad va cayendo en picado. No nos ha dicho nada que no nos haya dicho ya. No es suficiente tampoco que se diga que la descentralización es la culpable de esta caída. El gobierno central tiene que ser evaluado en base a sus metas planteadas y definitivamente éstas no han sido cumplidas. Los logros son por efectos inerciales. Dicho de otra manera, los logros vienen de sectores y aspectos que no han sido tocados. Donde el gobierno interviene, logros no hay…todavía.

En fin, tocará ver qué reacción hay de la opinión pública a este mensaje…

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