Por - Publicado el 05-06-2007

El Diccionario del Diablo es un divertido libro del norteamericano Ambrose Bierce que se puede consultar en castellano aquí y en inglés aquí. La agudeza del humor de Bierce es significativamente vigente. Me he dado tiempo de elegir (e ilustrar) algunas entradas.

Adherente, s. Secuaz que todavía no ha obtenido lo que espera.

Academia, s. Escuela antigua donde se enseñaba moral y filosofía. Escuela moderna donde se enseña el fútbol.

Amistad, s. Barco lo bastante grande como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta.

Amnistía, s. Magnanimidad del Estado para con aquellos delincuentes a los que costaría demasiado castigar.

Anormal, adj. Que no responde a la norma. En cuestiones de pensamiento y conducta ser independiente es ser anormal y ser anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del Infierno.



Calamidad, s. Recordatorio evidente e inconfundible de que las cosas de esta vida no obedecen a nuestra voluntad. Hay dos clases de calamidades: las desgracias propias y la buena suerte ajena.


Convencido, adj. Equivocado a voz en cuello.




Decidir, v. t. Sucumbir a la preponderancia de un grupo de influencias sobre otro grupo de influencias.

Dictador, s. Mandatario de un país que prefiere la pestilencia del despotismo a la plaga de la anarquía.

Emancipación, s. Cambio por el que un esclavo trueca la tiranía de otro por el propio despotismo.

Exceso de trabajo, s. Peligrosa enfermedad que afecta a los altos funcionarios que quieren ir de pesca.

Felicidad, s. Sensación agradable que nace de contemplar la miseria ajena.

Idiota, s. Miembro de una vasta y poderosa tribu cuya influencia en los asuntos humanos ha sido siempre dominante. La actividad del Idiota no se limita a ningún campo especial de pensamiento o acción, sino que «satura y regula el todo». Siempre tiene la última palabra; su decisión es inapelable. Establece las modas de la opinión y el gusto, dicta las limitaciones del lenguaje, fija las normas de la conducta.



Inmigran
te, s. Persona inculta que piensa que un país es mejor que otro.

Innato, adj. Natural, inherente, como las ideas innatas, que poseemos al nacer, porque nos fueron dadas antes de venir al mundo. La doctrina de las ideas innatas es una de las más admirables creencias de la filosofía, siendo ella misma una idea innata y por lo tanto irrefutable, aunque Locke neciamente creyó «ponerle un ojo en compota». Al número de las ideas innatas ya clasificadas, debemos agregar la creencia en nuestra capacidad para dirigir un diario, en la grandeza de nuestro país, en la superioridad de nuestra civilización, en la importancia de nuestros asuntos personales y en el interés que nuestras enfermedades presentan para los demás.

Justicia, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales.

Loco, adj. Dícese de quien está afectado de un alto nivel de independencia intelectual; del que no se conforma a las normas de pensamiento, lenguaje y acción que los conformantes han establecido observándose a sí mismos; del que no está de acuerdo con la mayoría; en suma, de todo lo que es inusitado. Vale la pena señalar que una persona es declarada loca por funcionarios carentes de pruebas de su propia cordura. Por ejemplo, el ilustre autor de este Diccionario no se siente más convencido de su salud mental que cualquier internado en un manicomio, y –salvo demostración en contrario– es posible que en vez de la sublime ocupación a que cree dedicar sus facultades, esté golpeando los puños contra los barrotes de un asilo y afirmando ser Noé Webster, (autor del diccionario Webster) ante la inocente delectación de muchos espectadores desprevenidos.

Odio, s. Sentimiento cuya intensidad es proporcional a la superioridad que lo provoca.

Paraíso, s. Lugar donde los malvados cesan de perturbarnos hablando de sus asuntos personales, y los buenos escuchan con atención mientras exponemos los nuestros.

Patriota, s. El que considera superiores los intereses de la parte a los intereses del todo. Juguete de políticos e instrumento de conquistadores.

Patriotismo, s. Basura combustible dispuesta a arder para iluminar el nombre de cualquier ambicioso. En el famoso diccionario del doctor Johnson, el patriotismo se define como el último recurso de un pillo. Con el respeto debido a un lexicógrafo ilustre, aunque inferior, sostengo que es el primero.

Perseverancia, s. Virtud interior que permite al mediocre alcanzar un éxito sin gloria.

Plebiscito, s. Votación popular para establecer la voluntad del amo.

Procaz, adj. Dícese del lenguaje que usan otros para criticarnos.

Racional, adj. Desprovisto de ilusiones, salvo las que nacen de la observación, la experiencia y la reflexión.

Realmente, adv. Aparentemente, quizá; posiblemente.

Reconciliación, s. Suspensión de hostilidades. Tregua armada para desenterrar a los muertos.

Veraz, adj. Tonto e iletrado.

Ilustraciones:

http://www.aprodeh.org.pe/sem_verdad/images/A02011911L.JPG

http://wiki.killuglyradio.com/index.php/Main_Page

http://www.ellibertador.com/el%20Libertador%20Archivo/Semana%20026/images/Rafael%20Rey%207.jpg

http://www.bbc.co.uk/portuguese/especial/images/05_papasucessores/015023_cipriani.jpg

http://www.noam-chomsky.com/nc.jpg

http://www.globalesland.de/archive/images/David_Lynch.bmp

http://filer.livinginperu.com/news/img/OllantaHumala1.jpg

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Comentarios a este artículo

  1. ivan dijo:

    mmm no me gusto por que no me dijeron lo que yo estaba buscando pero a lo mejor y en algun otro casol si gracias.

  2. osamagomez dijo:

    sigue con tu perseverancia ivan hehehehe