Por - Publicado el 01-06-2007

Recibo una interesante colaboración sobre la Bolsa de Valores de Lima:

1. La bolsa peruana ha mostrado un crecimiento significativo

  • La bolsa se encuentra a 14.9 veces sus niveles de septiembre de 2002.
  • Equivale a 82% de crecimiento anual por los últimos 4 años y medio.


Índice General de la Bolsa Peruana
(Escala Logarítmica, Enero 1992 = 100)

2. Comparación Histórica

IGBVL y bolsas de EE.UU.
(Diciembre 1994 = 100)

3. Comparación Histórica


IGBVL hasta Sept. 2002
(Diciembre 1994 = 100)


IGBVL y bolsas de EE.UU. hasta Sept. 2002
(Diciembre 1994 = 100)


4. ¿Es sostenible el crecimiento?


IGBVL y Dow Jones (1929)
(100 = Inicio de cada periodo)


IGBVL y Nasdaq (2000)
(100 = Inicio de cada periodo)

Bueno, es muy evidente lo que nos sugieren estos gráficos, ¿no? Por si quedara alguna duda, la persona que nos colabora nos sugiere:

«I strongly suggest a quick look to Galbraith’s The Great Crash 1929».

Actualización: Estamos viendo la caída reciente como algo anómalo cuando lo inusitado es el gran crecimiento a partir del 2002, que supera a China y a varias bolsas del mundo. La pregunta pertinente: ¿Es sostenible el crecimiento?

Lo había dicho bien Saki Bigio en un comentario anterior: la bolsa «ya habia subido bastante, y los jolgorios no son eternos«. Es prudente pensar que una caída, una reducción en la velocidad del crecimiento o un estancamiento pueden venir en algún momento.

Esta es la evidencia. Entrando ya a las razones para un posible cambio a venir, pues hay varias explicaciones y algo se puede leer en los comentarios a algunos posts anteriores sobre el tema:

  • los movimientos de las AFPs de Carlos del Carpio
  • el gobierno está dando señales negativas para la inversión (ete pechito)
  • abundancia de liquidez, cambio de estilo de crecimiento y falta de regulación. Nos lo explica muy bien Bruno Seminario:

    En efecto, comienzan a manifestarse en el Perú y otros países de América Latina, las consecuencias negativas de la enorme de la abundancia de liquidez. Sun embargo, es poco probable que las autoridades económicas en el Perú tomen ninguna acción para prevenir una nueva crisis financiera . es probable que después de este episodio, despareza toda preocupación, y que el proceso que se encuentra aún en sus fases inciales se geenralice a otros sectores de la economía

    y también aquí:

    Hasta el año 2005, estuvo éste [el estilo de crecimiento] apoyado en el sector extreno, que crecía a tasas superiores al producto interno bruto, pero desde que el APRA tomó nuevamente la administración de la economía se ha consolidado otro diferente, más tradicional, en el que posee un papel fundamental la expansión de la demanda interna.

Todas estas razones son posibles. Las explicaciones que no suenan creíbles son las versiones que más se han escuchado últimamente, como el contagio de China (ver: Contagio en la bolsa: ¿cuento chino?), o la de los «inversionistas inexpertos»

Actualización 2: Leemos a Mirko Lauer en ¿Por qué el miércoles negro en la BVL?, donde la pregunta se queda en pregunta:

¿Alguna lección en todo esto? Quizás que aun con buenos fundamentos económicos, las bolsas siempre tienen un margen de impredictibilidad. Las explicaciones a posteriori no son realmente confirmables, y quienes sobreviven al susto no tienen muchas ganas de hacer el ejercicio.

El «flujo y reflujo»….

Por su parte, Walter Espinoza nos da este comentario en MacroPerú.

Actualización 3: Jorge Bruce en Arrogancia bursátil nos dice:

El tono predominante ha sido uno condescendiente y paternalista. Como diciendo: ‘estas cosas no son para chicos’. O bien: ‘se requiere mucho conocimiento para meterse en bolsa’.

Un experto me decía, sin ánimo de hacer escarnio pero evidenciando cierta concepción de la naturaleza del dinero: «Cuando las abuelitas comienzan a invertir sus ahorros, es tiempo de retirarse de la bolsa». También esto puede que tenga una parte de verdad (aunque sea menos lógica que intuitiva). Lo que queda claro es que todos esos récords batidos por la -igualmente pequeña- bolsa de Lima atrajeron a un montón de personas deseosas de participar de esa bonanza, quienes observan relumbrar los índices y nunca los ven posarse en la penumbra agujereada de sus bolsillos.

La idea está clara: las altas ganancias atraen a nuevos agentes, a quienes se les ha llamado inexpertos y se les ha culpado por la caída de la bolsa. El autor lo ve como una explicación arrogante. No sólo eso: es una explicación muy poco creíble.

-

No se permiten comentarios.