Por - Publicado el 29-05-2007

Nueva York, abril 2007.
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En una farmacia se puede encontrar a un notario público, una persona como cualquier otra, que lo único que tiene que hacer es compulsar un documento, dar fe que la copia es verdadera.

Hace poco escribía con César Martinelli sobre Las ganancias de la formalización. Hay en el país todo un esfuerzo por simplificar los trámites, lo cual es positivo. Sin embargo, aquí nos topamos con intereses creados. Te cobran tanto por el papel, tanto por tal servicio, tanto por firmar, te demoran, etc., etc. El mundo no se cae si se eliminan todos esos trámites y, por lo tanto, aquellos servicios que no están creando valor alguno, sino ralentizando el crecimiento de la productividad en el país. Otras economías funcionan perfectamente, y mejor, sin ellos…

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