Por - Publicado el 14-05-2007

Quien ha capitalizado políticamente el avance en el TLC ha sido claramente Alejandro Toledo:

Con esto en buena cuenta le «robó las cámaras» a García, ocupado y preocupado por recuperar popularidad a punta de gasto público, haciéndole trampas a su ministro de economía en siguiendo las pautas de sus amigos periodistas. García ha tenido otros «babies» de que ocuparse…no del TLC…

Hoy leemos sobre un rumor

García estaría intentando la reelección. Es todo muy curioso. En el post Los ex-presidentes y el poder comentaba sobre esta misma volada soltada en abril, hace un mes, justamente cuando Toledo había vuelto al Perú con la espada desenvainada, siendo muy bien recibido por cierto sector de la prensa, y hasta del público, como no había ocurrido durante su gobierno. Parece ser que cuando Toledo se pone las pilas, García se ve forzado a soltar que ahí está él para enfrentarlo. Y no es para menos, Toledo, impopular como estuvo durante su administración, le ganó a los otrora invencibles García y Fujimori (Ver El juego político está entre los ex-presidentes escrito en febrero y anticipando que García se mandaría en las próximas elecciones presidenciales). Toledo es peligroso.

Interpreto estos rumores como una señal de que en estos momentos García se está debatiendo entre dos opciones: generar y apoyar a otro candidato (¿quién? ¿alguien del fujimorismo o algún «outsider»?) o mandarse él mismo. Mal, todo obedece a una lógica exclusivamente política (por ejemplo, se gasta sólo para recuperar popularidad), es decir, se subordina todo a conservar el poder de García, como ocurrió con Fujimori a partir de 1995. Ni el mejor modelo económico (y el que tenemos no lo es) aguanta una presión reeleccionista. Ya hemos visto lo malo que es. Lo claro, creo, es que la presencia y amenaza de un regreso de Toledo es como un «Red Bull» para Alan García: le da alas y le anima a mandarse a la reelección….

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