Por - Publicado el 29-05-2007

A casi un año de iniciarse el segundo gobierno aprista uno se pregunta, ¿y dónde está la prensa crítica? Críticas a algún ministro, curiosamente en sintonía con el presidente, críticas a alguna acción gubernamental por aquí o por allá, pero en definitiva una abierta aprobación a la gestión del segundo aprismo. Qué diferencia con la actitud que tenían con la gestión de Toledo, a quien ojalá García logre emular.

Es notorio cómo los medios, desde lo más extremos alineados con el fujimorismo, Expreso, La Razón, pasando por Correo, hasta llegar a los antifujimoristas Perú 21 y La República, comparten el denominador común de tratar a Alan García con guantes de seda. Sus baterías se concentran en sus ministros o congresistas, si es que tocan a alguien del partido aprista. Por el contrario, todos estos medios han participado del cargamontón a Unidad Nacional. En pleno proceso de copamiento aprista de las instituciones públicas durante este año no han podido o querido documentar nada sobre este tema: ningún informe especial, ninguna denuncia, ningún video. Nada. Lo sabemos por lo bajo, pero sin un verdadero trabajo periodístico que nos informe sobre un tema tan importante.

Lo mismo parece ocurrir con las televisiones y radios, especialmente en sus programas políticos que demuestran una clara parcialización con el gobierno. Excede al beneficio de la duda: ya es protección y sesgo. Los pecadillos del gobierno y su partido no existen. Bien lo diría Montesinos, «no salió en la televisión, no existió».

Esta Gleichschaltung venía ya desde las elecciones. En cierto momento los medios abiertamente brindan su apoyo a García en contra de Ollanta Humala y también de Lourdes Flores. Esta situación continúa bien entrado el gobierno.

¿Por qué se da esta alineación? Acostumbrados a la lógica Montesinos, podríamos pensar que alguien del gobierno está sobornando a los medios. Como no hay evidencias fuertes en tal sentido, nos quedaremos nomás con la suspicacia. Otra razón podría ser política: el APRA no gobierna sola, sino que tiene pactos con un amplio espectro político: por debajo de la mesa con el fujimorismo, abiertos con Renovación Nacional y con un grupo de tecnócratas independientes incorporados al gabinete, a la vez que mantiene en expectativa a sus bases apristas. La prensa, vinculada a estos sectores políticos, queda comprendida en estos pactos políticos y ve con simpatía la actitud del gobierno hacia sus representantes políticos. Por esa razón reacciona positivamente ante García y descarga alguna que otra batería contra algún ministro o congresista, sin cuestionar el fondo de la estrategia de García, ni su personalidad (como si hizo con Toledo), ni sus metidas de pata.

Podría ser. En el país los medios suelen ser canales de expresión de fuerzas políticas que no tienen organizaciones sólidas. Lo más paradójico es que la alineación mediática con el gobierno se está produciendo precisamente cuando la aprobación de García viene cayendo en picada. La prensa le está diciendo una cosa, pero el público ve otra y no deja que le cuenten el cuento….

Actualización: Estos medios ya se están deshaciendo en elogios a Luis Alva Castro por lo de Santa Anita. No ve…

Actualización 2: Otra razón podría ser que parte de la prensa está presionada. A la que se pasen de la raya, les cae una denuncia de parte de la prensa vinculada al fujimorismo. Puede ser también….Una suerte de autocensura…

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